Brasil | Ministro de Defensa tras otro acto de Bolsonaro contra el Congreso: “Las FFAA siempre estarán del lado de la democracia” 

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“Las Fuerzas Armadas siempre estarán del lado de la democracia y la libertad”, afirmó el ministro de Defensa brasileño

Mediante un comunicado publicado este lunes, el ministro de Defensa de Brasil, el general Fernando Azevedo e Silva, afirmó que “las Fuerzas Armadas cumplen con su misión constitucional. La Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea son organismos del Estado, que consideran la independencia y la armonía entre los poderes imprescindibles para la gobernabilidad del país”.

Por otra parte, y haciendo referencia a las agresiones sufridas por trabajadores de la prensa durante las manifestaciones pro golpistas, contra el Congreso y el Poder Judicial, realizadas por simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro, Azevedo dijo que “cualquier agresión contra los profesionales de la prensa es inaceptable”, y en ese sentido agregó que “la libertad de expresión es un requisito fundamental en un país democrático”.

Marcando una clara diferencia con el ex capitán que está a la cabeza del Ejecutivo, el general que dirige el ministerio de Defensa afirmó, refiriéndose a la covid-19: “Estamos enfrentando una pandemia de consecuencias sanitarias y sociales todavía imprevisibles, que requiere el esfuerzo y el entendimiento de todos. Las Fuerzas Armadas estarán siempre del lado de la ley, del orden, de la democracia y de la libertad. Ese es nuestro compromiso”.

Paralelamente, según informó la cadena Globo, las declaraciones de Bolsonaro durante el acto golpista del domingo en Brasilia, en las que afirmó tener el apoyo de las Fuerzas Armadas, generaron molestias en las altas jerarquías castrenses.

Incluso trascendió que el domingo, ministros que integran el Supremo Tribunal Federal (STF) –la máxima instancia de la Justicia brasileña– conversaron con generales con los que suelen tener intercambios y estos últimos dijeron en forma categórica a los juristas que las declaraciones del presidente fueron a título personal y que no hay ningún riesgo de que las Fuerzas Armadas apoyen un golpe de Estado de Bolsonaro. “Si el presidente tiene esa idea tendrá que buscar apoyo en otro lugar”, aseguraron, grosso modo, los generales a los integrantes del STF.

En otro orden, este lunes asumió como nuevo director general de la Policía Federal Rolando Souza, a quien Bolsonaro designó luego de que la Justicia rechazó su intención de poner en el cargo a Alexandre Ramagem, por tener estrechos vínculos con el mandatario y sus hijos. Ayer mismo, y poco después de asumir su cargo, Souza decidió cambiar la jefatura de la superintendencia de la Policía de Río de Janeiro, lugar en el que el presidente tiene particular interés en controlar las investigaciones policiales que puedan implicar a sus familiares y aliados políticos. De acuerdo con lo que informó el periódico Folha de São Paulo, Ramagem, si hubiera asumido el puesto, también habría hecho este cambio.

En el momento de su renuncia, la semana pasada, el ahora ex ministro de Justicia y Seguridad Pública Sérgio Moro denunció que Bolsonaro quería interferir en la Policía Federal y pretendía además hacer cambios en las principales autoridades policiales de los estados de Río de Janeiro y Pernambuco.

Hablando de Moro, este lunes Agência Pública de Brasil reveló que durante el tiempo que el ex juez se desempeñó como ministro de Justicia y Seguridad Pública se firmaron varios acuerdos con la Agencia Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), con lo que se incrementó la influencia de los agentes extranjeros tanto en la Policía Federal brasileña como en otras reparticiones del Estado dedicadas a la lucha contra el crimen. Según la investigación periodística que se llevó a cabo a lo largo de varios meses, entre otros hechos, agentes estadounidenses estuvieron en un centro de inteligencia brasileño situado en la zona de la triple frontera y además se les proporcionó a los investigadores extranjeros datos biométricos de ciudadanos brasileños.

Los vínculos de Moro con el FBI parecen haber sido muy estrechos. Según el informe de Agência Pública, en julio del año pasado, pocos días después de que el sitio de investigación The Intercept publicara los documentos del llamado Vaza Jato, el ex juez aprovechó unos días de licencia para viajar a Washington a reunirse con autoridades del FBI, datos a los que se accedió mediante la Ley de Acceso a la Información. Pocos días después del viaje de Moro a la capital estadounidense, el hacker Walter Delgatti fue detenido por la Policía Federal y admitió haber accedido en forma ilegal a los teléfonos de Moro y otros integrantes de la causa Lava Jato, en los que quedó en evidencia el accionar político del ex juez en la causa.

