Argentina | Organizaciones rechazan la aprobación del primer trigo transgénico del mundo

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¡Con nuestro pan NO!

Por Organizaciones campesinas, redes, movimientos sociales, grupos de estudios y colectivos socioambientales

El gobierno argentino acaba de aprobar el primer trigo transgénico del mundo y está listo para impulsar su cultivo masivo (sujeto a que Brasil lo acepte, al ser el primer receptor de las exportaciones argentinas de trigo).

El trigo transgénico autorizado es denominado HB4 (trigo IND-ØØ412-7) y presenta dos características: resistencia a la sequía y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio. Fue autorizado por la Resolución 41/2020 del 7 de octubre de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, publicada en el Boletín Oficial el 9 de octubre.

Esta autorización significa un avance del agronegocio sobre la alimentación de nuestros pueblos y sobre nuestra agricultura que no podemos aceptar y que nos obliga a denunciarla y resistirla por todas las vías posibles.

Por este motivo exigimos al gobierno nacional que dé marcha atrás con esta medida autoritaria que sólo puede explicarse por la sumisión a los intereses corporativos.

Por eso queremos expresar en una breve síntesis los motivos del rechazo a este trigo transgénico desde las muchas vertientes que nos obligan a decir ¡Con nuestro pan NO!

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1- Porque multiplicará el consumo de agrotóxicos

Los transgénicos con tolerancia a herbicidas multiplican el consumo de herbicidas ya que esa es la razón para la que se han desarrollado. El uso de agrotóxicos se ha incrementado exponencialmente desde la introducción de cultivos transgénicos lo que demuestra la falsedad del discurso con que se impusieron. En Argentina ya se usan más de 525 millones de litros de agrotóxicos por año, de este modo, esta nueva autorización implicará aumentar aún más la utilización de estos compuestos altamente nocivos para la salud.

2- Porque el herbicida al que es tolerante el trigo aprobado es incluso más tóxico que el glifosato

El glufosinato de amonio es un herbicida más tóxico aún que el glifosato y está ampliamente cuestionado y prohibido en muchos países por su alta toxicidad aguda y sus efectos teratogénicos, neurotóxicos, genotóxicos y alteradores de la colinesterasa. Además de ser un herbicida, tiene propiedades insecticidas. Es altamente tóxico para organismos benéficos incluyendo arañas, ácaros depredadores, mariposas, numerosos microorganismos del suelo, y puede incrementar la susceptibilidad de la planta a enfermedades, con el consecuente aumento en el uso y dependencia de agrotóxicos. Es tóxico para algunos organismos acuáticos y puede aumentar la lixiviación de nitrógeno de los suelos. En suelos arenosos, el glufosinato es persistente y móvil.

3- Porque expondrá a nuestra población a fumigaciones con agrotóxicos todo el año

El trigo es un cultivo de invierno. Hasta ahora, las fumigaciones masivas con agrotóxicos se circunscribían a las temporadas de primavera y verano (aunque también se aplican a finales del invierno como “barbecho químico”). La aplicación del glufosinato de amonio dará lugar a fumigaciones con este herbicida altamente tóxico en invierno, cuando es aún mayor la susceptibilidad a contraer enfermedades respiratorias.

4- Porque un nuevo veneno estará presente en el pan nuestro de cada día

El trigo es la base de la alimentación de las argentinas y los argentinos y de una parte muy importante de la humanidad: con él se elabora el pan y gran parte de nuestras comidas que están basadas en sus harinas (otros panificados, empanadas, pizzas, pastas, tartas, entre otras). A partir de esta autorización, el trigo tendrá residuos de glufosinato que se incorporará a las harinas y sus derivados, es decir, habrá presencia de esta sustancia en alimentos básicos de consumo diario, hecho inédito en la historia de nuestro país, con lo cual toda la población estará expuesta a la ingesta de este veneno en su dieta diaria.

5- Porque contaminará todos los trigos

El trigo se autofecunda en un gran porcentaje pero también se cruza con cultivos de cercanía, como sucede también con la soja. Los datos científicos hablan de cruzamientos de entre 1 y el 14%.

Los empresarios y sus aliados nos explican que no tenemos por qué oponernos, que «el que no quiera que no adopte la tecnología». Con fundamentos sólidos podemos afirmar que una vez liberadas las variedades transgénicas en pocos años se van a diseminar por polinización cruzada y por “bolsa blanca”. Si esto sucede vamos a estar expuestos a la locura de que nos contaminen los trigos nacionales y a que nos puedan denunciar por querer «robarles la tecnología». Mantener la trazabilidad separando las cadenas de producción y distribución entre trigos convencionales y trigos transgénicos es imposible de lograr.

