#9M en América Latina: paro histórico en México, represión en Chile y masiva marcha en Argentina
#UnDíaSinMujeres: México resiente el paro nacional feminista
La ausencia de mujeres por la iniciativa #UnDíaSinNosotras se notó en diversos espacios públicos y privados en varias partes del país, principalmente en la Ciudad de México.
De manera inédita, las mexicanas realizaron un paro nacional de actividades en protesta contra la violencia y la impunidad.Salvo en algunos negocios informales, su ausencia fue notable en calles, escuelas, oficinas, transporte, bancos, medios de comunicación y otros espacios.
Este paro se realizó apenas un día después de la marcha por el Día Internacional de la Mujer que contó con la participación de miles de mujeres –80 mil la cifra oficial, más de 200 mil según las organizadoras-.
“El nueve ninguna se mueve. Ni una mujer en las calles, ni una mujer en los trabajos, ni una niña en las escuelas, ni una joven en las universidades, ni una mujer comprando”, fue la convocatoria que en semanas previas difundieron distintas organizaciones convocando al paro nacional de este lunes.
El movimiento en contra de la violencia de género #UnDíaSinMujeres o #UnDíaSinNosotras, en principio, fue rechazado por algunas empresas y negocios bajo el argumento de que habría pérdidas por más de 37 mil millones de pesos. Pero, al paso de los días, fue creciendo y se sumaron instituciones públicas y privadas.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró este lunes la libre manifestación en la multitudinaria marcha de mujeres del domingo 8.
“Es un movimiento de mujeres que legítimamente luchan por sus derechos y en contra de la violencia, contra los feminicidios, pero hay otra vertiente de quienes están en contra nuestra y lo que quieren es que fracase el Gobierno”, dijo en su conferencia en la Ciudad de México.
De acuerdo con cifras oficiales cada día 10 mujeres son asesinadas en México, el año pasado 3 mil 825 mujeres sufrieron muertes violentas que representan 7 por ciento más que en 2018.
Respaldo en NL
Los diputados del Congreso de Nuevo León se unieron al paro femenil nacional, y respaldaron la protesta de mujeres que hubo en el exterior de la sede de la legislatura local.
Unas 200 mujeres, mayormente ataviadas de morado, estuvieron esta mañana en el exterior de la sede legislativa para manifestarse contra el machismo, el patriarcado y los feminicidios.
Dentro, sólo cuatro de las legisladoras se presentaron hoy a la sesión y se sumaron a otros diez varones que asistieron, aunque la sesión tuvo que ser suspendida por el presidente del Congreso, Juan Carlos Ruiz, de Acción Nacional.
Al inicio de la jornada se había completado el quórum para iniciar la sesión, pero luego varios legisladores dejaron el salón de sesiones, con lo que se hizo imposible continuar (con información de Luciano Campos).
Denuncian represión contra movilización de mujeres en Chile
Una masiva convocatoria tuvo el llamado a marcha de este lunes en el marco de la Huelga General Feminista en Chile, que es una movilización «totalmente diferente, no es politizada, es otra cosa que tiene que ver con la igualdad de género», de acuerdo una asistente a la concentración.
A pesar de la jornada pacífica, organizaciones han denunciado represión por parte de Carabineros contra la población que salió a las calles a conmemorar el día de la Mujer, así como para exigir la renuncia del presidente Sebastián Piñera.
«Hay denuncias de observadores de Derechos Humanos y la Asociación de Prensa Extranjera por agresiones de Carabineros en contexto de manifestaciones (…) se pidió un informe por el uso de gas pimienta dirigido directamente a los ojos de los manifestantes», indicó el presidente del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco.
No obstante, movimientos como el grupo Apruebo Chile Digno, participó en la movilización e instó a la población a votar Sí en el plesbiscito constitucional, a realizarse el próximo mes de abril y a defender la paridad de género en la convención constituyente.
Jóvenes comunistas desplegaron un lienzo en el Puente Santa Ana, de Santiago, donde reconocen a la lideresa sindical Teresa Flores, quien en la primera mitad del siglo XX militó en el Partido Comunista de Chile.
«Todo lo que hacemos lo hacemos por la lucha, pero también para conectar, para reconocernos con tantas compañeras más. Fue una jornada intensamente hermosa», indicó la Coordinadora Feminista 8M.
