América Latina después del Covid-19: ¿ya nada será igual? – Por Aram Aharonian

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Por Aram Aharonian *

El impacto del coronavirus Covid-19 en las cadenas globales de valor hará que el desempleo en la región crezca un 10 por ciento, aumentando también la pobreza y la pobreza extrema. De un total de 620 millones de habitantes en América Latina, el número de pobres en la región subiría de 185 a 220 millones de personas, en tanto que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67.4 millones a 90 millones.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que la crisis del Covid-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido. La directora ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, explicó que la enfermedad pone en riesgo un bien público global esencial, la salud humana, y afectará a una ya debilitada economía mundial tanto por el lado de la oferta como de la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción –que golpeará severamente al comercio mundial– como a través de la pérdida de ingresos y de ganancias debido a un alza del desempleo y mayores dificultades para cumplir con las obligaciones de deuda.

Bárcena señaló que la interrupción de las cadenas globales de valor afectaría principalmente a México y Brasil, países que importan partes y bienes intermedios desde China para sus sectores manufactureros, en especial en los casos de repuestos para automóviles, electrodomésticos, productos electrónicos y farmacéuticos. Mientras, el precio del petróleo cae a precios que no justifican su producción.

La región creció a una tasa estimada de apenas 0.1% en 2019, y los últimos pronósticos de la Cepal realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento de 1.3% para 2020. Pero, el organismo estima una contracción de -1,8% del producto interno bruto regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba en diez puntos porcentuales.

La crisis sanitaria global no solo es un gran desafío para los sistemas de salud y la economía en el mundo, sino que constituye un problema biosocial que obliga a las naciones a volver al desaparecido sentido de comunidad internacional. La pandemia hizo que las naciones volvieran a mirarse en comunidad al constatar que no podían enfrentar la emergencia solos, pero a la vez se enfrentan con la contradicción de dictar medidas nacionales, como el cierre de fronteras.

Un panorama regional

La región no está preparada para la propagación del virus y se puede esperar un escenario aún más complejo que el europeo si las autoridades sanitarias y los gobiernos no adoptan acciones inmediatas para fortalecer sus sistemas de salud. La región es una de las que menos invierte en la salud pública, ya que los gobiernos neoliberales que azotaron la región, la privatizaron, olvidando que se trata de un derecho humano.

En América Latina y el Caribe, como en la mayoría de los países, se declaró la cuarentena. Esto es, aislamiento social y cierre de fronteras, creando un estado de confinamiento de las personas sanas en sus casas, que alimentó la sensación de ser protagonista de una película de terror y mostrando un futuro distópico de fin del mundo.

Paralelamente estamos viviendo un momento de crisis sistémica, donde el interés invertido en la virtualización de la economía ha ido moviendo la estructura del sistema capitalista, y pareciera que el mundo camina hacia la construcción de la virtualidad como la mediación de las relaciones sociales bajo un formato de control social.

Los medios hegemónicos – para quienes la pandemia solo afecta a los mercados bursátiles- y las redes sociales nos muestran a diario un mundo de ciudades desiertas, escuelas sin alumnos, calles y autopistas sin vehículos y los pocos transeúntes con barbijo y síndrome de terrorista.

Y lo novedoso de todo esto, es el aislamiento: nos han confinado a una cuarentena mundial. A pesar de ello, el mundo sigue andando, pese a que nosotros no estamos en nuestros puestos de trabajo. ¿Algo cambió y se nos pasó inadvertido? ¿Pasamos del capitalismo agrario, al industrial, al financiero y ahora al digital?.

Uno, a quien ahora le sobra tiempo recluido en su casa, se pregunta ¿y ahora qué? ¿Se eliminan todas las condiciones laborales, todas las responsabilidades del empleador, se las traslada al trabajador y será su responsabilidad cómo y cuánto trabaja? Eso sí genera la apariencia de libertad, pero quizá sea nada más que un nuevo tipo de esclavitud.

Hasta el FMI se dio cuenta

Los países en desarrollo y emergentes necesitan controles de capital para evitar una catástrofe financiera, señala un documento emitido por académicos de Estados Unidos, Gran Bretaña y algunos países latinoamericanos. En nuestra economía globalmente integrada, se necesita una acción coordinada para minimizar las restricciones impuestas externamente a los países en desarrollo y emergentes, ya que enfrentan la triple amenaza de pandemia, recesión y crisis financiera, señalan.

Los académicos hicieron un llamado a la acción decisiva para restringir los flujos financieros que actualmente transmiten la crisis a los estados emergentes. Deben introducirse controles de capital para reducir el aumento de los flujos de salida, reducir la falta de liquidez provocada por las ventas masivas en los mercados de los países emergentes y en desarrollo, y detener las caídas en los precios de las monedas y los activos. La implementación debe ser coordinada por el FMI para evitar el estigma y prevenir el contagio.

«Los gobiernos deberían usar transferencias de efectivo, subsidios salariales y desgravaciones fiscales para ayudar a los hogares y negocios afectados a enfrentar esta parada temporal y repentina en la producción», señaló el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.Disminuirá la inversión y la actividad económica en países que dependen en gran medida de las exportaciones de petróleo, e incluso la actividad del sector de servicios probablemente se verá más afectada como resultado de los esfuerzos de contención y el distanciamiento social.Los bancos centrales deben aumentar la supervisión, desarrollar planes de contingencia y estar preparados para proporcionar una gran liquidez a las instituciones financieras, en particular a los préstamos a pequeñas y medianas empresas, que pueden estar menos preparados para soportar interrupciones prolongadas, añadió.

Werner fue categórico: «para la región, la recuperación que esperábamos hace unos meses no ocurrirá y un 2020 con crecimiento negativo no es un escenario improbable” en un escenario de caos por la amenaza de paralización del comercio exterior como consecuencia de la crisis del coronavirus

Y, aunque usted no lo crea, el FMI está impulsando a los países a que tomen drásticas medidas de fortalecimiento del sector de salud y que apliquen medidas económicas contracíclicas y de contención de una posible crisis generalizada.

Condonar la deuda ya

El expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el exvicepresidente boliviano Álvaro García Lineras y el líder opositor colombiano Gustavo Petro solicitaron la condonación de la deuda externa soberana de los países de América Latina por parte de Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros organismos multilaterales (BID, BM, CAF) e instaron a los acreedores privados internacionales a que acepten un proceso inmediato de restructuración de la deuda que contemple una mora absoluta de dos años sin intereses.  En el documento publicado por CELAG se señala “Nadie puede dudar que ahora es un momento oportuno para hacerlo si se quiere afrontar con éxito esta situación tan difícil. No podemos exigir a los países que hagan políticas efectivas en materia de salud pública para afrontar la actual pandemia y, al mismo tiempo, pretender que sigan cumpliendo con sus obligaciones de deuda (…) No podemos exigirles que implementen políticas económicas que compensen los daños de esta catástrofe mientras deben seguir pagando a sus acreedores. Es absolutamente incompatible hacer efectivo un plan de restructuración económica en el futuro próximo con los actuales niveles de endeudamiento externo (en promedio, supone 43.2 por ciento del producto interno bruto en América Latina)”.

* Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.


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