La pandemia 5G y las 5 funciones andino-amazónicas – Por Hugo Cabieses Cubas

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Hugo Cabieses Cubas *

Agradezco la invitación para participar en este importante conversatorio convocado por Radar Verde para denunciar, proponer y tomar conciencia sobre una pandemia de otro tipo que ya la tenemos entre nosotras/os: la instalación acelerada de la Red Inalámbrica de Quinta Generación o 5G. Quiero saludar a todas/os y me sumo a las conmemoraciones de hoy 24 de junio, que han mencionado las/os que me antecedieron:

1.- El Día de los campesinos y la Reforma Agraria promulgada en 1969 por el Gobierno Revolucionario militar de Juan Velasco Alvarado. Es el Día de los agricultores y el sector rural, cuya fecha en la época de los incas era motivo para celebrar la fertilidad de la tierra y la influencia del Sol, a través de la fiesta del Inti Raymi, debido al inicio del solsticio de invierno.

2.-El Día de “San Fan” para los Pueblos Indígenas nativos, bosquesinos y urbanos de la región andino-amazónica, fiesta introducida en el Siglo XVI por los españoles, que conmemora el nacimiento de San Juan Bautista (el que bautizó a Jesús en el río Jordán), por lo que la población acude en grandes fiestas y comilonas de “fanes” a los ríos y lagunas para participar del “baño bendito”. Se trata también del inicio del solsticio de invierno y en distintos lugares se enciendan fogatas en conmemoración al comienzo de esta estación.

3.-El Día Internacional contra la contaminación electromagnética, electropolución o electrosmog, una fecha para tomar conciencia sobre los riesgos de una contaminación que, como el Coronavirus, es invisible, pero está teniendo consecuencias en la salud de las personas, la vida y la biodiversidad, generadas en este caso por equipos electrónicos como celulares u otros elementos producto de la actividad humana.

Considero que estos daños de las redes 5G y otros anteriores, constituyen una “pandemia” ya que se trata de un elemento de la naturaleza, la energía y las ondas electromagnéticas, cuya manipulación humana está fuera de control y provocando enfermedades e impactos endémicos sobre los seres vivos. Es pandemia porque se extiende a muchos países y ataca a casi todos los individuos de una especie, localidad o región.

El tema 5G ha desatado un gran debate internacional promovido por organizaciones científicas, ONGs ecologistas, organizaciones sociales y urbanas, así como por algunos gobiernos que están esperando el resultado de investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que completarán recién el próximo año.

Pero en el 2006, la OMS ya adelantó opinión: “Teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de RF (señales de radiofrecuencia) procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud”

Según la OMS no existente evidencias hasta el 2006 que la AF en estaciones cercanas a poblaciones o por el uso de celulares produzca cáncer, alteraciones del sueño o de la función cardiovascular.

La última publicación en español del Proyecto Internacional de Campos Electromagnéticos CEM sobre este tema data del 2011, en la que señala1 que “Hasta la fecha no se ha confirmado que el uso del teléfono móvil tenga efectos perjudiciales para la salud”. Y que “En el caso de las frecuencias utilizadas por los teléfonos móviles, la mayor parte de la energía es absorbida por la piel y otros tejidos superficiales, de modo que el aumento de temperatura en el cerebro o en otros órganos del cuerpo es insignificante.”

Sin embargo, un importante grupo de científicos, formularon el 17 de diciembre del 2018 un Llamamiento internacional para detener la implantación de la red 5G en la Tierra y en el espacio” en el que proporcionan la data e investigaciones existentes sobre el tema.

Señalan que “Nosotros, los científicos, médicos, representantes de organizaciones medio ambientales, y otros, abajo firmantes de este llamamiento, de diversos países, pedimos con urgencia que se paralice el despliegue de la red inalámbrica 5G (quinta generación), incluida la red 5G de los satélites espaciales. La implantación del 5G incrementará masivamente la exposición a la radiación de radiofrecuencia (RF) de las telecomunicaciones acumulándose a la ya existente con las actuales redes 2G, 3G y 4G.

La radiación de radiofrecuencias ha demostrado ser perjudicial para los seres humanos y el medio ambiente. El despliegue del 5G constituye un experimento sobre la humanidad y el medio ambiente que bajo el prisma del derecho internacional puede definirse como un crimen contra la humanidad”

Pero por ahora, la OMS está ocupada con la pandemia del CODIV 19, cuyos efectos están siendo letales. En el Perú, luego de 101 días de cuarentena, con 8,404 fallecidos, 260,000 infectados, ambas cifras en ascenso y una economía en descenso y devastada a consecuencia del coronavirus y el neoliberalismo depredador, no existe tiempo para discutir la otra pandemia electromagnética en la que ya estamos, de la que la OMS tampoco tiene tiempo de culminar sus estudios sobre los impactos en los seres humanos.

La pandemia del CODIV 19 o los impactos del cambio climático ¿son cortinas de humo para esconder un problema mayor? Esta es una de las preguntas que nos hacemos y que ojalá en este foro podamos dilucidar.

Sin embargo, la pandemia 5G no es tan nueva – hubo 2G, 3G, ahora estamos en 4G – y posiblemente ya se está asentando en el Perú en medio de una guerra geopolítica entre China y EEUU, por el control de las comunicaciones, los recursos naturales, mercados y gentes del planeta. Ello nos obliga a reflexionar sobre las 5 funciones que tiene la región andino-amazónica.

1.      Es el pulmón de buena parte del planeta ya que produce oxígeno O2.

2.      Es el riñón del mundo ya que absorbe y produce CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero GEI), al concentrar la mayor parte de los bosques del planeta.

