Bolsonaro volvió al trabajo con su impronta negacionista mientras Brasil registró récord semanal de casos

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Sin virus, Bolsonaro regresó al Planalto con su relato negador

Por Dario Pignotti

Los días del avestruz engripado. Bolsonaro volvió este lunes a la mañana al Palacio del Planalto, donde funciona la presidencia brasileña, luego de tres semanas de ausencia obligada por haber contraído el coronavirus. Este período de confinamiento será recordado por el agravamiento de la enfermedad que en la última semana mató, en promedio, a 1.097 por día, la cifra más alta desde que comenzó la pandemia. Al cierre de esta crónica el número de víctimas fatales llegó a 87.131 y el de infectados a 2.423.798.

La foto más desopilante de la cuarentena fue publicada el jueves pasado: en ella el capitán retirado del Ejército le acerca una caja de hidroxicloroquina a uno de los avestruces criados en los jardines de la mansión oficial, el Palacio de Alvorada. El ave se aleja de la cajita como si escapara de algo tóxico.

En su primer día en el Planalto Bolsonaro minimizó este lunes la gravedad de la crisis sanitaria lanzando críticas a los gobernadores (sin citarlos) a los que responsabilizó por haber causado la disparada del desempleo debido a la suspensión de actividades económicas para contener el contagio del SARS-CoV-2.

A lo largo de su cuarentena se dedicó a hacerle propaganda al consumo de la hidroxicloroquina en transmisiones en vivo a través de las redes sociales en las que incitó a tomar el antiparasitario «Anita».

Según la revista Carta Capital no se puede descartar que con esa publicidad, que disparó la venta de hidroxicloorquina, el presidente haya favorecido a un amigo que produce ese fármaco.

Un columnista del semanario recordó que llegaron 2 millones de comprimidos de hidroxicloroquina donados por Donald Trump y que el laboratorio del Ejército comenzó a producir el fármaco en gran escala. Un caso que combina diplomacia y negocios por lo menos sospechosos.

Durante un encuentro con centenas de simpatizantes , ocurrido hace diez días, Bolsonaro llegó a elevar con sus manos una caja con esa droga como si estuviera encabezando un ritual religioso donde el pastor, o el curandero, alaba una pósima con poderes milagrosos.

Tanto la Organización Mundial de la Salud como el grueso de la comunidad científica brasileña desaprueban el medicamento – concebido para el lupus y la malaria – por tener efectos colaterales que pueden costar la vida de los pacientes infectados con la covid-19.

Cinco meses después de registrado el primer caso de la dolencia – un vecino de San Pablo que se habría infectado en Milán, Italia – el gobierno no alteró en nada su decisión de negar el problema a pesar de que Brasil se ha consolidado como el segundo país más castigado del mundo.

El desastre fue asimilado por una parte de la opinión pública, especialmente la evangélica, la cual se adapta al nuevo normal en el que las muertes son inevitables.

Otro segmento de la población, mayoritario, desaprueba los devaríos del jefe de Estado pero no traduce su disgusto en protestas masivas, en parte debido a la cuarentena, y en parte por la inexistencia de una oposición unida frente al régimen.

Las encuestas recientes, algunas publicadas la semana pasada, dicen que esta fórmula negacionista fue rentable para el gobernante cuya aprobación ha subido moderadamente en los últimos meses. En una simulación electoral Bolsonaro aparece como vencedor ante cualquier adversario en los comicios de 2022, en los que buscará su reelección.

La situación del líder de la ultraderecha no es tan cómoda fuera de su país, donde fue objeto de una nueva denuncia ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) presentada por entidades que representan a cerca de un millón de profesionales de la salud.

«La omisión del gobierno caracteriza el crimen contra la humanidad y genocidio (..) es urgente la apertura de un procedimiento investigativo ante al TPI para evitar que una parte de los 210 millones (brasileños) sufra las consecuencias de los actos irresponsables del señor Presidente», alega la acusación.

El gobierno actuó con «menosprecio y negacionismo» dando lugar a la «diseminación» de la dolencia junto al «total estrangulamiento de los servicios de salud».

La pieza fue elaborada por la Red Sindical UniSaúde, que representa a los gremios de 19 estados brasileños junto a entidades internacionales como UNI Americas.

