Franco Vielma, sociólogo e investigador: “El bloqueo de EEUU coloca a Venezuela en una mayor vulnerabilidad frente a la crisis sanitaria mundial”
Entrevista a Franco Vielma, sociólogo e investigador
Por Denise Godoy, de la redacción de NODAL
La crisis mundial desatada por el coronavirus ha golpeado a diversos países de la región poniendo en riesgo sus economías. En el caso de Venezuela, el gobierno ha implementado medidas rápidas para evitar la propagación del virus pero el bloqueo impuesto por EEUU ha dificultado el ingreso de ayuda tanto sanitaria como humanitaria provocando el incremento del rechazo internacional hacia las sanciones contra el país. En conversación con NODAL, Franco Vielma, sociólogo e investigador, analiza el impacto del bloqueo para el pueblo venezolano en tiempos de pandemia y asegura que el reciente pedido de captura ordenado por Trump contra Maduro “sólo evidencia el naufragio de las arremetidas de EEUU” y busca “hacer más difícil un aflojamiento del bloqueo tal como los europeos y otros sectores están solicitando”.
– ¿Cómo interpreta el pedido de captura que lanzó Trump contra Maduro y otros dirigentes venezolanos en medio de la pandemia?
– Esta maniobra se da luego de desarticularse el último plan armado desde Colombia, con el decomiso de armas a Cliver Alcalá [militar desertor que confesó un plan terrorista], y en momentos en los que por fin logran romperse consensos y en la Unión Europea y el Consejo de DDHH de la ONU se pide detener las sanciones de EEUU y avalar un préstamo del FMI a Venezuela, lo cual implicaría distender el bloqueo. Además, esta medida de EEUU se da a las puertas de un muy probable acuerdo político entre el chavismo y la oposición para solicitar la suspensión del bloqueo ante la pandemia.
En realidad, este evento que criminaliza al país y al presidente no es ninguna novedad. Es decir, con un atentado al presidente en 2018 y con otros planes frustrados posteriormente, esto es darle cuerpo jurídico a amenazas que ya estaban declaradas y en ciernes. Solo evidencia el naufragio de las propias arremetidas planeadas por EEUU y llevar a una categoría de «criminal» al presidente para hacer más difícil un aflojamiento del bloqueo, tal como los europeos y otros sectores le están solicitando a Trump.
– ¿Qué dificultades enfrenta el país para combatir la pandemia teniendo en cuenta la situación económica y cómo influye el bloqueo de EEUU?
– El daño del bloqueo económico ha sido profundo y medular a la economía venezolana. El bloqueo se ha centralizado en inhabilitar al Estado venezolano de sus capacidades, no sólo bloqueando el petróleo, sino también las capacidades de compra del Estado mediante el bloqueo de cuentas y el veto de proveedores internacionales. Ello ha afectado sensiblemente al sistema público de salud, a la dotación de insumos y equipos tanto para el Estado venezolano como para el sistema de fabricación farmacéutica nacional.
El bloqueo no ha logrado desarticular la red nacional de salud pero coloca a Venezuela en una mayor vulnerabilidad frente a la crisis sanitaria mundial. Hay que decirlo, no hay ningún sistema de salud en el mundo que pueda lidiar con esta crisis a menos que reduzca su tasa de contagios a niveles manejables para las redes de salud. No hay ningún país que tenga respiradores suficientes y personal médico para lidiar esta crisis desatada de manera descontrolada.
Por eso Venezuela se ha anticipado a paralizar todo, lidiando con nuevos altos costos económicos, dado que la crisis podría ser fatal si no se gestiona oportunamente.
– ¿Cuáles son las principales medidas tomadas por el gobierno para frenar el avance del coronavirus?
– Venezuela fue el primer país sudamericano en imponer restricciones a vuelos. Primer país del continente en decretar una cuarentena total de la población, la cual se ha cumplido en más del 85% según estimaciones oficiales. Antes de que se detectaran los primeros casos oficiales, ya el país tenía acciones por adelantado y ello ha servido para contener el virus y su proliferación a gran escala. La anticipación ha sido clave.
Adicionalmente a ello, Venezuela es el único país que tiene una plataforma digital que es usada ahora para el despistaje masivo de casos. La plataforma Patria.org que fue creada para otros fines es única de su tipo en la región y sirve ahora para que la población llene una encuesta la cual arroja datos en tiempo real que alertan a las autoridades sobre quienes han estado fuera del país y quienes de ellos han mostrado síntomas.
Adicionalmente, el país ha contado con el apoyo de una delegación médica de Cuba, con expertos virólogos y ha creado un puente aéreo con China y Rusia para suministro de insumos y equipos médicos.
Antes de que se reportara el primer caso, Venezuela ya había dispuesto de 35 hospitales para lidiar la primera oleada de la crisis. Ahora ha acoplado a todos los subsistemas de sanidad pública y privada para unificar sus capacidades y logística en caso de que la crisis pueda extenderse.
– ¿Cuál es la postura de la oposición y de la comunidad internacional frente a esta situación?
– Lamentablemente, la oposición venezolana, que es una sucursal estadounidense en el país, está plenamente desfasada del sentido de emergencia que ha impuesto la crisis del coronavirus. Tienen a Guaidó, quien también obedece la cuarentena decretada por Maduro, lanzando cifras falsas de contagios por redes sociales. Mientras que otros actores de la oposición en el extranjero como Antonio Ledezma y Julio Borges emplean la crisis para recrear una supuesta crisis humanitaria y solicitar más bloqueo y una intervención. Paradójicamente, y contra todo sentido común, países sudamericanos pretenden reunirse para gestionar la crisis pero no incluyen a Venezuela, como si esto no tuviera que asumirse articuladamente y mediante la relación intergubernamental. Dicho de otra manera, la crisis sanitaria es entendida por algunos actores de la conjura contra Venezuela como un espacio de oportunidad para vulnerar a la nación y atizar el estigma.
Lamentablemente, este escenario adverso en la región, con las excepciones de los países del Alba y del Caribe, sólo expone la ruptura de la política en la región que bien ha consolidado Washington. Han dado cuerpo a una región que se parece a un archipiélago político, facilitando el desacoplamiento estratégico, diluyendo la institucionalidad regional e inhabilitando el multilateralismo. La agenda contra Venezuela dividió al continente. Ahora hay una agenda de garrote que usa la crisis sanitaria para incorporarla como nueva pieza en la conjura contra Venezuela.
Pero por fortuna Venezuela no está sola. Tiene a Cuba, a China y a Rusia, países que están salvando a Europa de la crisis, y que son apoyos importantes con los que la nación cuenta en estos momentos duros que impone la crisis sanitaria.
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