Evangelismo en Perú: una mirada sociológica a la gran sorpresa de las Elecciones 2020

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Por Enrique Planas

Cuando David Chauca Quispe, el célebre hincha israelita, llegó a Rusia 2018 para acompañar y alentar a la selección, todos aquellos que se emocionaban cantando Contigo Perú lo tomaron como una anécdota, la nota pintoresca propia de un país rico en folclor. Sin embargo, cuando su congregación alcanza un un inédito triunfo político, colocando 16 de sus líderes en el Congreso, la tribuna, especialmente limeña, deja de sonreír con condescendencia y comienza a inquietarse. Para Carlos Ernesto Ráez, antropólogo sanmarquino de 28 años, un sector sector social, que consideraba jocoso y pintoresca la presencia de los israelitas en el escenario social, ahora empieza a creerlos peligrosos. Sin embargo, tras apreciar los millones de votos obtenidos a nivel nacional, el analista solicita que dejemos la sorpresa fácil y más bien miremos el fenómeno mas allá de nuestra zona de confort.

“La Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal es una congregación que ha crecido sigilosamente, con un carácter distinto al que tuvo en los años 80 y 90, cuando su fundador, Ezequiel Ataucusi, estaba vivo. Muchos se preguntan sobre cómo no hemos podido ver esta presencia. Pienso que ni los medios, no los analistas y opinólogos le han dado la seriedad que merece. Y como no lo conocen, lo ven como un peligro”, señala.

Presentada en la Escuela de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de San Marcos, la tesis de Ráez que desde el 2016 ha circulado en Internet, después del flash electoral se ha convertido en un texto casi viral. Titulada “Liderazgos y legitimación: la organización y la congregación israelitas (2001-2014)”, en esta investigación para optar al título de licenciado Raez decidió responder preguntas hoy tan urgentes como qué tipo de liderazgo ha surgido en la organización israelita tras la muerte de su fundador en el 2000 y qué legitimidad tiene actualmente una directiva que sostiene a Jonás Ataucusi, hijo de Ezequiel y señalado como un líder casi ausente.

El interés de Ráez por la comunidad israelita surgió antes de iniciar sus estudios de antropólogo, cuando en su barrio compartía con amigos que formaban parte de esta congregación milenarista. Ya en la universidad, cuando pensaba el tema de su tesis, decidió acercarse en serio a investigar en ella.

En tu tesis, te enfocas especialmente en la segunda parte de la historia del movimiento, bajo el liderazgo de Jonás Ataucusi. ¿Cómo cambió la organización israelita tras la muerte de Ezequiel?

Antes el liderazgo era más simbólico. Públicamente, en celebraciones y conmemoraciones israelitas, Jonás Ataucusi no ha sido visto desde el año 2000, cuando lo ungieron. El liderazgo, a nivel religioso, depende ahora de una cúpula. No dependen tanto del carisma del hijo, más bien siguen viviendo del carisma de Ezequiel, el padre, quien mostraba una mucho mayor horizontalidad. Ahora, en la relación entre los líderes y la congregación es más vertical.

Eso generó tensiones dentro del grupo, con gente disconforme con su líder desaparecido y una dirigencia que toma decisiones de forma cerrada. ¿El actual éxito electoral revela que las disputas han sido superadas?

Mi tesis aborda lo que ha sucedido al interior de la institución israelita hasta 2014. De allí he seguido de cerca al movimiento he podido constatar dos cosas: primero, que poco a poco esas disputas se han ido resolviendo, aunque no me queda claro si gracias al retiro de algunos dirigentes o tras haber alcanzado ciertos pactos. Porque está claro que había un problema con un grupo de dirigentes que recelaba que desde Lima se quisiera imponer todo. Eso motivó que el partido no se presentara en las elecciones del 2010 y del 2011, y que por ello perdieran la inscripción. Por más que hayan estado peleados, tuvieron que hacer un trabajo de base para recolectar las firmas para volver a inscribir el partido. Quizás aún no han superado sus diferencias, pero por lo menos las dejaron de lado para participar de esta elección.

¿La organización mantiene la misma doctrina milenarista de Ezequiel Ataucusi?

Se mantiene la doctrina, obviamente ya no ligada a la resurrección de Ezequiel. En lo religioso, mantienen la idea de que el fin del mundo llegará después de que la palabra de su movimiento alcance “los cuatro rincones de la tierra”. Eso les da un margen amplio para que puedan seguir predicando su doctrina.

¿El liderazgo de la organización está consolidado o ves posible que, conseguida una curul, la organización se desbande?

Ya estaríamos entrando a un terreno especulativo. Personalmente pienso que, hacia fuera, van a mostrar solidez. Por dentro, seguirán manifestando sus confrontaciones.

¿Cómo podríamos identificarlo políticamente al movimiento?

En la época en que estaba vivo Ezequiel Ataucusi, el FREPAP compartía el ideario de Velasco, de la izquierda de Alfonso Barrantes y los postulados del economista de Hernando de Soto. En esa mescolanza, podríamos encontrar un ideario ligado a posiciones del nacionalismo, el pragmatismo y el apoyo a la autogestión.

¿Crees que el FREPAP puede ser un elemento a favor del diálogo y a los consensos al interior del Congreso o más bien se aferrará a sus posturas más conservadoras dentro, por ejemplo, de la comisión de Educación?

Ellos tienen la ventaja de que en la campaña no visibilizaron en extenso su programa. Sin embargo, la verdad es que se trata de un partido que tiene los pies sobre la tierra. No es un partido que quiera imponer una teocracia. Para ellos, lo más importante de participar en política es difundir su doctrina.

¿Crees que el triunfo electoral obtenido motivará a Jonás Ataucusi a ejercer su liderazgo de forma más visible?

Lamentablemente ayer no pude ir a Cieneguilla (lugar donde se ubica la Casa Real, la morada del profeta), pero una amiga fue y me dijo que Jonás había aparecido tras conocerse los resultados electorales. El tema es ver si Jonás se lanza o no para el 2021. Es el candidato natural. O también podrían arriesgarse y presentar solo a las congresales. En altas y bajas, Jonás se ha mantenido siempre oculto, y es por eso que los sectores más disidentes del partido acusan de que la dirigencia ha secuestrado a de su líder.

¿Qué piensas de los candidatos del FREPAP que tienen antecedentes penales, pero que dicen que han olvidado su vida de pecado tras haber encontrado a Dios?

Bueno, quizás haya personas a quien de verdad haya hecho efecto la purificación religiosa, pero eso no equivale a que evadan la justicia. Sin embargo, es muy difícil distinguir unos de otros. Ya estando en el Congreso veremos qué tan cristiano se revela el comportamiento de los conversos.

¿Qué esperas de la representación del FREPAP en el Congreso?

El hecho que tengan 16 escaños será decisivo a la hora de votar las propuestas. Ellos han dicho ya que no van a establecer ninguna alianza formal con ningún partido. Quizás, en teoría, eso les signifique independencia a la hora de votar. Me arriesgaría a decir que las propuestas más importantes las votarán en bloque.

¿Los ves más cerca de Frente Amplio que del fujimorismo?

La verdad, no los veo cercanos a ningún partido. Si tuviéramos que compararlo, quizás lo más parecido al FREPAP fue el Apra primigenio, cuando funcionaba en la década del treinta.

El Comercio


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