Argentina: comienza el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias más grande de la historia

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Llega a La Plata el Encuentro de Mujeres más masivo, plurinacional y disidente

Por Arlen Buchara

Mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersex, no binaries. Indígenas, originarias, afro, negras, racializadas, migrantes. Sindicalistas, precarizadas, trabajadoras de la economía popular, amas de casa, cooperativizadas, campesinas, autocultivadoras. Madres, abuelas, hijas, adolescentes, jóvenes. Políticas, militantes, intelectuales, científicas, putas, universitarias, secundarias, músicas, dibujantes, actrices, artesanas, médicas, periodistas, enfermeras, bailarinas. Gordas, diversas, no hegemónicas. La lista podría seguir y aun así no sería representativa de lo que son los hasta ahora llamados Encuentros Nacionales de Mujeres.

La edición 34° llega este fin de semana largo a La Plata, Territorio Querandí, y promete no sólo ser la más grande de la historia de los Encuentros sino la que definirá un cambio de identidad. Desde hace años el nombre del evento más federal de la agenda feminista argentina queda chico. Porque decir Nacional deja afuera el reclamo de las mujeres de naciones originarias que en la edición de 2018 en Trelew se sintetizó en el grito de “Plurinacional”. Porque decir Mujeres tampoco define a todas las identidades que participan y lo construyen. La única palabra que cierra por todos lados es Encuentro. Porque eso es lo que sucede de manera ininterrumpida desde 1986: miles de mujeres y disidencias copan una ciudad del país y hacen de la palabra Encuentro una acción política que desborda organización y estrategia hacia un futuro cada vez más feminista, popular, plurinacional, diverso y disidente.

El más masivo

El 34° Encuentro Nacional de Mujeres será el sábado 12, domingo 13 y lunes 14 de octubre en La Plata. La edición de este año promete ser la más grande de la historia de los encuentros. La Plata ya había sido sede en 2001 cuando convocó a 15 mil personas. Desde la Comisión organizadora calculan que llegarán 200 mil personas, pero algunas estimaciones estiran el cálculo hasta 500 mil. La más convocante hasta ahora fue la de Rosario en 2016, con 100 mil personas.

El Encuentro nació en 1986 y desde entonces se hace todos los años en una ciudad distinta del país, convirtiéndose en una experiencia federal única en el mundo. En 34 años recorrió 15 provincias y 17 ciudades. Su paso marca un antes y un después para cada uno de los lugares que son sede. También traza estrategias y genera vínculos de cara a las demandas a nivel nacional y regional, convirtiéndose en una de las cocinas de la organización feminista. Un ejemplo claro es el debate del aborto legal, que en el Encuentro de 2003 de Rosario tuvo su primer taller de estrategias hacia la legalización, o la ley de cupo femenino, cuya comisión redactora salió de la edición de 1989.

Los Encuentros crecieron en convocatoria año a año y con el Ni Una Menos de 2015 dieron un salto a la masividad. La edición de La Plata recoge también la cosecha de la movilización que en 2018 apoyó el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Este año moverá a miles personas de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, más todas las que viajarán desde las 24 provincias del país.

Cambio de nombre

En esta edición se dará un debate fundamental: el cambio de nombre a Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries. La discusión sobre la identidad busca construir un feminismo inclusivo, antirracista, anticolonial que reúna a todas las identidades que participan y no sólo a mujeres. La condición de Plurinacional recoge la propuesta que desde hace dos encuentros impulsan gran parte de las organizaciones que participan del evento y responde al reclamo de las mujeres de las naciones originarias.

Las originarias fueron quienes propusieron en la edición 32° de 2017 en Resistencia, Chaco, que en 2018 el evento fuera en la provincia patagónica de Trelew, cuando aún estaba desaparecido Santiago Maldonado. La llegada a las tierras ancestrales mapuches fue el contexto para el debate de la plurinacionalidad aunque el cambio de nombre no logró ser consensuado y la discusión pasó a La Plata.