3.      Es el aguatero de al menos el 25% del agua dulce del mundo que convierten las nubes de este a oeste en verdaderos ríos voladores para irrigar las costas del Perú, Ecuador, Chile y hasta las pampas argentina1s y uruguayas (ver el vídeo “¿Por qué defendemos la amazonía?” en: ).

4.      Es la equilibradora del clima.

5.      Es la despensa de la biodiversidad del planeta, de los conocimientos ancestrales sobre principios activos de plantas y animales, así como la reserva estratégica de América del Sur para el Buen Vivir en el Siglo XXI, como sostiene Róger Rumrrrill y muchos otras y otros.

 Como sostiene el sociólogo francés Philippe Descola: «Las zoonosis -enfermedades infecciosas que se transmiten de los animales a los humanos y viceversa- han existido desde que la humanidad comenzó a movilizarse, pero lo alarmante del virus actual, es la velocidad con la que se ha propagado y, en los pueblos indígenas de la Amazonia, el modelo de desarrollo occidental es uno de los culpables»

Es como sucede con el principal factor del cambio climático y calentamiento global, es decir la generación de GEI principalmente el CO2 y el metano, pero todos sabemos que es el modelo de producción y de provisión de energía basado en combustibles fósiles, así como el estilo de consumo no sostenible, que son los tres basamentos del capitalismo y socialismo autoritario …. estamos donde estamos.

Por ello, mi tesis con la que coinciden varios, es que «volver a la normalidad», a la «nueva normalidad», a la «nueva convivencia» y, recientemente desde el Foro Económico Mundial FEM-WEF, al «gran reinicio», no resolverá los problemas que tenemos, sino que los dispersará, profundizará y serán parte de la realidad tanática en la que vivimos desde que en 1993 se nos impuso la Constitución fujimorista.

Los dueños del Perú, siendo los principales responsables del colapso sanitario y productivo actualmente existente, son los que sostienen que la economía y la reactivación debe ser “normalizada”, con despido de trabajadores, “suspensión perfecta” y “Perú país minero”, o sea …. su bolsa vale más que la vida. Es por ello que tiene sentido común, criterio y lógica lo escrito por alguien con mucha rabia en una cartelera o sitio web: “Basta de corona para los ricos y virus para el pueblo”.

Lamentablemente, nos esperan aún “tiempos recios”, de protestas con propuestas.

Ya se sabe que el Coronavirus viajó en avión de Europa y el lejano oriente hacia los barrios mesocráticos de Lima, se trasladó en combi, buses y moto taxis hacia los conos y los cerros empobrecidos de Lima, a pie o en buses hacia las regiones, distritos y provincias y, luego de varias semanas, en bote hacia las comunidades nativas y territorios de los bosquesinos en la Amazonía.

Lamentablemente, en estos largos tres meses de cuarentena, el Gobierno no ha actuado con coherencia, criterio, lógica y sentido común al aplicar sus medidas sin diagnósticos certeros y cual “pilotos de bombardero”, además de no hacerlo con transparencia, ética mínima y sentido de equidad diferenciada, social y territorialmente.

La población exige que el Gobierno debería tener otra lógica, la de los de abajo y adentro, la de las mayorías, no la1 del neoliberalismo, depredador y excluyente que incrementa las desigualdades. Debería tener otros criterios, los de los trabajadores, los agricultores y los pueblos indígenas, no los de los dueños del Perú, los de los más ricos.

Debería tener otro sentido común, el del valor de uso sostenible de los recursos naturales (agua, bosques, energía y biodiversidad), en lugar del valor de cambio (precios y mercado) del neoliberalismo depredador y concentrador de ingresos. Pero, lamentablemente, creo no le podemos pedir peras al olmo ya que, como el emperador en Estados Unidos, el neoliberalismo en el Perú … ha quedado desnudo.

Luego de la emergencia, debemos marchar hacia un nuevo pacto político socio-ambiental a nivel global y constitucional, que elimine el capítulo económico de la Constitución mafiosa de 1993, que ayude a combatir las plagas que nos acosan y que vaya al fondo de los problemas. Este pacto debería estar sustentado en la disolución cuanto antes de los mitos del modelo ideológico del neoliberalismo extractivista exportador y depredador1, que se ensaña contra los más pobres, contra los trabajadores, contra la región andino-amazónica, sus bosques, sus pueblos y … el país.

Todos sabemos que en el Perú no existe actualmente una verdadera Política de Estado sobre Ordenamiento Territorial (PEOT), sino un conjunto de variables supuestamente técnicas, cada una más desconectada que la otra y con una institucionalidad dispersa, incoherente, ineficiente y alejada de la realidad de los territorios y sus habitantes.

Una PEOT la entiendo junto con otros estudiosos como un proceso social, político, histórico, cultural, institucional, territorial, económico y también técnico, en ese orden. Esta PEOT debería ser el eje central de toda Planificación Estratégica para un país como el Perú que es abigarrado, disperso, multicultural y biodiverso, que se supone que busca ser moderno, competitivo, justo y respetuoso de los seres humanos y del buen uso de sus recursos naturales. L

La pandemia del CODIV 19 nos ha mostrado dramáticamente que esto no ha sido así. El neoliberalismo sin ordenamiento de sus territorios, como el Emperador del norte … ha quedado desnudo.

Esperamos que este nuevo pacto social tenga entre su base, la moratoria de la minería y extracción de petróleo, la tala de bosques, los transgénicos y por supuesto … las redes electromagnéticas de quinta generación 5G, cuando no su prohibición.

* Economista licenciado en la Universidad del Pacífico (Lima,1972), ex Viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del MINAM (2011), actual investigador del Instituto para el Desarrollo y la Paz Amazónica (IDPA) y del Foro Social Pan Amazónico (FOSPA). Socialista convicto y confeso.


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