«Ya hay 3 denuncias previas en el TPI contra Bolsonaro, ( …) pero queremos contribuir aportando evidencias técnicas ( sobre ) la existencia de crímenes por acción u omisión», dijo Marcio Monzane, secretario de UNI Américas.

El texto de 64 páginas, presentado este domingo en La Haya, sostiene que el mandatario ignoró las recomendaciones de sus ex ministros de Salud.

En abril Bolsonaro destituyó al entonces ministro, Luiz Henrique Mandetta, y en mayo a su sucesor, Nelson Teich, dos médicos que defendían alguna forma de aislamiento social y cuestionaron la hidroxicloroquina.

En mayo designó como titular de Salud Eduardo Pazuello, un general sin formación en medicina, quien por su vez colocó a dos decenas de militares en los puestos principales de la cartera.

«El gobierno debería ser considerado culpable por su insensible actuación (ante la pandemia) y por rehusarse a proteger a los trabajadores «, planteó Marcio Monzane, al señalar que en Brasil hay más de 500 médicos y enfermeros fallecidos a causa del virus.

La denuncia cita que hace dos semans el juez Gilmar Mendes, del Supremo Tribunal Federal brasileño, habló de un «genocidio» en curso, del cual sería cómplice el Ejército por haber autorizado que un general en actividad aplique las medidas ordenada por Bolsonaro. .

Desde el Planalto la orden es rebatir y abrir causas judiciales, basadas en la Ley de Seguridad Nacional heredada de la dictadura (1964-1985) contra quien acuse de «genocidio» al mandatario.

Esta presión es eficaz para cohibir acciones en la justicia local pero impotente ante los procesos internacionales en el TPI y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

De prosperar el proceso en La Haya, algo que no ocurrirá de inmediato, Bolsonaro podrá convertirse en un ogro internacional y una vez que haya dejado el gobierno correrá el riesgo de terminar como los criminales de guerra de los Balcanes dondenados y arrestados por el TPI.

Papa Francisco

Un grupo de 152 arzobispos y obispos brasileños, entre ellos Claudio Hummes, un cardenal próximo al papa Francisco, divulgó una carta con críticas a Bolsonaro.

«Asistimos a discursos anticientíficos que intentan naturalizar el flagelo de los miles de muertos por la covid-19, tratándolo acaso como un castigo divino».

«Analizando el escenario político sin pasiones percibimos la incapacidad y la falta de habilidad del gobierno federal para enfrentar la crisis», señala el texto rubricado por Hummes.

Este arzobispo emérito de San Pablo posiblemente sea el principal emisario de Jorge Mario Bergoglio en Brasil, el país que cuenta con la más numerosa colectividad católica del mundo.

Tan próximo a Francisco como alejado del gobierno, Hummes fue el coordinador de los debates realizados en centenas de capillas y comunidades eclesiales de la floresta antes del Sínodo de la Amazonia celebrado en octubre del año pasado en el Vaticano.

El Sínodo fue una movida diplomático-religiosa de Francisco que desagradó a Bolsonaro y sus generales, para quienes el evento fue una forma disimulada de amenaza a la «soberanía nacional».

Otro gesto bergogliano que nada agradó al Planalto fue la visita de Luiz Inácio Lula da Silva al Vaticano en febrero pasado, cuatro meses después de que Bolsonaro se negara a participar en la misa, celebrada en la Plaza de San Pedro, de canonización de la primera santa nacida en Brasil, la Hermana Dulce.

La «Carta al Pueblo de Dios», conocida este lunes, fue puesta en consideración de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), la máxima entidad católica, que si bien le dio su val no la respaldó institucionalmente.

La misiva no lleva el sello de la CNBB, un organismo en cuyo seno existe un ala «conservadora», que tiene posiciones cercanas al gobierno, informó este lunes el diario Folha de San Pablo.

En el texto hay cuestionamientos a las políticas económica y ambiental del oficialismo.

Las medidas del ministro de Economía Paulo Guedes «empeoraron la vida de los pobres y desprotegieron a los ciudadanos vulnerables (..) es insostenible una economía que insiste en el neoliberalismo y privilegia el monopolio de pequeños grupos poderosos en detrimento de la mayoría «, cuestionaron los prelados más próximos a Francisco.

