El Salvador: sin acuerdo con el gobierno, el Congreso aprueba nuevas medidas ante la emergencia

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Diputados superan veto presidencial a decreto 648 que contiene Ley de Emergencia

Con 58 votos, la Asamblea Legislativa superó esta noche el veto presidencial al decreto legislativo 648 que contiene la Ley Especial Transitoria de Emergencia por la Pandemia covid-19, atención integral de la vida, salud y reapertura de la economía, aprobado el pasado 30 de mayo.

El diputado Jorge Schafik Handal, del FMLN, afirmó que la superación del veto «garantiza la atención de la salud, el trabajo y la vida de los salvadoreños», así como les da un retorno seguro y escalonado a las labores cotidianas. «Espero que Nayib Bukele se dé cuenta que con su actitud no afecta a los diputados, sino a la población», agregó.

Por su parte, Margarita Escobar, de ARENA, y miembro de la comisión política, lamentó no haberse podido reunir como comisión con el equipo de Casa Presidencial. «En esta emergencia ha prevalecido el veto presidencial, y este veto lo sustentan en el principio de cooperación interorgánica, nos hubiera encantando ver representantes del Gobierno en la UCA; pero violar este principio, no puede ser atribuible a nosotros», señaló.

Asimismo, Rodolfo Parker, del PDC, consideró que «el Ejecutivo ha desgastado la figura del veto por inconstitucionalidad», y añadió que «es necesario que la Sala de lo Constitucional se pronuncie sobre las razones invocadas. Queremos que se certifique a la Corte Suprema de Justicia la propuesta hecha por el Ejecutivo y el resultado del decreto 648», enfatizó.

La ley ratificada esta noche mediante el citado decreto legislativo, contiene la implementación de medidas sanitarias, medidas para la economía familiar (pago de agua, energía, cable y telefonía), reapertura de centros de trabajo en fases con medidas sanitarias, y plan de repatriación.

Asimismo, regula el trabajo desde el hogar, los horarios escalonados de personal en centros laborales con el propósito de evitar aglomeraciones, distanciamiento social y habilita las zonas epidémicas por brotes de covid-19, entre otros.

Los diputados aseguran que la normativa cumple con las observaciones hechas por la Sala de lo Constitucional, que ha señalado que las restricciones de movilidad y libre circulación vulneran los derechos de los ciudadanos.

La Página


Sala ordena levantar todos los cercos sanitarios militarizados en el país

Trece alcaldías, incluyendo la de San Salvador, tendrán que levantar los cercos sanitarios impuestos en sus municipios para prevenir los contagios de covid-19, por resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que mandata retirar los cercos militares.

La Sala admitió dos habeas corpus que alegan que dichos cercos (la orden para instalarlos) son inconstitucionales porque fueron decretados partiendo del Decreto Ejecutivo 29, que no es ley de la República. En tal sentido, los magistrados declararon las medidas cautelares, es decir, mientras resuelven la legalidad de los cercos, las alcaldías que cuentan con el apoyo de la Fuerza Armada para controlar el tránsito de las personas, deberán levantarlos.

La denuncia fue puesta en la CSJ en contra del presidente de la República, Nayib Bukele; el ministro de la Defensa, René Merino Monroy; el directror de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas; y los alcaldes que decidieron cercar.

Los municipios que a este día mantienen las restricciones son además de la de San Salvador, la de La Libertad, Nuevo Cuscatlán, Ayutuxtepeque, Metapán, Colón, Ahuachapán, Ozatlán, Nombre de Jesús, Santa Isabel Ishuatán, Puerto El Triunfo, San Pedro Masahuat, y Santa Cruz Michapa.

Se refiere que en el cerco de La Libertad, ordenado por el presidente Bukele el pasado 17 de abril y ejecutado por la Fuerza Armada y PNC, algunas personas fueron detenidas y enviadas a centros de contención, violando sus derechos constitucionales.

La Página


El Salvador está a poca distancia de convertirse en una dictadura, según HRW

Como «brutal» calificó el director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, el trato que el presidente Nayib Bukele tiene con los órganos Legislativo y Judicial en El Salvador, país que, a su juicio, está a «poca distancia de convertirse en una dictadura».

Vivanco señaló durante una entrevista con Efe en San Salvador que Bukele muestra una «conducta contraria a los derechos fundamentales a las libertades públicas, una conducta despótica».

