América Latina | Unidos por el teatro en el Festival de Manizales
Así se vivirá el Festival Internacional de Teatro de Manizales en plataformas digitales
Arranca el Festival Internacional de Teatro de Manizales en su edición virtual, donde esta vez no se abre el telón, sino las pantallas, para mantener vivo a uno de los eventos teatrales más tradicionales del continente.
Un evento que se extenderá hasta el 12 de octubre con esta edición número 52, que se podrá ver a través de las computadoras y dispositivos móviles, en lugar de los habituales telones de los escenarios y teatros donde históricamente los espectadores han podido disfrutar de las obras que forman parte de la programación del más antiguo festival de teatro de Colombia, que incluso suele contar con una sólida programación de teatro calle.
Esta vez, no solo los habitantes y los visitantes a Manizales disfrutarán de este festival, que se podrá ver desde cualquier parte del mundo con el uso de plataformas transmediales como el radioteatro, el teatro por whatsapp, por teléfono, encuentros teatrales y obras por medio de herramientas como Zoom, Teams, Meets y otros espacios de interacción virtual a las que se accede a través de dispositivos móviles.
Serán siete días de teatro gratuito al cual se puede acceder a través de www.festivaldemanizales.com e inscribirse tanto a la programación global, como a los diversos eventos, momentos de conversación e interacción con dramaturgos e invitados, con una programación que inicia a las once de la mañana y culmina a la media noche de cada día, hora Colombia.
“Este año el festival ha asumido el contexto no sólo pandémico sino de confinamiento y ha trabajado como ejes temáticos la transformación digital y la creación en confinamiento. Quisimos ir más allá de la reproducción de videos en pantallas y nos propusimos investigar la forma en que los artistas se están manifestando y creando para su público. El manejo de los entornos virtuales y las herramientas digitales hizo que se propusieran miradas innovadoras ligadas a la forma y al fondo que permitirá a las audiencias dialogar e interactuar con la escena teatral”, explicó Octavio Arbeláez Director artístico del FITM.
La experiencia que propone el FITM en su versión virtual incluye espacios para niños, eventos académicos como talleres, conferencias denominadas Un Café Con escritores como Piedad Bonett, Ricardo Silva y Patricio Rivas; conversaciones con directores, creadores, dramaturgos y actores; homenajes a quienes han marcado hitos en la escena artística como Carlos Ianni, Tita Maya y el Teatro Colón en sus 128 años de historia; un mercado de las artes escénicas, una exposición homenaje a Santiago García y Tino Fernández en el Museo de Arte Virtual de Caldas y una extensa programación que acoge a 52 compañías nacionales e internacionales que permitirán conectarse con un teatro a la Carta que invita a vivir Maratones de Teatro durante una semana.
Adicionalmente y buscando una conexión con quienes no tienen acceso permanente a internet y generar encuentros presenciales con aforos reducidos permitidos en tiempos de prevención de contagio, el Festival llegará a diversos sitios de Manizales a través de pantallas móviles que recorrerán los barrios de la ciudad para transmitir lo que ocurre en la virtualidad.
Una Mansión llena de historias se estrenó en el FITM
Las funciones de Teatro Petra son apetecidas durante el Festival. Anoche no fue la excepción. Una pantalla dividida permitió ver en detalle lo que ocurría dentro de La Mansión Gualteros primer piso. Marcela Valencia con su personaje (La Augusta Jonás) mostró la versatilidad que tiene como actriz, así como Fabio Rubiano (El mayordomo Mesmer), quien sigue al pie de la letra las normas de urbanidad y que, además, escribió y dirigió la obra que se estrenó anoche en la plataforma virtual de Fundadores y también en el Festival de Teatro San Ignacio de Medellín.
Los cibernautas estuvieron conectados viendo la historia en la que también aparece Luz Dary (Liliana Escobar), quien llega a la mansión en busca de su hermana menor porque lleva varios días de fiesta. Su permanencia en el lugar la lleva a descubrir no solo cosas de su familiar, sino de otros jóvenes que han visitado la Mansión.
