Claudia Korol, de Feministas del Abya Yala: “Este Encuentro nos mostró la necesidad de descolonizar nuestros feminismos”
Por Gerardo Szalkowicz y Lucía Uncal*
Del 12 al 14 de octubre se realizó en la ciudad argentina de La Plata el 34º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No Binaries. El Encuentro tuvo como rasgos salientes una masividad histórica (se calculan cerca de 500 mil personas) y el consenso mayoritario de renombrar la denominación anterior (Encuentro Nacional de Mujeres) para incluir a las mujeres originarias y a las disidencias, pese a la reticencia de un sector. En esta entrevista, Claudia Korol, referente de la articulación continental Feministas del Abya Yala, ofrece un balance de lo que dejó el Encuentro y relata cómo fue la participación del feminismo latinoamericano. Sobre las contradicciones que atraviesa el movimiento, concluye: “Está naciendo algo nuevo y eso nuevo es una revolución de los feminismos que se han levantado en los últimos años con tanta fuerza contra el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo”.
-¿Qué sensaciones te quedaron del 34° Encuentro?
-Tengo varias sensaciones contradictorias. La primera es la alegría por haber concretado todo ese esfuerzo para que a partir de ahora el Encuentro se nombre plurinacional, de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries, algo que parecía difícil de lograr debido a las posiciones que asumieron sectores hegemónicos en la comisión organizadora y que de alguna manera trataron, durante toda la preparación del Encuentro, de eludir esta demanda. Una demanda que no nació ahora sino que viene de muchos encuentros previos, donde las mujeres originarias ya habían hecho esta propuesta y no fueron escuchadas. Desde Feministas del Abya Yala en los últimos dos encuentros insistimos en la urgencia de producir este cambio, que no es sólo un cambio de nombre sino que es una propuesta de transformación profunda de nuestras actitudes como feministas, buscando la descolonización, la despatriarcalización, la desmercantilización de nuestras propuestas políticas. Salir del biologisismo, del reduccionismo, y también cuestionar y combatir el racismo que atraviesa muchas de nuestras experiencias.
Así que el hecho de que se haya proclamado plurinacional en el acto de cierre nos pareció muy importante. Pero hablaba de sensaciones contradictorias porque para lograr eso sufrimos múltiples violencias, las compañeras Lolita Chávez y Alma Fernández, que subieron al escenario a llevar esa propuesta, fueron golpeadas, maltratadas, se las escupió, recibieron unos insultos racistas realmente increíbles. Lo que hicieron fue lo menos feminista que existe en cuanto a la rigidez y a la violencia que mostraron.
Pero en el encuentro también pasaron cosas maravillosas, como la actividad que hicimos las Feministas del Abya Yala con compañeras de distintos territorios, llegaron cientos de mujeres de distintos lugares del continente y se oyeron todas las voces con un respeto increíble, fueron más de cuatro horas bajo el sol y sin embargo las compañeras no se movían y escucharon una a una las intervenciones, las palabras, los sentires. Estuvieron compañeras de distintos pueblos originarios del continente, de Bolivia, Guatemala, México, muchas compañeras migrantes, y la actividad se inició con un compartir desde la espiritualidad de los pueblos, con una mística, fue sumamente conmovedor.
-¿Cuál viene siendo el camino recorrido por las Feministas del Abya Yala?
-Nuestro recorrido viene en el marco de los encuentros desde 2008, ya son 11 años que como parte de los encuentros integramos una mesa de reflexión de feministas del continente. Por ejemplo en 2008 estuvo Piedad Córdoba (en ese momento planteábamos la urgencia de que se abra un diálogo de paz en Colombia), en 2011, en Bariloche, estuvo Berta Cáceres denunciando el golpe de Estado en Honduras pero también advirtiendo qué podía suceder en el continente con las políticas conservadoras. En esas mesas estuvo también Lohana Berkins, que fue la que abrió el camino a la participación de las travestis y trans dentro de los encuentros, también Diana Sacayan. Nombro algunas pero son muchísimas las compañeras que nos ayudaron a pensar los feminismos en defensa de los territorios, en defensa de los cuerpos, bosques, de los ríos, de la biodiversidad, de la naturaleza, en cada una de las comunidades de nuestro continente.
Es decir, mucho de lo que vivimos ahora con mucha emoción, este entrelazamiento de cuerpos, la pluralidad de cuerpos y experiencias de pueblos, se viene tejiendo cuidadosamente hace muchos años. Y creo que eso es lo que le da la cara y el rostro a un feminismo que se construye desde abajo, que no está dependiendo de las agendas de las ONGs, que se construye a partir del cuidado y la defensa de los territorios y las luchas contra los extrativismos.
Yo creo que lo nuevo es eso, el enredarnos ya como mujeres de las comunidades, de los pueblos, con una perspectiva feminista. No se trata de ser sólo mujeres que luchan sino también feministas que luchan y no son sólo cuerpos de mujeres, sino también de lesbianas, de travestis y demás disidencias sexuales. Pienso que está naciendo algo nuevo y que eso nuevo es una nueva revolución dentro de estos feminismos que se han levantado en los últimos años con tanta fuerza contra el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo. Este Encuentro mostró la necesidad de descolonizar nuestros feminismos.
-Para quienes no conozcan la experiencia, ¿qué significan estos encuentros que ya llevan 34 años realizándose en la Argentina?
-Los Encuentros tienen una larga historia, se hacen una vez al año, son autoorganizados, las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries hacemos muchos esfuerzos para llegar a la ciudad donde se hace el Encuentro, que va rotando año a año. Esfuerzos desde hacer empanadas y venderlas en fiestas durante todo el año o cortar una ruta para pedir a algún Ministerio que habilite ómnibus para llegar. Los Encuentros se hacen en ciudades que resultan casi territorios liberados por los feminismos durante los días de Encuentro y tienen la fuerza de mirarnos entre nosotras y poder articular fuerzas y energías.
De estos encuentros nació la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, nacieron distintas articulaciones que fuimos construyendo para luchar contra las violencias, para ir creando una conciencia desde feminismos territoriales, es decir, hay distintas posibilidades, distintos diálogos que se generan dentro del Encuentro. La marcha que se realiza, y que en La Plata fue gigantesca, es el momento de exhibición de toda la fuerza y potencia de los feminismos. Pero en el marco de eso también hay pequeños encuentros, talleres, mesas de debate, actividades culturales, la marcha contra los travesticidios que esta vez fue la más grande de todos los encuentros y mostró también que las compañeras travestis y trans no están solas, que están abrazadas por los feminismos (cosa que no siempre ha sucedido) y, claro, también el Encuentro encarna sus contradicciones: empecé denunciando lo que ha habido de violencias de parte de aquellos feminismos que mantienen políticas conservadoras, biologisistas, racistas, pero creo que en este Encuentro sufrieron una pérdida de iniciativa y de capacidad de acción y quedaron muy aislados.
Estas revoluciones feministas las hacemos desde abajo y sin permiso, así que quienes quisieron disciplinarnos, domesticarnos, van aprendiendo que no es posible y que las revoluciones no se pueden detener con la fuerza ni la violencia.
(*) Entrevista realizada en el programa “Al sur del Río Bravo” que se trasmite por Radionauta FM 106.3 (www.radionauta.com.ar)
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