México | Eduardo Torreblanca, economista: “El T-MEC dará un margen de maniobra importante al gobierno de AMLO”

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Entrevista a Eduardo Torreblanca, economista mexicano

Por Carla Perelló, de la redacción de NODAL

Hace poco más de un año los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México se dispusieron a realizar determinadas modificaciones al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, según sus siglas en inglés). Tras la asunción de Andrés Manuel López Obrador con las nuevas dinámicas económicas a nivel global, se propusieron cambios técnicos e incluso de nombre: Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El cierre de esta etapa para pasar a la ratificación por parte de cada uno de los países por los respectivos Congresos fue calificado como “histórica”. Ahora bien, para conocer qué significa este acuerdo y por qué es tan importante NODAL consultó a Eduardo Torreblanca, periodista económico y financiero mexicano.

En la presentación tras la firma del acuerdo final todos los gobiernos se manifestaron muy expectantes sobre los beneficios para cada país, ¿cuáles son las bases y la importancia del T-MEC?

En la actualidad, la economía global es cada vez más importante y el comercio dentro de esta economía es la base fundamental que genera riqueza y que mantiene la competencia entre los bloques económicos asiático y europeo. En ese contexto, el hecho de que el bloque norteamericano haya llegado a un acuerdo sobre las nuevas bases de comercio entre las tres naciones representa para ellas una ventaja competitiva importante. El nuevo T-MEC genera las bases incluso para las nuevas tendencias, son las bases que van a mantener las tres naciones en dinámicas de comercio que el NAFTA no tenía contemplado, como ser el comercio electrónico. Evita, según la perspectiva sobre todo estadounidense y canadiense, que alguno de los socios tome mayor ventaja, como es el caso de las dinámicas de pago a los obreros en la industria automotriz. Según los sindicatos estadounidenses y canadienses para ellos representaba desventajas toda vez que los obreros mexicanos tenían un salario sensiblemente menor, lo que les daba ventajas competitivas a los productos mexicanos. En conjunto, representa confianza para que puedan fluir con mayor facilidad las inversiones, da certidumbre al comercio de las tres naciones marcando las reglas claras de cómo se van a tratar las diferencias que pudieran existir y genera dinámicas que en conjunto pueden permitir que las tres naciones mantengan las ventajas competitivas sobre áreas de competencia en otros bloques como específicamente la dinámica de la manufactura automotriz donde el bloque de Norteamérica tiene muy clara ventaja sobre Asia y Europa.

Usted dijo en una entrevista que era un “momento histórico”, ¿por qué? ¿Podría mencionar los principales lineamientos de este acuerdo que van en el sentido de beneficiar a México?

Para México, la relación comercial con EEUU es fundamental porque representa nuestro principal socio. El 85 por ciento del flujo de mercancías van precisamente hacia ese mercado y el hecho de poder garantizar las relaciones comerciales con ese país bajo bases claras, donde se contempla la manera de dirimir las controversias, sin lugar a duda es un avance muy importante. Si México no hubiera conseguido que EEUU se comprometa en la ratificación del T-MEC habría un amplio margen de incertidumbre que indudablemente afectaría las relaciones con EEUU y Canadá. Pero no solamente eso, hubiese mantenido un contexto de incertidumbre que afectaría la perspectiva de México en materia económica. El acuerdo cuando sea ratificado habrá de representar a nuestro país una enorme ventaja y un elemento que reduzca sensiblemente la incertidumbre que tienen las empresas calificadoras de riesgo sobre la viabilidad de nuestro país en el contexto de la economía global. Esto le da un margen de maniobra importante al gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la medida en que la mayor parte de su comercio internacional está vacunado ante posibles conflictos y permite que no sólo las mercancías, sino que la inversión pueda fluir de manera más segura hacia los territorios. También, reitera la posibilidad de que EEUU siga siendo su principal socio y le permite cierto trato preferencial, lo que presumiblemente reduciría el riesgo de sanciones especiales o sanciones extraordinarias como lo ha planteado el presidente Donald Trump a sus no socios comerciales como Alemania, España, Francia y China.

En concreto, este tratado da certidumbre a las inversiones, establece los mecanismos para solución de las controversias que pudieran presentarse, e incorpora nuevos elementos del comercio global que no contemplaba el NAFTA, como el comercio electrónico. Además, establece las reglas para dirimir diferencias que se han presentado. Por ejemplo, el caso de los sindicatos que protestan que México se está pagando muy baratas las horas y esa diferencia acaba siendo muy competitivo el producto mexicano sobre el producto de los trabajadores canadienses y estadounidenses. Se adelanta a los conflictos y establece esquemas de revisión del tratado. Todo eso acaba dando certidumbre y permite confianza en la inversión.

¿En qué lugar queda ubicado México tras la firma de este acuerdo respecto de la dinámica de la economía mundial, teniendo en cuenta las tensiones EEUU-China?

Mientras que EEUU trata de resolver sus diferencias con China en un largo proceso de desgaste que ha implicado una reducción en los primeros diez meses del 2019, el comercio entre Estados Unidos y China ha menguado la compra de productos chinos. La contracción es del 15 por ciento mientras que el superávit comercial de México en esos primeros diez meses de 2019 con respecto a 2018 con EEUU ha derivado en un aumento del 28 por ciento. Ha crecido de manera muy relevante.

Se conoció que EEUU pretende imponer inspectores a la ley laboral mexicana, lo que generó el rechazo del gobierno de AMLO, ¿podría explicar de qué se trata?

Hubiera sido totalmente condenable que hubiéramos firmado algo sin conocer la letra chiquita. Creo que deriva de otro proceso que ya es independiente a la letra del T-MEC. Es decir, EEUU manda al propio congreso una ley de implementación que tiene los detalles, incluso los presupuestos necesarios para el cumplimiento del tratado y en esa ley contemplan la presencia de figuras de inspección que México no aceptaría, pero ellos las prevén de manera precautoria o de manera que pretende ejercerse, eso no lo sé, es difícil saberlo, pero ellos lo contemplan. La figura de inspectores en materia laboral no está contemplada en la firma del tratado. De todas maneras, una cosa es lo que pretenden ellos en su ley de implementación y otra cosa muy distinta es lo que está escrito y comprometido en el T-MEC.


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