Argentina: carta abierta en apoyo a la reestructuración de la deuda
Deuda. Convocados por Stiglitz, 160 economistas del mundo firman una carta en apoyo a la Argentina
Son más de 150 nombres célebres de la academia, unidos en un documento en apoyo a la Argentina. Encabezada por Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía (2001) y tutor del ministro Martín Guzmán, la carta abierta difundida hoy lleva las firmas del Francés Thomas Piketty, los estadounidenses Jeffrey Sachs y Kenneth Rogoff, y el venezolano Ricardo Hausmann, entre otros.
Publicado en el sitio Project Syndicate, el documento defiende la propuesta de canje presentada por el Gobierno argentino y pide «una solución responsable» a la reestructuración de la deuda local que siente «un precedente positivo» para el sistema financiero internacional en su conjunto.
«Creemos que un acuerdo sustentable beneficia a ambas partes: a una economía en dificultades con 45 millones de personas y a los prestamistas. Es el momento para los acreedores privados a actuar de buena fe», concluye el documento, redactado por Stiglitz, Edmund Phelps, economista de la universidad de Yale (Premio Nobel 2006), y Carmen Reinhardt (Harvard), que cuenta con el apoyo de colegas de 20 países.
Agradecemos el apoyo de economistas de todo el mundo.
Argentina conserva el optimismo de poder llegar a un acuerdo con nuestros acreedores que permita restaurar la sostenibilidad de nuestra deuda y hacer posible la recuperación económica luego del Covid-19.
— Martín Guzmán (@Martin_M_Guzman) May 6, 2020
El ministro Guzmán, por su parte, compartió el documento en su cuenta de Twitter, y agradeció el apoyo de los economistas. «Argentina sigue siendo optimista de poder alcanzar un acuerdo con nuestros acreedores que permita recuperara la sostenibilidad de la deuda y hacer que la recuperación después del Covid-19 sea posible», escribió el ministro, quien junto a Stiglitz y José Ocampo editó el libro Too Little, Too Late (2016) acerca de los problemas de las reestructuraciones de deuda.
En la carta, los economistas internacionales plantean que la pandemia del coronavirus y la crisis económica acelerada por las medidas de aislamiento dispuestas para frenar la expansión de la enfermedad empujaron a la humanidad a la «peor recesión global de los tiempos modernos», en una situación que forzó a los Estados a avanzar con políticas públicas y mayor gasto para fortalecer los sistemas de salud y brindar apoyo económico al sector privado y a la población más vulnerable.
«La presión sobre las finanzas públicas se volvió enorme, particularmente en países en desarrollo que ya estaban altamente endeudados», dice el texto, que destaca además las iniciativas globales impulsadas por el FMI y el Banco Mundial para aliviar el peso de la deuda a 76 de los países más pobres del mundo.
En ese contexto, los economistas se muestran alineados con la postura de Guzmán, quien insiste en alcanzar un acuerdo que vuelva «sustentable» el horizonte de deuda argentino. «Frente a esta emergencia global, la Argentina está encabezando su proceso de reestructuración de deuda en una forma constructiva, de buena fe y con el apoyo de todos los sectores políticos», escriben.
«Desde 2016, cuando el país recuperó el acceso a los mercados internacionales, los prestamistas externos hicieron una apuesta con títulos de deuda con altas tasas de interés, que eran solamente compatibles con tasas de crecimiento robustas que no se materializaron», agregan en el documento, en referencia a la evolución de la economía argentina, en crisis desde abril de 2018 y con más de dos años consecutivos de recesión.
«En febrero, antes de la crisis por el Covid-19, el FMI concluyó que la deuda argentina ‘no es sustentable’. Hay consenso de que esa deuda es impagable, con pagos de intereses que se duplicaron en el gasto total del sector público», añaden, al tiempo que afirman que el costo de refinanciar las deudas «se ha vuelto excesivamente alto».