La definición del cambio será el sábado a las 9 en el acto de apertura en el Estadio Único de La Plata. Se leerán distintos documentos con propuestas y se votará con aplausódromo. Desde la Campaña “Somos Plurinacional”, que forma parte de la Comisión Organizadora del Encuentro, convocan a las 8 en el Parque Alberti (calles 25 y 38) para marchar hacia el Estadio.

La Campaña “Somos Plurinacional” (http://somosplurinacional.wordpress.com) reúne a organizaciones que impulsan el cambio en la apertura. Por otro lado, desde Parlamento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, que nuclea a mujeres de 36 naciones originarias, impulsaron “Nos queremos Plurinacional” y piden que el Encuentro empiece ya con el cambio de identidad. Desde esta organización organizan distintas actividades por fuera de la grilla oficial del evento.

Una de las actividades más importantes de este debate será el domingo a las 12 en la plaza San Martín, con la Asamblea de Feministas de Abya Yala (nombre de América del Sur). Participarán mujeres y disidencias de toda Latinoamérica y hasta de Kurdistán.

Cronograma

El Encuentro empieza oficialmente el sábado a las 9.30 pero ya desde el viernes habrá actividades por fuera de la grilla oficial en 22 puntos de la ciudad con más de 90 actividades culturales. Esa es otra de las características de los encuentros. Por fuera de las actividades oficiales hay asambleas, conversatorios, talleres, eventos culturales, mesas de diálogo y distintas formas organizativas. Es que la masiva convocatoria de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries de todo el país hace que se generen espacios de encuentro y discusión.

El cronograma oficial es el siguiente:

Sábado 12

-9 hs: Acto Apertura del 34 Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries. Playón Estadio Único de La Plata – Av 25 y Av 32

-9 a 20 hs: Peatonal Feminista 2019 – Feria Pluridisidente, Plaza San Martín, Plaza Rocha, Plaza España. Avenida 7 desde calle 53 hasta Avenida 66.

-15 a 18 hs: Talleres temáticos en las Facultades UNLP y colegios pre universitarios.

-15 a 17:30 hs: Actividades de la Campaña Nacional contra las violencias hacia las Mujeres.

-14 a 24 hs: Circuito Cultural Pluridisidente en 20 espacios culturales de la ciudad.

-18.30 a 21.30 hs: Festival de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito. Av 7 y 50

-19 hs. Marcha contra los Travesticidios y Transfemicidios

Domingo 13

–9 a 17 hs: Peatonal Feminista 2019 – Feria Pluridisidente. Plaza San Martín, Plaza Rocha, Plaza España. Avenida 7 desde calle 50 hasta Avenida 66.

-12 a 15 hs: Asamblea Feministas del Abya Yala. Transmisión en vivo de Radialistas Feministas. Plaza San Martín, Av 7 y 50.

-14 a 16.30 hs: Circuito Cultural Pluridisidente.

-10 a 12 hs: y 15 a 18 hs.  114 Talleres temáticos en las Facultades UNLP y colegios pre universitarios.

-18.30 hs: Marcha de cierre del 34 Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries.

Lunes 14

9 hs. Acto de Cierre y elección de la sede del 35 Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries. Playón Estadio Único de La Plata – Av 25 y Av 32.

Talleres
Los talleres son una de las actividades más importantes del Encuentro. Constituyen un espacio de discusión horizontal en el que cada persona participa con voz propia y una coordinadora ordena la charla y toma nota. No se vota, sino que se arman conclusiones en base al consenso, reflejando acuerdos y diferencias. Los talleres son el semillero de estrategias que se convierten en demandas a nivel nacional, como la ley de cupo femenino o el proyecto de aborto legal.

Para participar no es necesaria una inscripción previa. Cuando la convocatoria supera las 40 participantes, el taller se subdivide en comisiones.

La cuenta oficial del Encuentro tiene 87 talleres, aunque desde el espacio Plurinacional se agregan otros 27, llegando a 114 talleres. Son 41 más que en la edición de Trelew y están divididos en 16 ejes temáticos. Se desarrollan de manera simultánea el sábado de 15 a 18 y el domingo de 10 a 12 y de 15 a 18. Todos serán en las facultades de la Universidad Nacional de La Plata y en los colegios universitarios, en la zona de bosques en calle 1 entre 47 y 60.

