Los bancos y las políticas de género – Por Claudia Berger y Betina S. Stein, especial para NODAL

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Por Claudia Berger y Betina S. Stein *

La gestión del Banco Central de la República Argentina, en consonancia con el gobierno del presidente Alberto Fernández, ha asignado relevancia a la política de género y respeto hacia la diversidad. En cuanto asumimos nuestro cargo de directoras de la instituciónnos reunimos con la comisión gremial Interna y  el Grupo de Mujeres Autoconvocadas, y concluimos que   los temas de género y diversidad -incluido el tratamiento de las situaciones de violencia, acoso, balanceo de géneros-   no tenían el tratamiento adecuado. Tuvimos la certeza de que era necesario contar con un área específica dentro del organismo, con el fin de trabajar en políticas concretas con perspectiva de género, en tanto compromiso del Estado a favor de la inclusión, la igualdad y el respeto a la diversidad, en aras de la construcción de una sociedad más equitativa.

El Directorio de la Institucióndecidió la creación de la “Gerencia de Promoción de Políticas de Género, Resguardo del respeto y Convivencia laboral”, dependiente en forma directa delpresidente del Banco Central.Consideramos un gran logro la aprobación el 6 de agosto de 2020 de la guía de lenguaje inclusivo.

Hacemos notar que el  lenguaje es incentivador de conductas, por lo que un lenguaje inclusivo, que evite sesgos de género y expresiones sexistas, que interpele a todas las identidades, es un instrumento eficaz  en el camino hacia la igualdad de géneros y la erradicación de la violencia.

A través de ejemplos concretos, sugerencias y recomendaciones para nombrar colectivos y grupos, para expresar cargos y posiciones, y sobre el uso de imágenes, se estimula la búsqueda de expresiones neutras que -en la comunicación escrita  de la Institución puertas adentro y hacia la sociedad-  reemplace la masculinización del lenguaje por otro que interpele a todas las personas, eliminando paulatinamente el sesgo patriarcal actual.

El Banco Central debe dar el ejemplo, comenzando por comunicarse con la entidades que regula y la sociedad, a través de un lenguaje que incluya a todas, todos y todes.   También se llevó a cabo la primera reunión de mujeres directoras de bancos públicos en la que se efectuó un diagnóstico de la situación en materia de  género y diversidad.De esta manera se concluyó que  en los hogares más pobres la dependencia económica de la mujer en relación al hombre la coloca en un lugar de suma vulnerabilidad en términos de  violencia, destacándose la importancia de la educación y la inclusión financiera como herramienta de autonomía.Asimismo, se rescató la necesidad de idear políticas de sostenimiento financiero pensadas específicamente para las mujeres sostenes de hogar y habitantes de los barrios populares.Por otra parte, y en relación al colectivo LGBTTIQ+ se analizaron las dificultades para el acceso al crédito y a trabajos formales, por lo que se resaltó la necesidad de crear productos financieros con esa perspectiva y establecer cupos laborales en las entidades financieras públicas y privadas.

En lo que hace a la ocupación de puestos de liderazgo en el mundo financiero, tanto a nivel mundial como nacional, y a partir de la  notable diferencia entre mujeres y hombres en detrimento de las primeras, concluimos que resulta esencial el establecimiento de políticas que incentiven cupos igualitarios  en puestos de conducción.Fue para nosotras un encuentro sumamente importante, que marca el  inicio de un nuevo ciclo en materia de políticas de balanceo de géneros. En esta etapa el Banco Central, como regulador de las entidades financieras, tiene la responsabilidad de efectuar las modificaciones normativas necesarias para su implementación.

Estas medidas se enmarcan en el rol que le cabe a la Institución para promover la estabilidad monetaria y  financiera,con la mirada en el empleo y el desarrollo económico con equidad social.No basta la voluntad si no va acompañada de políticas proactivas que aborden la problemática para comenzar a reducir paulatinamente la brecha que existe en la actualidad.El futuro desarrollo del país no puede pensarse sin una mirada feminista y diversa que garantice para la totalidad de sus habitantes una movilidad social ascendente. Para lograrlo la educación e inclusión financiera son herramientas indispensables y eficaces.

* Directoras del Banco Central de la República Argentina


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