Inició la Cumbre por el Cambio Climático bajo la presidencia de Chile

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COP25: Comenzó la cumbre que deberá sentar las bases de una nueva acción climática

Este lunes arrancó en Madrid la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2019 (COP25), cita que se extenderá hasta el 13 de diciembre y que debe sentar las bases para una nueva fase de acción climática y para cuya organización se ofreció el gobierno de España tras la renuncia de Chile a causa de la grave crisis interna que vive el país.

En un acto protocolario esta mañana entre la ministra de Medio Ambiente chilena, Carolina Schmidt, y su homólogo polaco, Michal Kurtyka -que presidió la versión anterior-, Chile recibió la presidencia de la COP25 que viene marcada por la dificultad para encontrar consensos en torno al artículo 6 del Acuerdo de París, el de los bonos de carbono.

Tras recoger el testigo, Schmidt lamentó el cambio de sede, pero aseguró que nuestro país «no renunció a la convicción profunda de la necesidad del pueblo chileno y del mundo entero de empujar con urgencia la acción climática».

Schmidt recordó que Chile toma esta presidencia «en representación de América Latina y el Caribe», donde los países en vías de desarrollo se ven «fuertemente afectados por el cambio climático».

«Tenemos problemas sociales, ambientales y económicos distintos a los países desarrollados que se profundizan con el cambio climático; son urgencias diferenciadas que solo podemos enfrentar si trabajamos juntos con el multilateralismo y con solidaridad», aseveró.

Asimismo, la chilena pidió ampliar la «ambición», un término que ha sido tomado como símbolo de esta Cumbre, y aseguró que los compromisos adquiridos en 2015 en el Acuerdo de París «no son suficientes».

«La transición al desarrollo sostenible bajo en emisiones y resiliente al clima debe ser más rápida, mas inclusiva y más colaborativa», enfatizó.

En apenas un mes se activó la gigantesca logística que requiere una cita como esta, donde se suceden las reuniones técnicas y científicas, las sesiones plenarias en las que participan delegaciones oficiales de casi 200 países y las visitas de numerosos jefes de Estado y de Gobierno y responsables de organismos internacionales, además de gran número de activistas y líderes sociales.

Prevista inicialmente como una cumbre «de transición», la conferencia ha cobrado una especial relevancia; para España por ser sede de la Conferencia en sustitución de Chile -que conserva la Presidencia-, y para la comunidad internacional por coincidir con el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de iniciar el proceso para salir del Acuerdo de París.

Chile -que preside- y España -como anfitrión- esperan que esta conferencia abra «un nuevo ciclo» en la acción climática mundial, una fase en la que se impliquen no solo los negociadores de las delegaciones que representan a los gobiernos centrales, sino también los ayuntamientos, las regiones y los agentes económicos y sociales.

El último paso antes de la implementación del Acuerdo de París en 2020
La cumbre, que se prolongará hasta el próximo día 13, concluirá sólo dos semanas antes de que entre en vigor el Acuerdo de París y de que comience un año decisivo en el escenario internacional, en el que los países deben presentar compromisos más ambiciosos para reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

Los informes que se han publicado durante los días previos a la cumbre alertan de que los niveles de concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero han alcanzado máximos históricos, y que sería necesario multiplicar -hasta por cinco- los esfuerzos para reducir esas emisiones y evitar los impactos más catastróficos del cambio climático.

Tras la aprobación del Acuerdo de París (2015) y del Libro de Reglas que lo desarrolla (el pasado año en Polonia) la cita de Madrid no tiene que alumbrar ningún documento determinante para la negociación internacional, pero sí sentar las bases para que el próximo año todos los países cumplan con lo que se comprometieron en París y aumenten su ambición para responder a las indicaciones de la ciencia.

Durante las próximas dos semanas pasarán por la cumbre del clima numerosos jefes de Estado o de Gobierno, entre ellos 15 primeros ministros europeos, los presidentes de Argentina y Ecuador, Mauricio Macri y Lenin Moreno, el primer ministro de Marruecos, Nasser Bourita, y los máximos responsables de numerosas instituciones y organismos internacionales.

El Presidente Sebastián Piñera no asistirá a la cumbre, que se celebrará desde la próxima semana en Madrid, luego de ser suspendida en nuestro país a raíz de la crisis social.

Estados Unidos contará con una importante delegación oficial que defenderá las tesis del Gobierno federal (abandonar el Acuerdo de París no implica estar fuera de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático), pero a la cumbre acude además una importante delegación de congresistas y senadores, encabezada por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nanci Pelosi.

La cumbre atrae además a destacados líderes sociales, entre ellos el ex vicepresidente estadounidense y Nobel de la Paz (2007) Al Gore o a la activista sueca Greta Thunberg.

Cooperativa


La humanidad debe poner fin a su “guerra contra la naturaleza”: el desesperado llamado de Antonio Guterres que alude a las grandes economías

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, urgió hoy a en Madrid a los países a dar el salto a una nueva era de acción climática, porque «el punto de no retorno está a la vista, se nos echa encima», dijo en una conferencia previa al arranque este lunes de la cumbre climática mundial o COP25.

Guterres ha dado la partida a esta conferencia que reunirá desde mañana en Madrid a delegaciones de casi 200 países, con medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno y de organismos multilaterales, para impulsar una lucha global más ambiciosa contra la crisis climática.

«Ya no es un problema a largo plazo», los cambios climáticos están ocurriendo «mucho más rápido» de lo que avanza la humanidad para frenarlos; «estamos en un agujero y seguimos cavando en él», como si no hubiera final, pero «pronto será demasiado tarde para escapar», advirtió.

«Durante muchas décadas la especie humana ha estado en guerra contra el planeta y el planeta ahora contraataca. Tenemos que dejar de agredir a la naturaleza, y la ciencia nos dice que es posible».

