Argentina | Alberto Fernández: «El lunes me pongo a trabajar a pleno para salir de este infierno cuanto antes»

1.099

Contexto Nodal
Este domingo se elegirá en Argentina al próximo presidente entre los seis candidatos que superaron el 1,5% de los votos válidos en las primarias de agosto. Allí, Alberto Fernández obtuvo el 49,5% y superó por más de 16 puntos al mandatario Mauricio Macri (32,9%). Para ganar en primera vuelta se precisa obtener el 45% de los votos o el 40% con una diferencia de más de 10 puntos sobre el segundo. También se elegirán 130 diputados nacionales y 24 senadores nacionales, y algunas provincias además votarán legisladores provinciales, gobernadores e intendentes.

«El lunes me pongo a trabajar a pleno para salir de este infierno cuanto antes»

El candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, criticó al presidente Mauricio Macri, al que acusó de no haber hecho «nada» para mejorar la situación económica del país. «Se fue de caravana un mes y medio», fustigó el exjefe de Gabinete y prometió que si el domingo es elegido Presidente se pondrá «a trabajar a pleno para salir de este infierno cuanto antes”,

Además, se refirió a lo que hará en relación al jefe del Estado. «Si el presidente se va a dormir le tocaré el timbre y le pediré que se levante para solucionar los problemas de los argentinos”, disparó antes del comienzo de la veda electoral en diálogo con la señal C5N.

«No solucionó ninguno de los problemas», apuntó sobre Macri y agregó que «no sabe lo que tiene que hacer». También consideró que «todo lo que está sucediendo es por la desconfianza en el Gobierno».

En otro orden, resaltó la coincidencia de que los comicios del próximo domingo coincidan con la fecha del aniversario de la muerte de Néstor Kirchner. “El 20 de mayo tenía planeado ir a ver el mausoleo de Néstor. Empecé con Kirchner y terminé el día que se cumplen nueve años sin él”, rememoró.

“Perón moldeó mi espíritu pero mi pensamiento ha sido moldeado por Luis Alberto Spinetta, Joan Baez, Bob Dylan y también por Alfonsín», dijo en otro pasaje de la entrevista, sobre el expresidente remarcó que «él también con el índice marcaba lo que tenía que marcar”.

“Estoy dispuesto a convocar a radicales. No pienso preguntar de dónde viene sino a dónde va”, subrayó también. Asimismo, reiteró su intención de sumar a Roberto Lavagna, con quien compartió gabinete en la primera mitad del gobierno de Néstor Kirchner. “Siempre quisiera tenerlo. Soy respetuoso de su condición de candidato. Puede ayudar mucho en la Argentina que viene”, redondeó.

Infonews


En Córdoba, Macri llamó a «dar vuelta esta elección» y pidió no volver al pasado

El presidente Mauricio Macri encabezó el acto de cierre de la campaña electoral en la ciudad de Córdoba, junto a gobernadores radicales y los principales dirigentes de Juntos por el Cambio, de cara a las elecciones nacionales del próximo domingo, donde buscará su reelección. “Tenemos que consolidar el voto para cambiar la historia de la Argentina para siempre”, arengó a sus seguidores.

“Estamos acá para decirles a todos los que tengan que escuchar que no vamos a quedarnos callados, ya bastante nos aguantamos el atril, el dedito y la prepotencia al Gobernar”, señaló en referencia a sus contrincantes políticos del Frente de Todos.

“También intentaron ir por nuestra libertad, pero por suerte nos despertamos y empezamos a levantar la voz hasta empezar a gritar porque nos dimos cuenta que la verdadera fuerza la tenemos nosotros los que nos levantamos temprano todas las mañanas. Pero esa fuerza la ejercemos en paz, no queremos la violencia”, continuó.

La masiva convocatoria que lo acompañó tuvo lugar, a cielo abierto, en la avenida Vélez Sarsfield y Boulevard San Juan, frente al shopping del Patio Olmos, en la zona céntrica de la capital mediterránea.

Además, chicaneó: “¿Dónde están los colectivos? ¿Cómo vinieron hasta acá? Solitos. Por todo lo que nos une vamos a votar el domingo”.

“Queridos cordobeses, los miro y les juro que esta noche no se me va a olvidar nunca más. El corazón me crece por segundo con toda la fuerza de ustedes”, expresó.

“Llegar hasta acá nos costó más de los que pensábamos y los problemas cuesta más resolverlos, pero no nos equivocamos cuando dijimos que el cambio era posible. Demostramos que se puede tener una política social sin clientelismo, que se pueden construir obras por todo el país sin corrupción”, sostuvo a modo de mea culpa.

