El Grupo de Puebla denuncia “oscurantismo” de Bolsonaro, opacidad de Lenín Moreno e inequidad de Piñera en el manejo de la pandemia

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El Grupo de Puebla, la organización integrada por líderes progresistas de América Latina, aseguró que la emergencia provocada por el coronavirus demostró el fracaso de las políticas neoliberales, defendió el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuestionó la manera en que gobiernos de derecha están enfrentando la pandemia, en especial el presidente Jair Bolsonaro en Brasil, a quien acusó de estar cometiendo directamente crímenes de lesa humanidad por contradecir evidencias científicas y poner en peligro a la población.

Los miembros de este bloque realizaron una cumbre virtual de emergencia para analizar el impacto de la pandemia y el contexto político, económico y social, con un reconocimiento especial a la reacción que ha tenido Alberto Fernández en Argentina y críticas al desempeño de Bolsonaro, de Sebastián Piñera en Chile y Lenín Moreno en Ecuador. También denostaron que, a pesar de la crisis sanitaria, Estados Unidos mantenga el bloqueo contra Cuba y Venezuela.

Las sesiones se realizaron durante tres días y en ellas participaron 29 líderes encabezados por Fernández, quien es el único presidente en ejercicio del Grupo; los exmandatarios de Brasil, Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva; de Paraguay, Fernando Lugo; y de Ecuador, Rafael Correa; y los excandidatos presidenciales de Chile, Marco Enríquez-Ominami; México, Cuauhtémoc Cárdenas; Brasil, Fernando Haddad; y Uruguay, Daniel Martínez, entre otros.

“Esta crisis no tiene otra salida que la integración latinoamericana y caribeña y la cooperación en nivel mundial. Y esa integración y cooperación deben estar soportadas sobre los hombros de la noción del conocimiento y de la solidaridad”, afirmó la declaración final del encuentro que constó de 14 puntos en los que, además, se defendió el rol de la OMS ante los intentos de otros líderes por debilitarla, en especial el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Agregó que los progresistas que gobernaron hace una década y de manera simultánea a la región supieron integrar a los países no sólo con tratados comerciales, sino desde la solidaridad y la cooperación, económica, política, cultural y del conocimiento, pero los gobiernos de derecha retrocedieron en ese proceso. “Por ello, el Grupo de Puebla protesta contra la total omisión de la OEA en la gestión de la crisis del Covid-19 y saluda los esfuerzos del Gobierno de México por recuperar el rol de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como espacio de coordinación e integración continental”, dijo.

Al evaluar las gestiones individuales, celebró la determinación con la que el Gobierno de Argentina enfrenta la pandemia con un esfuerzo para articular una respuesta sanitaria y económica para proteger a los ciudadanos, en particular a los más vulnerables, así como el llamado de Fernández a crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria.

Ecuador, Chile y Brasil
Por el contrario, cuestionó la falta de transparencia del gobierno de Lenín Moreno en Ecuador en sus reportes de cifras de contagios y muertes, y aseguró que esta crisis no puede resolverse desviando la atención de la opinión pública con la condena a 8 años de prisión que un tribunal le impuso al expresidente Rafael Correa por presunta corrupción. “El Grupo de Puebla llama a las organizaciones internacionales y relatorías que velan por el respeto a los derechos humanos y democráticos y por la independencia de jueces y abogados a ejecutar acciones en contra de las irregularidades denunciadas de este procedimiento judicial”, convocó.

Con respecto a Chile, lamentó que Piñera intente trasladar los costos de la crisis sanitaria a los trabajadores, ya que las principales medidas de “apoyo” propuestas para los sectores más vulnerables serán financiadas con sus propios ahorros, además de que los recursos ofrecidos a pequeñas y medianas empresas no son más que respaldo financiero para que bancos comerciales otorguen créditos con criterios e intereses de mercado.

“El Grupo de Pueblo llama a que la crisis no la paguen los más pobres, y a distinguir mercado de la usura. Es muy importante también que se tenga especial atención a los grupos étnicos vulnerables, como los negros y los indígenas”, señaló.

La organización subrayó que la región no sólo sufre la ortodoxia conservadora de varios de sus gobernantes, sino también del oscurantismo ideológico y negación de la ciencia y la medicina basada en la evidencia científica, como ocurre de manera específica en Brasil.

“La conducta de su presidente Jair Bolsonaro es altamente preocupante. El Grupo de Puebla rechaza la relativización que hace de la alta peligrosidad de la pandemia actual y de su abierta oposición y boicot a las medidas preventivas que autoridades de gobierno de nivel provincial y local han debido tomar de manera independiente para evitar aumentos de los contagios y controlar la amenazante situación. Los llamados de Bolsonaro a romper estas medidas de seguridad sanitaria equivalen a un crimen de lesa-humanidad”, denunció.

También exigió que el bloqueo y las sanciones impuestas unilateralmente por Estados Unidos a Venezuela sean depuestas de manera urgente porque, en un contexto como el de la actual pandemia, son inaceptables y violan el derecho internacional humanitario, a lo que se suma el despliegue de fuerzas militares estadounidenses en las fronteras marítimas del Caribe venezolano con el pretexto de combatir al narcotráfico.

En un análisis histórico, la declaración final deploró que las prioridades del modelo basado en la agenda neoliberal y financiarización de la economía global hayan conducido al abandono de políticas sociales, especialmente las de los sistemas de salud, lo que impidió que la región estuviera mejor preparada para enfrentar la pandemia.

Propuestas frente al coronavirus
Entre las medidas concretas que pueden aplicarse, planteó, se encuentra la entrega de un salario mínimo mensual por un año a la población más vulnerable, lo que tendría un costo aproximado del 2,2 % del Producto Interno Bruto, cifra que consideró abordable por las economías latinoamericanas y caribeñas.

“Los países y los pueblos no pueden decidir entre salud o economía. Ese es un falso dilema que se supera gracias a la dimensión que las articula: la política. La solución a la crisis del Covid-19 es política, y esa política es la progresista, pues solamente relevando el rol del Estado en sus decisiones sobre los asuntos públicos lograremos que la primacía de lo solidario sobre lo individual, y que la integración de los países más allá de lo meramente comercial, aseguren que nuestros sistemas puedan estar preparados para emergencias como la que vivimos”, afirmó.

En ese sentido, el Grupo de Puebla invitó a los gobiernos organismos y pueblos del mundo para que, cuando termine la pandemia, se reflexione de manera conjunta sobre un nuevo modelo de desarrollo, que coloque en primer lugar valores como el medio ambiente, la inclusión social, la reducción de la desigualdad, la seguridad alimentaria, el desarme militar, el multilateralismo, y la progresividad fiscal.

“El mundo globalizado después de esta pandemia debe ser el mundo de la colaboración y la acción colectiva nacional e internacional”, conminó.

RT


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