Chile: el estallido evangélico en universidades laicas y su soterrada influencia política

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por Francisca PérezLas Águilas de Jesús es un grupo cristiano que congrega a fieles de decenas de universidades en Chile. Según su sitio web, fue fundado en 2001 en la Universidad de Concepción y hoy cuenta con presencia desde la Universidad de Tarapacá, en Arica, hasta el Inacap, en Punta Arenas. Junto a la misión evangelizadora en las universidades, esta agrupación –que tiene actualmente como diputada a Francesca Muñoz– se toma en serio el activismo político. Menos de 24 horas después que comenzara el estallido social, los seguidores del Ministerio Las Águilas de Jesús hicieron un llamado a frenar «la maldad» que se apoderó del país a través del fortalecimiento de la Iglesia evangélica y la oración, un papel parecido al que cumplieron las iglesias pentecostales y presbiterianas cuando, en 1974, firmaron una carta que afirmaba que “el pronunciamiento de las Fuerzas Armadas en el proceso histórico de nuestro país, fue la respuesta de Dios a la oración de todos los creyentes que ven en el marxismo la fuerza satánica de las tinieblas en su máxima expresión” . [ACTUALIZADA: Ver N de la R al final de nota]«Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará».(Mateo 24:12)Hacemos un llamado urgente a la oración. El único freno que se le puede dar a esta multiplicación de la maldad es el amor de la iglesia19 de octubre de 2019,Ministerio Las Águilas de Jesús

Chile llevaba menos de 24 horas desde que comenzó el estallido social y por Facebook los universitarios y seguidores del Ministerio Las Águilas de Jesús hicieron un llamado a frenar la maldad de lo que ocurría en el país a través de la oración. Durante los días que siguieron, irán con poleras rojas, con la frase impresa “Dios te ama”, a predicar a puntos estratégicos del país, entre ellos, el Palacio de La Moneda.

Las Águilas de Jesús es un grupo cristiano que congrega a fieles de decenas de universidades en Chile. Según su sitio web, fue fundado en 2001 en la Universidad de Concepción y hoy cuenta con presencia desde la Universidad de Tarapacá, en Arica, hasta el Inacap, en Punta Arenas. Los llamados tienen una sola misión, basados en el versículo Mateos 28 de la Biblia: predicar en su universidad y hacer discípulos.

Hasta el año pasado se contabilizaban alrededor de 400 seguidores en el país. Y aunque no son un grupo especialmente masivo, sus alas han llegado alto. A modo de ejemplo, Francesca Muñoz, su fundadora en la UdeC, hoy es diputada de la bancada de RN y conocida por haber propuesto legislar “El día de la Biblia”. Su esposo, y también fundador del movimiento cristiano, Héctor Muñoz, es Seremi de Salud en la Región del Biobío, y Gustavo Torres, también del primer grupo de las Águilas, actualmente es asesor en la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos de la Secretaría General de la Presidencia.

Las nuevas generaciones también cuentan con activismo político. Pese a que la religión fue mirada por años con recelo por el mundo evangélico, ellos aseguran que han entrado solo para defender la fe desde diferentes estrados: Judith Marín, quien llevó el movimiento a la Usach, hoy es asesora del diputado RN Eduardo Durán, hijo del pastor Durán, y su sucesora Elein Ossandón es fundadora de la organización Confamilia y se ha presentado en audiencias ante el Congreso de Chile para exponer contra el aborto, matrimonio homosexual y ley de identidad de género.

Y aunque los evangélicos se relacionan con un domicilio político en la derecha –no es coincidencia que las comunas con más evangélicos sean aquellas en la que José Antonio Kast contó con más votación–, lo cierto es que sus fieles se encuentran en todo el espectro político: en la Izquierda Ciudadana está Darío Salas Verdejo, exasesor del Ministerio de Bienes Nacionales, quien junto con ocupar el cargo de secretario general y tesorero de su partido, ejercía como pastor de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal. En Revolución Democrática, el diputado por el Distrito 8, Pablo Vidal, es hijo de pastores evangélicos y, pese a que no es un activo de la Iglesia, ha defendido el rol del protestantismo, especialmente en los sectores populares. En las redes también se encuentra  @lee_zandrov, quien en Twitter se reconoce como Cristiano Evangélico, renquino, colocolino y militante de Convergencia Democrática.

Los primeros pasos

La primera “acción política” públicamente conocida de parte del mundo evangélico pentecostal fue la carta firmada por 32 obispos de las iglesias pentecostales y presbiterianas del país a la ONU en 1974, donde sostienen, entre otras cosas, que “el pronunciamiento de las Fuerzas Armadas en el proceso histórico de nuestro país, fue la respuesta de Dios a la oración de todos los creyentes que ven en el marxismo la fuerza satánica de las tinieblas en su máxima expresión” .

Un año más tarde, en 1975, en la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, ubicada en Jotabeche 40, se sirvió por primera vez el culto de Acción de Gracias, donde hubo 15 mil asistentes. Entre estos, los miembros de la Junta Militar, y fue transmitido en vivo por cadena nacional en televisión y radio.