Integrantes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) chilena aseguraron que al menos dos millones de mujeres marcharon en Santiago contra la violencia de género.
Organizaciones como la Coordinadora Feminista 8M, destacó la masiva participación de las mujeres en Santiago y en otras regiones del país austral, «Nos seguimos viendo en las calles, compañeras. Aún queda mucho por hacer, hasta que nos dejen de matar, hasta que nos dejen ser libres, hasta que nuestras vidas dejen de ser precarias», agregaron.
Las mujeres manifestantes lamentaron la presencia de elementos de Carabineros durante la movilización de hoy y aseguraron que los uniformados expresaron una actitud prepotente ante las marchantes.
En la movilización, las participantes de la Huelga General Feminista reconocieron que su esfuerzo forma parte de las protestas que han sacudido al país desde octubre de 2019, en rechazo del gobierno de Sebastián Piñera y en demanda de transformaciones profundas en el país.
En varios puntos de Santiago, contingentes de mujeres realizan manifestaciones, y se han colocado barricas en varios puntos de acceso, mientras el cuerpo de Carabineros han reprimido algunas protestas, de acuerdo con reportes de la prensa local.
La Coordinadora 8M, una de las organizaciones surgidas al calor de las protestas que se suceden en Chile desde octubre pasado y que se encarga de aglutinar los esfuerzos del sector femenino, convocaron para este lunes a una concentración en Santiago y otras ciudades a lo largo del país.
La convocatoria busca dar continuidad a la marcha registrada este domingo en varias regiones del país, además de la capital, donde se calcula que 1 millón de personas se concentró en la Plaza de la Dignidad.
La vocera de Pueblo Libre, Victoria Herrera, señaló a La Radio que de esta forma se suman a la huelga feminista para darle visibilidad a las mujeres trabajadoras y exigió que ellas estén incluidas en el proceso constitucional.
La formación de un bloque educacional, una gran marcha, ollas comunes y cacerolazos, son algunas de las actividades previstas para la jornada.
El cese de las actitudes patriarcales, el respeto social e institucional a la condición femenina, la igualdad, persecución y castigo a las expresiones de violencia de género, son algunas de las demandas que motivan a las chilenas a ejercer su derecho a la protesta, según declaró Javiera Manzi, vocera de 8M.
La coordinadora reiteró el llamado a la Huelga General Feminista en Chile, que hasta la fecha ha encontrado respuesta en decenas de miles de personas que han acudido a las convocatorias, fundamentalmente en el presente mes, donde se han intensificado las manifestaciones de protestas feministas.
Esto se produce en el marco de la ola de reclamos sociales que ya cumplen cinco meses en Chile, y que incluye, además de las demandas propias del sector femenino, otras reivindicaciones sociales. Incluso han llegado a solicitar la renuncia del presidente Sebastián Piñera.
Argentina | 8M: la fuerza de la revolución feminista
Por Carlos Rodríguez
La certeza de que “el feminismo es revolución”, dio otra muestra de fuerza incontenible, porque el cuarto paro internacional de mujeres para conmemorar su día produjo una movilización más multitudinaria que todas las multitudes anteriores. “La deuda es con nosotras y con nosotres”, fue el mensaje que llegó con el documento final que se leyó en un escenario montado sobre la vereda del Congreso Nacional, en la calle Entre Ríos, entre Hipólito Yrigoyen y Rivadavia. Trabajadoras, militantes políticas, agrupaciones feministas, mujeres indígenas, gente común, abuelas, madres, adolescentes, niñas. Todas juntas en la calle y al final, bajo la lluvia.
“La deuda no es ni con el FMI, ni con las iglesias”, señala el documento y explica que por tales razones “nos ponemos de pie porque estamos contra el chantaje que nos impone la deuda”. Para las organizadoras, que reclamaron “la aprobación ya” del proyecto de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, señalaron que “los feminismos (son) una forma de vida alternativa al capitalismo neoliberal en sus alianzas con los fundamentalismos religiosos y los fascismos que en nuestro país y en toda Nuestramérica explotan, oprimen, e invisibilizan nuestras existencias”.