6- Porque este trigo se ha desarrollado para seguir aplicando un paquete tecnológico (siembra directa y uso intensivo de agrotóxicos) que ya ha demostrado los daños que ha producido y que necesita ser replanteado de manera absoluta

La misma FAO acaba de afirmar que “hemos llegado al límite del paradigma de la revolución verde” y que alcanzar una agricultura sostenible requiere un enfoque integrado. Los transgénicos son hoy la mejor encarnación del paradigma de la «revolución verde» y avanzar hacia una producción agroecológica libre de venenos y transgénicos es el principal desafío que hoy tenemos como humanidad.

7- Porque se hace uso de un fenómeno climático extremo, la sequía, como un argumento falaz para introducir una tecnología de dudosa eficacia

Las plantas activan diferentes grupos de genes a lo largo del ciclo de vida, y la incorporación de un único gen difícilmente podría definir la manifestación de mecanismos de resistencia. Por un lado, la inserción de un gen adicional no debe ser interpretada como suficiente para alterar distintos ciclos metabólicos, ya que los genes trabajan en grupo. Tenemos más de 100 mil características y sólo cerca de 30 mil genes para definirlas; muchos de esos genes son compartidos con otros seres como ratones, peces, pájaros y hasta insectos. Por otra parte, la sequía “no es la misma” porque la planta “no es exactamente la misma” en la fase de germinación, emergencia, floración, formación de granos, etc. Así, un gen que permitiera un mejor comportamiento ante la falta de agua en una fase, no ayudaría de la misma manera en otra fase. Y la posibilidad de frenar el desarrollo de alguna fase para reducir el estrés por la escasez de agua, puede perjudicar en vez de ayudar a la planta en el caso que no ocurriera la sequía. Y difícilmente tendría utilidad si la sequía ocurriese en otro período, donde este gen no actúa. Un dato concreto es que los estudios para la obtención de plantas resistentes a la sequía han sido abandonados por falta de éxito en los Estados Unidos.

8- Porque son parte de la destrucción del sistema de ciencia y técnica que dicen defender

Porque necesitamos que la ciencia argentina escuche las voces de transformación y apoye los procesos de agroecología y soberanía alimentaria que hoy son una realidad en manos de las organizaciones campesinas y de productores familiares. Necesitamos ciencia independiente que denuncie el accionar de las empresas de los agronegocios: en lo sanitario, en lo ambiental y en lo económico. Rechazamos la complicidad de los sectores científicos que, bajo el paraguas del CONICET, son socios de las empresas biotecnológicas. Esos académicos tienen responsabilidad en las consecuencias que sus «desarrollos» producen en los territorios (más desmontes y afecciones en salud, entre otros).

9- Porque no queremos consumir alimentos transgénicos

En Argentina no hay etiquetado de transgénicos. Las empresas del agronegocio y las procesadoras tienen muy claro que el pueblo argentino no los quiere, no los elige, y por eso no permiten que se etiqueten los alimentos con transgénicos. La «equivalencia sustancial» (argumento empresario que dice que un transgénico es igual a un alimento convencional) es un mito creado por los científicos pagados por las corporaciones. Por lo tanto, nada nos garantiza que el pan que comamos sea igual en sus características y el impacto en nuestro organismo que el de un pan hecho con un trigo convencional.

10- Porque las autorizaciones no nacen de sectores independientes de los sectores corporativos

La Conabia (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología) recomienda aprobar transgénicos y el Senasa (Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) autoriza el uso de agrotóxicos: son ejemplos de conflictos de interés. Ambos organismos están controlados o influenciados por representantes de las empresas que producen y venden transgénicos y agrotóxicos.

La Conabia mantuvo durante muchísimos años su composición en secreto. Hoy sabemos que siempre tuvo una mayoría empresaria, por lo que las empresas con conflictos de interés, todo este tiempo, se regularon a sí mismas. Si bien su composición se modificó en marzo del 2020 la aprobación del trigo transgénico por la misma se dio en el contexto de su composición anterior. El Senasa no cuenta con laboratorios propios, sino que valida los informes presentados por las propias empresas. En Argentina se usan 107 plaguicidas prohibidos en otros países del mundo, 36 de ellos considerados «altamente peligrosos» por la Organización Mundial de la Salud.

11- Porque los transgénicos promueven los monocultivos y éstos degradan los ecosistemas y la soberanía alimentaria

Supongamos que el trigo transgénico no fuera resistente al glufosinato y se evite el uso de este agrotóxico. La tan publicitada y prometida «resistencia a sequía» se vende como una ventaja para los productores. El trigo transgénico viene por lo que queda de la destrucción de nuestros bosques y humedales. Los transgénicos agrícolas sirven hoy sólo para generar lucro para unos pocos. No son necesarios para garantizar ningún derecho del pueblo. Por otro lado es imposible no considerar que las sequías que están azotando la región son justamente producto del modelo de agricultura impuesto.

