Chile: crece el rechazo a la nueva ministra de la Mujer, sobrina nieta de Pinochet
Colectivo Lastesis: «Nombrar Ministra de la Mujer a una pinochetista es una ofensa»
A sólo dos días de la designación de Macarena Santelices, sobrina nieta de Augusto Pinochet, como Ministra de la Mujer, se han multiplicado las críticas desde diversas agrupaciones feministas y se ha activado la campaña “No tenemos ministra”, pues la acusan de no tener experiencia en la lucha contra la violencia machista y en la defensa de los derechos de la mujer.
Colectivo Lastesis, conocido a nivel mundial por su performance “Un violador en tu camino”, definió como “altamente ofensivo” el nombramiento de la ex alcaldesa y ex vicepresidenta de la UDI como ministra.
La agrupación integrada por las artistas Dafne Valdés, Sibila Sotomayor, Paula Cometa y Lea Cáceres señaló que “nos ofende como mujeres; como disidencias sexuales; como hijas de pres-s, torturad-s y exiliad-s políticos; como migrantes; y ofende la memoria de nuestro país perpetuando el negacionismo histórico” y sentenciaron “no callaremos ante su fascismo”.
“No es posible que en un ministerio que se supone vela por la equidad de género la representante máxima sea una mujer que es de extrema derecha, altamente conservadora, y que ha demostrado públicamente su apoyo a la dictadura cívico militar de nuestro país”. “Decir que es ofensivo es poco, decir que es una bofetada en la cara de todas y todes es insuficiente. Esperamos que sea destituida lo antes posible”, afirmó el grupo en declaraciones a Efe.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, “se está burlando en nuestras caras y es inaceptable, es negacionismo y es una falta gravísima a la memoria en nuestro país”, agregaron.
Sus críticas se unen a las de diversas asociaciones feministas como La Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, la Asociación de Abogadas Feministas (ABOFEM), Miles Chile y el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC). Y es que tras asumir como ministra, en su primer punto de prensa Santelices fue consultada sobre declaraciones emitidas en 2016 que comenzaron a circular tras el anuncio del Gobierno. Mientras ejercía como alcaldesa, dijo a El Mercurio de Valparaíso que “no podemos desconocer lo bueno del régimen militar”. “Una posición política no tiene nada que ver con los Derechos Humanos”, fue la respuesta de la nueva autoridad en esta ocasión. “Desde hoy soy ministra de todas las chilenas y llamo a todas a trabajar en conjunto”, sentenció.
“Esta designación es una afrenta, una amenaza, un castigo disciplinador característico de la violencia patriarcal y machista, pareciera que se nos disciplina por haber sido más de 3 millones de mujeres y feministas desplegadas en las calles denunciando la violencia estructural y político sexual que vivimos en Chile en total impunidad. Un castigo machista para quienes exigimos la renuncia de la exministra Isabel Plá por su impresentable silencio frente a estos hechos”, señalaron desde la directiva de la Asociación Nacional de Funcionarias-os del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (Anfumeg).
Otro gremio que se unió al rechazo por esta designación fue el de Trabajadoras sexuales, quienes en medio del polémico nombramiento de Macarena Santelices como Ministra de la Mujer y Equidad de Género, señalaron que Agencia Reuters publicó una nota sobre el trabajo sexual en tiempos de crisis sanitaria, incluyendo declaraciones del Ministerio de la Mujer donde señalaban que la institución ministerial ofreció apoyo a las mujeres trabajadoras sexuales en contexto de pandemia. Fundación Margen, de mujeres trabajadoras sexuales, desmintió en una declaración pública tal ofrecimiento, rechazando a su vez el nombramiento de Santelices como ministra.
La campaña en redes sociales “No tenemos ministra” acumula miles de publicaciones en Twitter y ya se han viralizado varios videos en la plataforma Instagram, entre ellos uno publicado por Claudia Amigo, co-fundadora de la organización Familia es Familia.
Exigimos al Gobierno de Chile que reevalúe su decisión y ubique en este importantísimo cargo a una mujer que esté a la altura
Frente al nombramiento de Macarena Santelices como ministra de la Mujer y la Equidad de Género, las Autoras Chilenas (AUCH!), declaramos:
- Que una mujer que avala tácitamente las violaciones a los Derechos Humanos perpetrados durante la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte no muestra las garantías morales acordes al cargo entregado en el marco de un Estado de Derecho.
- Que, desde la contingencia, al afirmar “no más circo” frente a la violencia institucional en contra de los manifestantes durante las manifestaciones sociales del estallido de octubre, Santelices desoye las demandas ciudadanas que ponen en jaque su posible competencia en un cargo de tales características.