La Diaria


Nota Oficial | As Forças Armadas cumprem a sua missão Constitucional

Marinha, Exército e Força Aérea são organismos de Estado, que consideram a independência e a harmonia entre os Poderes imprescindíveis para a governabilidade do País.

A liberdade de expressão é requisito fundamental de um País democrático. No entanto, qualquer agressão a profissionais de imprensa é inaceitável.

O Brasil precisa avançar. Enfrentamos uma Pandemia de consequências sanitárias e sociais ainda imprevisíveis, que requer esforço e entendimento de todos.

As Forças Armadas estarão sempre ao lado da lei, da ordem, da democracia e da liberdade. Este é o nosso compromisso.

Fernando Azevedo e Silva

Ministro de Estado da Defesa

Defesa Aérea & Naval


Saiba quem é Rolando Alexandre de Souza, novo diretor-geral da PF

O presidente Jair Bolsonaro (sem partido) nomeou nesta segunda-feira (04) como novo diretor-geral da Polícia Federal, Rolando Alexandre de Souza. Antes de ocupar o cargo de secretário de Planejamento na Agência Brasileira de Inteligência (Abin) a convite de Alexandre Ramagem, entre 2018 e 2019, Souza foi superintendente da Polícia Federal em Alagoas. Ele também foi chefe do Serviço de Repressão a Desvio de Recursos Públicos e ocupou cargos de chefia na Divisão de Combate a Crimes Financeiros e na superintendência da PF em Rondônia.

Considerado como o número 02 de Ramagem na instituição, em 2007, ele chefiou a Organização Internacional de Polícia Criminal (Interpol) em Rondônia. Rolando também fez parte da Academia Militar das Agulhas Negras (Aman), além de ser especialista em crimes financeiros.

A Federação Nacional dos Policiais Federais (Fenapef) divulgou nota sobre a nomeação de Rolando afirmando que ele possui “um nome técnico e preparado para assumir a missão em um momento de muitos desafios”.

A nota diz ainda que “a Federação não se furtará à defesa intransigente dos trabalhos de investigação da Polícia Federal e de todos os policiais federais, buscando sempre a melhoria e independência das investigações criminais em nosso país”.

Rolando Alexandre de Souza é o novo diretor da Polícia Federal
Depois de retirar Valeixo do cargo no último dia 24, Bolsonaro nomeou Alexandre Ramagem, diretor-geral da Agência Brasileira de Inteligência (Abin). No entanto, após o ex-juiz federal dizer que o presidente queria alguém do seu contato pessoal, para quem ele pudesse ligar e colher informações de relatórios de inteligência, o ministro do Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes suspendeu a nomeação na última quarta-feira (29/4) falando de princípios de impessoalidade em sua justificativa. Bolsonaro, no entanto, disse que «não engoliu» a decisão, chamando o ato de «político».

A decisão de nomear Rolando Alexandre de Souza para chefiar a instituição é vista como uma solução para continuar os serviços da agência, enquanto Bolsonaro tenta reverter a decisão do Supremo Tribunal Federal (STF). Além disso, enxerga-se como uma extensão da influência de Ramagem, que é amigo da família Bolsonaro.

Correio Braziliense


Bolsonaro se niega a dar resultados de pruebas de Covid-19

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dice que ha dado negativo al coronavirus en dos ocasiones, pero muchos, incluido un juez federal, le exigen que comparta los resultados. Sin embargo, el mandatario se niega.

Este enfrentamiento surrealista es el más reciente en una batalla más amplia entre un presidente que a menudo ha probado los límites de su poder, y las instituciones democráticas. Preocupa que cuando Bolsonaro rebata pueda provocar una crisis constitucional.

El presidente ha minimizado la pandemia de coronavirus y ha criticado duramente las medidas impuestas por gobernadores y alcaldes para controlar la propagación del virus. En su lugar, pide que la mayoría de la gente regrese a trabajar.

Pero los tribunales lo han frenado repetidamente, en este tema y en otros: Fallaron que los gobernadores y alcaldes tienen el poder para determinar las medidas de confinamiento; revocaron el decreto del presidente que permitía reuniones religiosas y tratan de forzar la publicación de sus resultados de las pruebas de Covid-19 para poner fin a las especulaciones de que pudo haber mentido. También rechazaron a su nominado para ocupar la dirección de la policía nacional y el sábado suspendieron su decisión de expulsar a 30 diplomáticos venezolanos del país.

