Honduras: protestas de trabajadores de la salud en medio del colapso sanitario y la presunta compra irregular de hospitales
En segundo día de protestas, reportan 170 empleados del Hospital Escuela retirados por contagio de Covid-19
La crisis en el sistema sanitario de Honduras ocasionado tras la llegada del coronavirus, se agudiza con el paso de las horas en medio de protestas por parte médicos y enfermeras que volvieron a pedir mejores condiciones de trabajo y el reporte de más personal aislado por contagios del virus.
Este martes, las autoridades del Hospital Escuela Universitario (HEU) de Tegucigalpa informaron que cerca de 160 personas que laboran en dicho centro asistencial se encuentran aislados por dar positivo a las pruebas respectivas y las condiciones para atender a pacientes se limitan cada vez mas.
Franklin Gómez, director del HEU, manifestó que actualmente tienen 138 pacientes hospitalizados, 65 de ellos en la carpa para atención de coronavirus, 23 en emergencia de cirugía y en la sala de tercer piso unos 40.
El médico externó que hasta el momento las necesidades básicas han sido suplidas en primera instancia por fondos propios del hospital porque no han tenido «una respuesta de ayuda de parte de las autoridades».
“Lastimosamente por ahora los cupos que están quedando en el Hospital, es porque lo van dejando libre las personas que van falleciendo”, expresó.
El galeno informó que 170 empleados de diferentes áreas que trabajan en este centro asistencial, que dieron positivos de COVID, se trata de personal médico, de aseo, que es elemental en el mantenimiento de una estructura que además está en precariedad”.
Protestas continúan
Por segundo día consecutivo, representantes del Colegio de Médicos de Honduras y profesionales de Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) realizaron protestas exigiendo a la Secretaría de Salud mejores condiciones para atender a pacientes con COVID-19.
La protesta se extendió a hasta Tegucigalpa, donde los médicos y empleados de los centros asistenciales exigen la dotación de material de bioseguridad.
Coronavirus en Honduras: con los hospitales desbordados, los cadáveres se amontonan en las morgues
Los cadáveres dentro de bolsas negras sobre camillas en el Hospital Escuela, que depende del Estado, son una señal de la saturación a la que han llegado los sanatorios en Honduras, desbordados por pacientes de coronavirus. Muchos de ellos solo llegan para morir.
El presidente del sindicato de base del estatal Hospital Escuela, Mauricio Corrales, lamentó que los cuerpos se acumulan «por montones» en ese centro de salud en la capital, Tegucigalpa.
El sindicalista hizo circular en las redes sociales un video en el que se ven 16 cadáveres en bolsas negras colocados sobre camillas en los pasillos del centro.
Las autoridades instalaron carpas para atender a los pacientes de ese hospital porque no daban a basto.
Corrales se quejó también por la falta de material de bioseguridad para el personal del centro.
«De 3.000 empleados, 56 han dado positivos, no tenemos equipos adecuados de bioseguridad, nos dan mascarillas que duran cuatro horas, el turno es de ocho y nos obligan a hacer doble turno», denunció.
«Y la morgue (del Hospital Escuela) no sirve, hay descomposición de cadáveres», alertó Corrales. «La morgue está inerte, no sirven los congeladores en ninguno de los 18 espacios (nichos) del principal centro asistencial del país», denunció.
Las cifras oficiales reportan más de 13.000 enfermos y unos 400 muertos en el país. Sin embargo, el secretario de la asociación de funerarias, Jesús Morán, dice que «esa cantidad hay que multiplicarla por cinco, son más de 50.000».
En la capital, militares salen todos días de los hospitales en patrullas todo terreno custodiando los cuerpos hacia los cementerios en las afueras de la ciudad. Los soldados solo permiten que unos pocos asistan el entierro, los demás deben quedarse afuera.
En el norte del país, las autoridades trasladan «entre diez y doce cadáveres» cada noche en remolques para ser enterrados, aseguró Morán en entrevista telefónica con la AFP desde San Pedro Sula, la segunda ciudad de Honduras, 180 km al norte de la capital, y epicentro de la pandemia.