12- Porque el trigo transgénico ya fue rechazado en el mundo

A partir del rechazo de diversos sectores vinculados a la comercialización del trigo en América del Norte (como por ejemplo el Consejo Canadiense del Trigo) Monsanto retiró en el año 2004 su trigo resistente al glifosato reconociendo que “como resultado de la revisión de nuestra cartera [de productos] y el diálogo con líderes del sector triguero, admitimos que las oportunidades empresariales del trigo primavera Roundup Ready son menos atractivas en relación con otras prioridades comerciales”. En este momento distintos sectores vinculados a la comercialización en Argentina están dando ese alerta.

En Argentina un conjunto de organizaciones de la cadena triguera expresaron “El daño que se produciría al mercado de trigo argentino sería irreparable e irreversible, toda vez que la contaminación se propagará y la segmentación resulta inviable”. Esta posición fue adoptada por las siguientes organizaciones: Bolsas de cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe; la Bolsa de Comercio de Rosario, la Cámara de Industriales Molineros; el Centros de exportadores de cereales, el centro de de corredores; la federación de la Industria de la Molinería, los Acopiadores; y las cuatro entidades de la Mesa de Enlace (CRA, Coninagro, FAA y Sociedad Rural Argentina). También Argentrigo manifestó su preocupación por esta aprobación.

Lo mismo acaba de expresar la industria molinera brasileña que en una encuesta interna expresó que el 85% no estaba a favor de utilizar trigo transgénico y el 90% dijo estar dispuesto a detener sus compras de trigo argentino.

13- Porque es parte de la intención de las transnacionales de imponer su ley de semillas

Ya los grupos corporativos están anunciando que el paso siguiente a la autorización de este trigo debe ser la modificación de la Ley de Semillas vigente para que garantice la recuperación de la “inversión en investigación” realizada por los grupos científicos y corporativos involucrados.

14- Porque aumentarán aún más las malezas tolerantes y resistentes a agrotóxicos

En nuestro país ya superamos las 40 malezas resistentes a herbicidas, lo cual genera complicaciones en el manejo de los cultivos, además del aumento de los costos de producción.

La producción de trigo en nuestro país no presenta problemas significativos de malezas (por ser un cultivo denso, naturalmente buen competidor y por realizarse en invierno, cuando la cantidad de malezas es baja), por lo tanto, no se justifica el evento de tolerancia al glufosinato de amonio.

Ya se han aprobado muchos eventos en soja y maíz con tolerancia al glufosinato de amonio y otros agrotóxicos. La liberación de este trigo transgénico tolerante al glufosinato de amonio completará el ciclo de uso permanente de este herbicida a lo largo de todo el año. Esto acelerará la aparición de malezas tolerantes y resistentes al glufosinato de amonio, complejizando aún más su control para otros cultivos (de verano e invierno).

15- Porque no se adecuaron los procedimientos de aprobación de transgénicos a lo recomendado por la Auditoría General de la Nación, siendo la aprobación nula

El Informe de la Auditoría General de la Nación N° 064/2019 señaló la existencia de graves deficiencias en los controles sobre los eventos transgénicos y que tampoco se tienen en cuenta los impactos sociales, ambientales, además del riesgo sobre la biodiversidad. Además, concluyó que la forma de aprobar el uso de los transgénicos en Argentina es poco transparente e incompleto, desoye convenios internacionales, vulnera leyes ambientales y viola los derechos de los pueblos indígenas. Lejos de haber adecuado ese marco normativo, se siguió adelante con la aprobación comercial de este evento transgénico a través de ese procedimiento viciado, lo cual torna al acto administrativo en nulo de nulidad absoluta.

16- Porque no se garantizó la participación ciudadana en el proceso de aprobación de este evento transgénico

La ciudadanía no tuvo ocasión de participar durante el trámite de aprobación de este evento transgénico, lo cual vulnera la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional, abonando aún más a la nulidad del acto administrativo.

A esto se suma que hoy se plantee abiertamente que la decisión está en manos de Brasil, cuando Argentina es uno de los países que más incorporado tiene el trigo y sus derivados al consumo alimentario.

17- Porque la autorización va en contra de las recomendaciones de los órganos internacionales de protección de los derechos humanos a nuestro país

El Comité de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas y la Relatora de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación Adecuada, Hilal Elver, tras su visita oficial a la Argentina, instaron al país en 2018 y 2019, respectivamente, a reducir el uso de los agrotóxicos. La autorización va claramente en contra de dichas recomendaciones, lo cual expone a nuestro país a ser responsable internacionalmente por la violación a sus obligaciones en materia de derechos humanos.