Según los firmantes describen que la Argentina presentó «una oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país». En los términos oficializados por Guzmán, en canje propone quitas del 5,4% en el capital y del 62% en los intereses, con tres años de gracia. «A los acreedores se les pide que recorten su flujo de ganancia pero aún así recibir intereses razonables en el futuro», insisten, al enfatizar que «solo una economía que crece sustentablemente puede cumplir con sus compromisos financieros a lo largo del tiempo».
En ese marco, los firmantes consideran que esta negociación puede ser un caso paradigmático para el sistema financiero internacional, al convertirse en una oportunidad de resolver una crisis de deuda soberana «de una forma ordenada, eficiente y sustentable».
«La ausencia de un marco normativo internacional no debería privar a los países endeudados de la posibilidad de proteger a su gente y proveer las condiciones para la recuperación económica durante la mayor crisis global que tengamos memoria», definen.
El listado de economistas firmantes concentra a algunos de los más renombrados académicos y profesores en distintas casas de estudio. Además de los mencionados, se encuentran el turco Dani Rodrik (Harvard y Princeton), el chino Justin Yifu Lin (exvicepresidente y economista jefe del Banco Mundial), Mariana Mazzucato (University College London), la argentina Nora Lustig (Tulane University, EE.UU.) y el pakistani Anwar Shaikh (NYU).
El texto de la carta llevaba varios días de gestación y fue impulsado por el propio Stiglitz, que hace meses participa en el debate público con críticas a los acreedores privados y en defensa a la postura de quita de la Argentina. Según publicó Perfil, el economista se encargó de buscar las adhesiones al texto enviando correos electrónicos personalizados a sus colegas de diferentes partes del mundo.
Gesto desde España
A su vez, el Gobierno recibió esta semana un espaldarazo por parte del gobierno español en sus conversaciones con el FMI, el Club de Paris y los tenedores de bonos. La ministra de Economía de ese país, Nadia Calviño, envió una carta a Guzmán donde expresa su «apoyo» al intento de alcanzar una «solución consensuada» con los acreedores «que permita reconducir la deuda de la República Argentina a una senda sostenible.
Carta abierta a la comunidad financiera internacional en apoyo a la propuesta de reestructuración de la deuda argentina
La pandemia del Covid-19 generó una crisis mundial sin precedentes
. La trágica pérdida de vidas humanas y la caída en la actividad económica encamina a la humanidad hacia la peor recesión mundial en tiempos modernos. La presión sobre las finanzas públicas se ha vuelto enorme, en particular en los países en desarrollo que ya se encontrabanaltamente endeudados. El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las Naciones Unidas (ONU) han impulsado diversas iniciativas para aliviar la carga de la deuda pública en esta situaciónextraordinaria. Como un primer paso, los países del G20 han acordado otorgar una moratoria a la deuda oficial bilateral de las 76 naciones más pobres del mundo.
Este momento constituye una prueba definitiva para la arquitectura financiera internacional.»Sostenibilidad» se convirtió en un términoomnipresente en las finanzas e inversiones globales, y por buen motivo. Los principios desostenibilidad – como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas – hablan sobre la construcción de un mundo mejor. Yesos principios son sumamente relevantes cuando se trata de la deuda soberana de países en desarrollo en dificultades.
En este escenario de emergencia global, Argentina está llevando adelante un proceso de reestructuración de la deuda pública de manera constructiva, de buena fe y con el respaldo de todo el arco político.Desde 2016, cuando el país recuperó el acceso a los mercados internacionales, los acreedores externos hicieron una apuesta adquiriendo deuda con altos rendimientos que dependía de tasas de crecimiento extremadamente robustas que no se materializaron. En febrero, antes de que se agudizara la crisis de Covid-19, el FMIconcluyó que la deuda pública argentina es «insostenible». Hay consenso en que la deuda es impagable, con pagos de intereses que se han duplicado en relación a los ingresos del gobierno, y que elcosto de refinanciación se ha tornado excesivamente alto.