La deuda
Este cuarto paro fue “porque la deuda es con la autonomía de nuestros cuerpos. ¡Por eso el aborto tiene que ser ley, porque es un reclamo histórico y urgente del movimiento feminista que venimos construyendo desde hace años. Queremos que se garantice la interrupción legal del embarazo en todo el territorio nacional”. Para ese logro “es requisito fundamental terminar con la injerencia religiosa en la salud y educación, por lo que exigimos urgentemente la separación de las Iglesias del Estado” y “la derogación de los decretos de la dictadura por los cuales la cúpula clerical cobra ingresos enganchados a los salarios de jueces”.
El documento concluye que “la deuda que el gobierno de Cambiemos contrajo con el FMI fue a costa de las mayorías sociales, a costa de nuestra soberanía, para beneficiar a sus grupos económicos amigos”. En ese sentido, se dijo que el macrismo “nos dejó una deuda que implica una mayor dependencia y sometimiento, porque elevó los niveles de pobreza, los despidos y el hambre, que hoy son una agenda urgente” que reclama soluciones de fondo.
Desde mucho antes de las cuatro de la tarde, hora fijada para la marcha hacia al Congreso, las mujeres fueron llegando desde los cuatro puntos cardinales y como es costumbre, se llenaron las calles, desde Pueyrredón y Rivadavia, hasta la Plaza de Mayo, con vertientes importantes de flujo de manifestantes por 9 de Julio, Entre Ríos, Callao y otras arterias vitales del centro porteño.
“Aborto libre y legal, y que los curas se vaya a trabajan”, fue una de las tantas consignas escuchadas a lo largo de la marcha. “Nos quitaron tanto, que nos quitaron el miedo”, decía otra consigna levantada por una mujer, mientras que la que enarbolaba una niña de apenas 7 años, señalaba: “Evitar que se pierda una vida, no debería ser un logro”, en alusión al flagelo del femicidio y la violencia de género. Las militantes del MST-FIT, aportaron una frase histórico de Rosa Luxemburgo, instalada sobre una de las vallas que cercaron totalmente el acceso a las calles Rivadavia, Hipólito Yrigoyen y Combate de los Pozos, que rodean el Congreso: “La revolución es magnífica. Todo lo demás es un disparate”.
El reclamo por el aborto
A lo largo de la marcha, Página/12 recogió testimonios sobre un punto central: la propuesta del presidente Alberto Fernández para que se discuta la interrupción voluntaria del embarazo. Las expresiones fueron optimistas, en su mayoría, aunque persisten las dudas “por las presiones que van a recibir los legisladores y por el poder que siguen teniendo la Iglesia Católica y los sectores retrógrados de este país”, sostuvieron María Teresa, Josefina y Lucrecia, tres amigas que llegaron al Congreso desde Trenque Lauquen.
“Paramos y marchamos para que dejen de matarnos porque sólo en lo que va de este año ya ocurrieron 68 femicidios, la mayoría cometidos por sus parejas», recordaron mediante pancartas y mensajes en vivo integrantes del colectivo Actrices Argentinas.
En la Plaza de Mayo, los partidos de izquierda comenzaron a concentrar desde temprano y luego se desplazaron hasta el Congreso, encabezadas por las organizaciones Pan y Rosas, Las Rojas y Juntas y a la Izquierda. La dirigente Cele Fierro recordó el acto realizado el domingo ante la Catedral Metropolitana, puntualizó que el reclamo por el aborto legal y gratuito significa para el movimiento de mujeres “que se apruebe el proyecto de la Campaña, con un plazo de 14 semanas para la interrupción y sin objeción de conciencia institucional, además del presupuesto necesario para enfrentar la violencia, igualdad salarial con los varones y separación de la Iglesia del Estado”. Sostuvo que es necesario estar atentos porque “desde la misa que se hizo en Luján, se acentuó la presión por este tema, mientras que el Estado sigue aportando 50.000 millones de pesos por año a los colegios religiosos”.
«Somos cuidadoras, pero nos cuidan poco. Trabajamos en hospitales y clínicas pero tenemos dos trabajos porque cuando llegamos a casa tenemos que seguir con las tareas domésticas», le dijo a este diario Nancy Rojas, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de Enfermería (Sitre). «Nos tienen que dar un salario digno para que podamos tener un solo trabajo y estar en casa con la familia», agregó.
«La violencia hacia la mujer, y sobre todo en enfermería, es muy notable por parte de los enfermos y los médicos. Todavía se mantiene el patriarcado en el ámbito de la salud», aseguró.
