Uruguay: Francisco Bustillo, embajador en España, asumirá la próxima semana como canciller

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Tensión en Cancillería: Talvi deja el cargo en medio de enfrentamientos y asumirá Bustillo

El ambiente en el Palacio Santos es tenso. El canciller Ernesto Talvi, prepara su renuncia y la forma generó molestia en varios altos jerarcas y funcionarios. El líder del Partido Colorado adelantó el jueves 11 de junio su intención de dar un paso al costado del gabinete que lidera el presidente Luis Lacalle Pou. Para su puesto, el jefe de Estado ya tiene sustituto: el embajador de Uruguay en España, Francisco Bustillo, apronta su retorno a Montevideo en las próximas horas para asumir el cargo como nuevo canciller la semana próxima.

Ayer a la tarde lo confirmó radio Monte Carlo. El País informó el viernes 12 de junio que el “Plan A” del presidente para el Ministerio de Relaciones Exteriores era Bustillo, un hombre de su extrema confianza.

La semana pasada el semanario Búsqueda agregó que desde el Poder Ejecutivo se comunicaron con el embajador en España para plantearle la idea. “Si me lo pide el presidente, yo le voy a decir que sí”, comentó Bustillo a un importante dirigente del Partido Nacional en los últimos días, confió una fuente a El País. Y así ocurrió. Lacalle Pou se comunicó telefónicamente con él para ofrecerle el cargo, y así iniciar los temas logísticos para que “Pancho” -como se lo conoce en el ambiente político- se instale en Montevideo.

Su llegada se adelantó. Es que en la Torre Ejecutiva, la Casa de Gobierno, cayeron mal las últimas movidas de Talvi. El jueves pasado el semanario Búsqueda informó -en base a fuentes políticas- que el canciller consideraba un error del gobierno apoyar al candidato de EE.UU. a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Tensión.

De todos modos lo que terminó “calentando” -esa es la palabra que utilizó una fuente de Torre Ejecutiva- fue el armado de su plan de “nueva diplomacia”. El lunes 29 de junio Talvi mantuvo un enfrentamiento, a los gritos con la directora general para Asuntos Económicos-Internacionales, Victoria Francolino.

El episodio fue descripto como escandaloso por dos testigos consultados por El País. La jerarca discrepó con el plan de “nueva diplomacia” y se lo increpó en un mano a mano cuando Talvi pasó por su oficina. El canciller respondió con el mismo tono alto que la mujer. La catalogó de “desleal” y le recordó que había faltado a los gabinetes de emergencia para organizar la operación de repatriación “Todos en casa”.

El intercambio de gritos fue significativo como para que ayer el episodio fuese comentado en los corrillos del Palacio Santos y en la Torre Ejecutiva. Francolino faltó a la conferencia de Talvi. El canciller dijo públicamente que estaba enferma. Las fuentes consultadas por El País comentaron que Francolino se certificó por un pico de estrés y presión tras la discusión.

Mientas tanto, en la Cancillería la expectativa sobre cuáles serán los nuevos lineamientos crecen día a día. Dos jerarcas comentaron a El País que desde que el colorado anunció su salida de la cartera, la situación es “inestable”. Uno de los ejemplos que detallaron para graficar la tensión es que Talvi no se habla hace más de diez días con su propia subsecretaria Carolina Ache Batlle. Incluso ayer, en la presentación de la “nueva diplomacia” no la invitó a ocupar un lugar en la mesa. Ella se ubicó en primera fila con el resto del público. Las fuentes indicaron que tampoco tiene una relación fluida con el número tres del ministerio, el blanco, Diego Escuder.

Negociación.

Para ese lugar el presidente tenía apalabrado al blanco Gerardo Amarilla, a quien ya le informó que no podrá investirlo de ministro. El dirigente de Rivera será el número dos del nuevo ministerio. El diferendo se da porque Talvi pretende que vaya un técnico como Eduardo Blasina. El argumento de Lacalle Pou es que necesita una figura representativa políticamente de Ciudadanos, algo que ni Blasina, ni el ministro de Ganadería, Carlos María Uriarte, cumplen. Por ello Peña tiene “el número uno” para ser ministro.

El economista había manifestado hace 15 días a sus dirigentes más cercanos que su intención era alejarse de la Cancillería antes de las elecciones municipales; luego, comunicó que esperaría hasta la aprobación de la ley de urgente consideración. Sin embargo, la definición se adelantó.

El País


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