El presidente de la asociación de funerarias, Edwin Lanza, afirma que en la capital mucha gente muere en sus casas.
«Mueren con dolores en el pecho» y las autoridades «los registran como (muertos) sospechosos de covid-19, sin hacerles las pruebas», denunció.
«En los últimos días las ventas aumentaron un 80%», afirma Lanza, dueño de una pequeña fábrica de ataúdes en El Pedregalito, oeste de Tegucigalpa.
«Acertamos en que se iba a desbordar esto, que la gente moriría hasta en las casas», subrayó Lanza. «Esto va a empeorar porque no hemos llegado a la parte más alta de la curva», vaticina.
Lanza alerta que, según el protocolo del gobierno, el cuerpo debe ser embalado en tres bolsas de plástico descontaminadas y el ataúd debe ir en otra bolsa para evitar los contagios, pero la mayoría no cumple ese requerimiento y los entierros son focos de contagio.
«Estamos viendo una situación preocupante porque todos nos podemos contagiar, no es asunto de negocio (…) no damos a basto para servir a toda la comunidad. El gobierno va a tener que apoyar más a las familias», aboga Graciela Martínez, administradora de una funeraria de la capital.
Corrupción en plena pandemia
En tanto, este martes volvió a trascender en algunos medios de prensa un presunto fraude contra el Estado de Honduras en la compra de dos hospitales móviles a Turquía.
La investigación se ha abierto, según informó el diario La Prensa, después de que la empresa turca SDI Global LLC AS aya denunciado que se falsificaron los documentos respecto a la adquisición por parte de Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-H), un ente dependiente del gobierno, de siete hospitales de campaña por valor de 47,4 millones de dólares.
Según el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, la Fetccop trabaja en cuatro líneas de investigación relativas con supuestas compras irregulares en la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Invest-H y la Secretaría de Salud durante la pandemia.
La empresa turca denunció este lunes que la orden de compra de los siete hospitales fue falsificada y posteriormente enviada a Invest-H y confirmada para su adquisición, pero a nombre de la empresa ELMED Medical Systems.
La empresa Invest-H, encargada de las compras de materiales y equipo médico durante la pandemia de Covid-19, rechazó las versiones.
En un comunicado señaló que dos hospitales ya están embarcados, vienen en ruta hacia Puerto Cortés, en el Caribe hondureño, y serán instalados en julio en San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos ciudades más importantes del país y las de más contagios con la mortal enfermedad.
«Pedimos a la ciudadanía y a los medios de comunicación no dejarse sorprender por quienes han emprendido la peligrosa tarea de desinformar y manipular la información, incurriendo inclusive en la comisión de delitos que deben ser investigados por las autoridades competentes», indicó la misma institución, que ha sido salpicada por presuntas denuncias de corrupción durante lo que va de la pandemia.
Piden que Ministerio Público investigue compras irregulares durante pandemia de coronavirus
La diputada del Partido Liberal Edinora Brooks reconoció este martes que también el Congreso Nacional tiene responsabilidad en la aprobación de fondos para atender emergencia por el Covid19 sin una previa veeduría.
Por consiguiente, exigió que el Ministerio Público actué de oficio, específicamente en la compra de hospitales móviles realizada por el director de Inversión Estratégica de Honduras (Investh) Marco Bográn.
“Estamos exigiendo que el Ministerio Público actué de oficio porque los que han tenido que tomar las decisiones adecuadas no las han tomado, hay que deducir responsabilidades a quien corresponda”, dijo.
Prosiguió que “la Secretaria de Salud e Investh tienen que responder, cómo se hizo la compra, quién los asesoró, por qué no se tomaron las decisiones adecuadas”.
Asimismo señaló que “sobre el Congreso Nacional cae la responsabilidad de no haber hecho una previa veeduría de cómo se iban a gastar los fondos, pero lastimosamente acá lo que más obtenemos es una condena social, moral que una penal”.