“Tenemos la tranquilidad de que sobre esas bases podemos sentar una base distinta para los próximos cuatro años. Vamos a tener que seguir enfrentando desafíos, pero traer a los mismos del pasado no nos va a servir de nada, por eso no caigamos en espejismos. No caigamos en escuchar a aquellos que destruyeron la Argentina decirnos con el dedito levantado que ellos son los que saben”, dijo, en clara alusión a Alberto Fernández.

Y concluyó: “No dejemos que las dificultades nos hagan dudar de las cosas que ya hemos logrado, de los sueños maravillosos que tenemos. No tropecemos otra vez con la misma piedra. Sí se puede dar vuelta esta elección”.

El acto proselitista representó el cierre de la marcha nacional electoral «Sí, se puede», que comenzó el 28 de setiembre en la plaza Barrancas el barrio porteño de Belgrano y que recorrió varias ciudades del país.

Macri estuvo acompañado por su esposa Juliana Awada; el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto; el diputado cordobés Mario Negri, además de legisladores y referentes nacionales del espacio.

Ámbito Financiero


Alberto Fernández y Cristina convocaron a «poner fin al ciclo neoliberal en la Argentina»

Por Martín Piqué

Ya desde la presentación, al anunciar a la multitud que estaban subiendo al escenario, la locutora los había mencionado en tándem. Ambos nombres mencionados en la misma frase. Como si fueran una dupla integrada por dos componentes indisociables. “Recibamos a Alberto y Cristina”, fue el latiguillo que acompañó la aparición en el palco del candidato presidencial, saco azul abierto y camisa blanca sin corbata, y su compañera de fórmula, poncho celeste con detalles blancos, paño blanco en el cuello. El detalle de la presentación compartida de Alberto y Cristina se convertiría en un anticipo de lo que vendría luego, en el acto de cierre de la campaña nacional del Frente de Todos. Con el escenario montado sobre la emblemática Rambla Marplatense y en perpendicular a la playa, con el sol iluminando el escenario desde atrás del Casino Provincial y los lobos marinos, los gobernadores sentados sobre banquetas observaron de primera mano cómo las dos personas que representan y aglutinan a los distintos matices de la coalición opositora daban por cerrada la campaña.

Pero no fue un cierre previsible, con palabras esperables y, por eso mismo, algo vacías. Los discursos estuvieron cargados de conceptos, de referencias al pasado inmediato –a los cuatro años de gobierno macrista y el modo en que se ejerció la oposición- pero también a la génesis del kirchnerismo. Incluso hubo definiciones que fueron leídas en tiempo real como mensajes hacia adentro del propio frente. Cristina terminó su discurso con una definición impactante. No fue la única. Antes de presentar ella misma al candidato, con la solemnidad y hasta la épica de una maestra de ceremonias que ‘algo’ incidió en la candidatura, la senadora convocó a los argentinos a dar por finalizado un ciclo histórico: la tercera etapa neoliberal de la Argentina. “Que definitivamente nunca más la Patria vuelva a caer en manos del neoliberalismo”, exigió.

Tras recibir el micrófono de manos de CFK, el candidato presidencial reafirmó que mantener la unidad será imprescindible en el tiempo que viene. “El mejor equipo de la Argentina es este, el que piensa por los argentinos”, subrayó en un tramo del discurso mientras hacía un movimiento con los brazos, casi como un director de orquesta, para abarcar a todos los dirigentes del Frente de Todos que lo acompañaban allí mismo en el escenario o a unos metros, en una grada lateral destinada a las personalidades. El gesto transmitía -o eso pareció- la preocupación por no dejar a nadie afuera. Sobre el palco estaban la candidata a intendenta Fernanda Raverta; el candidato a gobernador bonaerense, Axel Kicillof; su compañera de fórmula Verónica Magario, más un grupo de mandatarios provinciales, tanto electos como en ejercicio. También había vicegobernadores.

Los testigos que lo observaban desde el escenario eran Sergio Zilotto (La Pampa), Omar Perotti (Santa Fe), Lucía Corpacci (Catamarca), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), la diputada y ex gobernadora Claudia Abdala (Santiago del Estero), Laura Strata (vicegobernadora de Entre Ríos) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones). En el palco se notaba cierta proporción de varones y mujeres, prevención que los organizadores tuvieron discretamente en cuenta. La lista de presencias se completaba con Matías Lammens, candidato porteño, bastante aplaudido.

Para reforzar su llamado a cuidar y ampliar la unidad, Fernández relató entonces algunas situaciones de la campaña y otras anécdotas no tan recientes. Recordó un episodio vivido días atrás con el primer candidato a diputado nacional por Buenos Aires, el tigrense Sergio Massa. El candidato mencionó a Massa dos veces por su nombre de pila a lo largo de su discurso. Más tarde nombró al gobernador de La Pampa, Carlos Verna. Luego se remontó al momento en que conoció a Néstor Kirchner y definió ese instante como clave para su trayectoria política.

