Argentina | Desalojo y represión en Guernica: el final de una emblemática toma de tierras

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Desalojo y represión en Guernica: «Nos quemaron la casita, no pudimos sacar nada»

Más de 4 mil policías bonaerenses bajo la conducción del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, desalojaron y reprimieron este jueves desde la madrugada a 1400 familias que habían ocupado terrenos en en julio pasado en la localidad de Guernica, en el partido de Presidente Perón.

«Ya está todo desalojado», confirmó Berni alrededor de las 8 en declaraciones a la prensa, luego que unos 4000 oficiales rodearon la zona y comenzaron a derribar y quemar las casillas que las personas habían instalado en el lugar. El operativo, que fue violento, respondió a la orden del juez de Cañuelas, Martín Rizzo.

Según los testimonios de lxs damnificadxs, la Policía ingresó en la madrugada con gases lacrimógenos al predio ocupado en el que había familias enteras: niñxs, mujeres, adultxs mayores y varones. Luego fueron a destrozar y quemar las instalaciones precarias en las que vivían y cortaron los alambres con que se delimitaron las tierras ocupadas.

Desalojo y represión en Guernica. (Foto: captura de pantalla)

Además, se llevaron detenidxs a quienes resistieron el desalojo, que con piedras y palos, intentaron frenar el accionar policial.

«Nos atacaron, nos quemaron la casita, no pudimos sacar nada y si te agarraban te llevaban preso», relató esta mañana María, una de las jefas de familia que había montada una casilla desde el día uno de la toma para vivir con sus tres hijes.

Refugiada en la casa de un vecino que le abrió las puertas, la mujer contó al programa Ahora Dicen de la radio Futurock que fue al predio porque no tenía hogar y un conocido le avisó que ahí podía tener una posibilidad de acceder a un derecho humano: la vivienda.

María dio su testimonio mientras de fondo se escuchaba el llanto de su bebé. Explicó que ella no pudo acceder al acuerdo al que algunxs llegaron con el Gobierno bonaerense porque ella necesita una casa. «La mayoría de los que accedieron tenían casas», aseguró. Como tenían a dónde ir, pudieron acordar, según ella.

InfoNews


Tras un mes de negociaciones, desalojaron la toma de Guernica con un violento operativo policial

Unos 4000 efectivos encabezados por el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, ingresaron durante la madrugada al predio de Guernica y avanzaron con un violento operativo de desalojo de unas 1450 familias que mantenían la toma de tierras desde julio.

Mientras algunas de las familias se retiraron a medida que avanzaba la policía, otras decidieron resistir el desalojo y fueron reprimidas por la policía bonaerense, que derrumbó también las precarias casillas instaladas en las 100 hectáreas del partido de Presidente Perón.

«Ya está todo desalojado», dijo Berni en declaraciones a la prensa, luego que la policía rodeara la zona por orden del juez de Cañuelas, Martín Rizzo, luego de rechazar un nuevo pedido de prórroga del gobierno provincial.

Dentro del predio ocupado se escucharon algunas detonaciones y se observaron columnas de humo por la quema de algunas de las casillas levantadas en el lugar. Los efectivos derribaron casillas y cortaron los alambres con que se delimitaron las tierras ocupadas en el predio, mientras que el desalojo fue resistido con piedras y palos.

Según informó el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, hubo cerca de 35 personas detenidas durante las primeras horas del operativo.

«¿Qué corazón tienen para sacarnos así? Estamos desesperados, es una situación muy difícil, el Gobierno no hace nada», señaló Rosalía, una de las delegadas de la toma, en declaraciones a Radio Rivadavia. Miguel, otro referente, contó a la misma radio: «Están con camionetas, cuatriciclos, con helicópteros. Es una angustia terrible ver todo esto y que el Gobierno se haya negado a encontrar una solución».

Bajo la consigna «No al desalojo, tierra para vivir», militantes de algunas organizaciones sociales iniciaron una protesta en rechazo al desalojo en puntos como el Puente Pueyrredón, frente al Obelisco y en la Autopista Buenos Aires- La Plata.

Los terrenos reclamados por sus propietarios, unas 100 hectáreas, fueron ocupados en julio pasado por unas 1.200 familias que vivían en Guernica y otras que residían en los distritos de Almirante Brown, Lomas de Zamora, San Vicente, Florencio Varela, Ezeiza y Esteban Echeverría.

El operativo se da luego de un mes de negociaciones, durante las que se realizó un desalojo pacífico de unas 600 familias que participaban.

El miércoles por la noche, la coordinadora de delegados, delegadas y organizaciones de la toma de Guernica informó que los intercambios con la administración del gobernador Axel Kicillof se habían estancado. Las diferencias se cristalizaron durante la reunión que mantuvieron este martes por la tarde con el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta por el expediente por usurpación.

Según un comunicado difundido en la noche del miércoles, la coordinadora sostuvo que «el gobierno provincial», a través del ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, y el fiscal desconocen los avances en las negociaciones, y organizan el desalojo con represión». De acuerdo a la versión de las organizaciones, «para el gobierno provincial no hay acuerdo posible para las familias asentadas en Guernica» y «de un momento para otro, dejaron de lado las propuestas que el propio gobierno venía avalando, y que fueron aprobadas en las asambleas».

Fuentes del gobierno provincial sostuvieron lo contrario y acusan a las organizaciones de haber asistido al encuentro sin disposición para firmar un acuerdo.

Uno de los letrados que tiene acceso al expediente confió que los diálogos se trabaron en la decisión de las asambleas de los cuatro barrios que componen la toma, protagonizada por 1450 familias que fueron censadas por un equipo del Centro de Estudios Legales y Sociales y el Servicio Paz y Justicia (SerPaJ).

La última prórroga prevista por Rizzo vence en dos días y una de las imposiciones del magistrado fue programar un esquema de desalojo de cada uno de los cuatro barrios apenas se firmara el acta de acuerdo, a partir de una oferta de lotes para trasladar a las familias que no contó con el apoyo de todas las asambleas que participan del conflicto.

Tiempo Argentino


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