El defensor de derechos humanos ha sido uno de los principales críticos de algunas acciones del mandatario salvadoreño que, según diversos sectores, han desequilibrado el orden constitucional del país y ponen en riesgo la joven democracia que existe tras 12 años de conflicto armado.

El también abogado indicó que el hecho «más grave» cometido por Bukele tras un año de Gobierno es la intromisión a la Asamblea Legislativa con militares y policías armados para presionar a los diputados para la ratificación de un préstamo para un plan contra las pandillas.

A lo anterior le sigue la «falta de respeto» y «trato brutal» a los órganos Judiciales y Legislativos, y su «conducta de imposición» en el manejo de la pandemia del coronavirus.

EL PRIMER AÑO DE GOBIERNO DE BUKELE

El director para las Américas de HRW dijo que el primer año de Bukele como presidente de El Salvador «ha sido un año que yo diría que ha dado serias y graves preocupaciones por la falta respeto a las instituciones democráticas en el país, a los medios de comunicación, a quienes ataca y los estigmatiza como parte de una retórica conocida en la región propia de líderes populistas».

También, apuntó, ha demostrado durante este primer año una «relación muy agresiva y tensa», y «total falta de consideración y respeto» a la Asamblea Legislativa.

«Creo que el hecho más grave que ha ocurrido durante el primer año (de su Gobierno) ha sido el uso de la fuerza bruta, específicamente militares uniformados con armas en los primeros días del mes de febrero», expresó.

El 9 de febrero pasado, Bukele ingresó con policías y soldados armados con fusiles al recinto legislativo, se sentó en la silla del presidente de ese órgano de Estado y luego de una oración salió del lugar para dirigirse a un grupo de sus seguidores que le esperaban fuera del recinto legislativo.

Para Vivanco «el acto de comunicarse con dios hace todo este fenómeno realmente muy preocupante, porque sabemos lo que representa en la historia de la humanidad la mezcla de la política con la religión».

«Fue dios, según él, que le aconsejó retirarse del Congreso y darle una semana más a los legisladores para que le aprobaran un préstamo para seguridad», manifestó.

UN TRATO BRUTAL A LEGISLADORES Y JUECES DEL SUPREMO

Según el experto en derechos humanos, Bukele ha tenido un «trato brutal» con los legisladores y con la Suprema Corte, «frente a la cual él no ha tenido el mínimo reparo de desobedecer públicamente y desacatar sus decisiones, en los que en fallos reiterados le han exigido que modifique su política draconiana» con la que ha, por ejemplo, enfrentando la pandemia de la COVID-19.

La Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró inconstitucional la mayoría de decretos ejecutivos y leyes que han regido la cuarentena por el coronavirus en el país, incluidas dos de estado de excepción.

«Él (Bukele) ha ignorado esos fallos, se ha reído de los magistrados de la Corte y cuando puede los ataca, distorsiona de una manera grosera e infantil los fallos del Supremo y cuando le ordenan modificar su política utiliza la conocida y ya aburrida muletilla de que él no va ser el asesino de cientos de salvadoreños», señaló.

¿PRÓXIMOS A UNA DICTADURA?

El jurista dijo que «hay suficientes ejemplos que muestran una conducta contraria a los derechos fundamentales y a las libertades públicas, una conducta despótica por parte del actual mandatario de El Salvador».

Acotó que a él no le «preocuparía tanto una confrontación entre la clase política de El Salvador, porque eso es algo, yo diría, que normal en una democracia».

«En todos los países de América Latina hay tensiones y conflictos, unos debates que son realmente muy ásperos y duros entre los actores políticos. Sin embargo, lo que yo noto en el caso de El Salvador no es una confrontación entre poderes o una especie de choques de trenes, aquí lo que hay, primero, en relación con el Ejecutivo y el poder Judicial es un desacato, es una actitud de total desobediencia y desafío a los fallos de la Corte», aseguró.

Subrayó «los fallos se respetan, y eso es lo que no está acostumbrado a hacer, ni aparentemente quiere hacer el señor Bukele».

Con respecto a la Asamblea Legislativa, Vivanco señaló que «el presidente tiene simplemente que entender que no cuenta con el respaldo suficiente en el Congreso y tiene entonces que abandonar sus pretensiones o modificar sus propuestas porque no cuenta con los votos suficientes y entonces debe negociar».

