Otra brigada médica viaja a Sudáfrica y ya combaten la pandemia en 21 países
Otra brigada por la vida viaja a Sudáfrica
Por Ronald Suárez Rivas
Una brigada de 217 profesionales de la salud cubana partió hacia Sudáfrica, para apoyar el combate contra la covid-19 en ese país. Con ella ascienden a 22 las «embajadas médicas» de la Isla que han viajado hacia el exterior, para ayudar a salvar vidas.
En total, suman más de 1 450 los hombres y mujeres de batas blancas, pertenecientes al contingente Henry Reeve, que en medio de la pandemia han partido a 22 naciones de Europa, América Latina y el Caribe, África y Oriente Medio.
En su cuenta en la red social Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, afirmó que «sin descuidar la responsabilidad de proteger a nuestro pueblo y pese a limitaciones que impone el bloqueo, Cuba ofrece modesta cooperación a otros pueblos», y añadió que «ante la covid-19, la prioridad de todos tiene que ser salvar vidas». El Canciller señaló que «esta es una crisis de múltiples y demoledores efectos no solo en el ámbito de la salud, sino también en la economía, el comercio internacional y nuestras sociedades en general».
Y agregó: «Patria es Humanidad. Bajo esa máxima martiana, nuestros profesionales de la salud defienden la atención médica, el bienestar de los pueblos y la vida desde disímiles rincones del mundo».
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, al referirse al grupo que partió hacia Sudáfrica, dijo que la actitud de sus integrantes ha sido fiel a los principios solidarios de nuestro pueblo y de la Revolución.
A pesar de los intentos del gobierno de Estados Unidos para desacreditar la colaboración médica cubana, la crisis por la covid-19 ha echado por tierra las calumnias de Washington. «Algún día le contaremos a nuestros hijos que, tras décadas de películas y propaganda, a la hora de la verdad, cuando la humanidad necesitó ayuda en un momento en que las grandes potencias se escondieron, empezaron a llegar médicos cubanos sin pedir nada a cambio», ha expresado Rafael Correa, expresidente de Ecuador.
Actualización mapa infográfico. 22 Brigadas Médicas “Henry Reeve” enviadas a 21 naciones para enfrentar la nueva pandemia de Covid-19
Mil 455 profesionales de la salud de Cuba, integrados en 22 brigadas médicas “Henry Reeve”, han partido hacia 21 naciones en Europa, América Latina y el Caribe, África y Medio Oriente, en medio de la pandemia, para ayudar a contener en esos territorios afectados la propagación de un virus, al que ya sabemos, se le ganará solo con cooperación y solidaridad.
La Cancillería de Cuba pone a disposición de los lectores este mapa infográfico con datos actualizados de fuentes públicas.
Saludan inminente llegada de médicos de Cuba a Perú
El presidente de la Coordinadora Peruana de Solidaridad con Cuba, Nicolás Aguilar, saludó la próxima llegada de una brigada médica de la isla para luchar contra la Covid-19 y destacó el carácter histórico de esa solidaridad.
‘Era lo que los peruanos esperábamos, que una vez más los médicos cubanos vengan en nuestra ayuda, esta vez a combatir la pandemia de la Covid-19 que también hace estragos en nuestro país, que ya tiene más de 20 mil infectados y más de 500 fallecidos con un promedio de 50 muertos por día’, declaró Aguilar a Prensa Latina.
Destacó la preparación y experiencia de los médicos de la isla y su disposición a ayudar a revertir la situación, como lo hacen en 34 países, incluso en algunos industrializados, como Italia.
Lo hacen exitosamente, anotó, ‘a pesar de sus limitaciones económicas y del criminal bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos’ contra la nación caribeña.
Añadió que han demostrado su capacidad y entrega al derrotar al mortal virus del Ébola, y siempre han extendido su mano generosa y solidaria para ayudar en cualquier desastre a cualquier país que lo pida.
Recordó que la primera brigada médica de la isla llegó a Perú en 1970 y Cuba envió entonces sangre donada por Fidel Castro y otros 150 mil cubanos para los damnificados del terremoto del 31 de mayo de ese año, que causó la muerte de 70 mil habitantes.
