Día del Orgullo LGBT+: el panorama de las disidencias en América Latina

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La diversidad LGBT+ en América Latina: un largo camino por recorrer

50 años después de la primera marcha del Orgullo en Nueva York, Estados Unidos, los derechos de las personas LGBT+ todavía no están plenamente reconocidos en varios países de América Latina, a pesar de que el último año dejó algunas victorias para las diversidades sexuales y de género en algunos países como Costa Rica.

La homofobia y la transfobia cobra vidas: 1.292 en cinco años y medio en América Latina, según el informe ‘El prejuicio no conoce fronteras’ publicado por Sin Violencias LGBT. Eso significa que 20 personas con una orientación sexual o identidad de género diversa fueron asesinadas cada mes entre 2014 y 2020.

Esta es la cara más oscura de la discriminación contra las personas LGBT+ en la región latinoamericana, una región muy dispar en cuanto a la protección de los derechos de las diversidades sexuales y de género. Y es que los asesinatos son solo la punta del iceberg de una discriminación mucho más estructural.

Las relaciones homosexuales siguen estando penadas en nueve países de América Latina y el Caribe, entre los cuales destaca Jamaica y Guayana. Solo en cuatro países (Bolivia, Ecuador, Cuba y México) se protege de manera explícita en la Constitución a las personas LGBT, mientras que el matrimonio o la unión civil entre personas del mismo sexo solo se reconocen en siete.

Por otra parte, hay 11 estados latinoamericanos y caribeños que reconocen las agresiones contra las personas diversas como crímenes de odio, y 14 que incluyen legislación para protegerlas de la discriminación laboral.

Sin embargo, las leyes todavía no logran proteger de manera efectiva a la población LGBT+ en América Latina, como demuestran los casi 1.300 asesinatos registrados en cinco años. La mayoría de homicidios sucedieron en Colombia, el país con más ataques registrados (542) y México, que fue escenario de 402 asesinatos. Honduras, por su parte, presenta la proporción de homicidios más alta, 164, respecto a su población.

El informe de Sin Violencias LGBT recuerda que, para las personas diversas, «el espacio público muchas veces es un lugar vetado». «La visibilidad de su identidad y expresión de género es interpelada frecuentemente con insultos y burlas que hacen difícil el uso cotidiano del espacio abierto», agrega.

Y es que la opinión pública sobre la población LGBT+ sigue siendo mayoritariamente negativa. Según los datos de la Vanderbilt University, recopilados entre 2016 y 2017, más del 62% de la población de América Latina y el Caribe «desaprueba con fuerza» el matrimonio igualitario. De hecho, hay solo cinco países donde los que se oponen a este derecho no superan el 50% de la población: México, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.

La pandemia de Covid-19 endurece la vida a las personas LGBT+

Ante una situación ya compleja para las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, la crisis sanitaria provocada por la expansión del coronavirus llegó este año para profundizar en las discriminaciones contra estos sectores de la población.

En medio de una pandemia como la actual, el acceso a la salud puede salvar vidas. Sin embargo, las personas LGBT+ suelen tener dificultades a la hora de acudir a los servicios de salud, donde muchas veces son discriminadas. Sin ir más lejos, hace unas semanas murió una mujer trans en Colombia, Bogotá, con síntomas compatibles con el Covid-19, después de que los operarios de una ambulancia se negaran a atenderla.

Pero no es la única arista de esta crisis que afecta más profundamente a las personas LGBT+. El impacto económico de la pandemia las golpea especialmente: «reconocemos que la mayoría de las personas LGBTI+ laboran en el sector informal y sin cobertura médica, y ante esto es indispensable adoptar medidas, públicas y privadas», recomendaba la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA, por sus siglas en inglés).

De hecho, la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció al respecto: «preocupa a la CIDH que algunas de las disposiciones adoptadas en los Estados de la región puedan conllevar riesgos para los derechos de las personas LGBTI (…) y derivar en actos de discriminación y violencia basados en el prejuicio».

Eso no significa que en este mismo periodo no se hayan alcanzado algunos logros: sin ir más lejos, el 25 de mayo Costa Rica se convirtió en el primer país de Centroamérica en permitir el matrimonio igualitario gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia.

Sin embargo, el matrimonio entre personas del mismo sexo solo es un indicador de la situación de discriminación o tolerancia en un país, pero no garantiza los derechos de todas las siglas LGBT+, ya que no implica necesariamente una mejora para las personas trans y no cubre otros tipos de violencias, como las agresiones o la discriminación laboral. Discriminaciones que todavía están extendidas por toda América Latina y el mundo.

France 24


Día del Orgullo LGBT: por qué se conmemora el 28 de junio y como marcó historia en la comunidad gay

Como cada 28 de junio, se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBT y se conmemora un nuevo aniversario -el 51º- del episodio que originó la lucha por sus derechos.

El 28 de junio año 1969, en el bar Stonewall Inn, en Nueva York, donde se reunía la comunidad homosexual, la policía reprimió ferozmente a quienes se encontraban allí y arrestó a varios de ellos.

En medio de la razzia, un grupo de travestis, lesbianas y gays enfrentaron el embate. La revuelta, que se prolongó por varios días, implicó una fuerte  organización para  resistir y dejó como resultado decenas de heridos, heridas, detenidos y detenidas.

Sin embargo, pese a las agresiones y la violencia vivida, se animaron a marchar contra el accionar de la policia y reclamar por sus derechos en las calles.

En ese momento, y por primera vez, la comunidad gay puso en el centro del foco la necesidad de que sus reclamos fuesen atendidos y que la diversidad sexual fuera respetada por las autoridades.

Durante las décadas del ’50 y ’60, en Estados Unidos, los gays y lesbianas debían enfrentar un sistema legal que era mucho más hostil con los homosexuales que en muchos otros países. De hecho, excepto Illinois, todos los estados penalizaban el sexo homosexual consentido entre adultos en el ámbito privado.

Un año después, en 1970, se realizó la primera marcha espontánea por el orgullo gay en Nueva York, a la que luego se sumaron otras ciudades de todo el mundo.

En Argentina, pa la marcha del orgullo gay se celebra en noviembre, ya que homenajea el nacimiento del primer grupo de diversidad sexual de América latina, que fue dos años antes del episodio del bar Stonewall Inn.

Los símbolos del orgullo LGBT, la bandera con los colores del arcoíris y los triángulos rosas, son una fuerte marca de estas marchas que se convierten en verdaderas fiestas.

La noción básica del orgullo LGBT reside en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, sea cual fuere su sexo biológico, orientación sexoafectiva, su identidad o su rol de género.

Una vez superadas aquellas leyes que penalizaban las prácticas homosexuales en gran parte del mundo, hoy en día se pide por la despenalización en los países en los que aún se mantiene y se lucha contra la discriminación que persiste todavía contra el colectivo.

Actualmente, se imponen los pedidos por la legalización del matrimonio homosexual, el establecimiento de las familias homoparentales (adopción de hijos por parejas homosexuales), el respeto a la identidad sexual de las personas transexuales y sus derechos (cambio legal de sexo y nombre o tratamientos médicos) y se denuncia la LGTBfobia (lesbofobia, homofobia, transfobia y bifobia).

Clarín


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