18- Porque la autorización torna inviable la agroecología y la agricultura orgánica que el gobierno nacional dice querer fomentar

Una parte importante de la producción agroecológica extensiva y la producción orgánica en nuestro país recurren al cultivo de trigo. La introducción de una variedad transgénica de trigo al ambiente, con los riesgos de cruzamiento y de contaminación en el camino de su comercialización ya señalados, torna difícil o imposible la protección efectiva de dichas producciones, con el riesgo también de pérdida de sus mercados a futuro.

19- Porque el mercado comercial de trigo sufrirá un impacto negativo

La autorización de este evento, sumado a la imposibilidad de evitar el entrecruzamiento y de garantizar la trazabilidad, generarán desconfianza y rechazo del mercado interno y otros mercados internacionales, lo cual generará un impacto comercial negativo en la cadena del trigo en nuestro país.

Fueron estas razones comerciales las que llevaron incluso al gobierno de Mauricio Macri –que fue el que más transgénicos aprobó en la historia- a desistir de su aprobación comercial.

20- Porque aunque el evento tenga un origen nacional, constituye una entrega a los capitales transnacionales

Más allá de su origen nacional, la empresa Bioceres tiene a su subsidiaria “Bioceres Crop Solutions Corp” que cotiza en la bolsa de Nueva York, tiene alianzas estratégicas con Syngenta/Chemchina, Valent, Dow Agrosciences y tiene entre sus accionistas a Monsanto. Además, si bien el CONICET y la Universidad Nacional del Litoral participaron del desarrollo del evento y cada una tiene el 30% de las patentes sobre el mismo, le confirieron licencia de comercialización exclusiva de sus derechos a Bioceres, representando una nueva entrega a los grandes capitales transnacionales. Por otro lado el rechazo a los transgénicos va mucho más allá del origen del desarrollo de los mismos.

Es urgente debatir en profundidad qué modelo agropecuario necesitamos como país, poner en marcha las propuestas que realizó el Foro Agrario en el año 2019 y anular la resolución que ha habilitado la producción de trigo transgénico.

NO al trigo transgénico en Argentina.

¡CON NUESTRO PAN NO!

– Para ver las primeras adhesiones y sumar tu firma: ver aquí

Biodiversidad LA


Los brasileños se oponen al trigo resistente a la sequía

La Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo), que agrupa a los molinos que compran buena parte de la cosecha argentina de ese cereal, se opone al cultivo y uso de trigo transgénico HB4 en su país. La tecnología desarrollada gracias a una alianza público privada entre la empresa Bioceres y el Conicet en Argentina, fue recientemente autorizada por el Ministerio de Agricultura luego de experimentar su inocuidad ambiental y sanitaria, pero con la condición final de ser aprobada en Brasil para su comercialización, por ser el principal mercado histórico del trigo argentino.

En un comunicado, la Abitrigo adelantó que se «opondrá a la comercialización tanto de harina transgénica como de trigo en el transcurso de la audiencia pública convocada por CTMBIO (la Comisión Nacional de Biotecnología de Brasil), a solicitud de una empresa argentina productora de trigo transgénico» y solicitó a las entidades gubernamentales brasileñas que no autoricen la comercialización de estos productos en Brasil.

De acuerdo a la Asociación, este tema ha sido objeto de análisis desde hace 30 años por parte de la comunidad científica internacional, gobiernos y consumidores de países que tienen una fuente esencial de alimento en el trigo como Canadá, Estados Unidos, Australia y la Comunidad Europea. «Estos análisis han determinado, hasta ahora, la no aprobación del uso de Trigo GM porque no se han identificado beneficios evidentes para las personas, siendo el objeto exclusivo de buscar incrementar la productividad en el campo», sostiene Rubens Barbosa, el presidente de la Abitrigo y agrega que, además, «existen manifestaciones publicadas por asociaciones de consumidores con restricciones en el uso de estos productos transgénicos».

Asimismo, recupera el informe de la FAO sobre Trigo GM, que registra sólo dos variedades aprobadas en el mundo: la de Estados Unidos en 2004, «que generó grandes repercusiones negativas a nivel mundial y la interrupción de su producción y comercialización» y la Argentina, aún sin comercialización.

La Abitrigo expresó estar en contacto con las entidades representativas de la cadena del trigo en Argentina y sostuvo que fueron informados de su posición contra la producción y comercialización de productos transgénicos en el país. Con la publicación de los resultados de una encuesta interna realizada por la asociación, el comunicado refuerza uno de los argumentos del sector agropecuario argentino: el 85 por ciento de los productores no estaba a favor de utilizar trigo transgénico y el 90 por ciento dijo estar dispuesto a detener sus compras de trigo argentino si comienza la producción comercial en ese país y exporta a Brasil. «Se debe tener en cuenta que Brasil apruebe el HB4 no quiere decir que el mercado brasilero nos quiera comprar el trigo argentino, que en otras circunstancias lo conseguía en otros mercados», advertía en este sentido a Página 12 Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro.

Página 12


 

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