La hora de diseñar e imponer un nuevo modelo agroalimentario – Por Matías Strasorier
Por Matías Strasonier *
Desde las filas progresistas, se hace necesaria la implementación de una política industrial de nuevo tipo y altamente intensiva en conocimiento, que desde la Bioeconomía y la Bioética, construyan un nuevo modelo agroalimentario, donde producción y sustentabilidad no sean contradicciones, y en el que soberanía del conocimiento y soberanía agroalimentaria sean pilares de la ansiada Patria Productiva.
El desafío es planificar un modelo agroalimentario productivo y sustentable, bioeconómico y bioético, que conserve los recursos biológicos, su uso directo y su transformación en el marco de los procesos productivos; que utilice el conocimiento de los recursos, procesos y principios biológicos, en el desarrollo de productos; que aplique las tecnologías al conocimiento, transformación y emulación de recursos, procesos y principios biológicos.
Un modelo con Industrialización-digitalización-informatización de la ruralidad, conectado mediante una Red de Innovación y Desarrollo, conformada por Polos Tecnológicos Agroalimentarios Regionales, Nodos Científicos y Tecnológicos Provinciales; y Células de Innovación y Desarrollo Glocal.
Una red unida estructuralmente por una Plataformas de Inclusión y Vinculación Agroalimentaria (PIVA), en la cual las y los actores de cada cadena productiva puedan subir datos y obtener respuestas inmediatas, brindando el conocimiento a las y los productores, las y los trabajadores agrarios, las y los campesinos, las y los empresarios de PyMEs agroalimentarias, en definitiva las y los trabajadores de la tierra.
Un modelo productivo que proteja los recursos naturales y garantice la seguridad y soberanía agroalimentaria. Que no solo piense en la exportación al Atlántico y al Pacifico, sino que priorice la alimentación y nutrición de las y los argentinos.
Un modelo que desde la inclusión y democratización del conocimiento y la tecnología para las y los trabajadores de la tierra, promueva buenas prácticas agropecuarias, disminuya costos productivos, controle el impacto ambiental, mejore la rentabilidad de la cadena, genere nuevos mercados y puestos de trabajo.
Un modelo que invierta fuertemente en conocimiento y agricultura inteligente, conectando cada punto de cada nación a través de una red de conectividad rural, produciendo la nube nacional de datos rurales”, con el Estado Nacional, como garante y protector del conocimiento estratégico y los recursos naturales.
Pero sobre todo como promotor del desarrollo productivo, a partir de la instantaneidad de los datos (virtualidad) y las acciones de la realidad y los procesos biológicos.
Un planeta camino al apocalipsis:
El informe de la ONU: “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial”, pronostica el agotamiento y la destrucción de nuestro planeta, producido por el deshielo del Polo Norte, la contaminación del aire y la extensión del desierto en varias regiones de la Tierra. Pero, entre los motivos no menciona a un sistema de dominación, que en 200 años saqueó los recursos del planeta de manera voraz para enriquecer las arcas de los ricos, la verdadera causa de estar a 31 años del “fin del mundo”.
Esa un sistema en el que el 1% de la población se apropia del 82% de las riquezas socialmente producidas. Solo 43 multimillonarios poseen más riquezas que la mitad más pobre de los hombres y las mujeres del planeta. Un sistema que primero Gran Bretaña, luego EEUU y finalmente el capital financiero trasnacional, continuaron en Latinoamérica la tarea explotadora que empezaran los imperios español y portugués, generando economías productoras de materias primas y compradoras de mercancías industrializadas.
Nuestros pueblos esclavos de deudas externas, tomadas por gobiernos títeres de las potencias extranjeras, no solo vieron consumir sus fuerzas de trabajo, sino también agotar los recursos naturales de la Pachamama.
Desde las minas de Potosí a la Amazonía, desde las plataformas marítimas a la cordillera, desde las minas de litio a las llanuras pampeanas. El conjunto de las riquezas naturales, los brazos y mentes de nuestro continente, subordinados a la esclavitud de un sistema global en beneficio de una minoría privilegiada.
Es hora de cambiar el modelo. Es hora de atender la alimentación del pueblo y el trabajo de la tierra.
* Director del Centro de Estudios Agrarios, Argentina. Analista agropecuario, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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