Ecuador: María Alejandra Muñoz asumió como la cuarta vicepresidenta de Lenín Moreno

1.083

María Alejandra Muñoz asumió la Vicepresidencia con un llamado a la serenidad

Con un llamado a la “serenidad, prudencia, paciencia” para afrontar la crisis, la abogada guayaquileña María Alejandra Muñoz asumió hoy, miércoles 22 de julio del 2020, como la cuarta vicepresidenta del Gobierno de Lenín Moreno.

“En la vida nada es desperdicio, en este momento, después del sufrimiento que hemos vivido y de lo que seguimos viviendo, nos llama a la reflexión que debemos hacer una pausa. Necesitamos una pausa, es tiempo de serenidad, es tiempo de prudencia, es tiempo de paciencia, solo así mantendremos la esperanza de que vendrán días mejores, es tiempo de servir con mucha paz”, dijo.

En un discurso que le tomó menos de 10 minutos, también señaló que Ecuador y el mundo atraviesan una crisis económica agravada por la pandemia y la globalización.

Sin embargo, apuntó que la “crisis más profunda es la ausencia de referentes éticos en la sociedad” y remarcó que “el funcionario público tiene la obligación de caminar por el estrecho camino de la ley”.

“Vivimos en la región más desconfiada del mundo, América Latina. En Ecuador de cada 10 personas que conocemos confiamos en una persona, el mayor daño que se le ha hecho a la concepción de la ética es haber asociado corrupción con dinero, cuando no robar, señores, es lo básico de la ética. La ética nos exige pensar que corrupción es todo aquello que sea yo por encima de la ley, yo por encima de la norma, yo por encima del otro”.

Por las medidas de distanciamiento social que implica la pandemia del covid-19, la posesión de la Vicepresidenta fue distinta a todas las demás. Ella acudió puesta una mascarilla a la sede del Parlamento, acompañada de familiares.

Antes de ingresar a la sala de sesiones del Pleno, Muñoz tuvo que esperar unos 10 minutos debido a que el asambleísta Fernando Flores (Creo) solicitó cambiar el orden del día para que se debatiera una posible reestructuración de la Comisión de Fiscalización por las denuncias de corrupción que salpican a dos de sus integrantes.

María Alejandra Muñoz fue posesiona como la cuarta Vicepresidenta del Ecuador en el Gobierno de Lenín Moreno. Foto: Flickr Asamblea Nacional

Dentro de la sala estuvieron 30 invitados, entre ellos la ministra de Gobierno, María Paula Romo, y el secretario de Gabinete, Juan Sebastián Roldán, quienes formaron parte de la terna vicepresidencial. A ellos se refirió como sus amigos.

“Diez meses es una eternidad para una madre con un hijo desahuciado, es muy corto para cerrar todas las brechas sociales que nos separan”, anotó.

A su salida del Pleno, acompañada del primero y segundo vicepresidente de la Asamblea, César Solórzano (BIN) y Patricio Donoso (Creo), respectivamente, recibió honores de la Escolta Legislativa en la alfombra roja. La prensa no tuvo acceso a esta ceremonia.

El presidente de la Asamblea, César Litardo (AP), quien está infectado con el coronavirus, tomó el juramento a Muñoz mediante videoconferencia y la llamó a cumplir con la Constitución y la Ley.

Litardo señaló que se trataba de un momento histórico no solo por la posesión de la nueva Vicepresidenta sino también por la forma como se dio la toma de juramento, a través de la modalidad virtual.

“Quiero ratificar el compromiso de la Asamblea Nacional de siempre actuar en democracia, de siempre actuar respetando la Constitución, la ley, ninguna voz que intente decir lo contrario tendrá eco en esta presidencia, siempre hemos actuado y siempre lo hemos hecho enmarcados en esta instancia”, agregó Litardo.

