Argentina: el gobierno envía al Congreso un megapaquete de medidas económicas para enfrentar la crisis

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Cómo es el megapaquete de medidas económicas del Gobierno

Tras un primer fin de semana de Alberto Fernández como Presidente cargado de anuncios y resoluciones, el Gobierno enviará hoy al Congreso un megaproyecto con medidas que incluyen a diversos sectores.

Mediante decretos, se dispusieron modificaciones en las retenciones al agro y la instauración de la doble indemnización. Por otra parte, a través de declaraciones periodísticas, se adelantaron algunos puntos relevantes de lo que -se estima- incluirá el proyecto de ley de Solidaridad y Reactivación productiva que será enviado hoy al Congreso, como el regreso del “dólar turista” y la suba en bienes personales.

Emergencia Económica y Social

Dentro del paquete se incluye la ley de Emergencia, la cual le otorga al Gobierno facultades extraordinarias al Congreso para acelerar medidas y reformas por decreto sin pasar por el trámite parlamentario.

Retenciones al agro

“No se están aumentando las retenciones. Se dejan en pie las retenciones que existen, quitando una limitación de 4 pesos por dólar que Macri había impuesto cuando el dólar valía la mitad que hoy”. Así se refirió Alberto Fernández al decreto publicado el sábado, que le quitó el “tope” al impuesto para algunos commodities. Con el nuevo esquema, para el caso de la soja, representaría un aumento en la alícuota del 5,3% con respecto al régimen que estuvo vigente hasta el viernes: queda en 30%. En el caso del maíz, el trigo y el girasol, el incremento es el mismo y el derecho a exportación quedó en 12%. También hubo modificaciones respecto de la carne: las retenciones eran del 12% con un tope de $3 y pasó a 9% sin tope. Distintas entidades agropecuarias cuestionaron al Gobierno por no haber sido consultadas al respecto, ya que estiman que la suba de las retenciones tendrá un impacto de u$s1.800 millones en el sector. En ese sentido, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sostuvo que lo que se hizo fue “actualizar el monto fijo” y remarcó la importancia de “ir conversando con todas las entidades de la cadena agropecuaria” para “rediscutir el perfil productivo” y mejorarlo, ya que Argentina “necesita traer dólares” y no instalar “ningún régimen prohibitivo”.

Dólar turista

Los consumos en dólares tendrán un impuesto “de alrededor del 30%”. Se trataría del regreso del denominado “dólar turista”, vigente durante los últimos años del gobierno de Cristina Kirchner, que impacta en los consumos realizados con tarjetas de crédito en moneda extranjera. Además de compras en el exterior, dicho impuesto regirá para los servicios como Netflix o Spotify. Con la cotización actual ($63,07), el “dólar turista” rondaría los $80.

“El impuesto que se le va a cobrar las compras en el extranjero tiene una lógica solidaria y contributiva”, sostuvo el Jefe de Gabinete, quien remarcó que se apunta a “cuidar los dólares” que tiene la economía y “reactivar la industria turística local”. Desde el Gobierno se descartó que pueda haber una devolución de Ganancias como ocurrió en el pasado, por lo que se enviará un proyecto de ley al Congreso.

Bienes Personales

Otra de las medidas anunciadas durante el fin de semana fue el aumento en los Bienes Personales. Según especificó, la propuesta será aumentar las alícuotas de las distintas escalas del tributo: “Por ejemplo, la del 0,25% pasaría al 0,50%; la que ahora es 0,50%, pasa al 0,70%”. Destacó que aquellos que tengan bienes en el exterior, se les aumentará “poco más, con una retribución extraordinaria” y que está prevista “una compensación” para quienes repatrien esos bienes. Cafiero adelantó también que el mínimo no imponible no sufrirá modificaciones. En la actualidad paga bienes personales el contribuyente que, además de su vivienda (si es que está valuada por debajo de $18 millones), posee diversos bienes que en conjunto superen los dos millones de pesos.