El impacto de esta crisis climática es evidente: los últimos cinco años han sido los más calurosos, los niveles del mar los más altos, los océanos se acidifican, la biodiversidad está amenazada; además, los fenómenos extremos aumentan su frecuencia y son más desastrosos, con destrucción y coste de vidas humanas, que no deja de aumentar y con sequías que se agravan hasta niveles alarmantes.

Guterres dijo que entiende a la juventud cuando grita en las calles, con un clamor cada vez mayor, para que los gobiernos actúen ya frente a esta crisis porque «estamos poniendo en riesgo su futuro».

«Mi mensaje no es de desesperación, sino de esperanza para hacer frente a nuestra guerra contra la naturaleza, que tiene que parar y es posible», como plantean los científicos, quienes han puesto sobre la mesa la necesidad de no superar un calentamiento global por encima de 1,5 grados en este siglo para evitar consecuencias catastróficas.

Europa debe «ser pilar fundamental» en la negociación global para alcanzar la neutralidad del carbono, en la que se involucren todos los Estados, porque eso «dará una autoridad moral muy importante para que las negociaciones puedan ser un éxito», ha dicho el responsable de la ONU.

Esta COP25 organizada en un tiempo récord, tras moverse su sede a Madrid hace apenas tres semanas después de que Chile renunciara a celebrarla por una grave crisis interna, es de especial relevancia debido a que es el último paso en las negociaciones de cara a la implementación a partir de 2020 del Acuerdo de París, que exige a los países presentar compromisos más ambiciosos.

Esta conferencia abrirá la carrera de los países para aumentar la ambición en sus contribuciones contra la crisis climática de cara a la COP26 en Glasgow (Reino Unido), en un momento de enorme presión social a los gobiernos para que adopten las recomendaciones de los científicos y reduzcan drásticamente las emisiones de gases contaminantes.

En esta COP deberían plantearse «compromisos más ambiciosos» y darse «señales claras» desde los gobiernos, según Guterres, de que están dispuestos a asumirlos con «transformaciones profundas» de sus sistemas de producción de energía, industria, construcción y urbanismo.

Es importante asumir compromisos en los precios del carbono, retirar los subsidios a los combustibles fósiles, reformar la fiscalidad y comprometerse los países a «no más centrales eléctricas» contaminantes, que son «totalmente incompatibles» con los objetivos del Acuerdo de París.

Los gobiernos tienen que demostrar «compromisos fuertes» con la neutralidad de carbono en 2050, la reducción «dramática» de emisiones contaminantes hasta 2030 y la garantía de limitar a 1,5 la temperatura global en este siglo como defiende la comunidad científica, para evitar daños devastadores.

Hay que asegurarse de que los compromisos nacionales incluyen «una transición justa» para que los más vulnerables se vean «lo menos perjudicados por el paso de una economía gris a otra verde» y se garanticen 100.000 millones de dólares al año para mitigar los daños de la crisis climática sobre países en vías de desarrollo.

Es muy importante que se reconozca que estos países están sufriendo ya los impactos de esta crisis y tengan «apoyos muy fuertes» para hacerla frente y combatir los desastres naturales a los que están expuestos y para recuperarsem ha subrayado.

Guterres confía en que se lograrán pactos en la redacción del artículo 6 sobre mercados de carbono, uno de los grandes escollos en esta cumbre. «No quiero concebir la posibilidad de que no haya acuerdo sobre el artículo sexto en esta cumbre», ha precisado.

«Estamos aquí para aprobar sus líneas directrices y no para encontrar excusas» que nos alejen de un acuerdo, ha añadido.

El Mostrador


Piñera asegura que COP25 será un «punto de quiebre y un salto hacia un planeta más sano»

El Presidente Sebastián Piñera, aseguró este lunes que la Cumbre del Clima que arrancó hoy en Madrid “será un punto de quiebre y un salto hacia un planeta más sano”.

En un mensaje grabado, el Mandatario quiso estar presente en la inauguración de la COP25 que iba a celebrarse en el país sudamericano, pero que tiene lugar en España tras la renuncia de Chile como sede por las manifestaciones sociales de las últimas semanas.

“La ciencia ha hablado fuerte y claro, necesitamos compromisos climáticos mucho más ambiciosos y cumplirlos en plazos más cortos” que los marcados en el Acuerdo de París de 2015, matizó el presidente.

En ese sentido, el chileno apuntó a que “la juventud nos interpela a proteger nuestro planeta y asegurar la vida humana, la ciudadanía nos lo pide y la naturaleza nos implora para que la cuidemos y ella pueda cuidarnos a nosotros”.

Agregando que “sabemos lo que necesitamos, tenemos la ciencia y la tecnología para actuar ahora, llegó el tiempo de la acción, esta COP será el punto de quiebre y un salto hacia un planeta más sano”, subrayó Piñera.

El mandatario hizo referencia a la renuncia de su país como sede de la Cumbre pero aseguró que, a pesar de ello, “el compromiso de Chile es claro, firme y contundente” y añadió “por eso duele, pero mi deber es estar en Chile”, dijo.

En esa misma línea, apuntó a que “tantos” en el país sudamericano trabajaron “tanto, durante tanto tiempo, con tanto compromiso y convicción para proteger nuestro planeta”, por lo que agradeció a España su ofrecimiento y “su gran comprensión” para hacerse cargo de la cita.

En referencia a las protestas sociales que desde hace seis semanas suceden en Chile, Piñera aseguró que “la ola de violencia criminal” que, a su juicio, ha enfrentado el país fue confrontada “con los instrumentos de la democracia” y recordó que cualquier “desviación” de las fuerzas armadas “está siendo investigada y será juzgada como corresponde”.

La Tercera


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