Incendios en la Amazonía brasileña: este año la deforestación creció un 93%
La deforestación en la Amazonia de Brasil aumentó un 93% en los primeros nueve meses de 2019, totalizando unos 7.853,91 km2, respecto a lo registrado en el mismo periodo del año pasado, según datos oficiales preliminares divulgados este viernes.
La cifra se ubica por encima de los 4.075,9 km2 reportados entre enero y septiembre de 2018 y de los 4.947,40 km2 en todo ese año, de acuerdo con el sistema DETER de alertas satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Solo en septiembre, el área deforestada fue de 1.447 km2, 96% más que en igual mes del año previo, pero por debajo de 1.700,8 km2 de agosto pasado.
La deforestación se mantuvo dentro de los niveles de los últimos años, hasta que a partir de junio se registró un repunte. Los expertos evalúan que este año podría llegar por primera vez desde 2008 a los 10.000 km2.
El DETER se basa en datos recogidos por un sistema de alertas sobre el periodo enero-septiembre, que luego es afinado por otro sistema, llamado PRODES, con el que se elaboran los informes anuales de deforestación.
Según académicos y ambientalistas, la escalada se explica por la presión de madereros y ganaderos alentados por el apoyo del presidente Jair Bolsonaro a la apertura de reservas indígenas y áreas protegidas para esas actividades y la minería.
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Las críticas a las políticas del gobierno sobre medio ambiente se recrudecieron debido a la multiplicación de incendios en la Amazonía en agosto pasado, que derivó en una ola de críticas de la comunidad internacional, liderados por Francia, contra Bolsonaro.
Los últimos datos satelitales del INPE muestran que hubo casi tantos incendios en la Amazonía de enero a septiembre como en todo el año pasado (66.750 contra 68.345 en todo 2018).
Si se comparan los datos entre enero-septiembre de este año y el mismo periodo del año pasado hay un aumento de 41%, sin embargo, solo en septiembre hubo una disminución del 19% respecto al mismo mes de 2018.
Bajo fuerte presión internacional, Bolsonaro firmó el 23 de agosto un decreto para autorizar el envío de militares a los estados amazónicos para controlar los incendios, que fue prolongado hasta el 24 de octubre.
La deforestación suele aumentar durante la época seca, que va desde mayo a septiembre, pero puede durar hasta noviembre en algunas regiones.
Chiquitanía: 20% de tierra que se quemó es de grandes empresarios
El 47,3 por ciento de la superficie quemada por los incendios forestales en la Chiquitanía, que asciende a 3,6 millones de hectáreas, pertenece a propietarios privados, individuales o colectivos, de los cuales un 20 por ciento son grandes empresas agropecuarias, indica un reciente informe de la Fundación Tierra. La dirigencia del sector privado resta atención a estos datos y dice estar centrada en atender los problemas generados por la escasez de agua en la zona afectada por el fuego.
El informe denominado “Fuego en Santa Cruz: Balance de los incendios forestales 2019 y su relación con la tenencia de la tierra” señala que el restante 52,7 por ciento de superficie quemada corresponde a tierra fiscal o de propiedad del Estado.
“Al tener títulos de propiedad, los propietarios tienen un incentivo legal concreto y un interés económico alto para cambiar el uso del suelo y convertir el bosque en tierras agrícolas y/o ganaderas. Si bien es cierto que el derecho propietario no equivale a autorizaciones de desmontes o quemas, la permisividad legal otorgada por el Gobierno nacional ha creado un escenario propicio para precipitar desmontes y quemas descontroladas”, dice el informe.
Además, agrega que la mayor causa de los incendios sigue siendo la quema de pastizales de las haciendas ganaderas y potreros como práctica de regeneración de pasturas.
Menciona que los incendios guardan conexión estrecha con el avance de consolidación de propiedades agrarias privadas, mayormente grandes, y también asentamientos de comunidades. “En menor medida, existen medianas y pequeñas propiedades”, dice.
Las tierras fiscales consumidas por el fuego están conformadas por áreas protegidas y parques nacionales y subnacionales. El estudio dice que el fuego surge por tres razones: incendios en propiedades privadas colindantes, incendios provocados por personas que cuentan con autorizaciones de asentamientos y fuego causado por personas que buscan apropiarse de tierras fiscales de forma ilegal.
En cuanto al origen del fuego en predios privados, dice: “Los propietarios provocaron las quemas para la puesta en producción agropecuaria o es el resultado de la propagación del fuego desde focos de calor de los alrededores”.
El estudio revela que los principales protagonistas del incendio son los grandes ganaderos situados a lo largo de las franjas de penetración de la frontera agropecuaria, los cuales pertenecen principalmente a los municipios de San Ignacio de Velasco y San Matías. Añade que los grandes y medianos agropecuarios llegan al 26,3 por ciento del área quemada (948.781 hectáreas), es decir, una cuarta parte del total que asciende a 3,6 millones de hectáreas.
Consultado sobre los datos presentados por Fundación Tierra, el gerente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Javier Landívar, dijo que este sector aún está concentrado en la emergencia que viven las poblaciones ganaderas de la Chiquitanía a raíz de la falta de agua, por lo que restó importancia al informe.
Sin embargo, dijo que la información valedera la dará la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), instancia que deberá establecer el origen de los incendios, la identificación de responsabilidades y el seguimiento que amerite en apego a las normas.
“No tenemos nosotros cabeza, como sector, para esta situación”, dijo Landívar.
Un total de 150 cabezas de ganado murieron a causa del fuego, según datos del Ministerio de Defensa
LOS INCENDIOS SUBEN EN 230% EN BOLIVIA
Según Fundación Tierra, la superficie quemada en Bolivia en 2019, entre enero y septiembre, se incrementó en 230 por ciento con relación al mismo periodo de 2018.
La pasada gestión, el país registró 1.521.613 hectáreas quemadas, mientras que en 2019 la superficie fue de 5.027.975 hectáreas, es decir, un incremento de 3.506.362 hectáreas (230 por ciento).
En 2018, Santa Cruz tuvo una participación del 40,7 por ciento en los incendios a nivel nacional, mientras que en 2019 participó con el 71,8 por ciento. Los incendios en la Chiquitanía son los causantes del incremento.
SANTA CRUZ: 14 INCENDIOS PERSISTEN EN 6 MUNICIPIOS
REDACCIÓN CENTRAL
Pese a las lluvias caídas durante los últimos 10 días en el departamento de Santa Cruz, todavía existen 14 incendios forestales en los municipios de Concepción, San Ignacio, San Rafael, Cuatro Cañadas, Pailón, Postrervalle y Vallegrande, informó el secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación de Santa Cruz, Enrique Bruno.
La autoridad departamental dijo que los nuevos incendios surgieron por la existencia de fuego en troncos de gran tamaño que la lluvia no logró aplacar, aunque también dejó en claro que existen “algunos chaqueos nuevos” que se realizaron en la zona y se descontrolaron.
El funcionario precisó que existen seis incendios en Concepción, tres en San Ignacio, uno en los municipios de San Rafael, Cuatro Cañadas, Pailón, Postrervalle y Vallegrande.
Bruno explicó que la Gobernación está en constante comunicación con la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), instancia estatal que lleva a cabo una trabajo de concientización a las comunidades para evitar más quemas. Sin embargo, Bruno dijo que es importante aplicar sanciones.
Según datos del último estudio de Fundación Tierra, el 89 por ciento del área quemada en la Chiquitanía (3,6 millones de hectáreas) se encuentra en los municipios de Concepción, San Matías, San Ignacio de Velasco y el corredor San José-Puerto Suárez.