Doble indemnización

Mediante un DNU, el Gobierno instauró el viernes por la noche la doble indemnización para trabajadores despedidos sin causa justa. Según el considerando del decreto, la medida, que estará vigente por un plazo de 180 días, tiene como objetivo reducir el desempleo: el Ejecutivo remarcó que creció hasta el 10,6% en el segundo trimestre de 2019, un punto superior a un año atrás. “Responde a la necesidad de poner un punto de arranque y a la vez parar con los despidos”, sostuvo Alberto F. al defender la disposición, y apuntó que se darán “esperas y moratorias de las altísimas deudas fiscales y previsionales que tienen las pequeñas y medianas empresas, que les significarán una enorme ayuda para ponerse de pie”. El mandatario recordó que el año pasado el Congreso había votado una ley de doble indemnización que luego fue vetada por Macri.

Tarifas

Habría un capítulo también para las tarifas de los servicios públicos, cuyos aumentos previstos por la gestión anterior por el momento están frenados. El nuevo Gobierno anticipó que no habrá congelamiento, pero se expresó por «desdolarizar» las tarifas.

Pymes

Se esperan también medidas para las pymes, muy golpeadas por la crisis económica. Habría una eximición total o parcial de contribuciones a todas las pequeñas y medianas empresas, además de una moratoria con un nuevo plan de pago de sus deudas.

Jubilaciones y AUH

En lo que respecta a las jubilaciones, los planes sociales y la Asignación Universal por Hijo, se habilitaría la devolución del IVA automática en las cuentas de hasta $700 de todos los beneficiarios.

Emergencia sanitaria

La emergencia sanitaria apunta a la extensión de los planes de vacunación.

Otras definiciones

Cafiero también sostuvo que por el momento no se prevén cambios en Ganancias y descartó congelamiento de tarifas de los servicios, ya que esto “podría impactar en la inversión”. El proyecto que se enviará al Congreso incluye la facultad de que el Ejecutivo anuncie aumentos de jubilaciones, planes sociales y salarios antes de fin de año.

Ámbito


CGT evalúa frenar paritarias 6 meses para alinearse con la doble indemnización

La CGT evalúa postergar las paritarias por seis meses para alinearse con el plazo de vigencia de la doble indemnización decretada por el Gobierno. Lo planteó Carlos Acuña, cosecretario general de la central obrera, quien de todos modos supeditó el ofrecimiento al cumplimiento de otra norma prometida por Alberto Fernández para ordenar un incremento salarial para todos los trabajadores, así como jubilados y beneficiarios de planes sociales. “El monto de ese aumento tiene que ser lo más alto posible e ir al salario para recuperar poder adquisitivo”, le dijo el gremialista anoche a este diario.

El pronunciamiento de Acuña está en línea con lo que discutió días atrás la “mesa chica” de la CGT en una reunión en el gremio de estatales UPCN y que luego empezó a difundirse como idea en el ámbito del Consejo Directivo de la organización. Se trata de un diferimiento de las negociaciones salariales que arrancan por lo general a partir de marzo (con excepciones como docentes y bancarios, que discuten desde enero) y que en mayor medida continúan en debate hasta el tercer trimestre de cada año.

La dirigencia de la CGT aguarda un llamado de los ministros de Trabajo, Claudio Moroni, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para una reunión prevista esta semana con representantes del Grupo de los Seis, que nuclea a las principales cámaras patronales de la Argentina (industria, comercio, construcción, agro, bancos y Bolsa) que tendrá como eje comenzar a discutir un acuerdo de precios y salarios, como adelantó este diario. En el medio se produjo la catarata de medidas del viernes a última hora que incluyó el anuncio de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para declarar la “emergencia pública en materia ocupacional” por 180 días y la fijación de una indemnización duplicada durante ese período.