- Que nos preocupa radicalmente la postura de una persona públicamente conservadora frente a las consecuencias inminentes de la situación actual, ya que han aumentado las violaciones y los casos de violencia intrafamiliar. Por lo tanto, estimamos que la protección a esas mujeres vulneradas no se realizará ni siquiera tangencialmente.
- Que una mujer que ha manifestado en sus redes sociales su pensamiento antimigratorio deja en completo desamparo y vulnerabilidad a toda la población femenina migrante en nuestro suelo, realidad que nos alerta ya que reafirma su poca aptitud para el cargo tan livianamente asumido.
Por las razones esgrimidas, consideramos que la actual ministra carece de las habilidades morales para dar garantías sobre derechos humanos y equidad de género al país entero. Como movimiento feminista, es nuestro deber hacer notar estas faltas que nos parecen no solo insólitas sino que sumamente violentas, en un momento histórico como el que atravesamos. Exigimos al Gobierno de Chile que reevalúe su decisión y ubique en este importantísimo cargo a una mujer que esté a la altura de la gran avanzada feminista que está felizmente movilizando a Chile.
AUCH! Autoras Chilenas Feministas
Gloria Maira por nombramiento de Santelices: “El patriarcado nos sigue pagando muy mal”
Una oleada de críticas. Esa fue la respuesta de los movimientos y organizaciones feministas ante la designación por parte del Presidente de la República de Macarena Santelices como nueva ministra de la Mujer y Equidad de Género. Una avalancha de cuestionamientos que comenzaron apuntando a su parentesco con el dictador Augusto Pinochet y su defensa al legado económico de la dictadura cívico-militar, pero que terminaron en planteamientos mucho más profundos que apuntaban al significado que puede tomar el nombramiento de la periodista, ex alcaldesa de Olmué y vicepresidenta de la UDI como secretaria de Estado.
En ese sentido, desde distintos sectores comentaron que la designación fue “una provocación” para el movimiento feminista y que con ésta el Gobierno evidenció una postura respecto del cargo que habla de un abandono del verdadero mandato de la cartera de Mujer y Equidad de Género, el que, para muchas, debiese estar delineado institucionalmente y no por la postura de un gobierno.
Sobre esto se refirió, en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile, la ex subsecretaria del Servicio Nacional de la Mujer y coordinadora de la Mesa de Acción por el Aborto, Gloria Maira, quien enfatizó en la preocupación que le reviste a miles de mujeres la llegada de Santelices al Ministerio.
“Yo veo el nombramiento con mucha preocupación y mucho malestar, al igual que la gran mayoría de las organizaciones y colectivas feministas que a lo largo del país se pronunciaron ayer tan fuertemente respecto de la designación de esta ministra”, sostuvo Maira.
En específico, ¿por dónde pasa esa preocupación?
En que es una persona que no ha tenido un compromiso con los derechos de las mujeres, en lo que se ve de su carrera pública, y que tampoco tiene ningún tipo de experticia, ni conocimientos, ni experiencia en lo que es la elaboración e implementación de políticas de igualdad de género. Uno podría decir bueno, no es la primera que llega no sabiendo, ha habido otras antes, pero hay dos cosas que hacen el momento distinto…
¿Cuáles son esos elementos?
Uno, que tuvimos un estallido social -y seguimos teniéndolo- que ha puesto como gran demanda de los sectores populares y medios, entre esos las feministas y las mujeres del país, la necesidad de detener los abusos, de repartir mejor la cancha y el poder en el país, y trabajar con una sociedad más igualitaria.
En eso las desigualdades de género son vitales de afrontar. Tú no puedes pensar en una democracia más profunda o en un sistema más justo sin considerar la transformación de las actuales relaciones de género. Entonces hay un estallido que pone eso en tabla y ahí el movimiento feminista ha sido una “actuancia” -como ha dicho Margarita Pisano- fundamental.
¿Y el segundo elemento?
Por otro lado, tenemos hoy una pandemia de coronavirus en donde las mujeres estamos en primera línea en todo. En la educación porque somos la mayoría de las maestras, en la salud porque somos la mayoría del personal de salud, a nivel comunitario organizando redes de solidaridad con las familias que lo necesitan y estamos en primera línea en la casa con las labores de crianza y cuidado que tradicionalmente se nos asignan. Eso marca un nivel complicado de transferencia de trabajo y de responsabilidad en estos términos.
Lo que está sucediendo hoy con el coronavirus es una fotografía, sin tapujos y con mucho contraste entre el blanco y el negro, de lo que estábamos demandando a partir del 18 de octubre. La desigualdad, la exclusión y el abuso del que hablábamos queda claro con la pandemia. Aquí no hay posibilidades de cambiar la imagen y, por lo tanto, la necesidad de avanzar hacia una transformación más profunda es obligatoria.
¿Cómo se relaciona esto con la llegada de Macarena Santelices al Ministerio de la Mujer y EG?