«Creo que todo lo que está viviendo El Salvador es de mayor peligro y creo que estamos a poca distancia que El Salvador se pueda convertir en una dictadura, y por eso hay que respaldar a las instituciones democráticas salvadoreñas, porque El Salvador aún no es una dictadura, es una democracia y la mejor evidencia es que cuenta con un poder judicial independiente», acotó.

Consideró que, a pesar de la popularidad del jefe de Estado, de «sus troles», es decir estos mecanismos que utiliza a través de las redes sociales para amedrentar, intimidar y agredir a aquellos que se cruzan en su camino, y de su propaganda demagógica hay magistrados de la Corte que tienen el coraje de defender la Constitución de El Salvador y eso vale la pena respaldarlo internacionalmente».

«Si la comunidad internacional no reacciona con vigor, con fuerza ante los atropellos al Estado de derecho y al sistema democrático que se dan a diario en El Salvador por parte del Ejecutivo encabezado por Bukele, es probable que nos estemos jugando los descuentos que representa la vigencia de un orden democrático», puntualizó.

¿Y LA SOCIEDAD CIVIL?

Para Vivanco la sociedad civil salvadoreña está «muy activa, muy atenta» y «creo que ha demostrado ser muy vibrante y además dispuesta y comprometida a defender el orden constitucional, creo que no es fácil trabajar desde El Salvador».

«Con la presión política que impone el jefe de Estado, por el uso que tiene, además, del Ejército y de la Policía, por los espectáculos de brutalidad, obviamente no es fácil pelear por la democracia y por el Estado de derecho pero no hay alternativas, no hay opciones y hay que seguir defendiendo esos espacios antes que sean abolidos por el régimen actual», aseveró.

Este régimen actual, indicó Vivanco, «ya ha insinuado, al igual que otros autócratas de la región, que también tiene la intención de modificar la Constitución, con un único y principal objetivo que es intentar lograr la reelección».

«Esa película ya la vimos en América Latina, uno de los principales arquitectos de este tipo de proyectos con el que se busca perpetuarse en el poder es el propio (Hugo) Chávez en Venezuela y miren como hoy en día está Venezuela con un dictador como (Nicolás) Maduro», apuntó.

Añadió que en un país como El Salvador que «tiene una democracia joven y que ha pasado por una guerra civil, con tantos muertos y víctimas, hay que asegurarse que la democracia se siga consolidando y profundizando y que sea objeto de un retroceso gracias a las ansias de poder del actual jefe del Estado».

MANEJO DE LA PANDEMIA

A juicio de Vivanco, el mandatario salvadoreño, ha decidido imponer, sin tener una base científica, una cuarentena de 30 a más días para aquellos que, según la fuerza pública, «estén fuera de sus casas sin justificación o que lleguen al país del extranjero».

También, señaló, las detenciones arbitrarias a personas que supuestamente violaron la cuarentena y la falta de información a las personas que están en centros de contención, con respecto a la toma de pruebas, resultados de las mismas y el tiempo de permanencia en estos lugares, son otras de las críticas a Bukele.

«La decisión no es policial ni militar, debe ser un centro de salud quien evalúe y tome una decisión», agregó.

El Economista


El Salvador suma 64 muertes por COVID-19 y llega a 3,373 contagios

El Salvador sumó el miércoles cuatro muertes más por el nuevo coronavirus (COVID-19), para un total de 64 fallecimientos, mientras que la cifra de contagios alcanzó los 3,373

Las víctimas son dos hombres, ubicados en el rango de los 20 a los 40 años, y dos mujeres, ambas mayores de 60 años.

Luego de realizar 2,371 pruebas durante la jornada, las autoridades médicas encontraron 99 nuevos pacientes del COVID-19.

Del total de casos, 1,094 son mujeres y 2,279 hombres, mientras que se tiene bajo sospecha 1,156 personas.

El Salvador también sumó 59 personas recuperados, para un total de 1,497 personas que ya superaron la enfermedad.

En tanto, los pacientes con el virus activo son 1,812, de los cuales 578 se reportan asintomáticos, 489 estables, 447 en situación moderada, 197 están graves y 101 en situación crítica.

Diario Co Latino


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