“Todo lo grabamos con celulares y tres cámaras con varias tomas por escena, pero manteniendo la calidez de lo teatral. Esto hace parte de una trilogía. El segundo piso es Buenos y malos, y el tercero El sótano. La segunda parte es lo que pasa con Yenny (hermana de Luz Dary). Este trabajo para nosotros fue como estar en un mundo intermedio entre el teatro y el mundo audiovisual. Para este último, la cantidad de ensayos fueron una exageración”, dijo Rubiano.
Aparte de esta obra, Teatro Petra llega con el podcast Problema fundamental. El capítulo estará enfocado en FITM y se denominará Manizales sin peste. “Es una especie de anécdotas a lo largo del Festival. Un tercer material es un capítulo de nuestra Master Casi, que es una falsa Master Class sobre los usos del teatro en la vida cotidiana. Es decir, cómo usar el teatro para comportarse en un Festival de Teatro”, afirmó Rubiano.
Estas últimas son experiencias transmediales que podrá ver el sábado, el domingo y el lunes.
Dos hermanas, la obra de Uruguay que abre la escena virtual de Fundadores en el FITM
Son cuatro episodios. El primero se estrena hoy a las 6:00 de la tarde por la plataforma Zoom. Hoy comienza la edición 52 del Festival Internacional de Teatro de Manizales
Por Liset Espinoza
Varias mujeres y quizá uno que otro hombre se identificarán con Leonor y con Florencia. La primera es una docente que se ve en problemas al tener que dar clases virtuales. La segunda, una madre que, por el coronavirus, convive con su hija las 24 horas del día. Son hermanas, pero no habitan en el mismo país. Leonor está en Montevideo (Uruguay) y Florencia en Río de Janeiro (Brasil), y aunque experimentan de distinta manera la pandemia y el confinamiento, ven en la virtualidad una forma de estar unidas.
Dos actrices, cada una de ellas desde su casa, dos celulares y una conexión a internet fue lo que necesitó Claudia Sánchez para traer Dos hermanas, la puesta en escena que abrirá hoy, a las 6:00 p.m., el escenario virtual de Fundadores en la edición 52 del Festival Internacional de Teatro de Manizales (FITM).
Nada novatas
La propuesta viene de Uruguay y la producción es de Sala Verdi y Kashmir Productora. Según Claudia, desde 2018 incorporó en su trabajo la transmisión en vivo del teatro utilizando herramientas tecnológicas y al llegar la covid-19 no se sintió en un mundo desconocido, pues ya tenía dos años de experiencia explorando la virtualidad desde la plataforma Zoom.
“Trabajé con las mismas actrices. Entonces al llegar la pandemia nos dimos cuenta de que teníamos una herramienta que podíamos seguir profundizando. La idea de crearlo surgió a raíz de la solicitud de una sala de teatro que nos pidió que generáramos algo para ser online y empezamos a desarrollar este proyecto con estas mismas dos actrices y con la dramaturgia de un inglés que vive en Montevideo. De ahí parte nuestra intención y nuestro no miedo a la tecnología”, expresó la directora.
Capítulos
Dos hermanas es una historia contada en capítulos (cuatro) y el primero de ellos el público lo conocerá esta tarde. Los restantes los verá mañana, el jueves y el viernes a la misma hora (6:00 p.m.), pero algo aclara Claudia y es que el espectador no se desconectará de la historia, porque la dramaturgia tiene una estructura para que cada capítulo tenga un desarrollo y un fin.
“El público de hoy está mucho más acostumbrado a ver capítulos. En Montevideo, cuando mostramos la obra a finales de junio y principios de julio, los capítulos los veían una vez por semana. Hemos trabajado para mantener el interés y la gente quiere ver el capítulo”, anotó.
Nos es cine ni TV
A pocas horas de comenzar el FITM la gente ha tenido la oportunidad de ver propuestas teatrales vía online. Al cuestionarle si el formato no es similar a ver un programa de televisión respondió que al trabajar y convivir con la tecnología corren el riesgo de ser comparados con otro tipo de proyectos, pero que no es lo mismo.
