Bolivia | Ministro de Defensa del gobierno de facto: “Pablo Iglesias representa el hilo conductor de la mafia terrorista sediciosa”

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Por Alejandro Entrambasaguas

Fernando López (La Paz, 1964), ministro de Defensa del Gobierno de Bolivia, ha recibido a OKDIARIO en su despacho, ubicado en la sexta planta del Ministerio, en la céntrica Plaza Avaroa. Con él hemos charlado sobre la posibilidad de que Pablo Iglesias sea nombrado vicepresidente de España y del intento de asalto a la residencia de la Embajada de México por parte de agentes españoles.

Desde la llegada de Fernando López al Ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas bolivianas han logrado liberarse de la tiranía a la que Evo Morales les estaba sometiendo. También ha incidido en la valentía, el enorme entrenamiento, la gran capacitación y el orgullo que siente por el Ejército de Bolivia.

PREGUNTA: ¿A qué riesgos se expone España con Pablo Iglesias como vicepresidente del Gobierno?

RESPUESTA: Mire, Pablo Iglesias representa en estos momentos el hilo conductor de la mafia terrorista sediciosa. Me da pena por el pueblo español que es maravilloso. Y se lo digo no sólo porque lo conozco y he ido, sino porque veo mucho lo que ocurre en España. No quiero hacer una intrusión política en un país hermano, nosotros somos muy cautos en el tema. Pero en este caso específico, no puedo creer que la coyuntura haya llevado a un personaje de ese nivel a estar donde está. No creo que un personaje de ese nivel le haga mucho beneficio al pueblo español, especialmente al ciudadano de a pie, al que trabaja, al que sufre todos los días, al que está en paro, al que quiere su patria unida.

En Podemos han sido asesores del régimen de Evo Morales y han tenido el tupé de redactar parte del cambio de Constitución pensado muy a largo plazo. Pero también debo decir que les salió mal. Es una locura y una aberración absoluta que Pablo Iglesias vaya a ser vicepresidente de España, pero respeto el desarrollo político y social de los españoles. Lo digo de una manera muy apenada.

La solución no está en estos gobiernos déspotas. Yo, por ejemplo, no soy ni de izquierdas ni de derechas. Soy un ciudadano que cree en Dios, en la patria y en el espíritu del pueblo. Nosotros logramos derrotar un régimen sin disparar ni un cartucho; en las calles, sin violencia. La violencia la pusieron ellos en los últimos 15 días. Con todo, nosotros, como Fuerzas Armadas y Policía, no disparamos ni un cartucho de guerra.

Me gustaría decirle al pueblo español que no permitan que les quiten su libertad, su forma de vivir, sus hermosas tradiciones -que yo sigo, y además muchas de ellas vienen a nuestro país-. Pero la confianza hay que tenerla en el pueblo. Y ellos son los que deciden. No lo permitan, no se dejen.

P: ¿Qué ocurrió en la residencia de la Embajada de México tras el intento de asalto por cuatro agentes españoles encapuchados y armados?

R: El detalle de las investigaciones está en curso. Es un informe que quien tiene que darlo es el Ministerio de Gobierno. Sin embargo, yo puedo decir de manera genérica que definitivamente fue un acto tremendamente irregular nunca antes visto, total y absolutamente sospechoso. No entendemos cómo un país hermano, como es España, ejecuta operaciones especiales sabiendo que dentro de una embajada hay acusados de terrorismo y sedición. Desde el punto de vista táctico, obviamente era un rescate de personas ligadas al terrorismo en Bolivia.

Nosotros estamos en pleno proceso de pacificación y nos pareció realmente raro y absolutamente condenable que fuerzas especiales españolas ingresen en la Embajada de México con una finalidad que definitivamente entorpeció el panorama pacífico que a día de hoy estamos viviendo aquí en Bolivia.

P: ¿Cómo es el Ejército boliviano, ahora en sus manos, desde que usted es ministro?

R: Nosotros tratamos de devolverle la dignidad a las Fuerzas Armadas. Durante 14 años han creado una cúpula totalmente servil. No nos preocupa cuando un militar es servil a su país, para eso están y los entrenan. Lo complicado es cuando el servilismo es hacia una persona y un régimen, cuya intención última es la permanencia en el poder a toda costa. Todo por el poder. Una orientación pseudosocialista-comunista. Las autoridades vivían con tantos lujos que no sabías si era un presidente, un jeque o un empresario exitoso.

Las Fuerzas Armadas las encontré en un grado complejo y muy confundidas pero fortalecidas a nivel moral, anímico; muy entrenadas y capacitadas. También leales a su patria. Creo que el pueblo boliviano puede sentirse orgulloso de haber tenido unas Fuerzas Armadas que respetaron al pie de la letra los cánones de la Constitución política del Estado y de la democracia.

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