Bolivia: marchas en todo el país contra la postergación de las elecciones

Foto: Edwin Apaza
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COB decide huelga general indefinida en demanda de elecciones el 6 de septiembre

En Cabildo realizado en El Alto, el ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, anunció que desde este martes se declara huelga general indefinida con movilizaciones en los nueve departamentos, en demanda de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) haga las elecciones el 6 de septiembre y se retracte de postergarlas.

Si bien en un principio la decisión era dar un plazo de 72 horas al TSE y empezar la huelga con bloqueos desde el lunes 3 de agosto, Huarachi fue presionado por varios asistentes al Cabildo para que las medidas se presión comiencen en el día.

Huarachi dijo que la huelga será desde este martes, a pedido de organizaciones como la Federación Túpac Katari, ayllus del Norte Potosí, fabriles, constructores, padres de familia y jóvenes.

“Vamos a instruir a nuestros ejecutivos nacionales, departamentales, provinciales, regionales, subcentrales y sindicatos de base, a organizarse, a coordinar esta huelga general indefinida que empieza a partir de hoy día 28 de julio”, manifestó el dirigente.

Huarachi expresó su rechazó a las acusaciones del Gobierno de que las marchas implican contagios de coronavirus. Señaló que los responsables son los gobernantes por no conseguir el abastecimiento de respiradores e insumos de bioseguridad.

“El problema en el país no es coronavirus, el problema es este Gobierno incapaz que no ha hecho esa atención en el momento oportuno”, afirmó.

El ejecutivo de la COB señaló que a título de pandemia se está prorrogando el actual Gobierno y llamó a decir “basta” a esa situación.

“Si nos unimos mineros, campesinos, clase media y El Alto, todos juntos somos una dinamita”, aseveró.

Erbol


Multitudinaria marcha por la “democracia y la vida” en Bolivia

Miles de personas, la mayor parte de movimientos sociales y una parte de ciudadanos, y a pesar de la burda manipulación de los ministros del aparato represivo, protagonizan en la jornada de hoy, en las ciudades de La Paz y su vecina El Alto, una de las marchas masivas más grandes desde la instalación del gobierno de facto, en noviembre de 2019, en defensa de la democracia y la vida.

La concentración fue convocada por la histórica matriz de los trabajadores, la Central Obrera Boliviana (COB) y el Pacto de Unidad, que aglutina a las organizaciones indígenas campesinas, en rechazo a la determinación del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que, presionado por el gobierno de facto y la ultraderecha del país sudamericano, decidió postergar las elecciones generales para el 18 de octubre, lo que implica la tercera vez que se aplaza las elecciones más importantes de este país en las últimas dos décadas.

Desde las primeras horas de la mañana, miles de trabajadores de las ciudades y el campo empezaron a congregarse en Senkata, una popular zona de la ciudad de El Alto donde en noviembre de 2019 policías y militares reprimieron una protesta social con el saldo mortal de cerca de una veintena de personas y decenas de heridos, para luego marchar más de 8 kilómetros hasta La Ceja, de esa misma ciudad, y luego descolgarse otros 7 Km para llegar a la ciudad de La Paz.

El criterio unánime de las organizaciones sociales es que la triple crisis boliviana –política, sanitaria y económica- solo tendrá posibilidades de ser encarada por un gobierno legítimo que surja de las urnas, y que mientras más se demore la realización de elecciones, más le costará al país enfrentar los efectos de esta crisis que ya se traduce en una economía estancada, miles de despedidos en el sector público y privado, recortes de salarios, una radical baja en los niveles de consumo y un notorio crecimiento de la pobreza.

Por si fuera poco, el alimento cotidiano que se tiene que comer la gente son las palabras siempre amenazantes del ministro de Gobierno, Arturo Murillo, a quien algunos dentro del propio gobierno consideran el responsable de que Añez vaya más para abajo en la preferencia electoral.