Mujeres originarias
Otra de las presencias importantes en la marcha, fue la de mujeres de distintos pueblos originarios. “Estamos acá en defensa del agua, por la atención de las niñas y niños wichís y por la reparación histórico política y cultural de nuestros pueblos originarios».
Aurora Choque, de 64 años, integrante de la Comunidad Ayllu Inti Llaku Coyanvoy, se vino de la localidad jujeña de Coranzulí, donde, junto a varias comunidades indígenas, frenaron el avance de compañías mineras en Salinas Grandes, la Laguna de Guayatayoc y el Salar de Jama.
«Las mujeres originarias, junto a nuestros compañeros, venimos llevando una lucha en defensa de nuestros territorios en donde quieren avanzar las empresas mineras, metiéndose en nuestros espacios sin ninguna autorización», aseguró la representante de los históricos legítimos dueños de la tierra en este lado del mundo. Precisó que «se seca el agua y sin agua se mueren nuestros animales. El año pasado se nos murieron muchos animales por la sequía que en parte es provocada por las explotaciones mineras, por lo que las comunidades nos mantenemos en alerta», explicó. Luego señaló que desde hace muchos años vienen peleando contra la aplicación de la Ley 5915, promulgada en 2016 por el gobierno jujeño, que es rechazada por las comunidades indígenas porque concede a empresas privadas extranjeras «derechos de uso y explotación sobre nuestros territorios», afirmó.
«Por lo menos tendrían que sentarse con nosotros y dialogar, nosotros estamos amparados en convenios internacionales y leyes nacionales que nos protegen como pueblos», aclaró la mujer que el viernes recibió en el Senado de la Nación la distinción «Berta Cáseres», en reconocimiento por la Lucha que lleva en Defensa del Agua en el Glaciar de Coyanvoy Coranzuli.
8M en Bolivia: “Añez golpista, tú eres terrorista”
Por Camila Parodi y Laura Salomé Canteros desde La Paz
8 de marzo: ocasión para hacer campaña aun en un territorio donde hubo un Golpe de Estado. Así lo hizo Jeanine Añez, la autoproclamada presidenta del Estado Plurinacional de Bolivia y candidata, quien no perdió su oportunidad y durante un discurso de campaña afirmó que “es la mejor noticia para las mujeres y la peor para los femicidas”. Y lanzó el programa “Bolivia Mujer”, un préstamo millonario que funciona como pantalla para distorsionar un hecho: que las golpistas no tienen lugar en esta lucha por la liberación de todas.
En Bolivia también, la última palabra la tienen las mujeres organizadas. De sabidurías ancestrales, de trenzas y polleras, campesinas, indígenas, urbanas y obreras; hijas y nietas de las indias que no pudieron quemar. Por eso, el lunes 9, miles de ellas recorrieron desde El Alto hasta La Paz, respondiendo a una convocatoria de consigna principal: “Mujeres en lucha contra el capitalismo, patriarcado, racismo, el clero y el fascismo”. Fueron 15 km a más de 4 mil metros de altura en los que se recordó que “la pollera y la Wiphala se respetan”.
La marcha del 8M en Bolivia estuvo encabezada por la “Asociación de víctimas, fallecidos y heridos de la Masacre de Senkata, El Alto”. Es que hay un feminismo en Bolivia que surgió a la par de la organización de los movimientos sociales. Por eso se gritaba: “Senkata, Sacaba, han sido masacradas; no se negocia con la sangre derramada”. El silencio es la impunidad.
La marcha fue antigolpista, antirracista y plurinacional. Estuvo acompañada por la Delegación Feminista Plurinacional, un colectivo de activistas sin fronteras que por la mañana denunciaron en conferencia de prensa, las violencias y vulneraciones de derechos desde que los grupos fascistas y fundamentalistas dieron el Golpe de Estado en Bolivia, en noviembre pasado.
La marcha fue la expresión de un pueblo que lleva en la sangre un torrente de memorias recientes y ancestrales. No hubo momento para frenar y dar marcha atrás, el objetivo de miles era claro y unificado: “Ni Golpe de Estado, ni golpe a las mujeres”. Y cada vez que ese grito resonaba por las calles empinadas, las mujeres de pollera, desde su puestito o ventana, sonreían con complicidad y hasta agitaban un saludo. Porque saben que el tiempo está a su favor y que no existe Dictadura, decreto, ni usurpación que las pueda disciplinar.
