Bolivia: la presidenta de facto Jeanine Áñez presenta su nuevo gabinete

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Áñez presenta este martes a su nuevo gabinete; anuncian ‘cumbre’ para uso de espacios en medios estatales

Tras el pedido de renuncia a su gabinete, este martes la presidenta Jeanine Áñez presentará a su nuevo equipo ministerial, informó el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez. Anunció además la organización de una cumbre de candidatos para definir el uso de espacios en los medios estatales para la difusión de propaganda política, a fin de evitar susceptibilidades sobre un eventual favorecimiento a la presidenta-candidata.

El fin de semana la mandataria pidió a su gabinete en pleno la renuncia para encarar una nueva etapa en su administración, que empezará esta semana justamente con la presentación de los candidatos para las elecciones generales del 3 de mayo.

“En este momento ya casi la gran mayoría lo han hecho, han presentado su renuncia y seguramente la presidenta hará su evaluación, nos dará la confianza a algunos ministros y ministras, pero también, seguramente, van a haber cambios y se lo hará el día de mañana (martes)”, informó Núñez en rueda de prensa.

La primera en renunciar fue la titular de Comunicación, Roxana Lizárraga, quien hizo saber en su carta de renuncia su desacuerdo con que Áñez sea candidata. Este lunes, ratificó su decisión y le pidió no dejarse utilizar con «políticos oportunistas” que quieren continuar en el poder.

“¿En qué quedó nuestro objetivo presidenta Jeanine Áñez? No emulemos lo que Evo Morales para quedarse en el poder, no utilice los medios del Estado”, sostuvo Lizárraga.

Núñez aseguró que se debe separar la gestión con lo que será la campaña electoral de cara a los comicios. Por ejemplo, dijo que para actos proselitistas la mandataria de Estado no utilizará el avión presidencial, ni tampoco el aparato del Estado.

“Nosotros estamos pensando hacer una cumbre para convocar a los otros candidatos para ordenar que es lo que se va a hacer con los medios estatales, por ejemplo para que no se utilice preferencia sobre un candidato y entremos en las mismas condiciones todos”, anunció.

La decisión de quienes de sus colaboradores continúan en el gabinete ministerial queda en manos de Áñez, añadió Núñez .

Áñez asumió la Presidencia del 12 de noviembre, dos días después de la renuncia de Evo Morales, acorralado por las denuncias de fraude electoral, un paro cívico, un motín policial y la sugerencia de los militares de dimitir.

El primero en ser alejado del gabinete fue Jerjes Justiniano, exministro de la Presidencia, en medio de denuncias de ejercer presiones en un caso de violación.

La Razón


A Jeanine Añez hasta los aliados le critican su candidatura

Por Guido Vassallo.

La crisis política parece acentuarse cada vez más en Bolivia. En línea con el pedido de la presidenta autoproclamada, Jeanine Añez, los ministros del gobierno interino de Bolivia empezaron a presentar sus respectivas renuncias. A la dimisión de la ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, se sumó el ministro de Obras Públicas, Iván Arias. Añez le pidió a todos sus ministros que presenten su renuncia argumentando que de cara a un proceso electoral «es usual que se produzcan ajustes en el equipo de trabajo del gobierno». Ahora se enfocará en su flamante candidatura a las elecciones presidenciales del tres de mayo.

La exsenadora había expresado en reiteradas ocasiones que no pensaba candidatearse, razón por la cual le llueven criticas desde todos los sectores. Para el candidato presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, las actitudes de Añez dejan en evidencia que en Bolivia se produjo un golpe de Estado. Arce llegará el martes (hoy) a Bolivia para iniciar la campaña electoral, con un masismo unido frente a una derecha dispersa en al menos cinco candidatos.

Anticipándose al pedido de Añez, la ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, presentó su renuncia el domingo. «Al convertirse en presidenta/candidata ha dejado de lado el mandato del pueblo boliviano que luchó en las calles y ha puesto al gobierno al servicio de un grupo de políticos y de un proyecto prorroguista que se diferencia muy poco de las prácticas de Evo Morales y el masismo», destacó Lizárraga, con una virulencia inesperada.

Pero este perfil crítico de Lizárraga no la exime de culpa y cargo. La gestión de la exministra al frente de la cartera de comunicación es, cuanto menos, polémica. Bajo su mando se cerraron unas 50 radios comunitarias, y los equipos de algunas de esas emisoras fueron destruidos. A fines de 2019, las señales de RT y Telesur fueron quitadas del aire de las televisoras privadas. A su vez, varios periodistas extranjeros (entre ellos algunos argentinos ) debieron alojarse en las embajadas de sus respectivos países, ante la amenaza del gobierno de facto de apresarlos por el delito de sedición.