“Trabajamos como si fuera teatro. Es decir, en vivo, con un texto que se aprendió, eso no se edita. Hay un montón de lineamientos. La cámara no se mueve, no hay otras personas que estén interviniendo para que la actriz esté actuando, no es cine. No hay un equipo de personas. Cada una de ellas estuvo en su casa, sola, con un teléfono e internet. Somos conscientes de este desafío y por eso tomamos ciertas decisiones que el público sabrá y evaluará si son las correctas para alejarnos del cine y acercarnos al teatro”.
Experiencia
El que se caiga la internet o que una imagen se quede estática son los problemas que vienen ligados a la tecnología y por ende a lo online, pero Según Claudia, el tener una experiencia de dos años con la plataforma les sirvió para tener más conocimiento de la herramienta.
“Trabajamos muchas horas de ensayo. Nunca se nos cortó la llamada y de haber pasado estábamos preparadas. Creamos una forma de comunicación entre dos personas que están encerradas en medio de una cuarentena y no es un mundo ideal, es un mundo en el que nosotros convivimos. Es una situación en la que dos hermanas se necesitan y necesitan el vínculo. No es la percepción de la historia, sino la cotidianidad de la necesidad del otro a pesar de todo”.
Conexión virtual
Florencia llama a su hermana porque cree que hay alguien en su casa, pero ¿qué puede hacer Leonor desde Montevideo? La tecnología permite o busca que el otro esté más cerca aunque esté lejos y, a la vez, genera conflictos.
“Esa situación ya nos pone en un lugar absolutamente extraño o que tenemos que asumir como normal. La necesidad del otro y la inutilidad del otro, esa diferencia de mundos que generó la pandemia, que se venía desarrollando a través de la evolución de la tecnología, pero que también potenció la pandemia es el mundo que nosotros investigamos. Cuántos conflictos y cuántas bellezas pueden generar esta situación”.
Tenga en cuenta
Recuerde inscribirse a la página del Festival Internacional de Teatro de Manizales (www.festivaldemanizales.com/) para disfrutar de la programación virtual y gratuita.
Festival de Manizales – Edición Transmedial
En una reflexión de Richard Nelson, comenta como alguna vez al director inglés Peter Brook se le preguntó: «¿Cuál es el futuro del teatro?» Sin dudarlo un momento, respondió: «Dime, ¿cuál es el futuro de la comida?». En medio de una gran agitación social, disturbios civiles, injusticias profundas, que algunos denominaban “crisis civilizatoria” y una devastadora pandemia mundial que ha causado el caos
económico y la tragedia personal generalizada, ¿por qué montar una obra de teatro?
Cuando el mundo se siente hundido en la incertidumbre, ¿para qué el teatro?
En los tiempos que corren los artistas escénicos encuentran el tiempo, los recursos y las salidas para hacer algún tipo de puesta en escena, cuando no hay teatros abiertos o espectadores en vivo, ¿qué tipo de obra requieren estos tiempos, si es que hay alguna? ¿Tiene el teatro un papel en un mundo en constante cambio que sufre tanto, protesta y enfrenta una profunda incertidumbre? ¿O tiene una
responsabilidad? ¿Tal vez incluso una oportunidad?
Para responder estas preguntas, los creadores ponen a trabajar toda su gama de herramientas teatrales para una causa específica que es el hecho dramático y su forma de relacionarse con su entorno (público/mundo). En otras ocasiones, el teatro ha sido un escape entretenido y necesario de un mundo problemático, un respiro momentáneo de los conflictos que se desatan fuera de sus paredes.
También existen propuestas de representación en que los personajes simplemente están tratando de entender e interrogar el mundo en el que se encuentran, nuestro mundo. Un teatro que trata de tratar de comprender en lugar de formular respuestas. Un teatro hecho de preguntas.
El lema de La Comédie-Française en París: “Simul et singulis”. «Estar juntos y estar solos”, es una referencia que acude a la mente de quienes creemos en el teatro y su manera de relacionarse con el mundo, resume la esencia o al menos la meta que se propone desde el teatro: reunir a un grupo de seres humanos, extraños entre si, sentarlos en la oscuridad y hacerlos crecer juntos en un grupo; es decir, reunirse estando solo. Cuando están juntos, se encuentran con otros seres humanos que también tienen familias y problemas que son universales, verdades que son multiculturales. Allí, en la oscuridad, mirando juntos el teatro, tal vez llegarán a sentir, aunque sea brevemente, que no están solos, podrán respirar juntos, podrán crear una atmósfera en común en un momento único e irrepetible
Esta es una buena razón para actuar en momentos muy difíciles: compartir eso en nuestra confusión, nuestras preguntas y nuestras dudas, pensar en que no estamos solos.