Una renegociación requiere el compromiso de todas las partes. Argentina ha presentado a sus acreedores privadosuna oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país: un período de gracia de tres años con una quita reducida en el capital y significativa en los intereses. Esta propuesta se encuentra en línea con el análisis técnico realizado por el FMI, que establece que la reestructuración requiere de “una contribución apreciable de los acreedores privados”para restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad. Esta es la única manera de combatir la pandemia yponer la economía en un camino sostenible. Antes de la crisis, el Banco Mundial sostuvo que la pobreza urbana enArgentina es35,5%, y la pobreza infantil 52,3%. La ONU ahora ve el impacto de la crisis en el país como uno de los peores de la región, con el FMI proyectando una contracción del 5,7% en 2020.
A los acreedores se les está pidiendo que recorten el flujo de ingresos, pero seguiránrecibiendo tasas de interés razonables en el futuro. Argentina ha ratificado su voluntad de servir la deuda reestructurada, precisamenteporque se tornará factible con el nuevo tipo de interés propuesto. Sólo una economía que crecede manera sustentable puede cumplir sus compromisos financieros a largo plazo. La diferencia de trato entrecapital e intereses está diseñada precisamente para aliviar la carga del servicio de la deuda, mientras que el paíslucha contra el Covid-19 y trabaja para recuperar el crecimiento. De hecho, la reducción del cupón promedio de los bonosque ofrece la Argentina (del promedio actual del 7% al 2,3%) es razonable considerando el entornoactual de tasas de interés.
En este momento excepcional de la historia mundial, la oferta propuesta por Argentina también presenta una oportunidad para que la comunidad financiera internacional demuestre que es capaz de resolver una crisis de deuda soberanade manera ordenada, eficiente y sustentable. La ausencia, a nivel internacional, de un marco legalque permita reestructurar deudas soberanas no debería privar a los países endeudados de la posibilidad de proteger a sus pueblos y de reencauzarsu recuperación económica durante la mayor crisis mundial de la que tenemos memoria.
Creemos que un acuerdo sostenible beneficia a ambas partes: a una nación soberana de 45millones de habitantes que enfrenta dificultades y a los propios acreedores. Llegó el momento de que los acreedores privados actúen de buena fe.Una resolución responsable sentará un precedente positivo, no sólo para la Argentina, sino para el sistema financiero internacional en su conjunto.
Firmantes (las afiliaciones son solo para fines de identificación):
Joseph Stiglitz, 2001 Nobel Laureate in Economics; Columbia University, United States
Edmund S. Phelps, 2006 Nobel Laureate in Economics; Columbia University, United States
Jeffrey D. Sachs, Columbia University, United States
Carmen Reinhart, Harvard University, United States
Dani Rodrik, Harvard Kennedy School, United States
Thomas Piketty, School for Advanced Studies in the Social Sciences, France
Mariana Mazzucato, University College London, United Kingdom
Kenneth Rogoff, former IMF Chief Economist and Harvard University, United States
Brad Setser, Council on Foreign Relations, United States
Ricardo Hausmann, former IADB Chief Economist; Harvard Kennedy School, United States
Carlos Ominami, former Economy Minister, Chile
Yu Yongding, former member of the Monetary Policy Committee, China
Erik Berglof, former EBRD Chief Economistand London School of Economics, United Kindgom
Nora Lustig, Tulane University, United States
Nelson Barbosa, former Minister of Finance and Planning, Brazil
Justin Yifu Lin, former World Bank Chief Economistand Peking University, China
Partha Dasgupta, University of Cambridge, United Kindgom
Kevin P. Gallagher, Boston University, United States
Stephany Griffith-Jones, Columbia University, United States
Stephanie Blankenburg, UNCTAD, Geneva
Richard Kozul-Wright, UNCTAD, Geneva
Ricardo Ffrench Davis, University of Chile, Chile
James K. Galbraith, University of Texas, United States
Jean-Paul Fitoussi, SciencesPo, France
Amar Bhattacharya, Brookings Institution, United States
Robert Boyer, National Scientific Research Council, France
Robert Pollin, University of Massachusetts-Amherst, United States