“Estamos de acuerdo con la vuelta de la doble indemnización. Una vez se aplicó (en 2002, durante la gestión de Eduardo Duhalde y permaneció, con cambios, hasta 2007) y dio buenos resultados”, apuntó Acuña. En esa línea, dijo que si el monto de suba salarial decretado por Alberto Fernández “es suficiente para recuperar poder adquisitivo” la CGT podría analizar “una suspensión de las paritarias por el mismo plazo de vigencia de la doble indemnización, por seis meses”.

Sobre ese eventual incremento opinó que debería “incorporarse al salario, porque si se paga por una vez se agota enseguida y no recupera el poder adquisitivo perdido” y cuyo monto, a su criterio, “debería ser mucho más que los 5 mil pesos” que decretó Mauricio Macri en los dos últimos años de su gestión para los trabajadores del sector privado, con dispar acatamiento por parte de los empleadores. Incluso Acuña consideró válido que las pequeñas y medianas empresas fuesen beneficiadas con créditos a tasa subsidiada para facilitarles el pago de esos incrementos y evitar su traslado a precios.

El dirigente adelantó, además, que en el ámbito del Consejo Económico y Social que convocará el mandatario en los próximos días propondrá “que los empresarios retrotraigan los aumentos de precios”. “Lo planteé en el Consejo Directivo de la CGT y es una cuestión de sentido común. No sirve congelar precios ahora si en los últimos días los empresarios ya los subieron todos para hacer su colchón”, añadió.

Más allá del aval inicial de la CGT al paquete de medidas que incluyó la indemnización agravada, la fijación de un dólar diferenciado para el turismo y el rebalanceo de las retenciones, resta despejar la incógnita acerca de la posición que llevará, de ser convocado, Hugo Moyano al Consejo Económico y Social. Sobre todo, en función del compromiso informal, por ahora, de la central obrera de paralizar las negociaciones salariales: “la CGT no va a decirme cómo tengo que negociar mi paritaria”, había advertido la semana pasada Pablo Moyano, hijo mayor y lugarteniente de Hugo en Camioneros.

Ámbito


Suba de retenciones. Los productores se movilizaron y en algunos lugares ya piden medidas de fuerza

Los productores comenzaron a movilizarse, con amenazas de medidas de fuerza en algunos lugares del país, luego de la suba de retenciones que dispuso el Gobierno de Alberto Fernández.

En las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, se realizaron manifestaciones luego del incremento por el cual las retenciones a las exportaciones quedaron en 30% para la soja, en 12% para el trigo y el maíz y en 9% para la carne, entre otros productos.

El Gobierno quitó un tope de $4 por dólar y quedó un fijo del 12%, salvo carnes y leche, con 9%, entre otros productos.

En Armstrong, en el cruce de las rutas 9 y 178, al sur de la provincia de Santa Fe, hubo una asamblea con entre 500 y 700 personas, según cálculos de los productores. También hubo reuniones en San Justo, en el norte provincial, y en Venado Tuerto.

En Entre Ríos los productores estuvieron en Crespo y en Buenos Aires, entre otros lugares, en Junín y Mercedes.

En las reuniones los productores evaluaron la situación, pero no resolvieron medidas, como corte de rutas o movilizaciones hacia lugares estratégicos, sino que aguardarán los resultados que genere el encuentro de la Mesa de Enlace, que se reunirá hoy. Igual algunos piden ya medidas de fuerza por parte de la agrupación que nuclea a la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Agraria (FAA).

En Junín, por ejemplo, resolvieron que si el Gobierno no llama a las entidades del agro se pedirá a la Mesa de Enlace un paro por 15 días. En Armstrong, en tanto, hubo productores que consideraron que una medida de fuerza «es una de las posibilidades», pero «por ahora no». En Armstrong la asamblea de productores definió, entre otros puntos, «proponer a la Mesa de Enlace la toma de las medidas urgentes para favorecer la solución de la problemática actual».

En declaraciones radiales, Alberto Fernández le pidió un esfuerzo al campo y dijo que los derechos de exportación sólo fueron actualizados.

