Chile supera los 4 mil fallecidos por COVID-19 y Santiago es la cuarta ciudad con más casos en el mundo
Chile alcanza peak de contagios diarios y supera los 4.000 fallecidos por Covid-19
El Gobierno anunció que en las últimas horas se registraron 6.290 casos de contagio por Covid-19 en Chile, lo que eleva la cifra total a 231.393.
Los fallecidos, informados por el Registro Civil, sumaron 252 personas, por lo que hasta la fecha han muerto un total de 4.093 personas.
El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, informó que «la cantidad de personas que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos son 1.911 personas, de las cuales 395 se encuentran en estado crítico de salud».
Actualmente, añadió, hay 322 ventiladores disponibles en diversos hospitales del país.
La autoridad precisó además que el jueves se informaron 20.347 exámenes PCR, acumulando un total de 923.513 exámenes «que nos pone en una situación muy alta en cuanto a nuestra capacidad de exámenes», destacó Zúñiga.
La RM se ubica en el cuarto lugar entre las regiones del mundo con más contagios de Covid-19
El aumento de casos de coronavirus en Chile no da tregua. Según el último balance entregado ayer, el país ya acumula 225.103, de los cuales 183.553 son de la región Metropolitana.
Las cifras equivalen a un 81,54%, lo que refuerza la idea de que la capital se convirtió en el principal foco de Covid-19 en Chile. Esto pese a que hace más de un mes se inició una megacuarentena que ya abarca 43 comunas de la región.
El confinamiento aún no muestra resultados positivos en Santiago. De hecho, la autoridad debió restringir aún más los permisos para disminuir la movilidad. Sin embargo, la mañana del miércoles se constató un aumento de autos circulando por la capital.
Por ello, no sorprende que la Universidad Johns Hopkins, que lleva un conteo de los contagios tanto en Estados Unidos como en todo el planeta, tenga a la región Metropolitana como una de las zonas con más infecciones del mundo.
Según la casa de estudios, la capital es el cuarto estado o provincia del mundo con más casos, en un conteo liderado por el estado de Nueva York en Estados Unidos con 385.760 infecciones.
A la popular zona de la costa este de Norteamérica la siguen Moscú (Rusia) con 211.921 contagios y Sao Paulo (Brasil) con 192.628.
Detrás de la capital aparecen Nueva Jersey (168.107) y California (167.234), otros dos estados de Estados Unidos.
No habrá hibernación
Ante la grave situación, Espacio Público recomendó realizar una hibernación en la región Metropolitana y dormir la ciudad, para frenar el avance del coronavirus.
Sin embargo, dicha propuesta fue rechazada por el Gobierno, según aseguró el ministro de Salud, Enrique Paris.
“No es posible llevar a cabo esa medida, ya que nos quedaríamos sin servicios básicos, sin alimentación, sin atención a los adultos mayores, sin reparto de medicamentos y con una ciudad paralizada que puede incluso agravar la situación sanitaria de la comunidad”, dijo.
A nivel de países, según la universidad Chile es el noveno país con más contagios y está a 13 mil casos del octavo lugar, Italia, país donde las infecciones van a la baja luego de sufrir con rudeza los efectos de la pandemia.
Paris niega que Gobierno haya buscado la «inmunidad de rebaño» pese a declaraciones pasadas
En el reporte diario por los casos de Covid-19, el ministro de Salud, Enrique Paris, se refirió a la polémica surgida por la política de rebaño, que consiste en esperar que mucha gente se contagie para generar una inmunidad colectiva.
“Quiero aclarar que eso no es así. Todas las medidas que tomó el Gobierno de Chile son absolutamente incompatibles con la política de rebaño“.
Especificó que la estrategia consistió en fortalecer el sistema de salud, en la protección y cierre de las fronteras, establecer alertas sanitarias, decretar estado de catástrofe, toques de queda y cuarentenas, además de implementar aduanas y cordones sanitarios.
A lo que se sumó la suspensión de los establecimientos educacionales, el fortalecimiento de la campaña de vacuna contra la influenza y dar instrucciones de cuidados a nivel personal.
“Ninguna de estas medidas apoyan o avalan la teoría de que se implementó el efecto de rebaño, sino todo lo contrario”, insistió.
Los cuestionamientos surgieron por los dichos de las autoridades. El 2 de abril, por ejemplo, Jaime Mañalich indicó que “el esfuerzo no es que nadie se contagie, sino que la mayor cantidad de gente se contagie de una manera lenta para que no ocurra un momento en que hay tantas personas enfermas que el sistema sanitario no pueda sacarlas adelante. Esa es la línea que tenemos que ir siguiendo”
Luego, el 14 de abril, la subsecretaria Paula Daza declaró: “El que nadie se infecte es imposible; entonces, tenemos que lograr que las personas se vayan enfermando progresivamente, para que los servicios de salud puedan dar adecuada respuesta”.
