Por cuarta vez este domingo los uruguayos eligen presidente en segunda vuelta – Por El Observador

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Los pronósticos y los resultados de los balotajes anteriores

Por El Observador

Este domingo 24 de noviembre los uruguayos elegirán presidente en un balotaje por cuarta vez desde que se aprobó la reforma constitucional en 1996, que implica que si en el último domingo de octubre ningún candidato logra superar el 50% de los votos emitidos –incluidos votos en blanco y anulados–, los dos candidatos más votados deberán competir en una segunda vuelta el último domingo de noviembre.

La corta historia de los balotajes en Uruguay confirma que hasta ahora siempre resultó electo el que llegaba como favorito, incluso en el primero, en 1999, en el que Jorge Batlle y Tabaré Vázquez terminaron la campaña empatados técnicamente, aunque las empresas de opinión pública le daban una leve ventaja al colorado.

El balotaje se estrenó en Uruguay el domingo 28 de noviembre de 1999. Ese día compitieron la fórmula colorada compuesta por Jorge Batlle y Luis Hierro López y la frenteamplista con Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. El triunfo fue colorado con el 52,56% de los votos, mientras que el lema Encuentro Progresista – Frente Amplio obtuvo 44,53%.

Batlle y Vázquez llegaban al final de la campaña virtualmente empatados en intención de voto aunque el colorado era favorito. Un relevamiento de Equipos/Mori concluía que los electores indecisos se encontraban más próximos a los partidos tradicionales y por lo tanto Batlle se presentaba con una probabilidad mayor que Vázquez para capturar los votos que podrían definir la elección.

El domingo 29 de noviembre de 2009 compitieron las fórmulas de José Mujica y Danilo Astori frente a Luis Alberto Lacalle Herrera (padre del actual candidato) y Jorge Larrañaga. El Frente Amplio, que en primera vuelta había obtenido el 48% de los votos, seguido por el Partido Nacional con 28%, se impuso con el 51,5% de las adhesiones frente a los blancos que obtuvieron el 44,1%.

En los días previos, las encuestas de las empresas Equipos, Cifra y Factum coincidieron en reflejar una ventaja de entre ocho y nueve puntos porcentuales de Mujica sobre Lacalle. Las proyecciones sobre los indecisos también otorgaban una ventaja de entre cinco y siete puntos.

En la noche del 30 de noviembre de 2014 Tabaré Vázquez se consagró como presidente por segunda vez en la historia del Uruguay. La fórmula Vázquez-Sendic obtuvo casi 54% de los votos frente al 41% que consiguió la fórmula Luis Lacalle Pou-Jorge Larrañaga.

Esos 13 puntos de diferencia fueron la mayor ventaja que obtuvo un candidato luego de la dictadura (1973-1985) ya que desde la década de 1940 un presidenciable no superaba el 55% de los votos, como ocurría en aquel momento con los colorados frente a un Partido Nacional que tenía dividido su lema.

El segundo triunfo de Vázquez fue histórico también porque se consolidaba la izquierda en el poder por tres períodos de gobierno seguidos y con mayoría parlamentaria propia. Eso tampoco pasaba desde hace 60 años.

A su vez, el 41% que obtuvo Lacalle Pou si bien no le permitió superar la votación que había tenido su padre en la anterior elección (44,1%) le permitió consolidarse como el líder de la oposición y ponerse en carrera para esta elección.

El batacazo frenteamplista

Desde que se puso en marcha la reforma constitucional, solo una vez el Frente Amplio triunfó en primera vuelta y eso ocurrió en octubre de 2004, cuando Tabaré Vázquez obtuvo el 51% de los sufragios en primera vuelta, frente al 34% de Jorge Larrañaga por el Partido Nacional y el 10% de Guillermo Stirling, por el Partido Colorado.

El Observador


Factum presentó su última encuesta para el balotaje: mirá los resultados

La consultora Factum presentó este martes en TV Ciudad su única encuesta de estimación de voto de cara al balotaje del 24 de noviembre. Según el estudio, el 51% del electorado votaría por el candidato nacionalista Luis Lacalle Pou y el 43% lo haría por el frenteamplista Daniel Martínez. En tanto, el 6% de los encuestados dijo que sufragará en blanco o anulado. Esta medición no cuenta con un porcentaje de indecisos porque proyecta cómo estas personas se pueden terminar comportando el próximo domingo.

El estudio de Factum es, hasta el momento, el que ha presentado una ventaja más amplia entre el nacionalista y el frenteamplista: ocho puntos los separan. Los resultados de las mediciones de otras empresas de opinión pública presentadas en el correr de noviembre muestran a Lacalle Pou con una ventaja en la intención de voto de entre cinco y siete puntos.

«La coalición está logrando retener una parte muy importante de los votantes que tuvo en la primera vuelta», dijo en TV Ciudad el director de Factum, Eduardo Botinelli. «Lo que podemos esperar, si bien en una semana puede haber impactos, consideramos que tendrían que ocurrir hechos extraordinarios para que cambie el resultado», analizó minutos después.

En el informe, además de la estimación final, la consultora presentó los posibles rangos de intención de voto. De esa manera, Lacalle Pou tendría entre 50% y 52% y Martínez entre 42% y 44%. El porcentaje de votos en blanco o anulado rondará entre el 5% y el 7% según Factum. Sumado a eso, la encuesta indica que solo un 1% de los votantes de cada candidato manifiestan tener un «voto débil». En cambio, el 4% de los votos en blanco o anulado aseguran que aún no tienen firmeza en su decisión.