En que si tú sumas estos elementos y le pones adelante una ministra que no tiene preparación, y además no tiene compromiso con los derechos de las mujeres, por supuesto que el malestar es muy grande. Este patriarcado capitalista nos sigue pagando mal y este gobierno sigue negando a las mujeres la posibilidad de, al menos en esta coyuntura, enfrentarla con mejores herramientas para no caer en la pobreza y desesperación.
¿Qué esperaría usted de la titular de una cartera como Mujer y Equidad de Género?
Lo que una busca en una ministra de la Mujer es una ministra de Estado. Yo no estoy pensando en una aliada, estoy pensando en una ministra que se hace cargo de los compromisos que el Estado chileno tiene respecto de los derechos de las mujeres. Eso pasa por el respeto a la dignidad de las mujeres, el desarrollo de políticas que atiendan las urgencias de violaciones a sus derechos fundamentales, como es la violencia de género, y como lo son la sobre vivencia económica.
Lo que conocemos de Santelices y lo que hemos visto de este gobierno, es que ese compromiso no está y eso es grave.
¿Cuál era el estado de ese compromiso cuando era ministra Isabel Plá?
Es que son dos personas distintas, pero la preocupación es exactamente la misma, porque no hemos visto de parte de este gobierno señales distintas a las cuales acogernos. Y la persona que designan ahora, reafirma la poca importancia que se le está dando a la realidad de las mujeres en este escenario en particular y avizorando las necesidades de transformación que se ha planteado el país.
Tener hoy en la cartera del ministerio de la Mujer y Equidad de Género a una persona que no tiene experiencia en políticas de género -cuando esas políticas de transformación en función de la igualdad requieren hoy, además, una mayor sintonía en relación con la realidad de precarización de la vida que enfrentan las mujeres-, es una pésima noticia.
Ya que mencionó la política, ¿qué le parece la frase de la nueva ministra, cuando dice que “una posición política no tiene nada que ver con los derechos humanos”?
Yo siento que ella está bien perdida, realmente creo que está muy perdida. Ella pertenece a un sector político que está vinculado con el pinochetismo y la dictadura, no porque sea sobrina nieta de Pinochet, sino porque hay una visión de país, una construcción institucional en la Constitución del 80 y una forma de entender la relación del Estado con el mercado que ella tiene. Eso es una visión política, evidentemente, y en esa visión también ideológica hay un lugar en donde adscribe a las mujeres.
Ella puede defenderse, decir que las mujeres queremos participación política y tal, pero llegado a los núcleos duros donde se asienta la discriminación y la desigualdad -que tiene que ver con violencia, con las políticas del cuerpo, con la sexualidad y reproducción, que tiene que ver con el trabajo de crianza y cuidado reconocido como trabajo- las visiones son completamente contrarias, porque la visión que ellas proponen como sector político es completamente distinta y eso hay que tenerlo claro.
También al ser consultada por su postura frente a la dictadura o la inmigración, dijo “júzguenme por lo que hago hoy en adelante”, ¿le parece pertinente esa petición?
Cuando ella dice eso el problema es que en el momento en que estamos, en la realidad en que estamos y en la emergencia en que estamos, aquí no hay tiempo para darle la oportunidad de que se instruya para que vea cómo va a hacer políticas a futuro.
Eso acrecienta nuestro malestar, en el sentido de que ella no viene con background que le permita actuar con eficacia hoy, que es lo que necesitamos. Y a futuro, en la medida en que ella tiene y comparte esa visión de mundo, de política, de construcción democrática, evidentemente el lugar de las mujeres en esa visión no es el lugar que queremos, ni el lugar que hemos peleado durante todas estas décadas y claro, está muy lejos de lo que demandamos el pasado 8 de marzo.
En ese sentido ¿tiene posibilidades Macarena Santelices de ser la ministra de Estado que las mujeres chilenas necesitan?
Yo creo que no. Sinceramente, y esto no es un problema personal sino que un problema político, ideológico, de visión de país y de lo que somos las mujeres en tanto sujetas políticas y vinculadas en relaciones de género discriminatorias y desiguales. Creo que lo que ha pasado durante estos más de dos años con este gobierno no nos lleva a tener ninguna sana esperanza de que las cosas vayan a cambiar con la designación de esta ministra. El problema es bastante más de fondo.
¿Ve una intención al menos?
No es un problema de buenas intenciones, no es un problema de que ella no entienda la violencia contra las mujeres, es formar parte de una acción política, de un quehacer político institucional y un sector que mira la realidad desde el privilegio, desde el neoliberalismo y desde políticas contrarias al feminismo.
Entonces lo que sucede con el Ministerio de la Mujer está inscrito en esa realidad. Ella no va a ser una isla en medio de este marasmo, de esta irresponsabilidad y falta de compromiso con las necesidades de las mujeres. Ella no va a ser la excepción a la regla.