Además, una brigada constructora enviada por la isla construyó cinco hospitales en la región norteña de Áncash, donde siguen funcionando y donde se celebró el año pasado el XVIII Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba, señaló Aguilar.
Evocó también la presencia de la Brigada Médica Henry Reeve en la atención a los afectados por el terremoto que golpeó a la regiíon sureña de Ica, en 2007 y por las grandes inundaciones de la norteña región de Piura, en 2017.
Según el gobernador de la región de Áncash, Juan Carlos Morillo, los cubanos estarán en la primera línea de atención y contención de la pandemia, en varias provincias de ese territorio, y en cuidados intensivos.
Añadió que gestionó como gobernante regional la colaboración cubana, que, dijo, también llegará a otras regiones peruanas.
Prensa Latina
Personalidades argentinas defienden presencia de médicos cubanos en ese país
Destacadas figuras argentinas suman su firma a una proclama de apoyo a los médicos cubanos en medio de la arremetida de ciertos sectores, y resaltan el humanismo de los galenos de esa isla caribeña.
“Bienvenidos sean los cooperantes médicos cubanos y de cualquier otra nacionalidad”, apunta el llamamiento, rubricado ya por personalidades como el senador Alfredo Luenzo, las actrices Cecilia Roth y Cristina Banega, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y el politólogo Atilio Borón, entre otros.
En la misiva se señala que la cruda realidad de la Covid-19 demanda pensar en términos de unidad y solidaridad entre pueblos y naciones y convoca y obliga a entender la salud como un derecho humano universal,a reforzar la cooperación internacional, aun reconociendo las diferencias políticas que en otros temas pueden separarnos.
“El virus mata sin respetar fronteras ni ideologías”, subraya el texto, en el que se hace referencia que en Argentina se están habilitando nuevos centros de salud y camas para los momentos más duros que pueden llegar, pero se necesita más personal médico y de enfermería y no se debe descartar recurrir a la cooperación internacional.
Al aludir a la noticia sobre una posibilidad de que se pueda contar con el aporte de 200 profesionales de la salud procedentes de Cuba, el documento apunta que ello “ha desatado voces que anteponen prejuicios ideológicos y consideraciones absolutamente fuera de lugar, como los intereses comerciales privados, en esta hora de grave emergencia global”.
Cuba ha acumulado durante décadas experiencia en el desarrollo de la cooperación internacional en materia de salud, reconocida por las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y muchos gobiernos del mundo, y es uno de los países que ha demostrado mayor coherencia con el Compromiso de Buenos Aires para la Cooperación Sur-Sur, señala el texto.
Asimismo, resalta los resultados de esa nación caribeña en el enfrentamiento al ébola en África, el dengue y la ceguera en América Latina y el Caribe, el cólera en Haití y en desastres y grandes Epidemias en Pakistán, Indonesia, México, Ecuador, Perú, Chile y Venezuela, entre otros.
Los firmantes destacan cómo en el escenario actual esa isla ha destinado ya más de una veintena de brigadas y más de dos mil profesionales de la salud para sumarse a los esfuerzos nacionales en más de dos decenas de países, incluidas naciones con condiciones económicas mucho más favorables como Italia, Andorra o Qatar.
“Al igual que cualquier otro país del mundo, el gobierno de Argentina y sus autoridades provinciales o municipales tienen el derecho constitucional y el respaldo legal para solicitar a quien consideren la ayuda que requieran en cualquier momento”, agrega el documento.
Personalidades como la escritora Stella Calloni, el músico Juan Falú y el presidente del Parlasur, Oscar Laborde, resaltan que como pueblo “tenemos el derecho de exigir a las autoridades que acudan a todos los medios posibles, incluida la solidaridad y la cooperación internacional, para la satisfacción de sus derechos básicos, en primer lugar, el de la vida y la salud”.
Por último, el documento apunta que “el rechazo a la sola posibilidad de que vengan médicos cubanos se alinea con la campaña de Estados Unidos contra la colaboración médica cubana en el mundo, que hoy es parte de la agresividad y recrudecimiento del bloqueo contra ese hermano país”.