Robert Howse, NYU Law, United States
Giovanni Dosi, Scuola Superiore Sant’Anna, Pisa, Italy
Juan Carlos Moreno Brid, National Autonomous University of Mexico, Mexico
Josh Bivens, Economic Policy Institute, United States
Arjun Jayadev, Azim Premji University, India
David Soskice, London School of Economics, United Kingdom
Jayati Ghosh, Professor of Economics, Jawaharlal Nehru University, India
Mauro Gallegati, Università Politecnica Delle Marche, Italy
Natalya Naqvi, London School of Economics, United Kingdom
Daniela Gabor, UWE Bristol, United Kingdom
Marcus Miller, University of Warwick, United Kingdom
John E. Roemer, Yale University, United States
William H. Janeway, University of Cambridge, United Kingdom
Dean Baker, Center for Economic and Policy Research and University of Utah, United States
Gerald Epstein, University of Massachusetts Amherst, United States
Anwar Shaikh, New School University, United States
Kaushik Basu, Cornell University, United States
Matias Vernengo, Bucknell University, United States
Philippe Aghion,London School of Economics, United Kingdom
Anne Laure Delatte, Centre d’Etudes Prospectives et d’Informations Internationales, France
Sudhir Anand, London School of Economics, United Kingdom
Christoph Trebesch, University of Kiel, Germany
John Weeks, University of London, United Kingdom
David Vines, University of Oxford, United Kingdom
Saskia Sassen, Columbia University, United States
Sandra Polaski, Boston University, United States
Thomas Pogge, Yale University, United States
Rhys Jenkins, University of East Anglia, United Kingdom
Jurgen Kaiser, Jubilee Germany
Gary A. Dymski, University of Leeds, United Kingdom
Andreas Antoniades, University of Sussex, United Kindgom
Raphael Kaplinsky, University of Sussex, United Kindgom
Diane Elson, University of Essex, United Kindgom
Ernst Stetter, former Secretary General, Foundation for European Progressive Studies
Ozlem Onaran, University of Greenwich, United Kindgom
Todd Howland, Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights
Isabel Ortiz, Columbia University, United States
Carolina Alves, University of Cambridge, United Kingdom
Eric LeCompte, Jubilee USA Network, United States
Richard Jolly, University of Sussex, United Kindgom
Christoph Trebesch, University of Kiel, Germany
Diego Sanchez-Ancochea, University of Oxford, United Kindgom
Mark Weisbrot, Center for Economic and Policy Research, United States
Lara Merling, International Trade Union Confederation (ITUC), United States
Pedro Mendes Loureiro, University of Cambridge, United Kindgom
Ilene Grabel, University of Denver, United States
Sabri Öncü, CAFRAL, India
David Hall, University of Greenwich, United Kindgom
Jose Esteban Castro, Newcastle University, United Kindgom
Andy McKay, University of Sussex, United Kindgom
Stefano Prato, Society for International Development (SID), United States
Rosemary Thorp, University of Oxford, United Kingdom
Barry Herman, The New School for Public Engagement, United States
Andres Aruaz, former Minister of Knowledge and Central Bank General Director, Ecuador
Manuel Alcántara, University of Salamanca, Spain
Alex Izurieta, UNCTAD, Geneva
Michael Cichon, UNU Maastricht, Netherlands
Biswajit Dhar, Jawaharlal Nehru University, India
Jens Martens, Global Policy Forum, United States
Nicolas Pons-Vignon, University of the Witwatersrand, South Africa
Jean Saldanha, European Network on Debt and Development (Eurodad)
Leonidas Vatikiotis, Debtfree Project, Unites States
Valpy FitzGerald, University of Oxford, United Kingdom
Giovanni Andrea Cornia, University of Florence, Italy
Matthias Thiemann, SciencesPo, France
Yılmaz Akyüz, former Chief Economist, South Centre, Geneva
Stephan Schulmeister, University of Vienna, Austria
Eduardo Strachman, São Paulo State University (UNESP), Brazil
Peter Dorman, Evergreen State College, United States
P. Chandrasekhar, Jawaharlal Nehru University, India
Leopoldo Rodriguez, Portland State University, United States
Chris Tilly, University of California Los Angeles, United States
Tracy Mott, University of Denver, United States
Jeffrey Madrick, Schwartz Rediscovering Government Initiative, United States
Günseli Berik, University of Utah, United States
Joseph Ricciardi, Babson College, United States
Lorenzo Pellegrini, Erasmus University Rotterdam, The Netherlands