Botinelli también señaló que la diferencia está dos veces por fuera del margen de error. La encuesta fue realizada por Factum entre el 15 y el 17 de noviembre. La medición tuvo una muestra de 1004 entrevistados a través de teléfonos fijos y celulares y el estudio presentó un margen de error máximo de 3,2%.

Factum también presentó datos diferenciados sobre la intención de voto de los candidatos en Montevideo y en el interior. Según la medición, en la capital Martínez obtuvo un 52% de la intención de voto y Lacalle Pou un 42%. Pero en el interior el resultado favorece al candidato blanco: el 58% de los votantes del interior elegirá a Lacalle Pou y el 37% a Martínez.

El informe de Factum presentó, a su vez, un estudio de migración de votos entre la primera y la segunda vuelta. Según la consultora, Lacalle Pou retendrá el 99% de los votos que en la primera vuelta optaron por el Partido Nacional, al tiempo que sumaría el 83% de los electores de octubre del Partido Colorado, el 84% entre los votantes de Cabildo Abierto y el 30% de los que en primer vuelta apoyaron a otros partidos.

En tanto, Martínez retendría el 98% de los votos frenteamplistas de la primera vuelta. A su vez, sumará al 9% de los que votaron a los colorados en octubre, el 7% de los que lo hicieron por Cabildo Abierto y el 1% de los que sufragaron por los nacionalistas, que ahora optarían por el oficialismo de cara al balotaje. «Los estudios previos marcaban que el potencial inicial de Daniel Martínez entre votantes colorados era del doble de lo que está marcando», dijo Botinelli sobre este punto.

En tanto, el 28% de los que votaron a los partidos más pequeños se pasarán a Martínez, según esta consultora.

Este lunes, Cifra presentó su penúltima encuesta de intención de voto (sin proyección de indecisos) e indició que el blanco recogerá un apoyo del 47% del electorado y el oficialista del 42%. Los mismos números presentó Opción el lunes de la semana pasada. En tanto, la segunda encuesta de Equipos previa al balotaje, presentada el 12 de noviembre en Subrayado, registró que el 48% elegiría por el nacionalista y el 42% por el frenteamplista. Ese mismo día, Radar divulgó una nueva encuesta que otorgó a Lacalle Pou una ventaja de casi siete puntos porcentuales.

El Observador


Nuevo sondeo también da a Lacalle Pou con más del 50% para el balotaje

«No quiero creer, quiero saber”. Carl Sagan era un escéptico, pero un escéptico científico. Esa misma duda constante que lo caracterizaba fue la que lo llevó a ser un convencido de que los métodos científicos son la aproximación más fiel para la comprensión de la realidad. Y en tiempos electorales son las encuestas de opinión pública, con base científica, las que vienen a confirmar los favoritismos. El candidato blanco Luis Lacalle Pou cosecha por segunda vez cifras de intención de voto que superan el 50%.

Según la última encuesta que realizó Metrocall Contact Center, el líder nacionalista alcanza el 52%. Pero tras la ponderación -como llaman los académicos a la técnica de ajustar los desequilibrios que pueda contener una muestra- el guarismo se eleva en dos puntos.

Así las cosas, Lacalle Pou aventaja a Daniel Martínez en unos 11 puntos (41%). Pero los resultados de Metrocall -a los que accedió en exclusiva El País- revelan, a la vez, que a menos de cinco días de los comicios, hay un 4% del electorado que aún no definió su voto. Es el famoso “en duda”. Y hay un 4% de votantes en blanco o anulado.

¿Y por qué la distancia de este sondeo es mayor a la que muestran las otras encuestas? Metrocall es uno de los tres principales call-center del país. Su método, en este caso, se basa en llamadas a telefonía fija. Eso ya supone un sesgo: no todos tienen línea de teléfono, no todos los que tienen línea de teléfono cuentan con un aparato para recibir llamadas, no todos los que tienen el aparato atienden, y no todos de los que atienden responden la totalidad de las preguntas formuladas.

Tan así es que este call-center disparó 25.286 llamadas entre la nochecita del lunes y la mañana de ayer, de las cuales en menos de la mitad (11.512) alguien contestó y de las cuales menos del 10% respondió las cinco preguntas que le realizaba una contestadora automática (2.104 casos).

El uso del contestador automático puede ser otra variante del resultado en una sociedad uruguaya, todavía tradicional, y acostumbrada a lidiar en un diálogo con encuestadores humanos y no con una voz pregrabada. De hecho el método IVR, por su sigla en inglés de Interactive Voice Response, suele tener más aceptación en las investigaciones de mercado o de evaluación de un servicio.

Más allá de debates metodológicos, las seis empresas que han presentado resultados de consultas de cara al balotaje son consistentes en las preferencias electorales según el perfil de los votantes. Entre los más jóvenes, los más ilustrados y los de Montevideo ganaría el presidenciable oficialista. A la inversa, el nacionalista se fortalece en el interior, los menos educados y más adultos.

La diferencia es que, en los segmentos que Martínez es más potente, no saca la distancia que sí obtiene Lacalle en sus bastiones. El electorado frentista pareciera ser levemente más feminizado que el nacionalista, aunque la distancia está dentro del margen de error. Distinto es el escenario entre los indecisos, donde las mujeres están claramente más en la duda que los votantes hombres. Cerca del 12% de los votos colorados, concluye Metrocall, fue a parar al candidato del Frente Amplio.

El País


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