“En tiempos difíciles y problemáticos, el teatro no solo tiene una oportunidad sino la responsabilidad de retratar la confusión y articular las ambigüedades, dudas y temores de su época. El objetivo entonces no es discutir un lado o un punto, sino tratar de retratar a las personas y los mundos como son, no como deseamos que sean. El teatro, en mi opinión, no es un argumento, sino un esfuerzo por crear y retratar la complejidad humana, que luego compartimos con un público vivo, de ser humano a ser humano», proponía también como reflexión R. Nelson pero esto nos lleva a encontrarnos con la realidad en que se mueve el mundo creativo de las artes escénicas en la actualidad.
Hemos visto que, movidos por la intensidad y la gravedad de esta situación, legiones de artistas y organizaciones artísticas de todo el mundo están recurriendo a desarrollos y dispositivos contemporáneos en las comunicaciones y las redes sociales para encontrar nuevas formas de actuar o exhibir en grupos a través de la realidad virtual, transmisiones en vivo, streaming, u otros medios mientras están aislados en sus propios hogares. Han vuelto a la ocasión una vez más porque quieren ayudar a millones de personas a sobrellevar esta terrible enfermedad y encontrar la persistencia y la resistencia para prevalecer a pesar del alcance y la gravedad de esta crisis mundial. Y, por supuesto, también quieren permanecer en relación con su público y con su ecosistema cultural.
En este contexto el uso de las narrativas transmediales se referencian como un proceso de producción de contenidos que se caracteriza por expandir las narrativas de un relato en múltiples medios o plataformas; una historia inicia en un libro, se amplía en una película y se experimenta en un videojuego. Cada creación basada en el relato inicial, ofrece nueva información profundizando los conflictos, personajes y eventos al interior de un universo narrativo.
En el momento actual, y en relación al campo de las artes, se encuentran artistas que han utilizado los medios analógicos y digitales e hicieron y hacen uso de la digitalización, planteando nuevas conceptualizaciones que dan cuenta de los cambios en sus maneras de crear. Algunos críticos han denominado como New media art –arte de los nuevos medios–a las acciones y manifestaciones estéticas producidas mediante instrumentos digitales, especialmente los computadores, ya que “resulta más adecuados para definir este tipo de práctica que aúna al arte, ciencia y tecnología” (Cirelluelo, 2008, p. 9). Arte digital o New media art son términos que remiten a un modo de manejo de la tecnología de comunicación y el dispositivo digital para desplazar y/o transformar las formas de producción, recepción y mediación de los lenguajes estéticos.
La utilización de las nuevas tecnologías desde diversas aproximaciones son el signo de este periodo que vive la humanidad, y creemos que debe ser uno de los focos privilegiados para nuestra propuesta, a través de procesos que impulsen, previamente, la formación para la apropiación de las herramientas propias de la transformación digital, la creación de propuestas artísticas desarrolladas en esos nuevos y viejos entornos puestos en diálogo, y la exhibición de esas propuestas.
Proponemos desde la perspectiva de lo transmedial y sus interferencias con las artes escénicas, estas visiones de la apropiación que han hecho los artistas colombianos, y algunos invitados del espacio cultural común iberoamericano, conformando un paisaje híbrido, donde lo digital y lo físico se entremezclan en lugar de desconectarse, creando un ecosistema más amplio de personas en todo el mundo comprometidas como artistas, curadores, críticos y espectadores de estos momentos que nos hacen pensar en el desdibujamiento de las fronteras espacio/temporales que nos conducirán en este “viaje hacia ninguna parte” gozoso y experimental, con angustias vitales, pero tratando de proponer preguntas, sobre todo ese ¿para qué estar juntos?…
Octavio Arbeláez Tobón
Director FITM