Descalificar, mentir y atacar algo que no ha ocurrido, pero que pudiera ocurrir como parte de la estrategia del gobierno nacional, o de los gobiernos provinciales y municipales para enfrentar la pandemia de Covid-19, es cuando menos, un acto criminal que daña a todas y todos y, de paso, enrarece las relaciones internacionales de nuestro país, concluye.
Texto íntegro de la carta
Bienvenidos sean los cooperantes médicos cubanos y de cualquier otra nacionalidad
La cruda realidad de la pandemia Covid 19 nos demanda pensar en términos de unidad y solidaridad entre pueblos y naciones. Nos convoca y obliga a entender la salud como un derecho humano universal y a reforzar la cooperación internacional, aun reconociendo las diferencias políticas que en otros temas pueden separarnos.
Hoy se trata de preservar la vida de millones de personas, sin excepciones, y esto es lo que cobra la mayor importancia. El virus mata sin respetar fronteras ni ideologías.
En Argentina estamos sobrellevando esta desgracia con acertadas medidas que reducen los riesgos de contagios y muertes. Se están habilitando nuevos centros de salud y preparando cantidad de camas para los momentos más duros que pueden llegar.
Pero necesitaremos más personal médico y de enfermería y para ello no podemos descartar que necesitemos recurrir a la cooperación internacional.
Se ha informado de una posibilidad cierta de que podamos contar con el aporte de 200 profesionales de la salud procedentes de Cuba.
Y ello ha desatado voces que anteponen prejuicios ideológicos y consideraciones absolutamente fuera de lugar, como los intereses comerciales privados, en esta hora de grave emergencia global.
Cuba ha acumulado durante décadas experiencia en el desarrollo de la cooperación internacional en materia de salud, reconocida por las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y muchos gobiernos del mundo.
Cuba es uno de los países que ha demostrado mayor coherencia con el Compromiso de Buenos Aires para la Cooperación Sur-Sur Son conocidos los resultados de Cuba en el enfrentamiento al ébola en África, el dengue y la ceguera en América Latina y el Caribe, el cólera en Haití y en Desastres y Grandes Epidemias en Pakistán, Indonesia, México, Ecuador, Perú, Chile y Venezuela, entre otros.
En el actual escenario Cuba ha destinado ya más de una veintena de brigadas y más de 2 mil profesionales de la salud para sumarse a los esfuerzos nacionales en más de dos decenas de países, incluidas naciones con condiciones económicas mucho más favorables como Italia, Andorra o Qatar.
También ha colaborado con países de los cinco continentes y salvado millones de vidas aportando los inobjetables desarrollos de su industria médico-farmacéutica y biotecnológica, algo de lo que por fortuna no se han excluido las empresas y laboratorios públicos y privados de la Nación.
Cada país batalla contra la pandemia de la manera que considera más efectiva.
Al igual que cualquier otro país del mundo, el gobierno de Argentina y sus autoridades provinciales o municipales tienen el derecho constitucional y el respaldo legal para solicitar a quien consideren la ayuda que requieran en cualquier momento.
Nosotros como pueblo tenemos el derecho de exigir a las autoridades que acudan a todos los medios posibles, incluida la solidaridad y la cooperación internacional, para la satisfacción de sus derechos básicos, en primer lugar, el derecho a la vida y la salud, tan relevante en las actuales circunstancias.
El rechazo a la sola posibilidad de que vengan médicos cubanos se alinea con la campaña de Estados Unidos contra la colaboración médica cubana en el mundo, que hoy es parte de la agresividad y recrudecimiento del bloqueo contra ese hermano país.
Descalificar, mentir y atacar algo que no ha ocurrido, pero que pudiera ocurrir como parte de la estrategia del gobierno nacional, o de los gobiernos provinciales y municipales para enfrentar la pandemia de Covid-19, es, cuando menos, un acto criminal que daña a todas y todos y, de paso, enrarece las relaciones internacionales de nuestro país.