Carta desde Palestina a las selecciones de fútbol de Argentina y Uruguay
Estimados equipos nacionales de fútbol de Argentina y Uruguay:
Estamos escribiendo desde el Club de Fútbol Khadamat Rafah en la Franja de Gaza, territorio palestino ocupado por Israel. Como compañeros jugadores de fútbol, les instamos a que se abstengan de jugar un partido amistoso o de participar en cualquier otra actividad en Israel, siempre y cuando Israel continúe negando nuestros derechos básicos y fundamentales.
Les comentamos que nuestro equipo ganó la final de la Liga Premier de la Franja de Gaza este año. Como dos de los mejores equipos de fútbol, saben bien lo que significa ganar un campeonato, tanto para los jugadores como para los fanáticos. Para nosotros, lograr esta victoria a pesar de soportar las condiciones brutalmente duras impuestas por la ocupación israelí lo hizo aún más extraordinario.
Somos parte de una comunidad de dos millones de palestinos en Gaza, que viven bajo el bloqueo despiadado de Israel durante doce largos años. Las severas restricciones de Israel hacen casi imposible que tanto los bienes comerciales como las personas entren o salgan de Gaza. Esto significa que los suministros médicos son muy escasos y los pacientes que necesitan tratamiento no puedan viajar. Vivimos con solo unas pocas horas de electricidad por día. El desempleo es del 50 por ciento, 70 por ciento entre los jóvenes. La mayor parte de nuestra agua está contaminada, 96 por ciento no se puede beber.
Hemos sobrevivido a tres violentos asaltos militares israelíes en los últimos 10 años, pero hemos perdido a muchos de nuestros seres queridos. El bombardeo israelí de nuestro territorio asediado ha matado a miles, incluidos cientos de niños, y ha arrasado barrios enteros, que no pueden reconstruirse debido al asedio en curso.
Nuestra ciudad de Rafah, fue el sitio del “Viernes Negro”, uno de los ataques más sangrientos durante el asalto militar de Israel en 2014 en Gaza. En solo cuatro días, la artillería intensiva israelí, los tanques y los bombardeos aéreos mataron a 255 palestinos, incluidos 85 niños. Un misil israelí golpeó una escuela de las Naciones Unidad donde más de 3.000 palestinos que habían huido de sus hogares buscaron refugio y seguridad. El ejercito israelí se absolvió de cualquier fechoría.
Durante años, las Naciones Unidas han pronosticado que Gaza será “imposible de vivir” para el año 2020, época ahora a solo unos meses de distancia. Pero les preguntamos, ¿qué tipo de vida hemos tenido en los últimos 12 años?
Cuando decenas de miles en Gaza, liderados por nuestros jóvenes, decidieron levantarse contra estas condiciones insoportables en protestas pacíficas semanales, los francotiradores israelíes les quitaron la vida. El fuego del ejército israelí mató a más de 200 manifestantes palestinos en Gaza e hirió a decenas de miles. Entre ellos se encontraban atletas con carreras prometedoras, incluido el futbolista de 23 años Mohammad Khalil Obeid, quien se filmó a si mismo cuando un francotirador israelí le disparó en ambas rodillas. Tenemos un equipo de fútbol de amputados que insisten en jugar fútbol a pesar de sus lesiones que les cambiaron la vida.
Una comisión de Investigación de las Naciones Unidas descubrió que los soldados israelíes atacaron intencionalmente a los palestinos que participaban en las manifestaciones, acciones que constituían crímenes de guerra y posiblemente crímenes contra la humanidad.
A pesar de, o quizás debido a estas condiciones inhumanas, entrenamos duro, jugamos duro y ganamos la final en Gaza y nuestro lugar en la Copa Palestina.
Sin embargo, el asedio despiadado de Israel nos ha arrebatado la posibilidad de tomar nuestro lugar en la Copa. Israel negó los permisos de viaje, que son requeridos por su régimen de ocupación y apartheid, negándole a casi todos los jugadores de nuestro equipo que viajen a la Cisjordania palestina ocupada para la Copa Palestina. Como jugadores de futbol de campeonato, podrán imaginar lo afligidos que estábamos. La Copa se retrasó indefinidamente. Nos negamos a rendirnos. Nuestro equipo volvió a solicitar los permisos de viaje. Después de meses de espera, Israel negó los permisos para todos menos cinco jugadores. La Copa Palestina 2019 fue cancelada. En todo momento, la FIFA permaneció en silencio.
Ahora, Israel trabaja diligentemente para organizar un partido entre dos equipos queridos mundialmente, a fin de ayudar a mantener su terrible historial de abusos a los derechos humanos al margen de la vista pública. Israel quiere usar su posición mundial para ayudar encubrir sus crímenes de lesa humanidad a través de eventos deportivos. Les pedimos que no permitan que eso suceda.
Les rogamos que no permitan que el hermoso juego se use como cobertura para sus graves violaciones a los derechos humanos. Le pedimos que se unan a los futbolistas palestinos en nuestra lucha por el derecho a vivir y jugar. Por lo menos, le pedimos que no hagan daño. Jugar en Israel nos dañaría significativamente a nosotros y a nuestra lucha por la libertad, la justicia y la igualdad.
El año pasado, Argentina canceló un partido amistoso en Jerusalén, dando esperanza a todos los palestinos. Ya han hecho esto antes, y les suplicamos lo hagan de nuevo.
Por favor, no jueguen este partido. Al igual que en el caso del apartheid en Sudáfrica, no hay nada de “amistoso” en el apartheid israelí.
Al Khadamat Club Rafah