Conocé los 114 talleres acá: https://www.elciudadanoweb.com/conoce-los-114-talleres-del-34o-encuentro-de-mujeres-de-la-plata/

Movida cultural

La Peatonal Feminista será el epicentro de todas las actividades por fuera de los talleres. Será el punto de encuentro y de cientos de actividades de cada colectivo que participa del Encuentro. Ocupará 16 cuadras de la avenida 7 entre calles 50 y 66. Van a participar más de 3 mil feriantes y espacios autogestivos de todo el país.

Alojamiento

Julia Varela, de la Comisión Organizadora y de la campaña Somos Plurinacional, contó a El Ciudadano que hubo 70 mil pedidos de alojamiento en escuelas, que serán distribuidas entre La Plata, Berisso y Ensenada. Desde el gobierno provincial dispusieron 490 escuelas.

Desde la Comisión informaron que el cupo de alojamiento está cubierto con 55 escuelas y 12 clubes, más centros universitarios y casas de las provincias y de ciudades. Los hoteles, casas particulares, sindicatos y clubes privados completan la oferta. Hay 2.000 murgueras que alquilaron un club. En el Sindicato de Prensa Bonaerense se hospedarán más de 70 periodistas. Además, 239 establecimientos estarán disponibles para descansar.

La capacidad hotelera quedó copada hace meses y los pocos lugares que quedan se ofrecen a hasta 5 mil pesos la noche.

Además, hay un grupo en Facebook llamado Alojamiento Solidario para que quienes no tienen donde quedarse puedan contactarse con aquellas que ofrecen sus casas. “Hay gente que ofrece desde una pieza hasta el patio para acampar”, explicó Varela.

Traslados

En colectivo, auto, tren, moto y hasta bicicleta. Todos los medios de transporte serán usados para llegar a La Plata. Gran parte de las personas llegará en los colectivos dispuestos por cada organización o en interurbanos. Muchas organizaron para alquilar una trafic o compartir un auto. Habrá una caravana de motoqueras y otra de ciclistas.

Dentro de la ciudad el sábado habrá 50 colectivos gratuitos para ir desde el Estadio Único hacia Plaza San Martín, entre las 12 y las 15. El domingo pasará lo mismo entre las 23 y las 3. Estos bondis tendrán una identificación, al igual que las paradas, y no tendrán paradas intermedias.

El resto del transporte será pago con tarjeta SUBE. El tren Roca funcionará durante todo el encuentro con frecuencia especial de 5 servicios adicionales.

Seguridad

El 34 Encuentro es el primero que tiene una Comisión de Seguridad. Es que el contexto político en territorio de Cambiemos hizo que las organizadoras tuvieran que reformar las estrategias de autocuidado. Para eso hicieron una una app que puede descargarse de la play store. Estarán disponibles mapas, teléfonos y lugares para pedir ayuda. Tiene como eje el autocuidado y establecer estrategias frente a los grupos antiderechos y las fuerzas de seguridad. Además, hay una red de abogadas feministas y 22 puntos seguros de la ciudad ante cualquier problema.

Inscripción

La inscripción al Encuentro puede hacerse en las boleterías del Estadio Único de La Plata, en los gazebos en distintos puntos de la ciudad o en la página oficial http://encuentrodemujeres.com.ar/inscribite/. No es obligatoria y tiene un costo a modo de contribución de 200 pesos. La organización entrega una carpeta con el listado de talleres y actividades, lugares donde se hacen, un mapa de la ciudad y un certificado de asistencia.

El Ciudano


La Plata: un Encuentro de alternativas al poder patriarcal y al fascismo en la región

Cada Encuentro es único. Por la importancia de sus debates y las alternativas de poder popular que consolidan. El de La Plata llega a una semana de las elecciones nacionales y en un contexto regional de avanzada fascista. Cómo es hacer historia entre instantáneas.

