Indígenas de Bolivia, Colombia y Brasil rechazan hidroeléctricas en la Amazonía

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«Cambiar este modelo de desarrollo de visión extractivista es también detener la construcción de hidroeléctricas, el ecocidio y el despojo de las tierras» fue uno de los manifiestos con los que concluyó el II Encuentro Regional de afectadas y afectados por Represas en la Amazonía, iniciado el viernes 11 de octubre en la ciudad de Rurrenabaque y que reunió aproximadamente a 200 representantes de organizaciones de pueblos indígenas e indígenas de Colombia, Brasil y Bolivia.

El Encuentro finalizó con una marcha de protesta por el centro de la ciudad amazónica de Rurrenabaque, al grito enardecido de «No a las represas, sí a la vida en la Amazonía».

Las conclusiones del Encuentro serán presentadas en el Foro Social Pan Amazónico FOSPA 2020 y en la COP25. Estas rechazan de manera contundente la propuesta del Gobiernos de Evo Morales de construir represas en la Amazonía y la ejecución de los proyectos Binacional, Rositas, Chepete, Bala y Cachuela Esperanza.

En el encuentro también participaron investigadores, la presidenta de la Asamblea a de Derechos Humanos de Bolivia, Amparo Carvajal, y expertos de la UMSA que socializaron el informe realizado por una Comisión de la Universidad, sobre los Estudios realizados de los Proyectos Hidroeléctricos de Chepete y Bala en la Amazonía boliviana.

Conclusiones camino al Fospa al 2020 y COP 25

Finalizada la marcha de protesta, reunidos en cabildo se dio lectura a las conclusiones a las que arribaron los participantes:

Los estudios encargados por el gobierno boliviano demuestran que los planes de construcción de megarepresas son completamente negativos sociales y ambientalmente, son inviables económicamente, dilapidan nuestros recursos económicos, destruyen los recursos naturales, la biodiversidad y acaban con nuestras fuentes de vida.

Defender los Derechos de los pueblos indígenas ejerciendo resistencia y hacer un llamado a los Organismos nacionales e internacionales de protección a los Derechos Humanos, a estar atentos a una situación de violación masiva de los derechos humanos de los pueblos indígenas.

Manifestaron que se requiere un cambio de desarrollo de matriz energética que respete el equilibrio entre sociedad y naturaleza establecido en la CPE y las leyes, que protegen a los pueblos indígenas, además del derecho de todos a vivir en un medio ambiente sano, a la información cierta y detallada y a decidir de manera democrática sobre todos los aspectos que afecten a estos derechos.

El Encuentro también analizó la situación de las mujeres indígenas y su vinculación con la defensa de la tierra.

Finalmente se concluyó que las represas responden al modelo actual de desarrollo; por lo tanto cambiar este modelo es también detener la construcción de hidroeléctricas.

El debate en el Encuentro elaboró una propuesta de un modelo de desarrollo económico sustentable y sostenible que empiece por reconocer las realidades locales, vocaciones territoriales y que proponga alternativas para mejorar la situación de las comunidades desde sus propias prácticas.

La presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos, a tiempo de clausurar el Encuentro, la marcha de protesta y el cabildo, exigió respeto a todos los pueblos indígenas.

«Mis respetos a todos los pueblos que luchan por mejorar las condiciones de vida en Bolivia y en el mundo, tienen todo el apoyo de la Asamblea y de todas las instituciones que siempre los hemos apoyado desde los tiempos de dictadura» señaló Amparo Carvajal.

UMSA

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