La hora de la condonación de la deuda para América Latina – Por Alfredo Serrano Mancilla, Rafael Correa, Álvaro García Linera y Gustavo Petro

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Alfredo Serrano Mancilla(*), Rafael Correa(**), Álvaro García Linera(***) y Gustavo Petro(****)Ahora que el mundo ha asumido un tono más humano y cooperativo en lo económico ante la pandemia del Covid-19, desde el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) solicitamos la condonación de la deuda externa soberana de los países de América Latina por parte de FMI y de otros organismos multilaterales (BID, BM, CAF) e instamos a los acreedores privados internacionales a que acepten un proceso inmediato de reestructuración de la deuda que contemple una mora absoluta de dos años sin intereses.  La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo prevé una pérdida de ingresos globales de 2 billones de dólares como consecuencia de esta crisis. Y, por su parte, la Organización Internacional del Trabajo estima que 25 millones de empleos en el mundo están en riesgo. Sigue la salida de capitales de los países emergentes; ya está en valor récord: 60.000 millones de dólares en menos de dos meses (Instituto Internacional de Finanzas). Ante tantas dificultades, la condonación de la deuda externa es una acción tan justa como necesaria. Al igual que ocurriera en otros momentos históricos marcados por grandes catástrofes naturales, como guerras o enfermedades y pandemias, esta es una oportunidad única para evitar que el peso de la deuda sea un escollo aún mayor que añadir al complejo reto de superar este momento social y económico tan crítico. Uno de los ejemplos más conocidos es el que se produjo después de que Alemania fuera devastada en la Segunda Guerra Mundial. En la Conferencia de Londres de 1953 se acordó perdonar cantidades sustanciales de la deuda alemana. No fue la única vez que esto se llevó a cabo a lo largo de nuestra historia más reciente. Hay infinitos casos en los que las deudas externas fueron perdonadas. Nadie puede dudar que ahora es un momento oportuno para hacerlo si se quiere afrontar con éxito esta situación tan difícil. No podemos exigir a los países que hagan políticas efectivas en materia de salud pública para afrontar la actual pandemia y, al mismo tiempo, pretender que sigan cumpliendo con sus obligaciones de deuda. No podemos exigirles que implementen políticas económicas que compensen los daños de esta catástrofe mientras deben seguir pagando a sus acreedores. Es absolutamente incompatible hacer efectivo un plan de reestructuración económica en el futuro próximo con los actuales niveles de endeudamiento externo (en promedio, supone el 43,2% del PIB en América Latina). Tal como se hiciera con la resolución aprobada el 10 de septiembre de 2015 sobre los Principios Básicos de los Procesos de Reestructuración de la Deuda Soberana, ahora debemos dar un nuevo paso y, por eso, desde CELAG solicitamos a las Naciones Unidas que, a la mayor urgencia, convoque a la Asamblea General para discutir una resolución que proporcione el marco legal internacional para llevar a cabo esta estrategia efectiva de condonación de la deuda externa de América Latina y fomentar el proceso de reestructuración (con mora de dos años) con los acreedores privados. También instamos al resto de organizaciones internacionales a que se sumen a esta iniciativa de solicitud de la condonación de la deuda. Invitamos a otros centros de pensamiento, a universidades, instituciones religiosas, sindicatos, patronales y gobiernos a que se unan a este pedido. No sólo es una cuestión de solidaridad, sino también de eficiencia. 

Desde el CELAG abogamos por un tratamiento justo, solidario y eficiente respecto de la deuda externa de América Latina. En esta emergencia, la prioridad son nuestros pueblos.

(*)Alfredo Serrano Mancilla, doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), España. Realizó estancias predoctorales en Módena y Bolonia (Italia) y Québec (Canadá) y un postdoctorado en la Université Laval (Québec, Canadá).

(**)Rafael Correa, expresidente de Ecuador. Economista por la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Maestría en Economía en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Master de Ciencias en Economía en la Universidad de Illinois (Estados Unidos). Doctor en Economía por la misma universidad estadounidense.

(***)Álvaro García Linera, exvicepresidente de Bolivia

(****)Gustavo Petro, Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Externado de Colombia y especializado en Medio Ambiente y Desarrollo Poblacional por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). Desde 2018 se desempeña como senador, cargo que ya ocupó en la legislatura 2006-2010. Lidera el movimiento Colombia Humana, bajo el cual se presentó como candidato a presidente de Colombia.

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