Por Laura Salomé Canteros y Camila Parodi / Foto: Nadia Petrizzo

Ecuador. Octubre de 2019. Una mujer joven arrodillada es retratada rodeada de efectivos de las fuerzas represivas del gobierno de Lenin Moreno que decretó el Estado de excepción y la suspensión de las garantías constitucionales. Parece formar parte de la insurrección indígena, campesina y ciudadana que salió a las calles contra el saqueo transnacional del FMI que se traduce en hambre y desigualdad. Lleva un pañuelo en su rostro. Es verde.

México. Agosto de 2019. Otra mujer joven es retratada, lleva un cartel que dice “nuestro brillo se convirtió en barricada” en rebelión a lxs funcionarixs que encubrieron a policías que secuestraron y violentaron sexualmente a una niña. Forma parte de una marcha que generó un antes y un después para el movimiento de liberación feminista en ese país, uno de los más violentos de la región. Lleva una cámara y un pañuelo en su rostro. También es verde.

Argentina. Agosto de 2018. Una piba parece gritar y ensordecer en la mítica vigilia del debate parlamentario y social de una Ley que salvará vidas desde su inmediata sanción. Está en la ciudad de Buenos Aires pero podría ser de cualquier otro lado. Es abrazada por otras dos ante la reacción conservadora que esta vez vino del Senado y que votó por la inseguridad y la criminalización del aborto. Llevan pañuelos en sus gargantas. Y sí, son verdes.

¿Nos dicen cómo tenemos que salir a luchar? Jajaja

Cada año, desde diferentes espacios de conservación del poder patriarcal y los privilegios de género y clase, se escuchan alaridos asustados ante la llegada a las ciudades de quienes protagonizan los Encuentros y visibilizan sus demandas. Es que estamos organizadas y llegamos para cambiarlo todo en todos lados. Entonces, desde afiches institucionales, como ocurrió en Rosario; pintadas macho- fascistas o nazis, como ocurrió en Mar del Plata; columnas de radio de seudos periodistas, como ocurrió en Posadas; o desde opiniones en medios comerciales como rumbo a La Plata; surgen las reacciones.

El domingo pasado, 1 de octubre de 2019, Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, publicó -como “pancho” por su casa- una columna de opinión en el diario La Nación. En ésta, intenta un tono conciliador entre la cúpula de la iglesia católica -que no admite mujeres- y el movimiento feminista. Lo hace asumiendo que hay debates que se traducen en diferencias alrededor del aborto “sí o no”, como si fuera una encuesta de Twitter. “¿Están todas de acuerdo acerca de las prioridades?”, escribió Fernández, “sé que algunas que participarán no están a favor del aborto y prefieren representar a las que son forzadas a abortar por sus patrones o por sus novios”. Intenta ser empático, pero la estrategia se desluce cuando comienza el paternalismo y las ansias por dominar(nos) políticamente.

Intenta ser todo lo que las iglesias dicen que son pero no. “Quienes no hemos sabido asumir como propios los legítimos reclamos de las mujeres simplemente tendremos que abrir el oído”, afirmó. Y como patrón millenial le habló a su audiencia “ruego a todos los católicos que eviten cualquier forma de agresión verbal y toda iniciativa que termine siendo provocativa”… “No caben en esos días acciones que, con la excusa de proteger iglesias, puedan interpretarse como una “resistencia” cristiana”. Y dejó algo claro, las iglesias y las fuerzas represivas, siempre juntas: “quienes cuiden las iglesias y otros lugares serán las estructuras dependientes del Estado que se organizan para preservar el orden público”.

Es que no necesitamos del sistema que nos violenta para validar las formas de expresión, empoderamiento y apoderamiento de todos los derechos que nos arrancaron. Estamos formando parte de una revolución que se da de forma pública y colectiva, activa, fuerte e insurrecta, y en pleno desarrollo de estrategias políticas de supervivencia y de cambio sociocultural que nos devuelva, inmediata o mediatamente, el control de las vidas. Porque las exigencias, las políticas, los cambios a los que ponemos el cuerpo son el verdadero sentido de lo irreversible. Un camino masivo y popular, feminista y subversivo, destituyente, y a la vez pacífico y violento. Es claro: “Nos tienen miedo porque somos poderosas”.

