Chile: el Festival «Subete a las tablas» llega a su 9° edición en Melipilla

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Por Redacción Nodal Cultura

El noveno festival de teatro emergente Súbete a las Tablas – SALT 2020, se desarrolla en la ciudad de Melipilla desde el día martes 28 de enero hasta el domingo 2 de enero.

Las calles de esta ciudad, en el centro del país, serán testigos una vez más del arte y la autogestión compartida en comunidad.

“La propuesta estético artística del festival nace del concepto del concepto de emergencia. Cuán urgente y  cuán importante es mostrar un discurso. Por qué creemos que es importante hablar de las disidencias sexuales. Por qué es importante hablar de la precarización de la vida. Por qué enfocarnos en una educación anti adultócrata para les niñes”, contó a Nodal Cultura Fernanda González Herrada, editora del Festival.

Melipillana, Gónzalez Herrada forma parte SALT desde el comienzo y es diseñadora teatral por la Universidad de Chile. “Somos un festival de teatro comunitario, emergente, disidente e incluso libertario, si tomamos la perspectiva para este año. El festival siempre se ha presentado como un festival de teatro itinerante para teatristas emergentes. No porque se trate de compañías que recién estén comenzando, sino porque son compañías más “under” de acuerdo a los discursos que manejan y cómo lo quieren expresar en los montajes. Priorizamos darle escenario a artistas que estén trabajando discursos que estén apareciendo recientemente, como en algún momento pudo haber sido el feminismo, como en algún momento pudo haber sido el anticolonialismo, el antiespecismo, la tenencia responsable de animales, un montón de temáticas que en general en los tiempos en los que se van desarrollando hacen que no tengan cabida en un circuito más oficial.

Además los montajes tienen que ser adaptables espacios que son pocos convencionales o de corte comunitario”.

A propósito de la condición de itinerante del SALT, se realizarán presentaciones en las poblaciones de las Lomas de Manso, Clotario Blest y el Bollenar, todas zonas periféricas de la ciudad. Con la intención de llevar el teatro y el arte a los diferentes puntos alejados del centro, a los barrios y las comunidades donde no llegan ni las compañías, ni el arte en general.

Como consecuencia de la construcción de años de labor, se propone además el diálogo y el trabajo conjunto en la comunidad en la que participa.

“Es un festival que se ha comprometido y ha estudiado territorios durante 10 años y que desde ese espacio creamos y desarrollamos un criterio para saber que obras pueden ser las que más se están pidiendo y necesitando en los territorios”.

Uno de los espacios claves del SALT, señala su editora, es el de las residencias. “El Súbete a las tablas es también el espacio de micropolítica que se desarrolla en la residencia. Para nosotros todo lo que tiene que ver con la convivencia de la humana es la mitad del trabajo. Las redes que generamos y creamos con las personas durante los procesos de residencia permanecen durante el tiempo. Desde la libertad de discurso que nos permite la autogestión logramos tener 5 jornadas que están en directa relación con el movimiento social”.

La condición de emergente de los grupos o elencos que participan del SALT está definida en la propia convocatoria. “Cuando escribimos las bases para el SALT 2020 trabajamos con 4 criterios curatoriales: el primero tiene que ver con el fundamento de la propuesta escénica, apostamos a montajes que de una manera consistente tengan una perspectiva crítica en torno a la contingencia nacional; el segundo es un criterio de calidad, la emergencia no tiene que ver con la falta de profesionalismo sino con una propuesta estética; el tercero es el de viabilidad, o sea la posibilidad de adaptar la obra a cualquier espacio; el último tiene que ver con la diversidad, ya que el festival tiene encuentro con los activismos que siempre lo atraviesan, por eso trabajamos memoria, teatro infantil, memoria o ambientalismo.”

La jornada inaugural tendrá lugar en la feria de los martes de Melipilla con la obra circense “Kollage” de la compañía Banana desde Santiago. El malabarista santiaguino se presenta por tercera vez en el festival, abriendo la primera jornada con sus juegos y su interacción con el público en la feria que siempre apoyó las actividades que se realizan.

“Este año nos organizamos a partir de las proclamas que se hicieron presentes a partir del 18 de octubre pasado. Inauguramos el festival con una jornada que se llama Hasta que la dignidad se haga costumbre. Los montajes de este día tienen que ver con el concepto de precarización de la vida”.

“La segunda jornada es la dedicada al Teatro infantil, en este caso todos los montajes tienen un foco puesto en el cuidado del medio ambiente, pero desde una perspectiva anti adultocrata. La jornada toma el nombre Niños libres contra los agrotóxicos, básicamente por la emergencia medio ambiental que hay en Melipilla debido al impacto ambiental que produjo la industria de las carnes blancas”.

“En el tercer día del festival es la jornada Arde Piñera, que se va a hacer en la población Clotario Blest. Ese día el foco será conceptualización críticamente lo que fue el estallido de octubre pasado”.

“La anteúltima de las jornadas será por las disidencias sexuales y se pondrá el foco en la violencia que sufre y cómo han tomado espacio en la periferia”. Esa será la Noche bizarra y se presentará la obra “Travesía Travesti”, además de cerrar con la banda “Empiezaconerre” de Valparaíso.

“Finalmente la última jornada tendrá el nombre Constituyente paritaria y plurinacional busca emplazarnos hacia abril de 2020 y hacia todo lo que vaya a ocurrir en este plebiscito. Los nombres de las jornadas buscan visibilizar de manera de una manera súper concreta cual es la postura del festival y adherirnos absolutamente”.

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