Página 12


Bolsonaro retoma trabalho no Planalto e se diz “imunizado” contra Covid-19

Após 20 dias em que ficou isolado cumprindo quarentena por ter sido infectado com o novo coronavírus, o presidente da República, Jair Bolsonaro (sem partido), disse nesta segunda-feira (27/7) que já está imunizado contra a doença, mas que está evitando, por precaução, contato com as pessoas.

O presidente retomou as atividades no Palácio do Planalto, onde se reunirá com o ministro da Defesa, general Fernando Azevedo e Silva, e com o ministro da Economia, Paulo Guedes.

Ao falar com apoiadores que o aguardavam na parte interna da residência oficial, Bolsonaro usou máscaras e evitou apertar as mãos das pessoas. “Estou imunizado já, mas evito o contato”, disse o presidente.

No último sábado (25/7), o presidente informou em uma rede social que seu teste de coronavírus havia dado negativo. Bolsonaro foi diagnosticado com coronavírus no último dia 7 de julho.

Logo após a publicação, Bolsonaro saiu de moto por Brasília, acompanhado por seguranças.

Impaciência

O presidente demonstrou impaciência ao conversar com seus apoiadores que reclamaram do desemprego e da ineficiência de programas como o Pronampe (Programa Nacional de Apoio às Microempresas e Empresas de Pequeno Porte), criado para socorrer micro e pequenos empresários durante a pandemia do coronavírus.

“Tem que ser mais objetivo possível, não dá para te ouvir muito não, com todo respeito aí”, disse o presidente a uma das pessoas que reclamaram não conseguir acesso aos recursos destinados aos pequenos empresários.

O presidente disse que iria tratar desse assunto com o ministro Paulo Guedes. Os dois têm reunião agendada na parte da tarde.

“Hoje tenho um despacho que Paulo Guedes e vou passar para ele a questão do Pronampe aí. Você sabe que tem um limite de tantos bilhões cada banco e acaba rapidinho esse limite?”, considerou o presidente. O apoiador respondeu: “Acabou com dois dias. Imagine um doente que precisa de tantos remédios e chega para ele só a metade desses remédios. Não vai surtir efeito, não vai acabar com a doença”, destacou.

O presidente também se irritou com outro apoiador que disse ter a solução para o problema do desemprego no Brasil e que gostaria de conversar com ele sobre o assunto.

“Você está todo dia aqui falando que acaba com o desemprego no Brasil, mas me desculpe, dá para conversar um assunto desses? Se todo mundo vier aqui e falar comigo eu vou montar um escritório, botar uma escrivaninha aqui e atender um por um”, disse ironicamente o presidente.

Metrópoles


Covid: Brasil tem maior número de casos e mortes já registrados em uma semana

Os dados consolidados da semana entre os dias 19 e 25/07, que foram divulgados nesta segunda-feira (27), mostram que o Brasil registrou recordes de infecções e casos fatais da covid-19 no período. Em sete dias foram confirmados 319.389 brasileiros infectados, cerca de 84 mil a mais do que na semana anterior e mais de 50 mil casos a mais do que a semana que havia registrado o maior número, na virada de junho para julho.

Pela sexta semana consecutiva, o número de mortes ficou acima de sete mil. Com o agravante de que, desta vez, foi superior a todos os registros feitos desde o início da pandemia. Foram 7.714 óbitos no período. O dado mais alto até então era de 7.266.

As informações estão na plataforma do Conselho Nacional dos Secretários de Saúde (Conass), que registra os números diários da pandemia no Brasil. Segundo o Conass, nesta segunda-feira (27) foram registrados 23.284 novos casos. O total de mortes confirmadas no mesmo período chegou a 614. Com esses números, o montante de brasileiros que pegaram o vírus chega a 2.442.375. Já os óbitos chegam a 87.618.

Em todo o mundo, o número de casos fatais da covid ultrapassou 650 mil nesta segunda-feira (27). O Brasil é o segundo com maior registro absoluto de pacientes que morreram após serem infectados. Está atrás apenas dos Estados Unidos, que contabiliza mais de 140 mil mortes.