El miedo ya cambió de lado: 4 mil policías mujeres en el operativo

Previendo la masividad del Encuentro, el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el municipio de La Plata, planificaron un plan de acción para “acompañar y garantizar”, estimando que asistirán entre 150 y 200 mil personas. El #34Encuentro fue declarado de interés provincial y municipal y el gobierno a cargo de María Eugenia Vidal (Cambiemos), ordenó un operativo que contará con 4 mil mujeres policías y la incorporación de vallas en distintos puntos y la custodia de edificios públicos como el Ministerio de Seguridad bonaerense, la Casa de Gobierno de la Provincia, la Municipalidad de la Plata y la Catedral.

Según un comunicado oficial, pretenden realizar un abordaje integral e interministerial entre los ministerios provinciales de Seguridad, Asuntos Públicos y Salud; las secretarías General del Gobierno bonaerense, de Medios y de Derechos Humanos; la Dirección general de Cultura y Educación provincial; y el Municipio de La Plata. El Encuentro, que se realizará entre el 12 y 14 de octubre, tendrá actividades en el Estadio Único de La Plata, dispondrá de más de 100 talleres y 10 charlas en la Universidad Nacional de La Plata además de las más de 90 iniciativas culturales en las principales plazas y centros de la ciudad bonaerense.

Se pondrán a disposición un total de 490 escuelas estatales para que las mujeres y disidencias puedan alojarse de manera gratuita. En La Plata serán 400; en Berisso, 60; y en Ensenada, 30. A la vez, previendo la masividad y las temáticas, se reforzará la atención de la Línea de atención estatal en violencias 144 y entendiendo la necesidad de reforzar las opciones de movilidad, el municipio dispondrá de 50 colectivos gratuitos, sin paradas intermedias, que estarán identificados y recorrerán los trayectos Estadio Único (la parada estará en 19 y 32) y Plaza San Martín. Por otro lado, el Ministerio de Transporte de la Nación aumentará la frecuencia del Tren Roca durante todo el Encuentro incorporando servicios adicionales desde Constitución en horario matutino y desde La Plata por la tarde.

Un Encuentro a dos semanas de las elecciones

En la región nuestroamericana los sectores antiderechos tomaron la estrategia de alianza con la avanzada del capitalismo neoliberal y quienes resultan más afectadas sin dudas son quienes habitan la América Central. Atacan, desde sus privilegios de género y clase las conquistas de la agenda de liberación feminista, y lo hacen interviniendo en las instituciones y leyes de los Estados y sus deficientes democracias. Es entonces cuando la autonomía de los cuerpos- subjetividades y la soberanía sobre los territorios ancestrales se ven amenazadas. En este contexto, ¿no es válido que el feminismo se de estrategias sin fronteras para enfrentar y frenar la reacción conservadora en las casas y en los gobiernos? Debatir la “cuestión religiosa” se vuelve un terreno pantanoso en el que debemos intervenir. Sobre todo si los debates están viciados de fake news y publicidad para la desinformación.

En Argentina, en las últimas elecciones (PASO), realizadas en agosto, sorprendió (y no tanto) la performance de fórmulas fascistas. Juan Gómez Centurión, ex combatiente en Malvinas, es además candidato a presidente junto a una vieja enemiga del movimiento feminista en el Congreso, la antiderechos Cynthia Hotton, quien reivindica la última dictadura cívico- militar- eclesiástica. El sello de goma con el que ansían repetir la hazaña bolsonarista es el Frente NOS, cuyo spot principal rumbo a las elecciones del próximo 27 de octubre dice “si votas Fernández, votas aborto”, refiriéndose a la fórmula Alberto- Cristina Kirchner.

