Iniciativas populares ayudan a mitigar el hambre mientras crece la curva de contagios

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Cuarentena en Valparaíso: iniciativas territoriales intentan contener un posible estallido social

La ayuda está tardando y el hambre no da tregua. Este fin de semana se viralizaron en redes sociales imágenes correspondientes a un furgón con mercadería que fue asaltado en el cerro Rodelillo, en la comuna de Valparaíso, al mismo tiempo en que se desataron diversas manifestaciones sociales en los alrededores.

Juvenal Pizarro, presidente de la Unidad Vecinal N°5 de Rodelillo, dice que los medios se acordaron de este sector de la ciudad a raíz de estos hechos de violencia, tal como sucedió con los incendios registrados allí hace algunos meses.

Sin embargo, el trabajo de preparación dentro del sector para hacerle frente a la pandemia empezó antes de que aparecieran estos primeros brotes de lo que parece ser un nuevo resurgimiento del estallido social; algo que, según Pizarro, responde a las mismas características de lo que sucedió hace poco en El Bosque y Puente Alto: la lentitud de la ayuda prometida por el Gobierno.

“El asunto de las cajas fue un asunto más mediático y propagandista, porque en Valparaíso hay que entregar 70 mil cajas, y ésta es una ciudad demográficamente diferente al resto del país, no es como entregar en el Gran Santiago. Obviamente va a ser más complejo, pero el anuncio generó mucha expectativa y fue lanzado por el Presidente cuando ni siquiera se habían realizado las compras. Desde el anuncio hasta que han empezado a llegar ha pasado mucho tiempo”, explica el dirigente.

Pese al retraso que denuncia, Pizarro es enfático en señalar que los incidentes ocurridos el fin de semana en Rodelillo, aunque son aislados, fueron considerados por las juntas de vecinos en las diversas reuniones que mantuvieron, incluso antes de aplicarse la cuarentena en la comuna, preocupación que también manifestaron en conversaciones con la Gobernación.

Frente a esto, según dice, en todo el cerro existen al menos 11 ollas comunes que intentan abastecer de alimentos a las familias más afectadas, un trabajo que realizan en conjunto con otras agrupaciones de la comuna y que replican la ayuda social como una especie de barrera para evitar un posible estallido social.

Una de ellas, por ejemplo, cercana a Rodelillo, es la que han levantado algunos jóvenes en el cerro Barón. Sobre esto, una de sus encargadas, Luciana Estay, conversó con nuestro medio para entregar su balance respecto de los incidentes ocurridos el fin de semana y la labor realizada en su sector.

“En el paradero 24 hubo incidentes, pero aquí no han ocurrido, por lo menos en la parte baja. Es el mismo cerro, solo que estamos en la parte baja. Como cerro, las organizaciones nos estamos movilizando para realizar una olla común y colectas para hacer canastas familiares para las personas que lo necesitan. Estamos haciendo un catastro en distintos sectores del cerro para ir cuantificando y tener una noción de cuáles son las personas que necesitan la ayuda”, comenta.

Aunque la cuarentena fue una medida por muchas semanas defendida por diversas organizaciones sociales, el hincapié también se puso en que deberían venir acompañadas de apoyo económico y social, puesto que se trata de una de las comunas con mayor presencia de campamentos y donde muchos sobreviven desde la informalidad laboral.

Esto mismo fue recordado por la presidenta regional de la ANEF, Mabel Zúñiga, quien, en conversación con nuestro medio, hizo una breve radiografía de la situación laboral en toda la comuna.

“Es una comuna donde el 70 por ciento de la fuerza activa laboral vive al día, sin contratos y con la más absoluta precariedad. Aquí no hay industria ni fábricas, lo único que hay son contratos precarios -a honorarios y a contrata- del sector público, los contratos eventuales de los trabajadores portuarios y los contratos del retail, el resto de la gente trabaja al día. En esas condiciones la necesidad de haber generado iniciativas distintas debió ser desde el principio”, subraya.

En este contexto, según señala Zúñiga, han sido de vital importancia las iniciativas territoriales que han rescatado conceptos de ayuda social como las ollas comunes y los trueques, considerando también que muchas personas del sector afectadas por los incendios tampoco han recibido ayuda estatal.

No obstante, la dirigente advierte que, de no apresurar la ayuda social, o partir al menos con una retroalimentación más horizontal respecto de las opiniones de las organizaciones vecinales, los conflictos podrían agudizarse cada vez más.

Radio U


Minsal reporta 2.371 casos nuevos, mayor cifra en seis días aunque ministro destaca “disminución de casos del 14% en los últimos siete días”

Pasado el mediodía, el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, informó que el número de casos nuevos de coronavirus en Chile fue de 2.371 durante las últimas 24 horas. Y esta cantidad es la mayor de los últimos seis días.

De estos casos informados, 1.841 corresponden a personas que presentaron síntomas, 379 son asintomáticos, y 151 son casos no notificados.

A nivel regional, la mayor cantidad de casos nuevos se produjo en la Región Metropolitana, con 1.013 infectados al cierre de la última jornada.

Con ello, Zúñiga dio a conocer que el número total de contagiados acumulados en el país desde el inicio de la pandemia es de 338.759.

Según el ministro de Salud, Enrique Paris, “hemos tenido una disminución de casos del 14% en los últimos 7 días y 31% en 14 días, la positividad es del 13%”.

De igual manera, el número de decesos informados durante esta vocería es de 116, con lo que el total de muertes confirmadas es de 8.838.