“Tengo momentos únicos en mi memoria. El día en que me encontré con Néstor y el día en que me reencontré con Cristina. Néstor, Cristina y yo nos encontramos un día sabiendo que la Argentina no podía seguir viviendo el oprobio que vivía”, relató. “Un día Cristina me llamó y me dijo ‘ahora es tu turno’”, contó luego. Se refería al proceso que concluyó con el anuncio de su postulación a presidente, acompañado por la propia CFK, en aquel mensaje en video emitido el sábado 18 de mayo por la mañana.

El mejor progresismo

Entre globos inflables con siglas sindicales, drones que sobrevolaban a la multitud y una escenografía basada en seis pantallas verticales con forma de torre, Fernández recordó un diálogo con Kirchner ocurrido en la ciudad cordobesa de Tanti, en agosto de 1999, cuando el kirchnerismo no existía como tal y el gobernador de Santa Cruz encarnaba una suerte de ‘ala izquierda’ del duhaldismo.

“Nunca olvido aquel día que me dijo Néstor, caminando por Tanti, en la segunda reunión del Grupo Calafate: ‘Alberto, dejemos de ser el polo progresista de grupos conservadores. Hagamos nosotros lo que tenemos que hacer. Convoquemos nosotros a los argentinos. Seamos nosotros los que levantemos la bandera del mejor progresismo.’ Y entonces, allá por el 2002, nos pudimos a convocar argentinos. Nos encontramos con muchos otros compañeros que no eran peronistas: radicales, socialistas, y así construimos una fuerza que nos dio la victoria en el 2003, que nos dio la victoria en 2007 y que volvió a ganar en el 2011. Y han pasado muchos años, pero está más viva que nunca”, rememoró Fernández ubicándose él mismo como el portador de un legado del que fue parte y, muy probablemente, continuador.

En otro momento de su exposición, el candidato retomó los guiños extrapartidarios (mencionó a Raúl Alfonsín y su ética de la solidaridad) y reafirmó su voluntad de ampliar la base social que le da sustento a la coalición motorizada por el kirchnerismo y el PJ. “Vamos a convocar a todas y a todos los argentinos. A los que no creyeron en nosotros, vamos a pedirle que nos acompañen. No vamos a preguntarles de dónde vienen. Vamos a preguntarles si quieren ir al mismo lugar al que queremos ir nosotros: si quiere un país con trabajo, con educación pública, con salud pública, abracémoslo, sumémoslo, y hagamos la Argentina entre todos que nos merecemos”, remarcó entre aplausos.

Canto de sirenas

Si la clave de las palabras de Fernández fue su llamado a mantener la unidad y a ampliarla en la medida de lo posible, el discurso de Cristina tuvo otra impronta. Sus palabras resonaron con tal contundencia que, a juzgar por la gestualidad y a pesar del autocontrol de algunos dirigentes, pudieron haber provocado alguna incomodidad. La senadora y candidata a vicepresidenta destacó las condiciones de la dirigencia joven que ganó espacio y protagonismo en los últimos años: para eso puso el foco en el camino que llevó a las postulaciones de Kicillof y de Raverta para dirigir la provincia de Buenos Aires y el municipio de General Pueyrredón (con Mar del Plata como distrito cabecera). Lo que hizo CFK, en suma, fue reconocer una conducta de oposición inflexible al macrismo entre 2015 y 2019.

“Axel y Fernanda son diputados desde el año 2015. Cuando los vientos parecían haber instalado de vuelta el neoliberalismo en la Argentina, no sucumbieron al canto de las sirenas. Axel y Fernanda comparten ideales, comparten visiones. Junto a otros compañeros y compañeras, dijeron que no había que endeudar al país. También levantaron la mano para votar la ley antidespidos. Los dos dijeron que no había que endeudar al país para pagarle a los fondos buitre, porque iba a ser inútil y porque no iban a llover inversiones. Tampoco le dieron el voto a la Reforma Previsional que vino a sacarle plata a los bolsillos de los jubilados”, enumeró Cristina. Todo ese párrafo, estaba implícito, implicaba una crítica no tan velada a quiénes sí votaron iniciativas promovidas por Cambiemos.