De acordo com a Organização Mundial da Saúde (OMS), os casos da doença em todo o mundo quase dobraram nas últimas seis semanas. Foram 8 milhões de novas confirmações somente nesse período.

Em coletiva à imprensa nesta segunda-feira (27), o diretor-geral da OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, disse que as nações que não seguem medidas de isolamento social, testagem em massa e higienização rígida, terão crescimento de casos. Nas palavras dele é preciso “rastrear e colocar em quarentena” todos os pacientes, assim como quem teve contato com essas pessoas.

«Mantenha distância de outras pessoas, limpe as mãos, evite áreas aglomeradas e lugares fechados e use uma máscara quando recomendado. Onde essas medidas são seguidas, os casos diminuem. Onde não são, os casos aumentam

O que é o novo coronavírus?

Trata-se de uma extensa família de vírus causadores de doenças tanto em animais como em humanos. De acordo com a Organização Mundial de Saúde (OMS), em humanos, os vários tipos de vírus podem provocar infecções respiratórias que vão de resfriados comuns, como a síndrome respiratório do Oriente Médio (MERS), a crises mais graves, como a Síndrome Respiratória Aguda severa (SRAS). O coronavírus descoberto mais recentemente causa a doença covid-19.

Como ajudar quem precisa?

A campanha “Vamos precisar de todo mundo” é uma ação de solidariedade articulada pela Frente Brasil Popular e pela Frente Povo Sem Medo. A plataforma foi criada para ajudar pessoas impactadas pela pandemia da covid-19. De acordo com os organizadores, o objetivo é dar visibilidade e fortalecer as iniciativas populares de cooperação.

Brasil de Fato


Brasil registra recorde mundial de mortes de profissionais de enfermagem

Na linha de frente da batalha, 316 enfermeiras e enfermeiros já perderam a vida lutando contra a covid-19. O levantamento é do Observatório da Enfermagem, o instrumento criado pelo Cofen, o Conselho Federal de Enfermagem, para avaliar o tamanho do desastre sofrido pela profissão no Brasil. Sessenta e quatro por cento das vítimas são mulheres, maioria no ofício. A maior parte dos óbitos ocorreu na região Sudeste (35,4%), seguida pelo Nordeste (27,2%) e o Norte (21,5%).

O Cofen observa que sua contagem relaciona profissionais de enfermagem em geral, o que abarca enfermeiras (os), técnicos e auxiliares. Sozinho, o Brasil responde por 30% das mortes de enfermeiras (os) no planeta. A organização mundial que reúne os conselhos nacionais, o Internacional Council of Nurses (ICN), confirma a situação.

1,1 milhão de infectados

“Com a última atualização de junho, sabemos que o Brasil teve o maior número de mortes de enfermeiras», confirma, por email, a assessora política Hoi Shan Fokeladeh, do ICN. «De acordo com nossa investigação, 7% de todas as pessoas infectadas no mundo são trabalhadores da saúde», comenta a assessora. Como há mais de 16 milhões de contaminados no planeta, cerca de 1,1 milhão seriam profissionais de saúde.

Mais mortes entre os 41 e 50 anos

Levando-se em conta a idade, a faixa etária mais afetada no Brasil é aquela localizada entre 41 e 50 anos, onde houve 96 óbitos. O segundo contingente mais atingido, entre 51 e 60 anos, registra 86 perdas. Chama a atenção que uma faixa de adultos ainda jovens – entre 31 e 40 anos – acusa 61 mortes.

Entre os estados, São Paulo com 52 óbitos e o Rio de Janeiro com 45 tinham, nesta segunda-feira, dia 27, a pior situação. A seguir, Pernambuco (29), Amapá (19) e Mato Grosso e Amazonas, ambos com 18 perdas.

Quase 30 mil contaminados

Seguindo-se o monitoramento do Observatório de Enfermagem, 29.609 enfermeiros, técnicos e auxiliares contraíram a covid-19. Deste total, 12.994 estavam em quarentena e 200 internados. São Paulo também lidera aqui com 4.915 profissionais de enfermagem infectados desde março. Segue-se o Rio de Janeiro com 4.239, mais a Bahia com 3.428. Vale atentar para o avanço da covid-19 entre as (os) enfermeiras (os) no Sul do país. O quarto estado com mais casos é o Rio Grande do Sul (1.993) e o quinto, Santa Catarina, com 1.708.