Erinc Yeldan, Bilkent University, United States
Sunil Ashra, Management Development Institute, India
Mustafa Özer, Anadolu University, Turkey
Rolph van der Hoeven, Erasmus University Rotterdam, The Netherlands
Al Campbell, University of Utah, United States
Antonella Palumbo, Università Roma Tre, Italy
Arthur MacEwan, University of Massachusetts Boston, United States
Neva Goodwin, Tufts University, United States
Korkut Boratav, Turkish Social Science Association, Turkey
Michael Ash, University of Massachusetts Amherst, United States
Alicia Puyana, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Mexico
John Willoughby, American University, United States
Marco Palacios, El Colegio de Mexico, Mexico
Reza Mazhari, Gonbad Gavous University, Iran
Ann Markusen, University of Minnesota, United States
Renee Prendergast, Queens University, Northern Ireland
Michael Moore, University of Warwick, United Kingdom
Carrasco, Universidad de Monterrey, Mexico
Robert Lynch, Washington College, United States
John Schmitt, Economic Policy Institute, United States
Venkatesh Athreya, Bharathidasan University, India
Jeff Faux, Economic Policy Institute, United States
Kunibert Raffer, University of Vienna, Austria
Jenik Radon, Esq, Columbia University, United States
Maria Joao Rodrigues, Foundation for European Progressive Studies
Stephanie Seguino, University of Vermont, United States
Gustavo Indart, University of Toronto, Canada
Cyrus Bina, University of Minnesota, United States
Alberto Minujin, The New School, United States
Philip Alston, NYU, United States
Sudhir Anand, London School of Economics, United Kingdom
José Gabriel Palma, Cambridge University, United Kingdom
Michael A. Cohen, The New School, United States
Jeff Powell, University of Greenwich, United Kingdom
Restructuring Argentina’s Private Debt is Essential
The COVID-19 pandemic has pushed humanity toward the worst global recession in modern times. Pressure on public finances has become enormous, particularly in developing countries that were already highly indebted.
The World Bank, the International Monetary Fund, and the United Nations have launched various initiatives to relieve the public debt burden in this extraordinary situation. As a first step, the G20 countries agreed to grant a moratorium on official bilateral debt of the world’s 76 poorest economies.This moment poses the ultimate test of the international financial architecture. “Sustainability” is a term that is now ubiquitous in global finance and investment, and for good reason. The principles it embodies – such as in the UN Sustainable Development Goals – speak to building a better world. And those principles are deeply relevant when it comes to the sovereign debt of struggling developing countries.Against the backdrop of this global emergency, Argentina is spearheading its public debt-restructuring process in a constructive manner, in good faith, and with the support of all domestic political sectors. Since 2016, when the country regained access to international markets, external creditors made a bet by acquiring debt with high coupons, but compatible only with extremely robust growth rates that did not materialize. In February, before the COVID-19 crisis became acute, the IMF concluded that Argentina’s public debt is “unsustainable.” There is consensus that the debt is unaffordable, with interest payments having doubled as a share of government revenue. To be blunt, the cost of refinancing has become excessively high.A renegotiation requires the commitment of all parties. Argentina has presented its private creditors a responsible offer that adequately reflects the country’s payment capacity: a three-year grace period with a minor cut in capital and a significant cut in interest. The proposal is in line with the IMF’s technical analysis, which states that substantial debt relief from Argentina’s private creditors will be needed to restore debt sustainability with high probability. Debt relief is the only way to combat the pandemic and set the economy on a sustainable path. Before the crisis, the World Bank estimated that urban poverty in Argentina stood at 35.5%, and child poverty at 52.3%. The UN now regards the impact of the shock on the country as among the worst in its region, with the IMF projecting a 5.7% contraction in GDP in 2020.