La participación de CFK incluyó además un elogio público a su compañero de fórmula. Antes de pasarle el micrófono a Fernández, como antes había hecho Raverta con Kicillof y el candidato a gobernador con ella misma, la senadora destacó el rol de Alberto como “jefe de gabinete del proyecto político que le devolvió la dignidad al pueblo argentino”. El acto había empezado pasadas las 17:40 con las palabras de Raverta. La candidata a intendenta se juega una chance muy difícil en su objetivo de gobernar una ciudad récord en materia de desocupación y que, paradojas de la Argentina, tuvo un momento de fuerte idilio con el macrismo. Con un estilo medido que pivoteaba entre la dimensión afectiva y las definiciones ideológicas, Raverta se ubicó como “parte de una generación” que en el corto plazo deberá mantener la “humildad y la empatía”. “Con método y ternura vamos a poder construir un nuevo tiempo”, subrayó en lo que se perfilaba como una regeneración del kirchnerismo bajo nuevas formas. Luego llegó el turno de Kicillof, a quien las encuestas le vaticinan un triunfo seguro. “Están dejando una provincia en una situación muy complicada. Con una provincia arrasada, con menos empleo, se van a ir dejando más necesidades y menos recursos”, advirtió. El diputado nacional también cuestionó el giro de la campaña macrista tras la derrota en las PASO. “Optaron por una campaña surrealista y errática. Decían una cosa y hacían otra. Ahora quisieron volver a lo que les funcionó en 2015: la campaña sucia y atacar al otro”, cuestionó y sin embargo vaticinó un fin de ciclo inexorable para sus rivales políticos.

Boleta y adentro

Con discursos cronometrados y una organización planificada para coincidir con la caída del sol de la tarde, el cierre de campaña del Frente de Todos se convirtió en una jornada que puso en escena la unidad con todos sus matices. Era visible la vocación común por desbancar a Mauricio Macri pero al mismo tiempo saltaron a la luz –nadie los disimuló- los desacuerdos que recorrieron al conglomerado PJ a la hora de vincularse con el programa de gobierno neoliberal entre 2015 y 2019. Todo esto convivió en los dos espacios ocupados por los dirigentes de primer nivel: algunos en el escenario, otros –como Massa, el ex gobernador Daniel Scioli más intendentes, legisladores y gremialistas- lo vieron todo desde una tribuna lateral.

En lo que no hubo matices ni estrategias disímiles fue en la reacción que desencadenó la ocurrencia final de Fernández. Tras atribuirle la idea al candidato a intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, el candidato a presidente pidió que los votantes del Frente de Todos no hagan uso de la tijera:

-El domingo –arrancó-, en Buenos Aires, en cada municipio, en Mar del Plata, boleta completa y…

-Adentrooooooo –fue la unánime reacción popular.

Tiempo Argentino


El FIT denunció el pacto social y llamó a reforzar la izquierda

El Frente de Izquierda Unidad cerró en la noche del jueves la campaña, frente al consulado de Chile. La fórmula presidencial Nicolás del Caño y Romina del Plá, los candidatos a diputados nacionales Néstor Pitrola y Myriam Bregman, el candidato a jefe de gobierno porteño Gabriel Solano, el candidato a gobernador de Buenos Aires Christian Castillo y candidatos a diputados como Celeste Fierro, Vilma Ripoll, Juan Carlos Giordano y María del Carmen Verdú, entre otros, protagonizaron el acto del cierre.

Del Caño comparó la situación chilena con la argentina: “Estamos acá (consulado chileno) diciendo ’viva la lucha del pueblo chileno’. Hay un gran desafío de este movimiento. Piñera anunció medidas para dividir y confundir al movimiento. El desafío es superar las direcciones burocráticas en los sindicatos y políticas para ir a una huelga general, que se vaya Piñera y que sea una asamblea constituyente la que resuelva el destino del país (…) Y tiene mucho que ver con lo que pasa en la Argentina, porque demuestra que cuando los gobiernos intentan aplicar brutales planes de ajuste los pueblos salen a las calles y les dicen basta, como ocurre también en Ecuador. No es cierto que se pueda pagar una deuda fraudulenta, que además es ilegal, y al mismo tiempo beneficiar a los trabajadores, a los jubilados. Macri se va en poco tiempo, pero se queda la crisis, el FMI y los gobernadores del Frente de Todos que fueron cómplices de su gobierno”.

Del Plá, por su parte, aseguró: “Nos estamos preparando para la nueva etapa política que nos convoca a ser dirección de los trabajadores y los jóvenes que van a luchar contra los planes fondomonetaristas”.

Por su parte, Bregman destacó: “Esto no es un cierre, es la apertura de algo nuevo porque los pueblos de América Latina se están levantando. Fuera Piñera; fuera el régimen pinochetista de Chile”.

Finalmente, Pitrola evaluó: “Massa, Caamaño, Ritondo son emblemas de la derecha pejotista antiobrera, antiderechos, todos celestes y proimperialistas. Ninguno de ellos enfrentará ni denunciará el paquete de reformas antiobreras, de presupuestos de ajuste, de recorte salarial y privatizaciones. Llamamos a votar al FIT U: con diputados/as de izquierda en el Congreso fortalecemos la lucha para que los trabajadores no paguemos la crisis”.

Tiempo Argentino


VOLVER

Más notas sobre el tema