Pero el Ministro de Gobierno no se queda solo. La burda manipulación del ministro de Defensa, Fernando López, ayer lunes, cuando advirtió a los habitantes de ambas ciudades que los cocaleros estaban llegando desde Cochabamba para contagiar con el coronavirus, no impidió que la mayor parte de la población saludara a los marchistas, lo que da cuenta que el termómetro político no juega a favor del oficialismo que no supera el 12 por ciento promedio en la intención de voto.

Una vez que Jeaninne Añez asumió la presidencia de Bolivia, tras una inédita e inconstitucional forma política, el llamado a elecciones, que tuvo que ser de inmediato, se demoró cerca de dos meses y recién se la fijó para el 3 de mayo, la que fue postergada con el argumento de la pandemia, cuya cantidad de casos era mínima ese momento, para el 2 de agosto y luego, con ese mismo recurso, trasladarla para el 6 de septiembre y ahora para el 18 de octubre.

El uso grosero de la pandemia ya no convence a la mayor parte de los bolivianos que en cerca del 71 por ciento respondió que asistiría a las urnas el venidero 6 de septiembre. Pero el TSE prefirió dar la espalda a ese dato de la realidad obtenido por un estudio de una fundación alemana y, por el contrario, acceder a la presión de los partidos de la ultraderecha que, aunque con tensiones internas, amenazan de nuevo con sus grupos paramilitares.

Y tan no convence el discurso de la pandemia, cuyo número de casos activos pone al descubierto el fracaso de la estrategia del gobierno para controlarlo, que incluso periodistas nada afines al MAS, como Mery Vaca, de Página Siete –un medio que no se cansa de golpear cada que puede a esa organización de izquierda-sostiene en su cuenta twitter en la tarde del lunes:

“Hay juego político de ambos lados, sin importar la salud de la gente. Cuando las elecciones iban a ser en agosto, se anunciaba el pico para agosto, cuando iban a ser en septiembre la curva también iba a ser en septiembre. Ahora la curva será en octubre”

Cuba Debate


Gobierno dice que marcha de afines al MAS es ‘política’ y pide a la Fiscalía procesar a Luis Arce por delitos de salud pública

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, acusó al candidato presidencial del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, y dirigentes sindicales de cometer delitos contra la salud pública por organizar una marcha en plena pandemia por coronavirus. La autoridad recalcó que el partido de Evo Morales no logró movilizar a las personas que tenía proyectado y pidió a la Fiscalía actuar de oficio para que procese a los ciudadanos que planificaron la protesta.

«Luis Arce admitió que está detrás de esta movilización y, por tanto, a confesión de parte relevo de pruebas y tendrá que rendir cuentas sobre su decisión que tomó. Que quede claro, Luis Arce Catacora, los dirgentes del MAS, los cocaleros del Chapare, la Central Obrera Boliviana (COB), Fejuve y todos los que convocaron a esta movilización serán los únicos responsables de los contagios que se produzcan y el colapso del sistema de salud, principalmente de La Paz, El Alto, el Chapare y la propia ciudad capital de Cochabamba (…) Pedimos a la Fiscalía que de oficio haga respetar lo que dice el Código Penal en su artículo 216», remarcó Núñez.

El ministro afirmó que el MAS no logró reunir la gente que tenía pronosticado en la movilización y que tuvo que recurrir a personas de otras regiones para engrosar la marcha. Además, Núñez, lamentó que el partido de Evo Morales utilice a sus bases con riesgos de contagios con el objetivo de regresar al poder. «Está una movilización política y está dirigida al Tribunal Supremo Electoral (TSE)», dijo.

La marcha de afines al MAS llegó a la Ceja de El Alto, donde se desarrolla un cabildo que emitirá una posición respecto a la fecha de elecciones. Estos grupos piden que se respete el 6 de septiembre como el día de votación; sin embargo, el ente electoral decidió recorrer los comicios para el 18 de octubre.

El Deber





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