Nota de prensa del MST: Mulheres Sem Terra: um mar de bandeiras enfurecidas contra o capital
Por Setor de Comunicação do MSTDa Página do MST
“Quando as mulheres trabalhadoras entram para a luta, é para decidir o presente e arrancar das entranhas do futuro, a alegria da realização dos seus sonhos. Não sonhamos pouco! Pisamos ligeiro e seguimos em marcha, determinadas pela construção de uma sociedade socialista e um mundo que não nos mate e aprenda a nos respeitar”.
Esse é o tom da Jornada Nacional de Lutas das Mulheres Sem Terra que durante esse mês de março denuncia as políticas nefastas do governo Bolsonaro em relação à economia, terra e a agricultura. Somente nesta segunda-feira (9), o MST mobilizou mais de 10 mil pessoas em 14 estados do país com ações em dez órgãos federais.
Iniciada em Brasília desde o dia 05 de março, com a realização do I Encontro Nacional das mulheres Sem Terra, que reuniu 3500 mulheres Sem Terra de 24 estados e se encerrou nesta segunda-feira, com a ocupação do Ministério da Agricultura para marcar a denúncia da aliança mortífera e destrutiva entre o governo Bolsonaro e o capital internacional imperialista que tem produzido violências sistemáticas nos territórios.
De acordo, Jhane Cabral, da direção nacional do MST, a mobilização e denuncia contra todos os retrocessos que Bolsonaro tem imposto sobre os direitos sociais, impactando a vida de camponesas e camponeses de Norte a Sul deste país, deve ser permanente.
“Precisamos denunciar diariamente o projeto de morte que está por trás do Ministério da Agricultura. Ele é o maior responsável pelo envenenamento de toda a população brasileira com as toneladas de agrotóxicos colocadas na mesa do povo, além do esfacelamento do Incra que está subordinado a esse órgão sem cumprir sua real função social”, afirma.
Antes da ação, cerca de 300 mulheres realizaram um plantio de árvores na Universidade de Brasília (UnB). O objetivo foi denunciar os ataques à educação pública e ao Programa Nacional de Educação na Reforma Agrária (Pronera), extinto com o decreto nº 10.252 que enxuga a estrutura do Instituto Nacional de Colonização e Reforma Agrária (Incra).
Além disso, também extingue o programa Terra Sol e outros programas que davam incentivos aos assentados, quilombolas e comunidades extrativistas. O Programa de Aquisição de Alimentos (PAA) vai na mesma direção. Por outro lado, há uma liberação desenfreada de agrotóxicos no país. Somente em 2019, foram liberados 474 agrotóxicos, a maior dos últimos 15 anos.
Durante a ação, as trabalhadoras também denunciaram a realização de uma distribuição de titulação individuais dos lotes de terra para os assentados de reforma agrária, a chamada titulação das terras, classificada pelo MST como uma forma de privatização das áreas. Segundo Antônia Ivoneide, da direção nacional do MST, “a defesa do contrato de direito real de uso (CDRU) é necessária, porque esse tipo de titulação restringe a mercantilização das terras conquistadas, e terra para nós é um bem comum da natureza, e portanto, não pode ser mercadoria.”
Além disso, o governo Bolsonaro está determinado a privatizar as terras e promover a devastação ambiental. Um exemplo é a MP 901/19 que, na prática, irá excluir da proteção ambiental de 4.745 hectares da flora nos estados do Amapá e Roraima e abrir estas áreas para a mineração. Já a chamada MP da Grilagem (MP 910/19) flexibiliza as regras de regularização fundiária, repassando áreas da União até 2.500 hectares ao valor irrisório de 10% sobre a terra nua à invasores ilegais, que se valeram do crime de grilagem para se abonar destas terras.
“O governo Bolsonaro é um serviçal do capital e do Imperialismo norte americano. Ele entrega nossas riquezas, destrói a natureza, atenta contra a Soberania Nacional e Popular, retira direitos trabalhistas, previdenciários e comanda uma máquina de guerra e extermínio dos ricos contra os pobres, sobretudo as negras e os negros, a juventude, LGBTs e mulheres”, afirma trecho do manifesto das mulheres Sem Terra.
Desde o golpe em 2016, a classe trabalhadora vem sofrendo com a política ultraliberal de desmonte e retirada de direitos da classe trabalhadora. No campo, esse cenário tem sido catastrófico e as mulheres seguem como as maiores impactadas.