Creditors are being asked to trim the revenue stream but would still receive reasonable interest rates in the future. Argentina has ratified its willingness to service the restructured debt, precisely because it will become feasible at the new interest rate proposed. Only an economy that grows sustainably can meet its financial commitments over time.The difference in treatment between capital and interest is designed precisely to alleviate the burden of debt service, while the country fights COVID-19 and works to restore growth. Indeed, the reduction of the average bond coupon offered by Argentina (from the current average of 7% to 2.3%) is reasonable, given the current global interest-rate environment.At this exceptional moment, Argentina’s proposal also presents an opportunity for the international financial community to show that it can resolve a sovereign-debt crisis in an orderly, efficient, and sustainable manner. The absence of an international legal framework for sovereign-debt restructuring should not deprive indebted countries of the possibility to protect their people and provide for economic recovery during the greatest global crisis in our memory.We believe a sustainable agreement benefits both sides: a struggling economy with 45 million people and the creditors themselves. Now is the time for private creditors to act in good faith. A responsible resolution will set a positive precedent, not only for Argentina, but for the international financial system as a whole.
This commentary is co-signed by: Jeffrey D. Sachs, Columbia University; Dani Rodrik, Harvard Kennedy School; Thomas Piketty, School for Advanced Studies in the Social Sciences; Mariana Mazzucato, University College London; Kenneth Rogoff, former IMF chief economist and Harvard University; Brad Setser, Council on Foreign Relations; Ricardo Hausmann, former IADB Chief Economist and Harvard Kennedy School; Carlos Ominami, former Economy Minister, Chile; Yu Yongding, former member of the Monetary Policy Committee, People’s Bank of China; Erik Berglof, former EBRD chief economist and London School of Economics; Nora Lustig, Tulane University; Nelson Barbosa, former Minister of Finance and Planning; Justin Yifu Lin, former World Bank chief economist and Peking University; Partha Dasgupta, University of Cambridge; Kevin P. Gallagher, Boston University; Stephany Griffith-Jones, Columbia University; Stephanie Blankenburg, UNCTAD; Richard Kozul-Wright, UNCTAD; Ricardo French Davis, University of Chile; James K. Galbraith, University of Texas; Jean-Paul Fitoussi, Sciences Po; Amar Bhattacharya, Brookings Institution; Robert Boyer, National Scientific Research Council; Robert Pollin, University of Massachusetts-Amherst; Robert Howse, NYU Law; Giovanni Dosi, Scuola Superiore Sant’Anna; Juan Carlos Moreno Brid, National Autonomous University of Mexico; Josh Bivens, Economic Policy Institute; Arjun Jayadev, Azim Premji University; David Soskice, London School of Economics; Jayati Ghosh, Professor of Economics, Jawaharlal Nehru University; Mauro Gallegati, Università Politecnica Delle Marche; Natalya Naqvi, London School of Economics; Daniela Gabor, UWE Bristol; Marcus Miller, University of Warwick; John E. Roemer, Yale University; William H. Janeway, University of Cambridge; Dean Baker, Center for Economic and Policy Research and University of Utah; Gerald Epstein, University of Massachusetts-Amherst; Anwar Shaikh, New School University; Kaushik Basu, Cornell University; Matias Vernengo, Bucknell University; Philippe Aghion, London School of Economics; Anne Laure Delatte, Centre d’Etudes Prospectives et d’Informations Internationales; Sudhir Anand, London School of Economics; Christoph Trebesch, University of Kiel; John Weeks, University of London; David Vines, University of Oxford; Saskia Sassen, Columbia