Bolivia | La presidenta de facto Jeanine Añez denuncia ante la ONU acoso sistemático y abusivo del gobierno argentino
Áñez explota contra Argentina en Naciones Unidas y denuncia al Gobierno de Fernández
La presidenta Jeanine Áñez explotó contra Argentina y la acusó de intromisión sobre el proceso electoral que vive el país. La mandataria mencionó a Cuba con la que no se tiene relación política, pero se mantiene el respeto.
“Denunciar ante el mundo el acoso sistemático y abusivo que ejerce desde Argentina el gobierno kirchnerista contra las instituciones y contra los valores republicanos en Bolivia, no tenemos nada contra el noble pueblo argentino, es más, es una nación que valoramos y queremos como se quiere a un hermano”, dijo la presidenta Áñez en su discurso virtual ante el 75 periodo de sesiones de NNUU.
Aseguró que el gobierno de Alberto Fernández ofrece impunidad a Evo Morales para que este conspire contra el país. El Gobierno reclamó permanentemente a Argentina que obligue a Morales cumplir los preceptos del refugio y el asilo y se abstenga de realizar activismo político, algo que no se cumplió desde diciembre, cuando el expresidente llegó a ese país
“¿Cuál es la autoridad que tiene el gobierno argentino para hacer de la intromisión la clave de su política exterior hacia Bolivia?, ¿cuál es la autoridad que tiene para amparar una conspiración violenta de Evo Morales contra la democracia boliviana desde suelo argentino?, y peor aún, ¿cuál es la autoridad que tiene el gobierno argentino para ofrecer impunidad a Evo Morales ante casos tan graves como las investigaciones nacionales e internacionales que están en marcha contra este exdictador?”, añadió luego.
Áñez exigió respeto al “populismo kirchnerista”, dijo que Bolivia no es propiedad de ninguna “casta política”. La presidenta pidió la solidaridad de los países miembros de NNUU en las elecciones que se realizarán el 18 de octubre próximo.
Ayer, la canciller boliviana, Karen Longaric, calificó como “muy venida a menos” las relaciones bilaterales entre Argentina y Bolivia por la permanente intromisión del gobierno argentino en la política interna del país. Aseguró que el gobierno boliviano busca una reunión con el secretario general de NNUU para explicarle y mostrarle todos los actos que realizó el gobierno de Alberto Fernández en materia de refugio y asilo político con Morales.
DISCURSO DE S.E. JEANINE AÑEZ CHÁVEZ PRESIDENTE CONSTITUCIONALDEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA DEBATE GENERAL -75°SESIÓN DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LASNACIONES UNIDAS
Muchas gracias, es un gusto y un honor compartir esta Asamblea con todos ustedes. América Latina ha visto —ahora más claro que nunca—que tiene dos caminos por delante y que debe escoger.Estos dos caminos, no son —como viene planteando mucha intelectualidad en la Región—los caminos de la izquierda y la derecha. Ni son los caminos del estatismo y el neoliberalismo. O los del socialismo y el capitalismo.Estos dos caminos—de entre los cuales debemos escoger uno—son más sencillos: uno es el camino de la libertad y el otro es el camino de la opresión.Es decir, nos encontramos —una vez más—ante el dilema que surge entre democracia y dictadura. Ante el dilema, en definitiva, de la modernidad.¿Hemos hecho el Estado para oprimir o lo hemos hecho para garantizar la libertad? Señores y señoras: es hora de escoger. Admitamos que América Latina—en general—no ha superado la amenaza autoritaria. Y admitamos que gente muy importante de la política en América Latina, permanece en la tentación autoritaria. Y,en consecuencia, aceptemos que muchas de nuestras sociedades, viven el riesgo de acabar rendidas ante las nuevas formas del autoritarismo y la opresión. ¿Y cuáles son esas nuevas formas de autoritarismo que amenazan a varias de nuestras naciones?Sencillo. Son los proyectos del populismo caudillista y autoritario.
Son esos proyectos que impulsan la toma-y si fuera necesario, el secuestro—de la vida pública por parte de un caudillo y su casta. No se trata de partidos. Ni de Fuerzas Armadas. Ni de sindicatos. Ni de ideologías. No se trata —en suma—de ninguna organización o institución que tenga que ver con una cierta idea del bien común.Se trata de proyectos de poder personales y particularistas.Estos proyectos, aspiran a que el caudillo y su casta logren la captura total del campo político, logren la captura total de la cultura, logren la captura total de la economía y en definitiva, logren la captura final de la libertad de la gente.Se trata de proyectos fundados en la idea del privilegio. Y por eso, se trata de proyectos contrarios a la idea de los derechos. Es el sistema de los pocos. Es el sistema de las castas. Es el sistema de las elites políticas. Es el sistema del clan político.En suma, América Latina tiene —ante sí—el camino que le ofrece el populismo caudillista y autoritario. Pero también tiene otro camino. Uno distinto y opuesto al del populismo caudillista y autoritario. Uno respetuoso de la gente. Uno fundando en la democracia. Porque en efecto, América Latina después de pasado el ciclo populista, tiene la opción de construir la convivencia política sobre la base de la tradición republicana, que es la tradición de la libertad. Ese es el camino que estamos construyendo en Bolivia. Es el camino para devolverle el poder a la gente. Es el camino para entregar el poder al Estado de Derecho. Es el camino para superar más de una década de caudillismo populista y autoritario.Es el camino para recuperar la libertad de los ciudadanos. Y justamente, en el propósito de construir este camino de la libertad, estamos impulsando elecciones limpias y transparentes el día 18 de octubre.Y las estamos impulsando a pesar de que el populismo caudillista intentó frenar y sabotear estas elecciones con movilizaciones brutales y violentas hace pocas semanas.