Não naufragaremos, seremos um mar de bandeiras!
“Nos comprometemos na construção de um março que pode marcar a virada política nas lutas de massas que a nossa classe trabalhadora tanto necessita. Vamos com força para cima deste projeto de morte que está no poder. Somos feitas de pedras e sonhos. Somos pequenas gotas que juntas, formam uma grande correnteza de lutas e também de conquistas, que arrancaremos na marra, como direito legítimo dos povos em movimento”, destacam as mulheres Sem Terra.
Ao longo dos seus 36 anos, o MST como um movimento popular de massas tem se debruçado em fazer a luta política, avançar no aspecto da organicidade e de promover a transformação social. É nesse contexto que as mulheres compõem as trincheiras de lutas e resistência pela terra e há dois anos, iniciam o processo de construção do seu I Encontro Nacional das Mulheres Sem Terra. Esse momento de celebração, de festejo e de luta promovido desde a base assentada e acampada até a realização desta grande atividade.
“Neste encontro conseguimos nos fortalecer e nos reanimar perante as linhas políticas da nossa organização, também atualizamos os desafios das mulheres Sem Terra que se referem principalmente ao trabalho de base no campo e periferias ajudando a construir essa alteração da correlação de força em nosso país”, aponta Kelli Mafort, da coordenação nacional do MST.
Entre os desafios organizativos apontados, está o desafio de ampliar os processos de formação política e envolver cada vez mais as companheiras, avançar concretamente no processo de nucleação delas e projetá-las nas diversas áreas de atuação em nossos territórios, desde educação, saúde, cultura, comunicação, até a produção, tendo como base a agroecologia. Além disso, Mafort salienta que a retomada das lutas de massa foi colocada como algo necessário para recolocar o tema da reforma agrária e também da defesa da democracia do nosso país.
“Na luta a gente aprende que é preciso ter um conteúdo, uma intencionalidade da transformação, mas também sabemos que é preciso organizar o nosso povo, desenvolver esse método, e o encontro foi essa demonstração da capacidade organizativa das mulheres que em conjunto do nosso movimento possibilita avanços na luta e organização da classe trabalhadora”, finaliza.
O encontro produziu um documento final, o Manifesto das Mulheres Sem Terra, onde se afirma essa retomada da luta de massas, a resistência ativa da classe trabalhadora e a construção da Reforma Agrária Popular. Confira abaixo.
MANIFESTO DAS MULHERES SEM TERRA
Com a força presente no março e sob a inspiração da histórica luta do Dia Internacional das Mulheres, nós trabalhadoras do MST reunidas de 05 a 09 de março, realizamos nosso 1º Encontro Nacional das Mulheres Sem Terra, embaladas pelo lema – Mulheres em luta, semeando resistência!
Somos 3.500 mulheres vindas dos acampamentos e dos assentamentos de todos os estados e contamos com a participação de nossas queridas companheiras de movimentos populares e organizações políticas do Brasil e também mulheres internacionalistas, de 14 países da América Latina, América do Norte, Europa e África.
Levamos para a capital do país, nossa diversidade cultural, expressões artísticas, experiências de educação do campo, produção de alimentos saudáveis, formas de organização popular de base, formação política, trabalho com a juventude e principalmente a síntese da nossa trajetória na construção de novas relações de gênero.
Sabemos que o patriarcado e o racismo são pilares estruturantes da sociedade de classes. Nossa luta é para romper com todas as formas de dominação e opressão. O Feminismo Camponês e Popular orienta nossos passos firmes e decididos em busca da nossa libertação.
Denunciamos o projeto político da extrema direita, ultraliberal e fundamentalista que amplia o conservadorismo, a desigualdade social e a exploração do trabalho através de formas cada vez mais precarizadas e humanamente aviltantes. O governo Bolsonaro é um serviçal do capital e do Imperialismo norte americano. Ele entrega nossas riquezas, destrói a natureza, atenta contra a Soberania Nacional e Popular, retira direitos trabalhistas, previdenciários e comanda uma máquina de guerra e extermínio dos ricos contra os pobres, sobretudo as negras e os negros, a juventude, LGBTs e mulheres.