Los simpatizantes de Bolsonaro han denunciado que las decisiones son parte de un complot para hacer fracasar su presidencia, y él mismo dijo que es víctima de la injerencia de jueces obstruccionistas.

«Suficiente con la intromisión. ¡No vamos a permitir más intromisiones!», dijo el mandatario el domingo. «Se ha agotado la paciencia. Vamos a llevar a Brasil hacia adelante».

Los analistas señalaron que las decisiones judiciales imponen restricciones a un populista que está probando los límites democráticos y ha mostrado que no tiene miedo de llevar sus disputas legales a las calles cuando no está feliz con los tribunales.

Bolsonaro y sus votantes han criticado frecuentemente a las cortes cuando éstas acotan su poder. Recientemente condenaron la decisión de un juez de bloquear la nominación de un nuevo director de la policía federal, quien es considerado por muchos como demasiado cercano a la familia Bolsonaro.

Incluso algunos críticos, como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, creen que Supremo Tribunal Federal de Brasil se extralimitó en esa instancia.

El máximo tribunal también aprobó la apertura de una investigación en torno a si la designación constituía una injerencia política ilegal.

La disputa sobre sus resultados de las pruebas de coronavirus ha provocado un capítulo particularmente inusual. Las inquietudes sobre la salud de Bolsonaro comenzaron en marzo, cuando el presidente regresó de un viaje a Estados Unidos y los medios locales reportaron en las siguientes semanas que más de una decena de miembros de su delegación habían dado positivo al Covid-19, la enfermedad provocada por el virus.

Los primeros reportes no confirmados señalaron que Bolsonaro había dado positivo, pero luego anunció en sus redes sociales que sus resultados fueron negativos. Se ha negado a entregar el documento real, alegando privacidad médica.

La semana pasada, un juez federal de Sao Paulo ordenó al presidente que presentase los resultados en respuesta a una solicitud del diario O Estado de S. Paulo. En su lugar, el procurador general de Bolsonaro envió un resumen de los resultados. El juez volvió a insistir en los resultados reales y el sábado, otro juez dio a Bolsonaro cinco días para proporcionarlos.

Bolsonaro también ha enredado la situación recientemente. Luego de las demandas, la semana pasada apuntó que «quizás» había contraído el virus sin saberlo.

Todo este tiempo, Bolsonaro ha seguido apareciendo en público sin mascarilla, dirigiéndose a multitudes y estrechando las manos de simpatizantes, en una ocasión tras limpiarse la nariz.

Aunque un resultado positivo podría no afectar el apoyo entre sus simpatizantes más recalcitrantes, quizá erosione el de un sector moderado, una porción de población que no son seguidores leales pero que creen que sus políticas son razonables, dijo Lucas de Aragão, socio de la firma de consultoría Arko Advice.

«Todo esto crea un ambiente de crisis institucional», apuntó Carlos Melo, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Sao Paulo. «Las crisis constitucionales son complicadas porque cuando las instituciones ya no resuelven las polémicas y conflictos, ¿quién lo hace? ¿El uso de la fuerza?».

Mientras la crisis política y económica derivada de la pandemia se agrave en Brasil, Bolsonaro podría intentar desacreditar aún más a las instituciones democráticas, buscando alguien a quien culpar para capear la tormenta, según los analistas.

«Es por esto que está atacando a los gobernadores y a la judicatura», señaló de Aragão. «El gobierno de Bolsonaro y sus defensores más influyentes están siempre buscando un enemigo común porque esto crea una sensación de comunidad entre sus seguidores».

Algo de esto empieza a verse ya: Durante el fin de semana, la base de partidarios del dirigente hicieron que la etiqueta #GolpeDeEstadoDelSupremoTribunal fuese tendencia en Twitter en Brasil; mientras, en la capital, Brasilia, el sábado manifestantes corearon lemas como: «Cuidado jueces, sus túnicas se convertirán en esposas».

«Queremos que nuestro presidente pueda gobernar», manifestó Bia Kicis, una legisladora que apareció junto a Bolsonaro el domingo, en una transmisión en vivo en la página de Facebook del mandatario. «¡Nuestra gente no va a permitir que los jueces (del Supremo Tribunal), a golpe de bolígrafo, impidan que nuestro presidente gobierne!».

Los expertos dijeron que Bolsonaro está jugando a un juego peligroso al trasladar sus batallas legales a las calles. “¿Por qué no recurre? ¿Por qué salir a las calles?”, se preguntó Melo. “Esto es populismo. No comprende el proceso constitucional de apelaciones en el país”.

La Tercera

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