El lunes, el primero en obedecer al pedido de Añez fue el ministro de Obras Públicas, Iván Arias. «Agradeciendo enormemente la confianza que usted ha depositado en mí para administrar esta cartera de Estado y enaltecer los pilares fijados por el Gobierno, me despido con las más altas consideraciones», expresó en su carta de renuncia. Sobre Arias no son pocos los dirigentes del MAS, incluido el expresidente Evo Morales, que denuncian la paralización de obras públicas iniciadas y proyectadas durante su gobierno, interrumpido por un golpe de Estado.

Ese misterio llamado Añez

La trayectoria de Añez durante las últimas semanas es difícil de comprender, fundamentalmente porque no parece obedecer a una misma lógica. Primero, su mandato debía extenderse hasta el 22 de enero, día en que terminaban los mandatos contitucionales del Ejecutivo y el Legislativo. Pero Añez consiguió ampliar los plazos hasta la asunción de las nuevas autoridades, gracias al aval del Tribunal Supremo Electoral. Durante ese lapso de tiempo, Añez reiteró que no le interesaba postularse a la presidencia. Pero lo hizo. Y ahora le pide la renuncia a su gabinete para garantizar la «institucionalidad» en el país.

Sobre su pedido de renuncia al gabinete, Añez aclaró que esta decisión fue adoptada con el fin de «encarar esta nueva etapa de la gestión de transición democrática». Según el comunicado compartido por el gobierno cerca de la madrugada del domingo, «Añez completará a su equipo de gobierno en el menor tiempo posible». En ese sentido, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, confirmó que el martes (hoy) será presentado el nuevo gabinete, donde «algunos funcionarios serán ratificados y otros no».

Añez asumió de manera interina la presidencia el pasado 12 de noviembre, al activar como segunda vicepresidenta del Senado el mecanismo sucesorio que quedó roto con la renuncia dos días antes de Evo Morales. El expresidente se vio forzado a renunciar por la presión de las fuerzas armadas y violentos grupos reaccionarios.

«No estaba en mis planes», había admitido Añez al anunciar su candidatura presidencial. Su postulación es muy cuestionada en el país, incluso desde sectores aliados a la exsenadora. Por citar un caso, el expresidente boliviano Jorge «Tuto» Quiroga, que el pasado ocho de enero renunció al cargo de asesor presidencial para lanzar su propia candidatura, se mostró «entre los que sienten dolor y decepción» por la candidatura de Añez. Los también candidatos de ultraderecha, Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, criticaron duramente sus aspiraciones presidenciales.

En una conferencia de prensa desde el hotel Quagliaro del barrio porteño de Balvanera, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, y el flamante candidato presidencial del MAS, Luis Arce, se sumaron al repudio. «Entendemos que cualquier boliviano tiene derecho a postularse, sin embargo también creemos que las personas tienen que cumplir con su palabra. No solamente la señora Añez, Camacho, que ha participado abiertamente del golpe de Estado, dijo que tampoco iba a a ser candidato y se postuló», remarcó Arce.

Para el presidente depuesto, Evo Morales, «los golpistas se creen un gobierno de transición pero es una dictadura. Si fuera gobierno de transición no tienen por qué cambiar el modelo económico». En ese sentido, citó el ejemplo del expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, que cumplió «una verdadera tarea de transición», al asumir de manera interina tras la renuncia de Carlos Mesa en 2005.

Frente a un escenario de persecución y hostigamiento judicial contra dirigentes y funcionarios del MAS, el partido liderado por Morales piensa en cómo articular la campaña presidencial. No será tarea fácil. «Mañana (por hoy) voy a estar en Bolivia», declaró Arce. Advirtió, sin embargo, que la candidatura de la presidenta interina Añez «genera enormes dudas sobre la transparencia del proceso electoral» en su país y solicitó la colaboración de la comunidad internacional.

Lejos de hacerse cargo, y en una llamativa interpretación de las críticas a su postulación, Añez las atribuye a «un grupo ya minoritario de machistas que se resiste a que las mujeres estén en la palestra pública». En un acto oficial, según informó el diario Los Tiempos de Bolivia, la presidenta interina destacó que «cuando buscamos mayor participación, somos muy observadas (…) pero vamos por la igualdad de oportunidades».

Más allá de las libres interpretaciones, las elecciones del tres de mayo definirán al futuro presidente de Bolivia. Con un masismo fortalecido y unido, y una derecha fragmentada en al menos cinco candidaturas, Evo Morales cree que esta campaña pondrá de manifiesto un claro combate entre «nacionalizadores y privatizadores». En unos meses sabremos quien resulta ganador.