Al no existir una ley de culto, la penetración de la fe evangélica en Chile fue lenta. Por eso, según explica un teólogo que prefiere no ser identificado, “el que docentes pudieran predicar su fe en las aulas universitarias, podía ser un acierto”.

El primer elegido para hacerlo fue el exejecutivo de Codelco, Juan Pablo Dávila, quien fue acusado por el desfalco de 200 millones de dólares y por lo que tuvo que cumplir una condena de siete años. Una vez en libertad, comenzó a dictar clases de Economía en la Universidad Adventista. Luego, “introdujeron diversos docentes evangélicos que expandieron la fe cristiana en los planteles de educación superior, copiando el modelo de los católicos en los 60 y 70, a través de un guía espiritual”. En 1999, bajo el Gobierno de Eduardo Frei, se promulgó la Ley de Culto, con lo cual las distintas religiones del país podrían solicitar el nombramiento de monumentos nacionales a sus templos y, con ello, postular a dineros del Estado para la promulgación de la fe.

Es allí cuando aparecen los movimientos evangélicos en las universidades. Además de las Águilas de Jesús, también resuenan en los campus universitarios el Grupo Bíblico Universitario (GBU), Uniendo Vidas en su Amor (UVA), Minegro, Gelc UC, Vida Espiritual, entre otros. Gustavo Baher participa en GBU y explica que “todos sus integrantes, o la mayoría, nos congregamos en iglesias protestantes de diversas denominaciones, pero pretendemos hacer Iglesia en la universidad”.

En 2012, la Primera Iglesia Pentecostal de Chile se hizo propietaria del 66% de la Universidad del Mar, institución que posteriormente fue cerrada por el Estado definitivamente. El 31 de octubre de  2013, la entonces ministra de Educación, Carolina Schmidt, declaró el templo de Jotabeche como monumento histórico. Entre 2015 y 2017 la Iglesia evangélica recibió 16 propiedades fiscales y se acordó una donación del Estado por casi 6 mil millones de pesos.

Con Biblia en mano

Es miércoles 16 de octubre, faltan dos días para que se produzca el mayor estallido social de la historia chilena, y a las afueras de Estación Central, las Águilas de Jesús reparten panfletos enérgicamente y predican la palabra de la Iglesia a todo pulmón, interpelando a quienes están cerca. Después de unos minutos, entre la masa de gente y los vendedores ambulantes, el grupo de jóvenes se retira de la estación para moverse hacia otro lugar estratégico y cumplir su misión evangelizadora a las afueras de la Universidad de Santiago, donde, además de ser alumnos, semanalmente dan a conocer la palabra de Dios con Biblia en mano y con un micrófono cableado hasta un parlante.

La escena se replica a la misma hora en la Universidad de Concepción, bajo el Arco de Medicina, donde los fieles llaman a sus compañeros a no ser alumnos que solo vayan a estudiar, sino que vayan a entregar la palabra de Dios.

En Santiago, la primera universidad tradicional donde entró el movimiento fue la Universidad de Santiago. En marzo de este año, su fundadora, Judith Marín, señaló a El Desconcierto que “comenzamos hace cinco años con la obra acá en la Usach y Dios nos habló de ir avanzando a las otras universidades. Con los años abrimos la (Universidad) Católica con Germán, que ahora es académico de una universidad en Arequipa y además es pastor de una Iglesia allá. Luego Dios nos dijo que apuntáramos al pez más gordo del país: la Universidad de Chile. Ahí fue difícil por el contexto y porque nadie estudiaba. Pero lo logramos hacer igual”.  Hoy Judith es asesora del diputado Durán y no accedió a dar entrevistas ni responder sobre el tema. Todos los encargados de Las Águilas de Jesús que contactó El Mostrador respondieron de la misma forma.

Los que conocen a estos grupos evangélicos cuentan que hacen libre uso de los espacios universitarios para invitar a los estudiantes a participar de las comunidades y acercarlos a la Iglesia. Nicolás Soto, estudiante de la Universidad Católica, los ha visto en numerosas oportunidades a las afueras del templo de San Joaquín, “siempre te pasan una tarjeta y te invitan a sus reuniones especificando día, hora y sala… a mí me han dicho que me pueden ayudar con el consumo de drogas, copete y cigarros”. También colocan carteles llamando a reunirse en lo que denominan “discipulados”, en distintas salas de la casa de estudios superiores.

Las Águilas de Jesús son los primeros en recibir a los alumnos nuevos cuando llegan a las ferias de postulantes, los siguen y les entregan panfletos con la palabra de Dios, como se ve en un posteo del grupo de Facebook Ministerio Águilas de Jesús. Martina Corales, estudiante de la Universidad de Chile, detalla que aprovechan los espacios públicos para llamar la atención de los estudiantes e invitarlos a unirse a la agrupación, “a la salida de mi facultad, en Juan Gómez Millas, estaban regalando té y café, también tenían un papelógrafo donde te invitaban a escribir qué te motiva de la carrera y, cuando me acerqué, me hablaron de Jesús y me invitaron a participar”. Incluso, han organizado seminarios académicos, donde expertos “confirman” la existencia de Dios.