Funerarias registran más del doble de muertos por coronavirus que la cifra del gobierno
Las funerarias de Honduras reportaron que hasta la noche del sábado 20 de junio habían realizado 883 entierros bajo el protocolo covid-19, una cantidad que representa más del doble que la cifra oficial de fallecidos por la enfermedad que el gobierno había comunicado hasta la misma fecha, según conoció la Unidad de Datos de EL HERALDO.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) registraba hasta ese mismo día al menos 357 decesos, lo que representa 526 fallecimientos menos que los expedientes que lleva la Asociación Nacional de Industrias y Funerarias de Honduras.
Entre las pruebas que aún no han sido procesadas por el Laboratorio Nacional de Virología podría estar la diferencia de decesos.
De acuerdo con expertos, Honduras tiene un subregistro porque existe un rezago en las pruebas procesadas de unos 10 días, lo que representaría que unos 10,000 testeos están haciendo filas en los laboratorios.
Apenas el sábado pasado, el país alcanzó a realizar 2,000 exámenes, pero ayer domingo volvió a bajar a mil.
Diferencia de números
Hay una notable diferencia entre los números de Sinager y los de la Asocación Nacional de Funerarias, que aglutina a 80 negocios del rubro en 170 municipios de Honduras.
Mientras el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos anunciaba ocho nuevos muertos el sábado, las funerarias sumaban 39 sepelios. En cambio el viernes, la parte oficial registraba seis y las funerarias 38.
Según las cifras procesadas que pudo observar EL HERALDO, la mayor brecha es visible en los difuntos de la capital de Honduras.
Mientras Tegucigalpa y Comayagüela registraban 75 decesos confirmados por coronavirus al 20 de junio, las funerarias ya contabilizaban 493 sepelios bajo el procedimiento de covid-19, conoció este rotativo.
De esta forma, los entierros en la capital de Honduras son entre seis o siete veces más que los reportes oficiales.
Los registros de las compañías fúnebres concuerdan con lo que se ha visto en los últimos días en los medios. Por ejemplo: el sábado en Tegucigalpa se realizaron 24 entierros, indican los reportes de las funerarias. Ese mismo día, las autoridades a cargo de la emergencia únicamente reportan cinco decesos.
Un día antes, el viernes, hubo 22 sepelios en la capital, precisaron las funerarias a EL HERALDO, en tanto Sinager había confirmado solo tres muertos.
Otros municipios reportan menos fallecimientos, pero también hay diferencia en las cifras.
La Asociación de Funerarias contabilizaba al menos 883 fallecidos hasta la noche del sábado tras examinar las actas de defunción obligatorias para proceder al entierro.
Puede existir un margen de error, pero es una diferencia amplia con respecto al avance oficial. Un denominador común, expresaron los representantes del gremio, es que una gran cantidad de fallecidos eran por sospecha de covid-19.
Proyecciones de muertos
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) proyectó a inicios de marzo que en el país morirían casi 1,100 personas como consecuencia de la enfermedad.
Sin embargo, esa proyección pudo haber sido superada a raíz de que misma la Asociación Nacional de Funerarias estima que hay al menos 1,200 víctimas mortales de la enfermedad en el país.
Aunque las funerarias aseguraron que manejan actas de defunción de 883 muertos sepultados con protocolo de coronavirus, sus voceros aclararon que tampoco realizan el total de entierros.
“Nosotros no tenemos registro de todos los entierros, solamente manejamos un porcentaje”, argumentó Jesús Morán, secretario de la Asociación Nacional de Funerarias.
Una fuente involucrada en la gestión de la emergencia por el coronavirus aseguró a EL HERALDO que la alta cantidad de muertos también se debe a que la economía está funcionando paulatinamente en un mal momento.
“Esto que está pasando es algo lógico. Se tomó la peor decisión al abrir la economía cuando nosotros empezamos a subir en la curva. Los resultados son evidentes: tenemos muchos muertos y muchísimos casos que no han sido oficializados”, consideró.