O sistema do capital vive uma crise profunda e por isso intensifica a intervenção política e econômica sobre os países dependentes como o Brasil. Mas as medidas adotadas em nada conseguem resolver os problemas reais do povo e, portanto esse projeto de dominação não durará para sempre. E é justamente sobre as mulheres que a exploração é ainda mais brutal: segundo o Dieese as mulheres ocupam 95% a mais de tempo que os homens, nas tarefas domésticas e nossos rendimentos são 22% menores, o que se agrava no caso das mulheres do campo e mulheres negras.
Denunciamos o aumento da violência contra as mulheres e os criminosos atos de feminicídio. A violência contra as mulheres é incitada diretamente pelo presidente da República, que é machista, misógino e odeia quando uma mulher avança. Além da violência doméstica, as mulheres do campo sofrem com a violência do latifúndio e do Estado, através das reintegrações de posse, destruição das nossas casas e roças, assédios, perseguição, tortura e assassinatos.
Denunciamos as empresas do agronegócio e da mineração que seguem sem freios na implantação de uma pauta máxima, ditada exclusivamente pelo aumento de suas taxas de lucro. São arquitetos da destruição ambiental, desmatadores da vida, saqueadores dos bens naturais e assassinos de vidas que se misturam em lama e sangue. São homens escravocratas que expropriam as terras já conquistadas por indígenas, quilombolas e sem terras. Levam o veneno diretamente para o prato das famílias brasileiras, contaminam as águas e lucram com a venda do remédio, para curar a doença criada por eles mesmos. Privam os povos do direito à alimentação e são os responsáveis diretos pela fome, pela miséria e pela catástrofe climática.
Repudiamos a entrega das terras públicas da União e das terras devolutas dos Estados para o capital. Exigimos que faça valer a Constituição Brasileira e que essas terras sejam destinadas para a Reforma Agrária. Seguiremos ocupando os latifúndios, pois somente assim retomaremos as terras usurpadas em 350 anos de escravidão do povo indígena e negro.
Repudiamos a privatização dos assentamentos, o fim das políticas públicas e programas sociais importantes como o PRONERA (Programa Nacional de Educação na Reforma Agrária) que já escolarizou mais de 192 mil pessoas do nível básico ao de pósgraduação e que está sendo destruído pelo atual governo. O Instituto Nacional de Colonização e Reforma Agrária (Incra) foi totalmente desestrurado e perdeu sua função de responsável pela reforma agrária, se transformando numa imobiliária de regularização fundiária a serviço dos latifundiários
Apesar de tudo que nos oprime e nos impede de ser livres, estamos despertas e seguimos em luta semeando resistência. Lutamos por direitos sociais e por transformações radicais na política e na economia. Nos somamos às lutas da classe trabalhadora iniciadas neste ano, com destaque para os petroleiros e as petroleiras.
Seguimos na nossa resistência ativa e na construção da Reforma Agrária Popular. Convocamos a sociedade brasileira para as lutas de março, no 8 – dia Internacional das mulheres, no dia 14 – Justiça por Marielle Franco, Anderson Gomes, pelo fim das milícias e no dia 18 em defesa da educação e contra a mercantilização e bestialização do conhecimento.
Nos comprometemos na construção de um março que pode marcar a virada política nas lutas de massas que a nossa classe trabalhadora tanto necessita. Vamos com força para cima deste projeto de morte que está no poder. Somos feitas de pedras e sonhos. Somos pequenas gotas que juntas, formam uma grande correnteza de lutas e também de conquistas, que arrancaremos na marra, como direito legítimo dos povos em movimento.
Reafirmamos toda nossa solidariedade aos povos do mundo em luta. Por uma Palestina livre! Pelo fim ao bloqueio do Império contra Cuba! E pela Soberania Popular da Venezuela!
Quando as mulheres trabalhadoras entram para a luta, é para decidir o presente e arrancar das entranhas do futuro, a alegria da realização dos seus sonhos. Não sonhamos pouco! Pisamos ligeiro e seguimos em marcha, determinadas pela construção de uma sociedade socialista e um mundo que não nos mate e aprenda a nos respeitar. Queremos e podemos tudo. Somos a revolução silenciosa que rompe o possível e o estabelecido. Somos rebeldia e gritamos: não calarão a nossa voz!
Nós que amamos a revolução, resistiremos! Mulheres em luta, semeando resistência!
Sem feminismo não há socialismo!
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