El fascismo social siempre existió y se traduce en representación electoral. Sin embargo, despejar de estereotipos el análisis es importante. Para Claudia Florentín Mayer, comunicadora y teóloga feminista, “no hay en Argentina tal cosa como “un voto evangélico””, yendo directo al debate. “El mundo evangélico es diverso y plural y por su misma esencia siempre se jactó de ser libre de influencias políticas hegemónicas y laico. Hasta hace unos años, casi ninguna iglesia evangélica toleraba que desde sus púlpitos se hablara de política partidaria y que un pastor pensara en cargos electivos era una rareza”, agregó, en diálogo con Marcha. “Son dos mundos separados: el espiritual y el terrenal”. Y agregó: “muchas Iglesias han ocupado sectores de atención social que debían ser ocupados por el Estado: comedores, trabajo con niñez y mujeres, en barrios postergados, etc.” y afirmó que puede ser por eso que se visibiliza en los sectores populares una “nueva ola de alianzas entre política y religión”.

“Pero Argentina no es Brasil”, dice Florentín, “allí el bloque evangélico se constituyó en fuerte brazo político. Las Iglesias que dieron génesis a eso no son las mismas que acá buscan ganar espacios electorales; tienen otra teología y otra historia”, agregó. “Creer que por ser evangélico alguien te va a votar aunque no hables de nada más que “no al aborto”, es menospreciar al pueblo evangélico, creerlo ingenuo y atado a la influencia de pastores y caudillos”, dijo. “Iglesias protestantes nos hemos manifestado a favor del derecho a decidir en tanto un derecho de las personas gestantes que nada tiene que ver con valores morales ni religiosos porque justamente siempre hemos abogado por Estados laicos. Quien decida un aborto debe poder recurrir a un derecho y hacerlo en condiciones seguras”, finalizó.

Zulema Palma de Mujeres al Oeste e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito desde sus inicios, hace un tiempo que plantea la necesidad de asumir la crítica sobre las instituciones eclesiales como próximo paso de este cambio de transformación radical. “Las feministas somos hoy en día las únicas que nos estamos atreviendo a discutir y cuestionar el poder religioso” afirmó para Marcha “una crítica sustantiva a las instituciones religiosas que trafican los con los miedos y las angustias humanas”. Y sostuvo “creemos que el mundo será mucho mejor si podemos concentrarnos y mejorar la vida sobre la tierra y no esperar las bendiciones debajo de la tierra”.

Desde esta perspectiva, Palma plantea que cada una puede tener su fe y su comunidad religiosa pero “eso tiene que ser una actividad privada no puede ser asumida ni protegida ni sostenida por los estados”. Y sobre el momento político y electoral, cuando la intervención eclesial es uno de los ejes de mayor impacto, manifestó “ante la derechización internacional y horrorosa fundamentalista en algunos países de Nuestra América, es necesaria la crítica de estas instituciones ya que no es solución el mantener en la oscuridad a los seres humanos con promesas falsas de un más allá. Las feministas en este momento somos las únicas en esta discusión, ya que hasta los partidos políticos se están asociando a los sectores más retrógrados de estas instituciones”. “Nuestra crítica es sustanciosa”, reflexiona Palma “porque nos estamos permitiendo pensar las estrategias de enfrentamiento con el poder eclesial sobretodo en Latinoamérica con el poder que tiene acá la iglesia católica, apostólica, romana y el que están adquiriendo las iglesias evangélicas de derecha que son la nueva teoría de seguridad del Estado, encarnado en estas iglesias traídas desde los Estados Unidos que se proponen sembrar la discriminación y el oscurantismo”. “Es el nuevo instrumento del imperialismo yanqui para penetrar en nuestra Abya Yala”.