“Lo peor aún es que ni siquiera estamos en el pico de la curva, sí estamos avanzados. Por cómo se ve esto, en las próximas semanas esto será una catástrofe”, añadió.
EL HERALDO ha intentado en reiteradas ocasiones obtener información oficial de los muertos confirmados y por sospechas de covid-19, pero ha sido imposible.
También este rotativo intentó comunicarse con Lisandro Rosales, el designado en la gestión contra el coronavirus, para conocer su versión, pero no se obtuvo respuesta. Lo mismo ocurrió con Carlos Cordero, titular de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
Mortalidad
Llevar un registro fidedigno de los fallecidos por coronavirus parece ser una tarea compleja. A veces las personas fallecen por sospecha de la enfermedad, pero sin prueba aplicada.
En otras ocasiones, el resultado tarda en llegar, por lo que siempre hay una brecha entre los decesos confirmados y los ocurridos en hospitales y hasta en casa, como el caso del microbiólogo del Hospital Escuela, Julio Licona.
Los gobiernos de otros países han ordenado abrir el registro civil para conocer con más exactitud el impacto de letalidad de la pandemia.
En España, por ejemplo, detectaron un aumento de 43,000 decesos más por encima del promedio de muertes de los últimos años, lo que representa unos 12,000 fallecimientos más a la cifra oficial de decesos por covid-19.
Mientras que en China, epicentro de esta enfermedad, que un principio acumuló más de 3,500 muertos, pero varias semanas después hizo una actualización y el número subió a casi 4,700 fallecidos.
Está por verse si el gobierno de Honduras seguirá el mismo camino que las naciones europeas para realizar un monitoreo de mortalidad y abrir los datos.
Confusiones y denuncias
La Asociación de Funerarias denunció que los hospitales no están cumpliendo con los protocolos de bioseguridad en la entrega del cadáver a las familias.
Esta situación provocó que una familia tuviera que manipular el cuerpo de su pariente porque no lo dejaron entrar a un cementerio a causa de que no cumplía con los requisitos sanitarios. Como consecuencia, dos parientes resultaron infectados.
Otro de los casos es que debido a la alta cantidad de cadáveres que hay en las morgues de los hospitales, el personal se equivoca en la entrega de los cuerpos, como ocurrió con una familia de Talanga días atrás.
“Entendemos que los errores en las entregas es porque hay muchos cadáveres, pero eso no puede seguir así”, expresó el presidente de la Asociación de Funerarias, Edwin Lanza.
El secretario de la Asociación de Funerarias, Jesús Morán, cuestionó que Honduras padezca condiciones de precariedad durante la pandemia. “No deberíamos de estar pasando esto. Es una lástima. Otros países con un presupuesto inferior han hecho cosas mucho más importantes que aquí”, comentó.
Sinager confirmó la noche del domingo 21 de junio que cinco personas fallecieron a causa del coronavirus, para un acumulado de 362, según el monitoreo de EL HERALDO, aunque el gobierno da cuenta de un fallecido más.
Asimismo, anunciaron 519 nuevos casos, para un total de 12,771 diagnosticados con la enfermedad.
¿Qué dice la OMS?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece unos lineamientos sobre el tema en el documento «Orientación Internacional para la Certificación y Clasificación (Codificación) del covid-19 como causa de muerte» (puede descargarlo en este enlace).
En la guía, un fallecimiento por covid-19 se define «para fines de vigilancia como una muerte resultante clínicamente compatible, en un caso covid-19 probable o confirmado», una definición que sostiene las estadísticas de las funerarias.
No obstante, la organización aclara que no se registre como tal «a menos que exista una causa alternativa de muerte que no pueda estar relacionada con la enfermedad (por ejemplo, trauma)».
Una muerte por covid-19 tampoco «puede atribuirse a otra enfermedad (por ejemplo, cáncer) y debe contarse independientemente de las condiciones preexistentes que se sospechan que desencadenan un curso grave», subraya el organismo internacional.
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