Vania Figueroa, investigadora chilena: “Los roles de género aumentan la probabilidad de contagio de las mujeres”

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Por Natalia Figueroa

La doctora en Ciencias y vicepresidenta de la Red explica que, si bien todavía es muy incipiente afirmar fehacientemente que hay una diferencia de género en la propagación del virus, está absolutamente probado que las mujeres están más expuestas al virus por los roles de género. “Las labores de cuidado de niños y adultos mayores recae mayoritariamente en las mujeres, lo que las hace más propensas al contagio”, enfatiza la académica.

“Las mujeres están en la ‘Primera Línea’ de lucha contra el Covid-19: reciben y atienden a los pacientes en los hospitales porque constituyen el mayor porcentaje de trabajadoras de la salud y de asistencia social. Además, otro elemento fundamental desde una perspectiva de género, es la sobrecarga de las mujeres en el cuidado de niños, niñas y adultos mayores”, afirma la doctora en Ciencias, con mención en Neurociencias, académica y vicepresidenta de la Red de Investigadoras, Vania Figueroa.

De acuerdo a la información científica disponible, explica que existen estudios detallados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que indican que las mujeres están más expuestas que los hombres a agentes infecciosos por los factores anteriores. Y, por eso, enfatiza en que el cierre masivo de las escuelas, que los alcaldes han decretado en estas últimas horas, afectará particularmente a las mujeres por la brecha de género que se registra en las labores de cuidado.

Este trabajo, por lo general, no es remunerado y las mujeres lo realizan tres veces más que los hombres, lo que aumenta su carga y las expone aún más a esta enfermedad altamente contagiosa, advierte Figueroa.

Esta mañana el Presidente Piñera informó que pasamos a la fase 4 y decretó el cierre de las fronteras para los extranjeros que desean ingresar al país. ¿Qué te ha parecido hasta ahora el manejo del gobierno de la crisis sanitaria?

-Completamente insuficiente y con medidas tardías. Esperaría que la autoridad no tratara de inventar la rueda y se basara en seguir la experiencia de los países que han tenido que enfrentar la epidemia y en en tratar de no cometer los mismos errores. Pero no hemos visto eso porque tuvimos un incremento en poco tiempo de los contagios en Chile y, de hecho, no hemos visto medidas drásticas. Fue la sociedad civil que empujó para que finalmente se suspendieran las clases. En un momento hubo una negativa tremenda: decían que no iba a haber suspensión de clases, pero una hora después salió anunciando que si se haría. Ha sido errático, ha faltado trabajo crítico y reflexivo sobre la evidencia.

-Respecto a la información científica que manejan, ¿hay alguna diferencia en cómo afecta el contagio a hombres y mujeres?

-La OMS ha sido enfática en decir que el contagio afecta por igual a hombres y mujeres. Lo que aquí está en juego son los roles de género que aumentan la probabilidad de contagio de las mujeres. Eso tiene que ver totalmente con las labores de cuidados que ejercen las mujeres. Si pensamos en el personal de salud, la mayoría de quienes trabajan en el sistema de salud son mujeres, sobre todo en niveles de enfermería o técnicos en enfermería. Eso hace que las mujeres estén más expuestas a las fuentes de contagio, porque aún las labores de cuidado de niños y adultos mayores recaen mayoritariamente en las mujeres. Por lo tanto, si hay un enfermo contagiado por coronavirus van a ser las mujeres que asuman el cuidado y van a ser más propensas al contagio.

Hay algunos estudios de los aprendizajes en China y muestran que aparentemente la tasa de mortalidad sería mayor en hombres que en mujeres, pero esos datos hay que tomarlos con suma cautela porque no son datos concluyentes, son preliminares. Además, hay una serie de factores asociados a la conducta de consumo de tabaco, por ejemplo, que es más frecuente en los hombres que en las mujeres. Asimismo, los hombres tienen más enfermedades cardiorrespiratorias, que son elementos para estudiar la diferencia de género. Pero todavía es muy incipiente para poder afirmar fehacientemente que hay una diferencia de género. Lo que está absolutamente probado es que las mujeres están más expuestas al virus por los roles de género.

-¿Qué recomendaciones harías en esa línea?

-Hay que ver cuáles son las medidas que tiene capacidad para implementar el Estado en cuanto a la situación de los colegios cerrados, porque principalmente el problema que enfrentan las mujeres hoy es que las escuelas están cerradas y que el cuidado de los niños y niñas, que pueden ser portadores asintomáticos, recae precisamente en ellas. En ese momento no veo capacidad del Estado para responder a esa contingencia.

-Respecto a la cuarentena, se ha hecho la advertencia sobre el aumento de la violencia hacia las mujeres en los hogares. ¿Qué debe hacer el Ministerio de la Mujer frente a esto?

-La primera medida es reforzar todos los programas que tiene relación con casos de violencia contra las mujeres, liberar instructivos, organizar y coordinarse con las policías locales. Tiene que haber una red de coordinación que esté lista para dar respuesta a esta contingencia. Pero, por otro lado, también que esté trabajando en la prevención porque todo lo que tiene que ver con los desequilibrios de género en los países que están enfrentando la epidemia están resultando exacerbados. Lo que debe hacer la autoridad, es reforzar, atención y prevención a situaciones de violencia.

-Sobre la capacidad del sistema público de salud, ¿cuáles son las principales preocupaciones? En la mañana, el ministro de Salud reconoció que no existía la capacidad para hacer testeos domiciliarios.

-O sea, claramente el sistema está dando muestras de no tener la capacidad de atender esta emergencia. Primero, ya se perdió la trazabilidad del virus, se perdió la pesquisa. Ya no sabemos cuánto más va a incrementar la curva, no sabemos si las medidas que se están tomando van a aplanar o no la curva de contagio. Por otro lado, se está viendo una capacidad bien limitada de detección de los contagiados. Si las personas contagiadas no son detectadas a tiempo, no se les brinda la atención a tiempo y la trazabilidad se pierde, entonces, van a ir aumentando el número de contagiados. Y las que van a perder en esta pasada son las mujeres.

-¿En qué se están enfocando como Red de Investigadoras ante la contingencia?

-Por el momento, estamos recopilando información, contrastándola con la evidencia disponible y difundiéndola en el formato más sencillo posible, siempre con perspectiva de género. Estamos respondiendo dudas, generando material gráfico para romper con algunos mitos y estamos preocupadas en esta contingencia de la educación masiva: salir a ver rápidamente las imprecisiones y los errores que comete la gente que ocupa los medios de comunicación con total irresponsabilidad, que da declaraciones que no corresponden y que lleva a la población a ponerse en riesgo. Las personas que ocupan estas tribunas tienen que estar debidamente informadas. Por ejemplo, se ha dicho que la temperatura podría evitar que el virus infecte a las personas. Hay gente que las ha mandado a tomar sol, y lo cierto es que nada de eso está comprobado, sobre eso no hay ninguna evidencia.

El Desconcierto

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