Marcha


El feminismo local no nació de un repollo: la historia de los Encuentros de Mujeres

Por Luciana Peker

—Nosotras lo único que queríamos es que las mujeres vinieran a escucharse entre sí. El Encuentro era contar, relatarse las experiencias, saber que tu problema es mi problema y que lo que te pasa a vos no solo te pasa a vos— explicó Lidia Otero, una de las pioneras, en una forma de reunión que no es similar a un congreso profesional (porque no tiene jerarquías), a una asamblea (porque tiene una masividad que es solo comparable a una marcha o un mundial de fútbol), a una manifestación (porque no solo se pide, sino que se escucha, piensa y reflexiona), a un conversatorio (porque no solo se habla, sino que se sacan conclusiones, se marcha y se elige otra sede para continuar con la tradición el año próximo) o a una fiesta (pero que también es carnaval, fiesta y alegría). En realidad, el secreto es que no es parecido a nada. Y la originalidad del Encuentro es, a decir verdad, el gran secreto del auge del feminismo argentino.

¿Por qué en Argentina el feminismo tiene una masividad, una convocatoria y una agenda única (que causa asombro en el mundo) y que impulsa símbolos (como el pañuelo verde de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito) y demandas en la agenda de género en el mundo? Por muchas razones. Pero una de las principales es el entrenamiento que da la vuelta al país de treinta y cuatro Encuentros de Mujeres ahora también llamado Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas y Trans.

El Encuentro nació en 1986, casi con el regreso de la democracia (aunque muchas de sus gestoras se empezaron a reunir para pedir por la paz durante la dictadura y la Guerra de Malvinas). Porque es federal (y recorrió de norte a sur, este y oeste casi todas las provincias del país, desde las localidades más conservadoras hasta los terrenos más modernos, del calor al frío, de la selva a la Patagonia, desde las localidades más turísticas a las más despobladas). Porque es un evento que reúne a 30, 50, 90 mil mujeres y –tal vez– más, en una convocatoria que implica meses de organización, juntada de fondos, logística de micros y hoteles (y esa organización después se replica en marchas, vigilias, lecturas y convocatorias) y genera un training para juntarse que se aceita más cada año.

Y porque generó condiciones únicas para el crecimiento del feminismo en el país. Es horizontal. Y eso implica que no hay una mujer que sabe y otra que escucha, una que habla en un banquito, con megáfono o con títulos y otra que solo tiene que tragar conocimientos de las otras. Todas las mujeres son iguales y tienen el mismo derecho a la palabra. Es autónomo. Y eso generó que ningún gobierno pudiera manipular los contenidos o las deliberaciones de los Encuentros de Mujeres a los que concurren integrantes de diferentes partidos, pero que no pueden intervenir o disciplinar en las decisiones. Y solo pueden ir mujeres, lesbianas y trans y eso permitió espacios de confianza para hablar de los dolores y deseos personales cuando todavía de eso –desde que te gustara otra mujer, haber pasado por un aborto o sufrir violencia- no se hablaba y daba mucho pudor contarlo frente a varones.

En realidad el Encuentro de Mujeres es un evento único en el mundo: un woodstock feminista, una marcha de dos días, un pogo de rock y cumbia en donde se salta, se baila y se acampa: una democracia popular pero viva y sin estatuas; un carnaval que hace de la fiesta un reclamo; una forma de salir de la casa para las que nunca salen y de entrar en otras realidades para las que solo viven en un microclima y una reunión de una diversidad y multiplicidad que no se parece a nada. Y ese es parte del secreto.

A pesar que en la Argentina la experiencia de camping de fin de semana largo contra el machismo tiene 34 años, las cámaras de televisión le dieron la espalda y el glitter, la risa y la potencia fueron creciendo hasta que hoy ya brillan sin necesitar de ningún flash. Pero tiene una historia que multiplica su experiencia.

El Encuentro Nacional de Mujeres nació entre el 23 y el 25 de mayo de 1986 en el Centro Cultural San Martín, con una organización independiente y autofinanciado (con peñas, aportes personales y bonos contribución) y siete meses previos de organización. La primera vez fueron mil mujeres las que dijeron “sí, quiero” a estar amuchadas para no sentirse más solas. Un montón. Pero un número que se multiplicó por noventa mil en Rosario (Santa Fe) y por cincuenta mil en Resistencia (Chaco) y Trelew (Chubut), las últimas sedes de la multitud feminista. Y que ahora puede batir todos los récords en La Plata (Provincia de Buenos Aires).