«Lo que estamos haciendo es dejar en pie las retenciones que puso [Mauricio] Macri. No estamos aumentando ninguna retención», dijo el jefe del Estado en diálogo con Radio Mitre. Pidió a los productores que «no se inquieten».

En Crespo, a 40 kilómetros de Paraná, un centenar de productores se dio cita en la rotonda de ingreso de esa ciudad agroindustrial. Allí los productores agropecuarios manifestaron su malestar por las modificaciones vinculadas a las retenciones al agro y expresaron que «el campo no va a tolerar ningún aumento».

«Venimos a expresar nuestro malestar por la ampliación del porcentaje de las retenciones que hizo el Gobierno, porque es un impuesto al que produce y no al que gana. Es injusto que haya un impuesto del 30% por producir alimentos», dijo a LA NACION la productora y presidenta de la filial Crespo de la Federación Agraria Argentina (FAA), Mariela Gallinger.

La convocatoria, realizada a través de las redes sociales y cadenas de WhatsApp, se hizo bajo el título de «mateada entrerriana en defensa del trabajo rural». Sin embargo, el encuentro distó de ser una concentración tranquila y se pudo advertir el nivel de tensión de los manifestantes. «Acá estamos casi peleándonos entre productores pequeños y medianos por culpa de cómo se ríen de nosotros una vez más», sostuvo la dirigente ruralista, tras lo cual reclamó que «el Presidente, los legisladores, los jueces, los sindicatos hagan también su aporte solidario para luchar contra el hambre y aporten el 30% de sus haberes».

El director de la Federación Agraria de Entre Ríos y vicepresidente de la entidad a nivel nacional, Elvio Guía, sumó su crítica a la medida oficial al decir: «Otra vez aparecen las viejas prácticas políticas. En la modificación de los derechos de exportación, más allá de los números y porcentajes, lo que molesta es la forma, sin consenso, sin diálogo, volviendo al pasado, volviendo a la imposición».

«Sabemos perfectamente la situación social que vivimos; el Gobierno nos pide el esfuerzo y creo que todos estamos dispuestos a hacerlo. Cuando digo todos, me refiero a los trabajadores, las pymes, el sector agropecuario, y no a la política y menos aún a los jueces, que ni siquiera pagan Ganancias, y esto lo único que trae es malestar y conflicto», agregó Guía.

La decisión oficial motivó también la crítica del senador entrerriano por Cambiemos, Alfredo De Angeli, quien dijo a través de Twitter que este es «un mal comienzo de la nueva política agropecuaria» y no dudó en indicar que se trata de «un retorno a las peores prácticas del pasado».

El flamante senador nacional Edgardo Kueider, uno de los dirigentes peronistas más cercanos al gobernador Gustavo Bordet, criticó los dichos de su par macrista, a quien le recordó que en 2018 defendió la reinstalación de las retenciones dispuestas por el entonces presidente Mauricio Macri. «Para salir de la quiebra en la que quedó el país después de estos cuatro años y enfrentar el principal desafío, que es combatir el hambre, tenemos que dejar atrás las miradas sectoriales y proponer una visión de conjunto, solidaria», dijo el senador peronista.

De la concentración realizada en Crespo también participó el dirigente de Fedeco, Daniel Kindebaluc, quien recibió el pedido de los manifestantes para que en la reunión de la Mesa de Enlace nacional haga llegar el mensaje unánime de los productores concentrados: «No se va a tolerar ningún aumento más de las retenciones». «Estamos mejor organizados que en 2008 y tenemos una cadena de WhatsApp con doscientos productores de distintas localidades», advirtió la ruralista Gallinger.

«Nosotros estamos con la Comisión de Enlace siempre convocados y conectados. Vamos a tener una reunión para ir evaluando qué hacer porque hay malestar en los productores agropecuarios, sobre todo del interior de Argentina. Y algunos sectores son más protestones que otros», dijo Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina.

