Un panorama de sombras para América Latina – La República (San Luis, Argentina)

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

El panorama económico y de salud de América Latina y del Caribe quedó cubierto de nubarrones para el resto de 2020 y su recuperación será lenta en 2021, según informes coincidentes de organismos multilaterales con datos críticos sobre la recesión y la COVID-19.

La economía de la región “se contraerá -9,4 por ciento en 2020, cuatro puntos porcentuales más de lo previsto en abril. Es la peor recesión desde que se tienen datos”, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“La rapidez con la que continúa propagándose la pandemia sugiere que las medidas de distanciamiento social tendrán que prolongarse, deprimiendo la actividad económica en el segundo semestre y generando secuelas importantes de cara al futuro”, dijo.

La recuperación económica prevista para 2021 será lenta y puede promediar 3,7 por ciento para la región, según los expertos.

En la región, “los casos se triplicaron en solo un mes, pasando de 690.000 el 23 de mayo a más de dos millones el 23 de junio”, destacó por su parte la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los fallecidos por causa de la pandemia pasaron los 100.000 el 24 de junio. Brasil superó 1,2 millones de contagios y 55.000 fallecidos, Perú 268.000 casos y 8.700 muertes, Chile 263.000 y 5.000, y México 200.000 casos y 25.000 decesos.

Además, el virus avanza por América Central, y aunque el Caribe insular ha sido más resiliente, hay preocupación por la frontera entre Haití y República Dominicana.

Los gobiernos “tendrán que tomar decisiones, considerando simultáneamente indicadores de salud, económicos y sociales, y atendiendo a los más vulnerables”, advirtió la OPS, pues “si los descuidamos, corremos el riesgo de que los próximos dos años parezcan los últimos meses”.

Numerosos países de la región tienen elevados niveles de informalidad, están poco preparados para hacer frente a nuevos brotes de la pandemia. Deberían ser cuidadosos a la hora de plantearse la reapertura de sus economías y permitir que los datos y los conocimientos científicos guíen el proceso.

El comportamiento de la economía en el primer trimestre de 2020 fue peor de lo esperado en la mayoría de los países, y los datos disponibles —producción industrial, consumo eléctrico, ventas minoristas y empleo— indican que la caída de la actividad será más pronunciada en el segundo trimestre, dijo el FMI.

También experimenta la región “un choque comercial histórico”, con una caída de sus exportaciones de hasta 30 por ciento interanual, muy superior a la de 24 por ciento que acompañó la crisis de 2008-2009, estimó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La desaceleración económica será muy marcada en Perú, -13,9 por ciento, México (-10,5), los países del Caribe dependientes del turismo (-10,3), Argentina (-9,9), Brasil (-9,1), Colombia (-7,8) y Chile, -7,5 por ciento.

La prioridad inmediata de las autoridades consiste en continuar protegiendo las vidas y los ingresos de las familias, lo cual requiere priorizar los gastos, hacerlos más eficientes y llegar “de manera creativa” a segmentos vulnerables de la sociedad, como quienes trabajan en la informalidad.

También serán valiosas las medidas encaminadas a mantener las relaciones de empleo, como apoyo a las nóminas salariales y el financiamiento del capital de trabajo, para evitar el cierre de empresas. El panorama es sombrío, pero conocido.

La República de San Luis


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