Uno de sus atractivos son los talleres que se realizan en un turno mañana y un turno tarde, durante dos horas, en escuelas y centros culturales para hablar de una infinidad de temas, en un aula, con la palabra en igualdad de condiciones para todas las participantes y con la finalidad de sacar conclusiones que después se leen el lunes de la última jornada. Los nombres y los intereses van cambiando. Pero la metodología continúa.

En los ochenta los talleres fueron de identidad; violencia doméstica; salud; participación; educación; iglesia; feminismo; dinero; tercera edad; deuda externa; estereotipos sexuales; medios audiovisuales; industria; jardines maternales; familia tradicional y nuevos modelos de familia y la ley. Los tiempos cambiaron. Y tanto. En ese momento no existía, ni siquiera, la ley de divorcio. Ahora se reclama la aprobación del aborto legal, seguro y gratuito.

La importancia del Encuentro es que delinea las bases –como si fuera una Constitución- del movimiento de mujeres. Por ejemplo, a partir de los intentos sistemáticos de introducir a mujeres anti derechos en los talleres se decidió que no se iba a discutir si estar a favor o en contra de la ley, sino las estrategias para sacar de la clandestinidad y el closet a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Se discute casi todo, pero hay puntos que ya no se discuten.

Entre las 45 mujeres que formaron parte de la Comisión Promotora del Primer Encuentro de Mujeres estuvieron Lita Boitano (madre de dos hijos desaparecidos); Martha Villafañe (una pionera en la neurocirugía); Nelly Casas (periodista de revistas femeninas y diarios); Mariana Delbúe (impulsora de la matemática y la informática entre mujeres); Ethel Díaz (ex diputada); Lilia Saralegui (ex concejala); Magui Bellotti (abogada gremial); Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo) y muchas otras.

“Cada año llegan mujeres por primera vez a los Encuentros y dicen no ser las mismas cuando regresan”, escribió la reconocida filósofa Diana Maffía en la presentación del libro “Mujeres pariendo historia. Cómo se gestó el Primer Encuentro Nacional de Mujeres. Reseña íntima y política de las integrantes de la Comisión Promotora”, editado por Maffía, Aluminé Moreno y Laura Morroni junto a Charo Márquez y Claudia Korol y con entrevistas de María Elisa Ruibal, Romina Ruffato y Cecilia Alemano.

“El Encuentro Nacional de Mujeres es uno de los hechos políticos más originales y consolidados de las décadas que sucedieron al retorno de la democracia. Cada año, puntualmente, mujeres de todo el país nos damos cita en la ciudad acordada en el Encuentro anterior, recibidas con hospitalidad por la colectiva local que organiza los acuerdos de alojamiento, espacios para talleres, comidas, comunicación y logística. Así va creciendo una historia colectiva”.

Si la historia de los Encuentros merece ser contada también merecen ser contadas quienes se dedicaron a investigar esa historia. En el libro “Mujeres que se encuentran, una recuperación histórica de los Encuentros Nacionales de Mujeres en Argentina (1986-2005)”, de Editorial Feminaria, Amanda Alma y Paula Lorenzo valorizaron: “En el Primer Encuentro, realizado en Buenos Aires, se sentaron las bases de una práctica deseada en ese momento por un grupo de mujeres que quizás no imaginaron la fuerza de estos principios que llevaron a que la práctica de estos encuentros se mantenga y se multiplique dándole identidad al movimiento de mujeres del país”.

Alma y Lorenzo fueron por primera vez a un encuentro en el 2001, un año bisagra en la historia argentina. Y lo que vieron las sorprendió por el peso propio de la imagen: nunca habían visto tantas mujeres juntas.

En el 2001 el Encuentro fue en La Plata. En el 2019 también. Hay dieciocho años en el medio y treinta y cuatro años de una convocatoria única y un feminismo multiplicado. La historia no nace de un repollo. Y sigue construyendo futuro. “La gran diferencia fue que todo el mundo podía hablar”, rescató Elena Tchalidy. Y ese espíritu sigue vivo: todas tienen la palabra.

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