Hoy, a las 9.30, en el Parque 9 de Julio, en San Miguel de Tucumán, productores de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) se encontrarán para «debatir y discutir acciones a tomar».

Vía grupos de WhatsApp los productores definen encuentros para los próximos días. Este domingo también hubo una reunión en San Justo (100 kilómetros al norte de Santa Fe), pero al costado de la ruta nacional 11, para analizar qué hacer ante la suba de las retenciones. Hubo posiciones muy críticas contra el gobierno nacional.

Asimismo, hubo manifestaciones en Venado Tuerto (rotonda rutas nacionales 8 y 33). En Rosario de la Frontera, Salta, productores de la Asociación de Productores del NOA se reunirán este lunes para ver qué pasos seguir tras la suba de retenciones.

Marina Massat, de Coninagro, admitió que hay preocupación por los anuncios pero dijo que aguarda el encuentro de la Mesa de Enlace para definir su postura con respecto a las medidas que se puedan adoptar.

En tanto, en un comunicado, la Sociedad Rural de Rosario rechazó el incremento de las retenciones alertando que es baja la rentabilidad del sector.

«La rentabilidad rural es mínima, esto surge del análisis de los datos oficiales del INTA y del Ministerio (por Agricultura). La utilidad está afectada por la caída de los precios internacionales, el clima y los costos internos argentinos que castigan a toda la producción del interior del país y sobre toda la rural que se desarrolla el interior de toda la Argentina», dijo.

«Los datos oficiales demuestran que el sector rural no maneja el precio final de los alimentos que consumimos todos los argentinos. La parte que recibe el productor primario es solo entre el 4% y el 15% del valor que paga cada familia», agregó.

La Nación


Santiago Cafiero: “Si conseguimos tiempo para pagar la deuda, Argentina se pondrá en marcha”

-¿Con qué se encontraron en el Gobierno?

-El deterioro es muy grande. La situación económica del país es muy grave y nosotros estamos avanzando con medidas excepcionales porque la situación es excepcional.

-¿Es más grave ahora que cuando asumieron?

-Todavía nos está costando saber algunas cosas. Por ejemplo, el estado del déficit fiscal. Aún no sabemos en profundidad cuál es el déficit. Hay partidas subejecutadas, hay partes del presupuesto que están cruzadas. Hemos encontrado muchas dificultades.

-¿Hubo ocultamiento?

-No. Hubo una subestimación de parte del Gobierno anterior de lo que era el déficit. Ellos quisieron exhibir uno que no es. Es todo un debate que no terminamos de saldar: cuál es el déficit real de la Argentina. El Gobierno anterior decía que estaba yendo a cero, después terminó diciendo que era 0,5 y para nosotros hoy es más.

-¿El dólar turista es un desdoblamiento del mercado cambiario?

-No. No es un desdoblamiento. Fijamos un tributo extraordinario para las compras en el exterior. No implica una cotización distinta de la moneda ni ninguna restricción más allá de las que ya hay.

-¿La doble indemnización la pusieron porque creen que se pueden llegar a perder más empleos?

-Lo que hicimos fue empezar a poner en este camino angosto barreras que traten de contener la caída. Necesitamos parar la caída de la economía.

-¿Charlaron con la Mesa de Enlace sobre el nuevo esquema de retenciones?

-Me gustaría poder diferenciar. Los que se tocaron fueron los derechos de exportación. Esos derechos tenían una parte movible y una parte fija. La fija estaba anclada a un valor fijo, era un porcentaje pero que a su vez tenía un tope fijo que eran los famosos cuatro pesos por dólar. Cuando se toma esa medida el dólar estaba 36 pesos, hoy está 63. Lo que hicimos fue quitar ese tope para que se actualice. En términos objetivos no tocamos las retenciones. Son las mismas que había puesto Macri.

