Historias detrás de las banderas blancas: desempleo, falta de comida y tratamiento médico

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Por Andrea Godínez

La crisis por el coronavirus llegó a una de las ciudades más turísticas del país, pero principalmente, a las familias de las aldeas que rodean la Antigua Guatemala. Por falta de empleo, desde hace más de una semana muchas familias, principalmente mujeres y niños, han salido a las calles coloniales para pedir apoyo a otros vecinos.

El municipio tiene una población de 46,054 habitantes donde el 100% de ésta vive en áreas urbanas. Está dividido en 22 aldeas y 14 caseríos a su alrededor. Según datos del Censo Poblacional de 2018, la mayoría de hogares está conformado por mujeres (51%) que son quienes están a cargo, no solo del cuidado del hogar, sino de proveer económicamente a sus familias.

Sin empleo y sin acceso a servicios de salud, familias en la aldea San Pedro Las Huertas narran cómo viven la crisis por el COVID19. Mario Pérez fue atropellado en noviembre pasado, perdió su empleo a raíz de la pandemia, ahora necesita una operación correctiva que cuesta 30,000 quetzales, algo impagable para él. Por el cierre de la consulta externa en los hospitales no lo pueden ingresar. Tránsito Álvarez padece de neuralgia, en su familia todos perdieron el empleo, ya no tiene más medicina. Aura Colón adoptó a tres sobrinas recientemente, hijas de su hermana que falleció por cáncer.

A raíz de esta crisis varios vecinos se organizaron para buscar alternativas y apoyar a la población más vulnerable de esta crisis. Así nace el movimiento “banderas blancas” y “comedor solidario” los cuales buscan paliar la situación económica de las familias con almuerzos y cajas de víveres para los que más lo necesiten.

A la fecha, la municipalidad ha entregado alrededor de 2,000 bolsas de alimentos. Muchos vecinos de la Antigua, y otras aldeas, se quejan que no están llegando a las familias más necesitadas del municipio.

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