Rigoberta Menchú en la U. de Chile: «Si no se hacen reformas profundas la crisis va a tardar un par de décadas»

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La Premio Nobel de la Paz y activista de los derechos humanos, visitó la Casa Central de nuestro plantel como parte de una serie de encuentros que está sosteniendo con organizaciones sociales y comunidades para conocer las experiencias y casos de violaciones a los derechos fundamentales cometidos en el marco de la represión a las manifestaciones del estallido social que está viviendo el país. Luego de la cita, la líder guatemalteca se dirigió a La Moneda para entregar una carta junto a Guillermo Whpei, de la Fundación para la Democracia, al presidente Sebastián Piñera.

“Estamos aquí para expresar nuestro acompañamiento y solidaridad con un pueblo hermano que, ante el mundo, está dando ejemplo de lo que pueden lograr los y las ciudadanas cuando se unen para expresar la indignación acumulada a lo largo de años de insensibilidad e indiferencia frente a sus razonables y justificadas exigencias. También estamos aquí para sumarnos a la denuncia de las graves y sistemáticas violaciones de derechos que se han venido produciendo en las últimas semanas”, versa la misiva entregada este lunes 4 de noviembre por la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, y Guillermo Whpei, de la Fundación para la Democracia, al Presidente Sebastián Piñera en La Moneda.

Previo a este hito, ambos estuvieron en la Casa Central de la Universidad de Chile, donde fueron recibidos por la comunidad universitaria -encabezada por el Rector Ennio Vivaldi, el prorrector Rafael Epstein, y por los vicerrectores Faride Zeran, Rosa Devés y Juan Cortés, entre otras autoridades- espacio realizado en colaboración con la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, donde la líder relató parte de lo que ha podido constatar y conocer en una serie de reuniones que está sosteniendo con organizaciones y líderes sociales respecto a las violaciones a los derechos humanos acontecidas en el país en el marco de las manifestaciones sociales.

Al respecto, agradeció la “voluntad de contar sus testimonios. (…) Me impactó muchísimo que de repente [jóvenes] recibieron una balina en la espalda, o en la cara, como viviendo otro mundo”. Asimismo, instó a “rendir homenaje a las víctimas porque en realidad no nos queda nada más que darles fortaleza, darles consejo para que asimilen un impacto emocional, psicológico, espiritual difícil, que es lo que ha pasado con muchas de las víctimas, sobre todo los difuntos”.

Junto a ello, la líder social indicó que históricamente ha seguido “a este hermoso país a través de la cultura, pero también a través de los pueblos originarios, especialmente mis hermanos mapuche”, e hizo una conexión con el momento actual que vive el país con la trayectoria latinoamericana, “con un montón de cosas comunes y un montón de prácticas repudiables como la tortura, la desaparición forzada, como la humillación al ser humano”.

“Somos víctimas del pasado, soy víctima del genocidio del pasado guatemalteco, y no podemos permitir que vuelva a ocurrir. Eso es lo primero que a mí me nació en la mente antes de venir de Guatemala a Chile, que no vuelva a ocurrir el pasado porque nadie quisiera heredar delitos crueles a sus propias generaciones”, dijo.

Rigoberta Menchú indicó además que la información recogida en esta visita será comunicada a diferentes instancias de las Naciones Unidas, y a los Premios Nobel de la Paz. “Tenemos una obligación de formular una opinión sobre un asunto que afecta a miles y miles de personas, sobre todo afecta la tranquilidad, la seguridad, la vida, y la integralidad”, indicó, sumando a esta tarea el escuchar los medios de comunicaciones. “Parte de nuestra misión también es oír a los dirigentes que están al frente de una lucha organizada, consiente e institucional, y buena parte es también interpelar a las instituciones del Estado”, agregó.

Finalmente indicó que en Chile “parecía el éxito como materialmente, pero a cambio de mucho porque la mayoría de los chilenos están endeudados según los datos estadísticas universales. Un sistema así no va a funcionar, entonces va a tener que haber reformas profundas. Si no se hacen reformas profundas la crisis chilena va a tardar un par de décadas. Pero tiene que acelerar unas reformas profundas, reformas estructurales, es lo que estamos constatando. Ojalá que les salga la asamblea constituyente”.
La universidad como espacio de defensa de los DD.HH.

“Para nosotros en este acto de DDHH se expresa lo más sustantivo de una universidad, que es aquello que tanto ha intentado a ser disminuido en estas últimas décadas, porque al hacer una reunión como esta acá, se expresa esa voluntad de la universidad de servir de una instancia de reflexión profunda, y desde su perspectiva ofrecerse a ayudar a traer la luz a una discusión que debe en estos momentos comprometer al país entero”, señaló en el encuentro el Rector Vivaldi.

Guillermo Whpei, presidente de la Fundación para la Democracia, en tanto, indicó que estar en una universidad es estar en casa, porque es el lugar donde se forman los dirigentes del futuro. La universidad es la casa común de aquellos que soñamos con una América libre, inclusiva, para todos. Una América donde desde hace muchos años está de rodillas, postergada y olvidada. Las universidades cumplen ese rol que a nosotros nos permite soñar que llegar a ser alguien en la vida es posible”.

Al respecto, Rigoberta Menchú en la Sala Eloísa Díaz saludó a «las sagradas energías de este lugar, en este lugar reposa memoria, reposan luchas, anhelos, esperanzas, etc. Y quiero saldarlo con mucho cariño».

Asimismo, la líder social enfatizó en que «el rol de la universidad tiene que ser de muchas dimensiones. Una es la recuperación de la memoria escrita de lo que está pasando. Es muy importante tener como referencia histórica de este acontecimiento. Luego, que la noción psicosocial tiene que ser el interés de los estudiantes. Creo que hay que demostrar ese liderazgo estudiantil, esa mesura que necesitamos de los estudiantes, esa posibilidad de mediar el conflicto, de facilitar e dialogo, incluso que la juventud no sea criminalizada».

Finalmente, indicó, «que siga la lucha, que siga la persistencia».

Texto: Francisca Palma
Fotografías: Felipe PoGa.

Universidad de Chile


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