Canciller argentino recibe al futuro canciller uruguayo para dialogar sobre el futuro del Mercosur

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Felipe Solá recibirá al próximo canciller uruguayo y el Gobierno comienza a reorientar la relación con Lacalle Pou

Antes de viajar a Brasilia para la reunión que tuvo con su par brasileño, Ernesto Araújo, el canciller argentino, Felipe Solá, llamó a Ernesto Talvi, futuro canciller uruguayo, y lo invitó a Buenos Aires para aprovechar los días previos a la asunción del nuevo gobierno para empezar a conversar sobre el futuro del Mercosur.

Inmediatamente Talvi aceptó la invitación y la visita se concretará hoy al mediodía. Más precisamente, Solá mantendrá una reunión en su despacho y luego lo agasajará con un almuerzo de trabajo en el Palacio San Martín, la distinguida sede de ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores que es un monumento histórico nacional que alberga una valiosa pinacoteca, además de una Colección de Arte Precolombino. Talvi, luego irá a conocer la nueva sede de la embajada uruguaya en Buenos Aires, que el año pasado inauguró el presidente saliente.

Del almuerzo participarán también el vicencanciller, Pablo Tettamanti, y el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, además del embajador uruguayo en la Argentina, Hector Lescano Fraschino. No está prevista una conferencia de prensa posterior al almuerzo, según trascendió.

La reunión entre Talvi y Solá no está exenta de desafíos. Cuando el canciller argentino viajó a Brasilia, lo hizo convencido de que ya estaban dadas las condiciones para iniciar una nueva etapa en el relacionamiento con los principales socios de la región.

Solá partió con la información de que Jair Bolsonaro podría sumarse a la reunión, aunque no es habitual que un presidente brasileño se reúna con el canciller de otra nación. Incluso existía la posibilidad de que Bolsonaro diera alguna declaración para distender el vínculo con la Argentina, invitándolo al Presidente argentino a reunirse en Montevideo el 1º de marzo.

El encuentro se concretó, la foto entre Bolsonaro y Solá fue un hecho, y la conferencia de prensa entre ambos cancilleres, un verdadero éxito. Pero cuando el presidente de Brasil volvió a hablar del temor de que Argentina integre el “eje bolivariano” se imaginó que la situación nuevamente se complicaba.

En efecto, en la primera entrevista periodística que tuvo, Alberto Fernández no solo no confirmó la reunión con Bolsonaro en Montevideo, sino que puso en duda que viajara a la asunción de Lacalle Pou, poniendo frío en la relación con Brasil y con Uruguay también. Aunque en Cancillería se da otra explicación, y es que el Presidente no quiere opacar su primer discurso de apertura de sesiones ordinarias con una foto con Bolsonaro.

Fernández, como se recuerda, viajó a Montevideo a respaldar la candidatura del frenteamplista Daniel Martínez, en abierto desafío a las reglas del protocolo diplomático, que aconsejan no inmiscuirse en los procesos electorales ajenos.

Sin embargo, las instrucciones que Lacalle Pou le dio a Talvi fue que privilegiara la relación entre estados antes que las preferencias políticas, y apenas tuvo la confirmación de su cargo, hizo declaraciones apaciguadoras. “Las relaciones con la Argentina serán tan cordiales como importantes”, dijo.

El nuevo gobierno uruguayo ya adelantó que no invitó a los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, creando una situación difícil para el saliente gobierno de Tabaré Vázquez, quien en Uruguay tiene tanto derecho a hacer su lista de ceremonial como el entrante.

Talvi, por otro lado, adelantó que el próximo gobierno de su país respaldará la reelección del uruguayo Luis Almagro como secretario general de la OEA, una postura que comparte con Brasil. Esta posición también lo enfrenta a la Argentina, que lo único que ya decidió es que no respaldará a Almagro en las elecciones que tienen que llevarse a cabo el mes próximo.

Argentina no se decidió todavía entre el respaldo a la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, y al peruano Hugo De Zela Martínez, que se reunió con Fernández hace dos semanas en la Casa Rosada, donde le solicitó el voto en la asamblea general.

Almagro fue durante cinco años el canciller de José Mujica, entre el 1° de marzo de 2010 y el 1 de marzo de 2015. Sin embargo, en Washington empezó a tomar distancia de las posiciones más fundamentalistas del Frente Amplio en relación a Cuba y Venezuela, hasta el punto de enfrentarse con sus viejos compañeros de la política.

Infobae


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