University; Sandra Polaski, Boston University; Thomas Pogge, Yale University; Rhys Jenkins, University of East Anglia; Jurgen Kaiser, Jubilee Germany; Gary A. Dymski, University of Leeds; Andreas Antoniades, University of Sussex; Raphael Kaplinsky, University of Sussex; Diane Elson, University of Essex; Ernst Stetter, former secretary general, Foundation for European Progressive Studies; Ozlem Onaran, University of Greenwich; Todd Howland, Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights; Isabel Ortiz, Columbia University; Carolina Alves, University of Cambridge; Eric LeCompte, Jubilee USA Network; Richard Jolly, University of Sussex; Christoph Trebesch, University of Kiel; Diego Sanchez-Ancochea, University of Oxford; Mark Weisbrot, Center for Economic and Policy Research; Lara Merling, International Trade Union Confederation; Pedro Mendes Loureiro, University of Cambridge; Ilene Grabel, University of Denver; Sabri Öncü, CAFRAL; David Hall, University of Greenwich; Jose Esteban Castro, Newcastle University; Andy McKay, University of Sussex; Stefano Prato, Society for International Development; Rosemary Thorp, University of Oxford; Barry Herman, The New School for Public Engagement; Andres Aruaz, former Minister of Knowledge and Central Bank General Director, Ecuador; Manuel Alcántara, University of Salamanca; Alex Izurieta, UNCTAD; Michael Cichon, UNU Maastricht; Biswajit Dhar, Jawaharlal Nehru University; Jens Martens, Global Policy Forum; Nicolas Pons-Vignon, University of the Witwatersrand; Jean Saldanha, European Network on Debt and Development (Eurodad); Leonidas Vatikiotis, Debtfree Project; Valpy FitzGerald, University of Oxford; Giovanni Andrea Cornia, University of Florence; Matthias Thiemann, Sciences Po; Yılmaz Akyüz, former chief economist, South Centre, Geneva; Stephan Schulmeister, University of Vienna; Eduardo Strachman, São Paulo State University; Peter Dorman, Evergreen State College; C.P. Chandrasekhar, Jawaharlal Nehru University; Leopoldo Rodriguez, Portland State University; Chris Tilly, University of California Los Angeles; Tracy Mott, University of Denver; Jeffrey Madrick, Schwartz Rediscovering Government Initiative; Günseli Berik, University of Utah; Joseph Ricciardi, Babson College; Lorenzo Pellegrini, Erasmus University Rotterdam; Erinc Yeldan, Bilkent University; Sunil Ashra, Management Development Institute; Mustafa Özer, Anadolu University, Turkey; Rolph van der Hoeven, Erasmus University Rotterdam; Al Campbell, University of Utah; Antonella Palumbo, Università Roma Tre; Arthur MacEwan, University of Massachusetts Boston; Neva Goodwin, Tufts University; Korkut Boratav, Turkish Social Science Association; Michael Ash, University of Massachusetts-Amherst; Alicia Puyana, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Mexico; John Willoughby, American University; Marco Palacios, El Colegio de Mexico; Reza Mazhari, Gonbad Gavous University, Iran; Ann Markusen, University of Minnesota; Renee Prendergast, Queens University; Michael Moore, University of Warwick; Carlos A. Carrasco, Universidad de Monterrey, Mexico; Robert Lynch, Washington College; John Schmitt, Economic Policy Institute; Venkatesh Athreya, Bharathidasan University; Jeff Faux, Economic Policy Institute; Kunibert Raffer, University of Vienna; Jenik Radon, Columbia University; Maria Joao Rodrigues, Foundation for European Progressive Studies; Stephanie Seguino, University of Vermont; Gustavo Indart, University of Toronto; Cyrus Bina, University of Minnesota; Alberto Minujin, The New School; Philip Alston, NYU; Sudhir Anand, London School of Economics; José Gabriel Palma, Cambridge University; Michael A. Cohen, The New School; Jeff Powell, University of Greenwich; and Rob Johnson, President, INET.
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