Movilizaciones, como el bloqueo de carreteras para que no pase el oxígeno destinado a los enfermos del Covid-19. Un modo extraordinariamente inhumano y cruel de sembrar caos y terror. Movilizaciones que provocaron muertes y daños, que perfectamente pueden ser vistas por el derecho, como delitos de lesa humanidad.Sin embargo, el pueblo boliviano con coraje y madurezfrenó ese proceso organizado y sistemático para derrumbar la democracia y reinstalar la dictadura en Bolivia. Somos un pueblo que ha decidido pasar la página y dejar atrás la dictadura populista.Somos un pueblo que ya no quiere gobiernos construyendo palacios, ni museos consagrados al caudillo. Somos un pueblo que quiere democracia, salud, empleo, educación y oportunidades. Por eso, ha sido un paso muy importante para Bolivia, la decisión del actual gobierno de invertir el 10% de nuestro presupuesto nacional en salud. Y por eso —también—han sido muy importantes los esfuerzos que hemos desplegado en salud, logrando en tres meses lo que no se había logrado en décadas en nuestro país. Miles de puestos de trabajo en sanidad y otra serie de iniciativas destinadas a equipar hospitales y a curar de modo gratuito a miles de ciudadanos que contrajeron la infección del coronavirus. De igual modo, en el propósito de hacer la República—que es el gobierno del pueblo, es el gobierno bajo la ley para todos y es el gobierno consagrado a lalibertad política—hemos fundado en Bolivia un sistema de solidaridad y ayuda a la gente que no tiene precedentes en nuestra historia. La pandemia nos recordó la enorme importancia de ayudarnos los unos a los otros. Nos recordó ese valor—cristiano para nosotros—que consiste en velar por el prójimo. Y nos recordó la ética de la ayuda mutua, como camino de convivencia sana entre personas que se consideran hermanadas, que se consideran libres y que se saben iguales.Ese sistema de ayuda, asistencia y solidaridad que fundamos, se basa en la entrega de bonos a la población. Entrega directa de dinero en efectivo a todas las familias bolivianas, pero con énfasis muy especial, en las personas y las familias que más lo necesitan. Pues bien. Estando ante los dos caminos que me he permitido describir—el de la libertad y el de la opresión—es un gusto decir en esta Asamblea, que Bolivia ha optado por el camino de la libertad. Pero no quiero terminar este discurso, sin denunciar ante el mundo, el acoso sistemático y abusivo que ejerce, desde Argentina, el gobierno kirchnerista, contra las instituciones y contra los valores republicanos en Bolivia. No tenemos nada contra el noble pueblo argentino. Es más, es una nación que valoramos y queremos como se quiere a un hermano. No tenemos nada contra el peronismo, que valoramos como una tradición política—la tradición nacional popular—impulsora de enormes logros en la modernización social de Argentina. Una tradición que conocemos en Bolivia, donde la Revolución del 52—que es una revolución propia de la tradición nacional popular—propuso un extraordinario avance en igualdad y en justicia social. Tampoco tenemos encono alguno contra otros gobiernos como el de La Habana, con quien no sostenemos coincidencias ideológicas, pero sostenemos el debido respeto y la cortesía, que marcan las relaciones entre dos Estados soberanos y entre dos pueblos hermanados por la historia. Pero el caso del Gobierno argentino es distinto. Se trata de una conducta que ya describí al hablar de las castas populistas, castas que no dudan en utilizar métodos —francamente abusivos—para sostener sus planes, el poder y sus posiciones contrarias a la libertad. ¿Cuál es la autoridad que tiene el Gobierno argentino para hacer de la Intromisión la clave de su política exterior hacia Bolivia?¿Y cuál es la autoridad que tiene para amparar una conspiración violenta de Evo Morales contra la democracia boliviana desde suelo argentino? Y peor aún¿Cuál es la autoridad que tiene el Gobierno argentino para ofrecer impunidad a Evo Morales ante casos tan graves como las investigaciones nacionales e internacionales que están en marcha contra este exdictador, por violaciones a los derechos humanos, por violaciones sexuales contra niñas o mujeres menores de edad, o por complicidad en asesinato político?
Sepa el populismo kirchnerista que la nación boliviana no es propiedad privada de ninguna casta. Somos un pueblo soberano y respetable. Bolivia se respeta.La democracia boliviana se respeta. El pueblo boliviano se respeta. Tampoco puedo dejar de mencionar en este discurso el tema marítimo, hago un llamado a la comunidad internacional para que, en estos nuevos tiempos, solucionemos por la vía de la negociación y el entendimiento fraternal, los problemas críticos y pendientes entre los estados, como la carencia de Bolivia de un acceso soberano al Océano Pacífico. Señores y señoras: Bolivia ha optado por la libertad. Ha optado por la república. Y no importa quiénes sean sus enemigos, lo importante es que la democracia, la libertad, las instituciones y los valores republicanos, han llegado para quedarse en Bolivia. Invitamos al mundo a mirar nuestro proceso electoral que, a diferencia del que impulsó Evo Morales el año pasado, será limpio y sin fraude. Invitamos al mundo a mirar nuestro sistema de ayudas, de bonos y solidaridad, que inicia en Bolivia una etapa histórica de asistencia a los que más lo necesitan. Invitamos al mundo a visitarnos, porque somos un pueblo que, a pesar de tantas dificultades políticas, sociales, económicas y de salud, ahora mira hacia adelante, con coraje, con libertad y con alegría. Muchas gracias. Dios los bendiga.