Esa forma de trabajar le llamó especialmente la atención a Alberto Mayol, quien hoy es vicedecano de la Facultad de Administración y Economía de la USACH. “Se supone que, en mi cargo, yo soy el encargado de disponer qué se hace con las salas. Y en el tiempo que llevo acá nunca me han solicitado alguna y de repente abres una puerta de una sala que supuestamente está vacía y encuentras allí un grupo, supongo que predicando”.

El candidato a rector que asesoró al pastor Durán

La última elección a rector de la Usach será una de las más recordadas. Juan Manuel Zolezzi ganó por apenas 20 votos  en segunda vuelta. El Tribunal Electoral de la RM declaró nula su elección por excluir a los profesores que trabajan por horas, y el académico tuvo que recurrir al Tricel y al Tribunal Constitucional, organismos que finalmente lo ratificaron en el cargo.

Su principal contendor sacó el 48,5% de los votos. Rodrigo Vidal, el hombre que le movió el piso a Zolezzi, es académico de la Escuela de Arquitectura y hermano de Pablo Vidal, quien apoyó por Twitter su candidatura. Hijo de pastores evangélicos, se formó con valores y principios propios del dogmatismo cristiano, y actualmente participa en la Iglesia. Como una mezcla perfecta entre el mundo de la academia y la religión, es autor del libro Entender el Templo Pentecostal: elementos, fundamentos, significados.

Su vasta experiencia en arquitectura protestante lo llevó a contribuir desde la academia y participar como asesor de la iglesia de Jotabeche, cuando el cuestionado obispo Eduardo Durán estaba a la cabeza. Vidal trabajaba en los planos y presentaciones de ese proyecto, que llevó a la Catedral Evangélica a ser declarada Monumento Histórico Nacional el año 2013.

Por esos días, cuenta una fiel de ese templo pentecostal, “era común ver a Rodrigo Vidal y a su mano derecha, Cristián Muñoz, junto con el pastor. Era como un Presidente y sus ministros”. La Plataforma de Ley del Lobby muestra que el 15 de junio de 2016 volvió a reunirse con Durán y otros cuatro asistentes, para presentarse ante el entonces ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga. De acuerdo al documento, la materia tratada fue “la solicitud al MOP del patrocinio del Ministerio en el financiamiento y la construcción del Proyecto de Normalización y Remodelación de la catedral Evangélica de Chile (…) solicitud que surge de la necesidad de mejorar el edificio para subsanar diversos problemas técnicos y normativos que constituyen actualmente un riesgo para los ocupantes y para la durabilidad del inmueble”.

Cuatro meses más tarde, el entonces intendente Claudio Orrego anunció, con bombos y platillos, la donación del Gobierno de 5.969 millones de pesos, que serían financiados por la Subdere, Core y Mop para ser distribuidos entregando 10 millones de pesos en gastos administrativos; 123 millones en consultorías y 5.835 en obras civiles. Pero un año más tarde vino el bullado Te Deum Evangélico, donde el diputado Durán, contra todo protocolo, subió al estrado a dar el sermón y los asistentes le gritaron asesina a la Presidenta Bachelet, entre otros insultos, y… la entrega de dinero se congeló, por no ser prioritaria.

Los jefes de campaña de Vidal fueron Jorge Pavéz y Cristina Moyano(*), y también recibió apoyo importante de Cristián Muñoz, director del Departamento de Ingeniería Comercial y candidato a la repostulación. Muñoz también se declara evangélico y fiel de la Iglesia Jotabeche, sin embargo, niega el apoyo de los grupos de estudiantes evangélicos a la candidatura de Vidal, pero confirma su participación en los espacios universitarios, principalmente de grupos como GBU, Guía Espiritual y Las Águilas de Jesús. Al preguntarle si grupos evangélicos apoyaron su candidatura, él responde que «la universidad es pluralismo, es diversa. La universidad pública tiene como objetivo que todos los puntos de vista se encuentren: mal podría un candidato evangélico y que representa lo evangélico, tener el 48,5% de los votos, en una universidad donde el 48,5% de los académicos no son evangélicos».

Hoy estos grupos han invitado a los académicos a exponer por su relación con la Iglesia evangélica. Mientras que el movimiento con Biblia y micrófono en mano crece y vuela cada vez más alto.

(*) N de la R:  posterior a la publicación de esta nota, la exjefe de campaña para Rodrigo Vidal, Cristina Moyano, envió una carta al director, donde solicita aclarar su mención en esta nota. Al respecto señala que «no pertenezco, ni perteneceré a ninguna red, ni tampoco milito en ninguna causa religiosa que dispone de un «perverso» plan de copamiento de las universidades». Lea la carta AQUÍ.


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