Página 12


Cossío pide a Áñez y Mesa declinar sus candidaturas

El exgobernador y líder de la agrupación Camino Democrático al Cambio (CDC), Mario Cossío, pidió a la presidenta Jeanine Áñez y al candidato de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, declinar sus candidaturas para evitar la dispersión del voto ciudadano en las elecciones generales del 3 de mayo.

Cossío, aliado de Creemos -que postula al binomio conformado por Luis Fernando Camacho y Marco Pumari-, cuestionó la postulación de Áñez y señaló que no le hace bien al proceso de transición que vive el país y le resta credibilidad a su mandato.

“Ojalá pueda reflexionar para armar un gran bloque de unidad nacional que es lo que Bolivia necesita, porque es necesario un gobierno fuerte, sólido y participativo”, respondió la exautoridad a la pregunta formulada por EL DEBER.

A su criterio, Áñez está en la Presidencia como resultado de los 21 días de lucha cívica durante el 2019, además considera que el cargo con la misión de unir al país es una transición que garantice elecciones justas y transparentes.

Asimismo, el líder de CDC sugirió a Carlos Mesa reflexionar sobre su candidatura a la Presidencia de Bolivia, después de lo sucedido en los comicios anulados del 20 de octubre del pasado año, y por la decisión de quienes fueron sus aliados políticos en esas elecciones, pero que ahora decidieron apoyar a Áñez.

Por su parte, el gobernador de Tarija y líder de la agrupación Todos, Adrián Oliva, justificó su alianza con la presidenta Áñez por considerar que su liderazgo político genera certezas para el futuro no solo de Tarija, sino también del país después de mostrar su capacidad de gestión gubernamental.

Oliva agregó que Áñez es la mejor opción para enfrentar al MAS en las elecciones del 3 de mayo y conformar un gobierno de unidad nacional.

El Deber


Al cuestionar a Áñez, Mesa reflexiona sobre la tesis del golpe de Estado

Carlos Mesa, expresidente y otra vez candidato a la presidencia de Bolivia cuestionó la candidatura anunciada por la mandataria transitoria Jeanine Áñez con una reflexión sobre el sentido del golpe de Estado.

“La tesis del golpe de Estado se basa en la idea de que quien lo dio usa la sucesión constitucional como una excusa para hacer realidad su verdadera intención: apropiarse del gobierno en el largo plazo como quien se apropia de un botín”, escribió el candidato de Comunidad Ciudadana (CC) en un texto publicado el domingo llamado “Una decisión equivocada”.

Mesa, que de paso perdió su alianza con el alcalde de La Paz, Luis Revilla, y quien se sumó a la fuerza política que impulsará la elección de la mandataria transitoria, dijo “que si hay algo claro e incuestionable” en la llegada de Áñez al gobierno es “su carácter de transición”. “Dos son los hechos que condicionan su gestión: el fraude electoral que le arrebató al pueblo boliviano el libre ejercicio de su soberanía y la renuncia y posterior vacancia del cargo que dejó Morales”, escribió.

Morales renunció a su cargo el 10 de noviembre del año pasado, acorralado por movilizaciones ciudadanas y políticas, un motín policial y la sugerencia de renuncia planteada por las Fuerzas Armadas en medio de una crisis desatada a raíz de graves irregularidades halladas por una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones general del 20 de octubre. Dos días después, la entonces senadora Áñez se proclamó sucesora en sendas sesiones sin quorum ni asistencia de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Cámara de Senadores, primero, y la Asamblea Legislativa, después.

El viernes 24 de enero, la beniana sorprendió con su decisión de postularse en las elecciones del 3 de mayo. “Créanme que es una enorme responsabilidad” y “no estaba en mis planes presentarme”, argumentó Áñez esa noche, en compañía de su gabinete, sus seguidores y, llamativamente, previo acuerdo con la agrupación de Revilla, Sol para Bolivia (Sol.Bo).

La decisión desató una serie de cuestionamientos después, desde el MAS hasta las otras fuerzas políticas que participarán de los nuevos comicios, convocados por el mismo gobierno de transición.

“Un gobierno de transición con una responsabilidad tan específica, no debe ir más allá de ese objetivo, salvo la administración del día a día y la toma de medidas para resolver eventuales situaciones políticas, económicas y sociales de emergencia”, cuestionó Mesa en su escrito.

“Los mediadores en la crisis, la Iglesia Católica y la Unión Europea, partieron de una premisa básica que no es otra que el espíritu de la sucesión constitucional. La refrendaron porque era indispensable que se cumpla el objetivo único de administrar el proceso electoral, asumiendo, por supuesto, que la Presidenta no aprovecharía en su favor sus meses de gobierno para promover una candidatura personal y dejar de ser juez para convertirse en parte, lo que destruiría su legitimidad y la del proceso que preside”, insistió.