Y el 30 del mismo mes, el entonces ministro afirmó que “antes de lo que pensábamos la mayoría de la población podría quedar inmune a esta infección por coronavirus”
Ante esos antecedentes, Paris respondió que “las declaraciones no se pueden borrar, pero la estrategia que se implementó no lo avalaba (…) si se declaró en algún momento o se comunicó ideas que apuntaban a esa estrategia, creo, no fue la que el Gobierno siguió y eso está desmentido con los hechos”.
“Hacer una estrategia de esa magnitud, esperar a que la gente se infecte, no fue realmente la política del Gobierno. Todo lo contrario. Por lo mismo se fortaleció el distanciamiento social, el testeo, la capacidad de llegar a aislamiento de la gente a las residencias sanitarias”, agregó.
Para cerrar, enfatizó que “si uno toma medidas para evitar la infección, está justamente en contra de la estrategia de rebaño”.
Militarización en la pandemia: el escenario ideal para tramitar leyes sin un debate de fondo
Con alerta y una serie de reparos, diversos académicos y académicas han alzado su voz de protesta frente a lo que consideran, es una arremetida del Gobierno para tramitar con premura un paquete de proyectos enfocados en legalizar la militarización policial en el país.
Este jueves, a través de una carta del Grupo de Análisis de Defensa y Fuerzas Armadas (GADFA), sus integrantes hicieron hincapié en, al menos, tres iniciativas legislativas relacionadas entre sí, que han sido defendidas por el Ejecutivo desde el día cero de su gestión, pero que, particularmente, han cobrado fuerza posterior al estallido social de octubre pasado y en la actual crisis sanitaria.
Así lo manifestó, en conversación con nuestro medio, una de las integrantes de GADFA y académica del Instituto del Asuntos Públicos de la Universidad de Chile (Inap), Mireya Dávila, quien criticó esta arremetida cuestionando el tipo de énfasis que los gobiernos de derecha colocan en materia de orden y seguridad.
“Creo que hay dos maneras de mirarlo, uno por la propia coalición de Gobierno, que es de derecha, que tiene una lógica con el orden bastante importante, esto, incluso, por sobre temas de derechos humanos; y dos, desde el punto de vista de la agenda propiamente, porque a medida que hay tanta atención acaparada por el tema del estallido social y la pandemia, el Gobierno tiene instancias para meter cosas, encalzar proyectos con los que la agenda pública no está atenta”, señaló.
En concreto, el principal proyecto que la carta mencionada rechaza es el que tiene que ver con la creación de un Sistema de Inteligencia del Estado, iniciativa que es parte del Plan Frontera Segura y que trabaja de la mano con proyectos como el del cuidado de la infraestructura crítica, el decreto de las reglas del uso de la fuerza, y un tercero que limita la cooperación del Estado con la Corte Penal Internacional.
Aunque estos tres últimos tuvieron estrecha relación con lo ocurrido en el estallido social, es el proyecto sobre el Sistema de Inteligencia el que, desde el Ejecutivo, han intentado despachar de forma apresurada en medio de la pandemia por el coronavirus. Hay que recordar, sin embargo, que este miércoles, el presidente Sebastián Piñera le quitó la urgencia luego de diversas críticas desde sectores de la oposición.
No obstante, el trámite sigue su curso, y las críticas de los integrantes de GADFA tienen que ver particularmente con temas de fondo que lo componen, primero, por la injerencia de las Fuerzas Armadas en tareas de inteligencia interna, además de un diseño institucional que no otorga un contrapeso al poder presidencial.
“Lo que queremos es que el Congreso, como el órgano representativo de la gente, tenga más capacidad de control y, por tanto, el Ejecutivo rinda cuentas no solamente respecto al tema de a quién nombra, sino que respecto a los contenidos, los planes y cómo funciona la inteligencia del país”, explicó la académica Mireya Dávila.
“Más allá que sea solamente una cosa formal, que tenga que ir una vez cada semestre, que realmente el Congreso tenga capacidad de pedirle al Presidente la correspondiente rendición de cuentas de una democracia”, agregó.
Otro de los miembros firmantes de la carta y académico del Inap, Felipe Agüero, también conversó con nuestro medio respecto de este tema y aseguró no estar en contra de un sistema de inteligencia, siempre y cuando este no faculte a las Fuerzas Armadas a hacerse cargo de problemas que no les competen.
“Lo que ocurre es que en el proyecto del Gobiernos se plantean varias cuestiones en las que no quedan claras algunas funciones y responsabilidades. Se propone un subdirector, por ejemplo, que no tiene una función clara y que es completamente prescindible, pero lo que nosotros destacamos es que se permite el trabajo de las Fuerzas Armadas en cuestiones de recolección de datos, lo que llaman inteligencia residual, que es de orden interno”, recalcó.
La propuesta que manejan las y los académicos firmantes es un Sistema de Inteligencia Civil, que no dé cabida para la injerencia militar en temas no castrenses. Para tales efectos, según plantean los especialistas, se requerirá de un debate con mayor profundidad, que considere la dirección totalmente civil del sistema y la posibilidad de crear una academia de formación de funcionarios de inteligencia.
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