-¿Teme alguna protesta del campo? Hay convocatorias en las redes…

-Vamos a ir conversando con todas las entidades de la cadena agropecuaria. Tenemos que rediscutir el perfil productivo que necesita nuestro país. Esto era una medida realmente de urgencia. Lo que necesitaba resolver era un salto en el tipo de cambio que no tenía reflejo en la exportación. Tenía que ver con eso.

-Se lo pregunto por aquella experiencia de 2008 de la 125…

– No, no, no. Me parece muy distinta la situación. Hoy se está actualizando un valor fijo en las mismas retenciones que puso Macri. Son los mismos porcentajes.

– El ministro de Economía dijo que se va a acotar la emisión. Entonces, ¿se apuesta todo a la renegociación con el FMI, a no pagar durante un tiempo, para poder financiar la reactivación productiva?

-Nosotros tenemos voluntad de pagar, lo que no tenemos es la capacidad de pagar. Necesitamos tiempo para hacer crecer la economía y poder pagar la deuda. Si conseguimos ese tiempo para pagar la deuda, no tenemos duda de que la Argentina rápidamente se va a poner en marcha.

– Y si no lo consiguen, ¿hay plan B si?

-Es parte de la negociación que se está iniciando.

– Pero no hay muchas opciones de financiamiento para reactivar…

-No. Nosotros necesitamos tiempo. Las medidas que se vayan a ir tomando las va a informar el ministro Guzmán. Esto recién se inicia y es una negociación compleja.

-¿Son dos años lo que están negociando?

-No. Estamos negociando un plazo. El planteo es de desarrollo.

-¿Qué nos puede adelantar del paquete de leyes que llegará el lunes al Congreso?

-El proyecto implica cuestiones relacionadas a puntos tributarios, a beneficios tributarios, a declarar la emergencia sanitaria, a prorrogar la emergencia social y alimentaria. Implica mucho. No es solo emergencia económica.

Apuntamos a tener una ley que dé facultades al Ejecutivo como para trabajar y operar sobre ciertas circunstancias que son excepcionales. En un caso será AFIP, en otro Anses, en otro el poder Ejecutivo Central. Todo está detallado en el paquete de leyes.

-Se escucha mucho la idea de “meterle plata en el bolsillo a la gente”, ¿no hay un riesgo que la inflación se dispare incluso más de lo que ya esta?

– Si eso no es calibrado, sí. Si eso es calibrado con mucha precisión y se va trabajando sobre los sectores más postergados… eso muy probablemente que vaya a alimentos y eso probablemente genere alguna reactivación en sectores de bajos o nulos recursos. Eso no es necesariamente inflacionario. Lo que no podés hacer es irte mucho más de esa restricción que tenés. Acá hay una restricción de deuda y una restricción fiscal.Cuando vos decís “le dan plata a la gente” se supone que vamos a emitir. No. Vamos a ser muy consecuentes con la política monetaria que marque el Banco Central y nos vamos a regir por esos límites. Vamos a ir llevándolo porque necesitamos un equilibrio fiscal.

-¿Qué rol cree que tendrá la oposición frente al proyecto de emergencia económica?

-Pensamos que la oposición va a ser muy responsable. Todos son conscientes de la situación en la que está el país. Se tiene que entender el estado en el que está Argentina. Necesitamos de todos los sectores y de todos los actores.

– En el Congreso, el Presidente habló de una reforma judicial. Hay fecha?

– El proyecto se está trabajando con las áreas correspondientes, sobre todo Justicia, y se va a elevar al Congreso. Queremos un proyecto abierto, plural y participativo, y que se discuta en el Congreso que es el ámbito de participación.

– ¿Qué va a pasar con los 300 jueces que Macri envió para designar en el Senado?

– Los pliegos van a Comisión de Acuerdos y deberán tener tratamiento ahí.

– ¿Y la reforma de la AFI es un tema que está solo en la cabeza del presidente?