Apesar do patamar de 2,4 mortes a cada 24 horas, o Cofen notou uma queda nos óbitos dos profissionais do setor durante julho na maior parte do país. A melhoria estaria relacionada “à maior disponibilidade de EPIs (equipamentos de proteção), à capacitação dos profissionais para usá-los e ao afastamento dos que integram o grupo de risco”.

Na contramão da tendência, Paraná, Minas Gerais e Mato Grosso assinalaram um aumento de 100% no número de mortes em relação a junho.

Brasil de Fato


Propaganda de cloroquina pesou na denúncia contra Bolsonaro por genocídio em Haia

Mais de 50 entidades do Brasil e do exterior apresentaram denúncia contra o presidente Jair Bolsonaro (sem partido) no Tribunal Penal Internacional (TPI), em Haia, por suas escolhas durante a pandemia de coronavírus.

A denúncia afirma que «há indícios de que Bolsonaro tenha cometido crime contra a humanidade durante sua gestão frente à pandemia, ao adotar ações negligentes e irresponsáveis, que contribuíram para as mais de 80 mil mortes pela doença no país».

A Corte recebe mais de 800 denúncias por ano e decide sobre as denúncias após meses, de modo que a demanda apresentada pelos brasileiros pode não prosseguir, mas significa um desgaste internacional para a gestão bolsonarista, informa o UOL em reportagem sobre o episódio.

Ainda de acordo com a petição apresentada com a assinatura de uma coalizão que reúne representantes de mais de um milhão de trabalhadores da saúde no Brasil, o Ministério da Saúde «perdeu técnicos com décadas de experiência no SUS e nomeou militares para cargos estratégicos». O texto afirma que o ministro interino da Saúde, o General Eduardo Pazuello, «abandonou a defesa do distanciamento social mais rígido e passou a recomendar tratamentos para a covid-19 sem aval de entidades médicas e científicas, como o uso da cloroquina e hidroxicloroquina».

Em entrevista à Sputnik Brasil, Célia Costa, dirigente do Sindicato dos Trabalhadores Públicos da Saúde (SindiSaúde-SP), destaca que o presidente da República escolheu ser «garoto-propaganda de um medicamento que pode ter levado muitas vidas», em referência à cloroquina.

«Resolvemos fazer essa denúncia ao presidente Jair Bolsonaro pelas ações que ele tomou desde o começo da pandemia. A Organização Mundial da Saúde já vinha alertando desde dezembro [sobre a] pandemia e o presidente Jair Bolsonaro, infelizmente, tratou a pandemia como uma gripezinha e hoje nós temos o resultado de mais de 86 mil vidas perdidas», diz Costa. «Nós esperamos que o Tribunal trate essa questão como de fato ela deve ser tratada, como um genocídio.»

STF e futuro da denúncia

Não é a primeira vez que a atuação do Governo Federal durante a pandemia global é associada a um genocídio. O ministro Gilmar Mendes, do Supremo Tribubal Federal (STF), afirmou não ser «aceitável» a ocupação de cargos no Ministério da Saúde por militares durante a pandemia.

«É preciso dizer isso de maneira muito clara: o Exército está se associando a esse genocídio, não é razoável», disse o magistrado em debate.

O pronunciamento de Mendes gerou críticas do vice-presidente Hamilton Mourão (PRTB), que disse que o ministro deveria se desculpar.

O mestre em Direito Penal Internacional Acácio Miranda diz que o Tribunal Penal Internacional tem competência para julgar quatro diferentes tipos de crimes: genocídio, crimes contra a humanidade, crimes de guerra e crimes de agressão.

«O processo perante o Tribunal Penal Internacional tem duas etapas formais: uma etapa em que há uma investigação, e consequentemente é feito um juízo de admissibilidade, e, sendo admitida a denúncia, ela é submetida ao pleno, ao julgamento dos 18 juízes que compõem o Tribunal Penal Internacional. Contudo, antes destas duas etapas há um juízo prévio para a constatação se existem elementos mínimos para que seja iniciada uma investigação», diz Miranda à Sputnik Brasil.

Brasil 247


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