Ahora, Mesa será rival de Áñez, que conformó con Revilla, y los gobernadores Rubén Costas y Adrián Oliva, además dela agrupación de Víctor Hugo Zamora, la alianza Juntos. Sol.bo, de Revilla, y Todos, de Oliva, dejaron solo al candidato de CC, con el que fueron juntos en las elecciones anuladas de octubre.

Mesa enumeró los argumentos para señalar que Áñez no tenía opción de ser candidata. “A pesar de todas estas evidencias, la Presidenta ha anunciado que será candidata. Es una decisión que equivale a jugar con las cartas marcadas. Sin su llegada a la primera magistratura y el ejercicio presidencial, no se habrían dado ninguna de las condiciones para tomar esta decisión”, escribió mesa en su artículo.

Las elecciones se desarrollarán el 3 de mayo. Hasta el momento, los binomios anunciados son el de los cívicos Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, de Creemos Bolivia; Mesa y Gustavo Pedraza, de CC; y Luis Arce y David Choquehuanca, del MAS; Áñez presentará a su acompañante el jueves.

La Razón


Gobierno de facto en Bolivia con asesores de golpistas de Honduras

El gobierno de facto en Bolivia cuenta hoy con los mismos asesores estratégicos de comunicación para las elecciones de mayo que los contratados por el gobierno interino hondureño en el contexto del golpe a Manuel Zelaya.

De acuerdo con el diario The Intercept, la asonada golpista en Bolivia contra el presidente Evo Morales, perpetrada el pasado 10 de noviembre ‘tiene una sorprendente similitud’ con la que derrocó al presidente hondureño Manuel Zelaya.

El análisis recuerda que Zelaya fue sacado del cargo por los militares, solo para ser reemplazado por un gobierno interino liderado por fuerzas de oposición de derecha, rápidamente consolidadas en el poder a través de un controvertido proceso electoral.

Ahora en Bolivia ocurre lo mismo, luego que las autoridades del país encabezadas por la autoproclamada presidenta, Jeanine Áñez, contratara los servicios de CLS Strategies.

Áñez busca un ‘asesor estratégico de comunicaciones’ para las nuevas elecciones de este año, previstas para el 3 de mayo, y otras interacciones con el gobierno de Estados Unidos.

The Intercept refiere que la firma de cabildeo, anteriormente conocida como Chlopak, Leonard, Schechter & Associates, proporcionó un trabajo notablemente similar después de la expulsión de Zelaya.

Explicó que ayudó al gobierno interino hondureño a obtener el respaldo de los encargados de la formulación de políticas y los medios de comunicación estadounidenses mientras el país celebraba nuevas elecciones.

‘La crisis en Bolivia refleja el golpe de estado de 2009 en Honduras de muchas maneras. Morales y Zelaya forjaron lazos con Venezuela, aumentaron el salario mínimo, ampliaron los servicios sociales y se opusieron a la privatización de las principales industrias’, recalca.

Además, añade, los dos presidentes izquierdistas enfrentaron críticas cada vez mayores por lo que parecían intentos de permanecer en el cargo de manera antidemocrática.

De igual forma, en los dos casos, los militares también jugaron un papel crucial en la caída de ambos líderes y las fuerzas de oposición de derecha tomaron el poder después de la caída de Morales y Zelaya, y buscaron el reconocimiento internacional para crear legitimidad.

El equipo de CLS Strategies también intentó colocar columnas de opinión, presentó reporteros en los principales periódicos y programó entrevistas en redes de cable para promover la oposición del gobierno interino al regreso de Zelaya.

Roberto Micheletti, del Partido Nacional de derecha, y presidente hondureño interino, suspendió las libertades civiles, tomó medidas enérgicas contra las protestas y bloqueó la transmisión de varios medios de comunicación, incluidos CNN, Telesur, Canal 8 y Radio Globo.

En Bolivia, Áñez asumió el poder después de la destitución de Morales y se movió de inmediato para rehacer el gobierno, reemplazó a los jefes militares y funcionarios del gabinete, anunció su intención de enjuiciar a Morales y miembros de su partido político como terroristas.

Varias personas que protestaron contra el gobierno de Áñez fueron asesinadas. El gobierno interino boliviano afirma que los partidarios de Morales están tramando violencia y cerró más de 50 emisoras de radio comunitarias, Telesur y RT.

Para The Intercept existe una neblina de incertidumbre sobre si las elecciones de mayo serán realmente justas.

La Época

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