– Ya hay una parte de los equipos administrativos y de gestión que tomaron contacto y están desde el 10 vinculados. Pero eso implica la intervención y luego un proyecto de reforma, se quiere presentar de manera integral, y lo hará el presidente.

– Estamos sin mando político en la AFI ¿A quien reporta en este momento?

– A los sistemas formales.

– ¿El plan es descentralizar la agencia?

– El proyecto no se terminó y se está estudiando bien qué es lo más adecuado. Lo que es claro es que el presidente quiere mostrar un rumbo distinto: que se conozca cuales son las tareas del personal, parte del cual es calificado, y que se conozcan los destinos de esos fondos reservados.

– Hay como un fantasma con la AFI: que nadie se quiere meter o que cuando te metés el poder político terminar complicado.

– Tuvimos una elección de buena calidad democrática. Y la transición fue ordenada. No hubo crispación ni tensión sino que hubo un traspaso ordenado y los valores democráticos funcionan y son relevantes en nuestro país, más allá del barro y la pelea electoral. Cuando uno lo compara con lo regional, más todavía. Cuando Alberto Fernández termine de ser presidente se van a cumplir 40 años de la democracia argentina. Eso nos tiene que llamar a una reflexión.

– El presidente convoca a terminar con la grieta. ¿Eso es posible con Cristina tan activa?

– Claro. Cristina expresa una parte substancial de nuestro espacio político, es una vicepresidente extraordinaria porque es atípica, porque fue ocho años presidente de la Nación, porque tiene reconocimiento internacional y ha dado discusiones a nivel global que otros no se animaron a dar, como lo de la deuda soberana. No pretendamos que sea una vice tradicional porque no lo es y nos complementa que no lo sea. Las posiciones de Cristina tienen que ver con sus convicciones y valores y a nosotros nos potencian, desde la diversidad y la unidad.

– El otro dia Cristina planteó que había que repensar la distribución de recursos federales. ¿Se está pensando una ayuda extra a Axel Kicillof en la provincia?

– Hay inequidades, Cristina lo dice de La Matanza y hace referencia a la provincia de Buenos Aires. El presupuesto de Matanza es similar al de una secretaria porteña. Esa discusión se tiene quedar.

– La ciudad aporta más que lo que recibe. Algo parecido ocurre con Buenos Aires. ¿Es la misma discusión?

– Si, tiene que ver con la distribución de recursos y riquezas. Es cierto lo de la Ciudad de Buenos Aires pero no es menos cierto que es por las oficinas administrativas, no son los espacios donde se produce. El debate es más profundo y no es contra la ciudad, sino que tiene que ver con cómo se hace una Argentina más armónica.

– Se perciben actitudes distintas entre Alberto y Cristina. Como en los gestos hacia Macri. ¿Observan esa actitud política?

– Cada cual le da el tratamiento que desee. Es cierto que nuestra vice no ocultó lo que considera respecto a Macri. Pero no hubo un desplante.

– ¿Es más personal que político?

– No lo sé. Claramente no lo quiere. Y es sincera: no lo oculta. Ahora: ¿podemos convivir con gente que piensa distinto? Sí, podemos convivir.

– ¿Que Cristina sea tan protagonista no puede afectar la imagen presidencial?

– Es una vicepresidente excepcional en todo punto de vista.

– ¿No puede hacer daño?

– Para nada: comparte el rumbo de pais que propone Alberto, al contrario, la potencia. Igualemos para arriba.

– ¿Cómo cayeron las críticas del funcionario de Trump, Claver-Carone, que no asistió a la jura porque estaba un ministro de Maduro ?

– Cayeron muy mal. Pero el presidente estuvo en contacto con el Departamento de Estado y pudo aclarar esos puntos.

– Y cómo imaginan la relación con Estados Unidos?

– De mucho respecto. Guiándonos por lo que el presidente Trump le dijo al presidente, que conocer la fragilidad que está la economía Argentina y que ellos están dispuesto a acompañar un camino de reactivación y recomposición desde lo económico y lo institucional.