La Tercera


Empresarios y organizaciones sindicales lanzan propuesta de cara a un retorno seguro al trabajo

Mientras la economía chilena habría mostrado en junio la caída más estrepitosa del año y ya dos millones de personas han perdido su empleo, según datos de la UC, trabajadores y empresarios se han afanado en la búsqueda de una propuesta que permita retornar a la actividad laboral.

De hecho, pese a la diseminación del Covid 19 en el país, el llamado Foro Trabajadores-Empleadores no cruzó los brazos y tiene lista una propuesta para entregar a la ministra del Trabajo María José Zaldívar.

La instancia creada en septiembre de 2019 y que está integrada por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) con sus seis ramas, la Central de Trabajadores de Chile (CTCH), la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), la Conapyme, entre otros, continuó reuniéndose durante este tiempo de confinamiento a través de zoom y hoy dan vida al “Plan Trabajo seguro en pandemia”.

“La mayor preocupación del Foro es cómo contribuir con medidas que permitan recuperar los puestos de trabajo perdidos y el resto son medidas tácticas para contribuir a la discusión con propuestas para el reenganche de la economía”, afirma el presidente de la CPC, Juan Sutil.

Así, el foco principal del planteamiento es la seguridad sanitaria de las y los trabajadores, y la certidumbre condicionada a la reapertura de las empresas, acorde al plan paso a paso presentado por el Gobierno.

Cómo hacerlo
Para Germán Dastres, presidente de Conapyme, “lo ideal es que nos vayamos reintegrando de a poco al trabajo, en las áreas que se presenten menos contagios y para eso es importante que sigan bajando las curvas, como lo hemos visto en las últimas semanas”.

De cara a la reapertura gradual, los representantes de los trabajadores y empleadores del Foro tienen claro que hay sectores que han seguido funcionando a pesar del confinamiento. Rubros como la agroindustria, agricultura, pesca, minería, forestal y los propios supermercados, continuaron sus labores aplicando estrictos protocolos y son un ejemplo a seguir.

Sobte la base de esa experiencia, el Plan Trabajo Seguro contempla que previo a concretar la apertura, cada empresa debiera adherir al protocolo de seguridad sanitaria de su respectivo sector, de modo que cuente con la directrices y reglas sanitarias para disminuir el riesgo de diseminación del virus y ofrecer confianza y condiciones adecuadas para proteger la salud de los trabajadores.

Dicho protocolo debe ser certificado por las mutuales de seguridad, entidades que atienden a más de 160 mil empresas en el país y cubren a más de 5 millones de trabajadores.

Además, las empresas tienen que comprometerse a tres acciones estipuladas por las mutuales en el contexto de pandemia.

La primera es firmar un documento de compromiso sobre el cuidado de la salud de los trabajadores por parte del directorio o quien dirija la empresa y el Comité paritario de Higiene y Seguridad o el responsable de la seguridad al interior de la empresa.

En representación de las muturales, Lorenzo Constans señala que cuando el líder está comprometido la motivación por la seguridad se traspasa hasta el trabajador, que también se compromete con la seguridad.

“Vamos a tener que convivir con la pandemia”, dice el también expresidente de la CPC y añade que, en ese contexto, hay que tener un sentido solidario con la autoprotección, porque todos somos probables agentes de contagio”.

“Es importante que el cumplimiento de los pasos sea rápido y para eso son claves los comités paritarios que saben de estas materias y pueden llevar un control de las medidas”, agrega el presidente de UNT, Alejandro Steinlen.

El segundo paso del plan es gestionar los riesgos, es decir, la empresa deberá identificarlos, proponer las medidas para mitigarlos y evaluar los resultados.

El tercero es establecer mecanismos de cumplimiento para asesorar a las empresas.

Más propuestas
Pero este plan no se remite solo a lo que ocurre al interior de la empresa, porque los agentes de contagio también conviven en el exterior.

El presidente de la CTCH, Arturo Martínez, pone el acento en los horarios. “En materia de movilización no pueden seguir las horas punta, porque si no se va a aglomerar la gente en el metro, en los paraderos y vamos a volver a elevar los contagios. Por eso, hemos hablado de diferir las horas de ingreso a las empresas”, puntualiza.

También, agrega, la mayoría de los trabajadores no lo hace en la comuna donde reside y eso debe considerarlo el Gobierno a medida que resuelva las aperturas en su plan paso a paso.

Constans suma que se deben abordar medidas como diferenciar las puertas del ingreso y salida de los trabajares, y un tratamiento distinto al como se utilizaban previo a la pandemia los espacios comunes.

Sutil apunta otra idea: incorporar los furgones escolares en el traslado de los trabajadores, lo que tendría un doble beneficio: por una parte, se evitaría que corrieran el riesgo de contagiarse en el transporte público; y, por otra, se ayuda a un sector que vio mermados sus ingresos con el cierre de los colegios.

Nueva York en la mira
Para aterrizar la propuesta, y previo al anuncio del plan paso a paso del Ejecutivo, el Foro analizó la apertura en la gran manzana con sus aciertos y desaciertos. “El caso de Nueva York es bien interesante. Un técnico de la CPC nos presentó las medidas aplicadas en el desconfinamiento de esa ciudad y vamos aprendiendo del ensayo-error porque algunas cosas no resultaron”, comenta el presidente de la CTCH, Arturo Martínez.

“Hay que ir abriendo la economía de a poco. El miedo de todos es tener un rebrote como se dio en Australia (Melbourne) o en el caso inglés. Eso sería terrible”, advierte Germán Dastres, presidente de la Conapyme.

Martínez manifiesta que es clave que el retorno evite un rebrote, porque -de lo contrario- toda la estrategia de recuperación de la economía y del empleo que se espera puede volver atrás.

DF

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