Litardo auguró éxitos para la flamante Vicepresidenta, quien posteriormente se dirigió a su despacho en el Palacio de Gobierno, donde fue recibida con alfombra roja y honores por sus colaboradores.

A continuación, el discurso de posesión de la vicepresidenta Muñoz:

«He transcurrido 41 años de mi vida y he servido al país desde la academia, desde el sector privado y desde el sector público. Y les puedo decir lo que considero es la única diferencia entre esas tres formas de servir: que el servidor público tiene la obligación de caminar más estrictamente por el estrecho sendero de la ley.

El Ecuador y el mundo está atravesando la peor crisis sanitaria y globalizada de la historia. El ecuador y el mundo está atravesando una crisis económica impredecible. Pero la más profunda crisis, es la falta de suficientes referentes éticos, de centros, en nuestras familias y en nuestras instituciones.

El Ecuador es uno de los países con menos confianza interpersonal de América Latina. De cada 10 personas que conocemos confiamos en una.

Uno de los más grandes daños que se ha causado en la ética de la sociedad, es asociar la palabra corrupción en gran medida al dinero. En términos de ética, no robar es lo básico. En términos éticos, corrupción es todo aquello que pretenda decir: yo por encima de la ley, yo por encima de la norma, yo por encima del otro.

Los países que más rápido saldrán de la crisis sanitaria y económica, son los países que fomenten la confianza entre unos y otros. El cambio de nuestro comportamiento va a definir el desarrollo de nuestra sociedad. Un
comportamiento ético e inclusivo, es la única salida.

Y en este contexto se hace más evidente que el trabajo por la independencia de poderes, la libertad de expresión, el ejercicio de la democracia y la lucha contra la corrupción.

Fue, es y seguirá siendo una decisión acertada señor Presidente.

Usted me conoció trabajando hace dos años y medio, tuvo la confianza de nombrarme directora del Servicio Nacional de Aduanas y posteriormente, conforme la Constitución y la ley, me invitó a formar parte de una terna para Vicepresidente, junto con dos grandes amigos y compañeros de gabinete con quienes comparto la ilusión por días mejores para todos los ecuatorianos, María Paula Romo y Juan Sebastián Roldán. Muchas gracias presidente por la oportunidad.

Gracias a la Asamblea Nacional por ese ejercicio democrático reflejado en la jornada del 17 de julio de 2020. La institucionalidad del país construye confianza ciudadana.

Gracias a mis compañeros de Gabinete, al ex vicepresidente Otto Sonnenholzner, a todos los que han sido parte de mi historia personal, espiritual, académica, profesional. Gracias a las mujeres valientes que nos
abrieron el camino a las que hoy seguimos diciendo sí para continuar trabajando en la inclusión y la ética.

En la vida nada es desperdicio. El dolor que hemos vivido y lo que estamos viviendo producto de la crisis sanitaria y económica es un llamado a hacer una pausa, es tiempo de la serenidad, de prudencia, de paciencia,
solo así podremos mantener la esperanza de mejores días. Tiempo de servir con mucha paz.

Es tiempo del testimonio de vida, tiempo de coherencia entre lo que pienso y lo que hago, entre lo que creo y lo que practico.

Es tiempo de no dejarnos arrinconar por el miedo a ser atacados en trabajada reputación. Finalmente no vamos a poder controlar lo que los demás piensen de nosotros, pero de lo que sí tenemos control es de nuestros propios actos.

10 meses es mucho tiempo para una madre con un hijo desahuciado, 10 meses suena corto para cerrar todas las brechas de desigualdad social, lo que queda claro, es que cada minuto cuenta y que los próximos 10 meses,
les aseguro con la entera libertad que tengo sobre mis actos, que mi testimonio de vida y el de mi familia, lo pondré al servicio de nuestro país para sembrar semillas de confianza y de paz.
En todo amar y servir.

Muchas gracias,

Dios bendiga a cada uno de los ecuatorianos».

El Comercio


Más notas sobre el tema