– ¿Y la relación con Bolsonaro y Brasil, un socio clave en la región?

– Vamos a recomponer la relación pero el vínculo país-país excede la discusión entre dos presidentes o dos autoridades. Cualquiera que conoce el enclave del Mercosur, la integración entre el comercio, sabe que eso es invariable independientemente de la buena o no buena relación entre dos presidentes. Pero lo vamos a recomponer.

Un peronista de «sangre azul» en el mundo Alberto

– Le presento a la mano derecha de Alberto.

​- La mano derecha de un pulpo.

Santiago Cafiero usa seguido ese gag. Con 40 años, este politólogo, tercera generación de estirpe política, buscaba minimizar su influencia en la atmósfera Alberto Fernández​, un microplaneta de poquísimos habitantes.

Cafiero, desde el martes pasado jefe de Gabinete, es la cara visible del albertismo, un ismo que nació el día que Cristina Kirchner bendijo a Fernández. Ocurrió el 18 de mayo de 2019 y Cafiero estaba ahí.

Integró, además, el selectísimo grupo, junto a Máximo Kirchner y alguno más, que supo antes, que Cristina entronizaría a Alberto. Peronista como Antonio, su abuelo y de River como Juan Pablo, su padre, Santiago heredó de ambos la militancia religiosa.

En los »90 en la villa La Cava, comenzó a militar junto a Jorge García Cuerva, cura villero que fue designado obispo de la diócesis de Rio Gallegos. Al tiempo, creó una Unidad Básica y un merendero.

No fue, dice, menemista ni abandonó el peronismo. Su abuelo, en los últimos ’90, se convirtió en candidato de Carlos Menem mientras su padre, en esa década, migró hacia lo que sería el Frepaso junto a Carlos «Chacho» Alvarez.

Antes del desembarco en el mundo Alberto, Cafiero fue concejal de San Isidro y funcionario de Daniel Scioli. En su ADN político no hay una pizca de cristinismo. Vindicó, como muchos peronistas, a Néstor -fue funcionario de Economía con Felisa Miceli- pero tuvo distancia o roces con el dispositivo K.

​Formó parte del scrum que apostó a una via peronista por fuera de Cristina, que se arrulló detrás de Florencio Randazzo, de quien Fernández fue jefe de campaña. Cafiero llegó a esa aventura de la mano de Gabriel Katopodis, intendente de San Martín, que jugó hasta el final con Randazzo. Durante ese fallido experimento electoral, Cafiero conoció a Fernández.

Hubo, romantizan los involucrados, empatía de inmediato. Coincidieron con la autocrítica sobre la experiencia anti K y la urgencia de la unidad panperonista. Fue de los primeros que supo que Alberto se había reconciliado con Cristina.

Vinieron, después, el grupo Callao y una gira junto a Fernández con el mensaje de unir. Alberto era, entonces, canciller político de CFK. Cafiero lo sintetiza así: «Cristina definió la estrategia, Alberto la táctica». Uno sin el otro no hubiesen logrado lo que se logró, dice: que la ex se corra, la unidad PJ y la victoria electoral.

En 2015, formó la editorial Punto de Encuentro con amigos en San Isidro, que publicó la colección Cabecita Negra con textos de Juan Domingo Perón. Abrió una sucursal en el centro porteño. La cerró por la crisis.

Itinerario

Santiago Andrés Cafiero nació en San Isidro, provincia de Buenos Aires, el 30 de agosto de 1979. Cursó los estudios primarios en la escuela pública N° 4 y secundarios en el colegio José Manuel Estrada de ese distrito y se recibió de licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Ocupó varios cargos públicos, entre ellos fue concejal de San Isidro y viceministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires durante parte del gobierno de Daniel Scioli. El 10 de diciembre pasado, juró como jefe de Gabinete de Ministros de Alberto Fernández. Es hincha de River y está casado con Josefina Chávez, con quien tiene tres hijos.

Clarín


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