México como muro de contención: cancillería afirma que la migración bajó 70%
La migración cayó 70% en seis meses; Ebrard rinde informe sobre plan en las fronteras
El flujo de migrantes desde Centroamérica hacia México disminuyó 70 por ciento durante el último semestre, aseguró el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.
“Cada mes se fue reduciendo: primero 28 por ciento, luego 22, luego 23, luego 16, 14 y finalmente, hasta llegar al mes de noviembre, que ya cerramos –de diciembre les podremos dar el dato cerrando el mes– para pasar de 144 mil 116 a 42 mil 710. Sería la reducción más importante en estos flujos de las últimas décadas”, puntualizó el funcionario al rendir un informe sobre la aplicación del Plan de Migración y Desarrollo.
En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, detalló que en mayo, a partir de la aplicación de dicha estrategia, la Guardia Nacional rescató a 59 mil 843 personas en Chiapas, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Campeche y Quintana Roo, todas trasladadas por bandas de traficantes.
De ellos, 41 mil 649 migrantes eran llevados en tres mil 479 autobuses, sin embargo, el peor riesgo para la vida de quienes buscan llegar a Estados Unidos está en los tráileres.
“Aquí destaco el problema serio de los tractocamiones. Fueron rescatados dos mil 802 migrantes en 63 tractocamiones. Y lo destaco porque se pone en riesgo la vida de las personas claramente en ese tipo de transportes, no tienen ni siquiera aire”, puntualizó Ebrard.
Además de los rescates de la Guardia Nacional, de mayo a diciembre agentes de la Secretaría de Seguridad y Proyección Ciudadana pusieron a salvo a 41 mil migrantes y personal del Instituto Nacional de Migración rescató a 178 mil más. Esto significa que, en ocho meses, se salvó la vida de 278 mil migrantes.
Ebrard destacó que como parte de las acciones para contener la migración ilegal se logró la detención de 103 traficantes de personas, quienes fueron puestos a disposición de las autoridades.
También refirió que se desplegaron 21 puntos de control de la Guardia Nacional en la frontera sur y 20 más a lo largo de la norte.
El canciller reconoció la labor que ha hecho la corporación con estricto apego a los derechos humanos, pues “a pesar de haber tenido esa encomienda, con esos números, no tiene recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”.
También enfatizó la cooperación que se realiza con El Salvador, Honduras y Guatemala para la implementación de programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida.
Adelantó que, con el objetivo de continuar ofreciendo oportunidades a los centroamericanos, en el primer trimestre de 2020 México realizará la Reunión de Alto Nivel de Cooperantes Internacionales con el apoyo de la comunidad internacional. Se busca, indicó, obtener recursos que permitan desarrollar la aplicación de programas con el acompañamiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
POCOS QUIEREN LABORAR
El subsecretario de Empleo de la Secretaría del Trabajo, Horacio Duarte, afirmó que en el norte del país “hay resistencia para el tema laboral; tenemos sólo tres mil 500 mil migrantes que han tomado la opción de comenzar a trabajar, aunque también tiene una lógica, es que el número de familias es muy alto”.
“En el caso del centro integrador de Juárez tenemos alrededor de 800 migrantes en este momento con nosotros, de los cuales 50% son menores de edad; es decir, tenemos un número reducido de adultos en capacidad de poderse colocar en el mercado laboral y eso nos está impactando en las cifras de cuántos migrantes estamos logrando colocar”, indicó el funcionario en la conferencia de prensa en Palacio Nacional.
También se refirió a los apoyos que reciben los albergues para migrantes y dijo que hubo una eliminación de los recursos que en materia monetaria se otorgaban a asilos; sin embargo, también el gobierno ha estado apoyando a esos mismos albergues con materiales.
Hondureños convocan a nueva caravana migrante rumbo a Estados Unidos en enero
Una nueva caravana de migrantes saldría en enero de 2020 desde Honduras rumbo a Estados Unidos. «No sé si tendrá el mismo ímpetu de las caravanas anteriores, pero la planifican en las redes sociales para la segunda quincena de enero», dijo a The Associated Press Hugo Maldonado, presidente del comité local de Derechos Humanos.
El gobierno del presidente Juan Orlando Hernández culpa a los traficantes de personas y políticos opositores de organizar las caravanas. El 13 de octubre de 2018, más de 3,000 hondureños salieron sorpresivamente a territorio estadounidense desde San Pedro Sula, a 180 kilómetros al norte de la capital.
El exministro de Defensa y excanciller, Edmundo Orellana, dijo a AP que «los hondureños están desesperados por las circunstancias en que viven y no les importa huir del país aunque saben que Estados Unidos no los recibirá con los brazos abiertos y que los detendrá en Guatemala o México, donde pocos de ellos podrían asilarse». Aseguró que «vivir en Honduras es asfixiante porque hay un déficit gigantesco de empleo y oportunidades, los pequeños empresarios son extorsionados por las pandillas y el gobierno no hace nada por generar riqueza».
Ricardo Puerta, sociólogo cubano y experto en temas migratorios, dijo a periodistas que sin las distintas caravanas de hondureños no se habrían firmado los actuales acuerdos migratorios entre Estados Unidos y los países del llamado Triángulo Norte: Guatemala, El Salvador y Honduras.
Esos tratos fueron creados bajo la presión del presidente Donald Trump para restringir el flujo de migrantes centroamericanos que llegan a su país y obligarlos a pedir asilo en otros territorios.
«Hay un corte en la historia de Honduras de antes y después de las caravanas migratorias, desde octubre del año pasado», aseguró Puerta.
La migración colectiva se ha convertido en un recurso atractivo para los hondureños porque ofrece mayor protección ante el acecho de los delincuentes que podrían aguardarlos en el camino.
Sin embargo, se estima que muchos hondureños viajan en autobuses solos o con familiares cada día a Estados Unidos.
Cifras oficiales indican que más del 60% de los 9.2 millones de habitantes de Honduras viven en la pobreza y el 37% en la miseria. Además, el desempleo agobia al 5,7% de la población económicamente activa.
«Aunque tengan un trabajo, los hondureños difícilmente saldrán de la pobreza o se convertirán en clase media», advirtió Ismael Zepeda, investigador del Fondo Social de Desarrollo, organismo local financiado por el Banco Mundial.
El gobierno ha invertido alrededor de 20,000 millones de dólares en estrategias para reducir la pobreza, pero no se observan avances porque la corrupción en el gobierno absorbe al menos 2,000 millones de dólares cada año.