Argentina: a cinco días de los comicios, la Justicia ordena que se convoque a elecciones también del Parlasur

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Contexto Nodal
Este domingo se elegirá en Argentina al próximo presidente entre los seis candidatos que superaron el 1,5% de los votos válidos en las primarias de agosto. Allí, Alberto Fernández obtuvo el 49,5% y superó por más de 16 puntos al mandatario Mauricio Macri (32,9%). Para ganar en primera vuelta se precisa obtener el 45% de los votos o el 40% con una diferencia de más de 10 puntos sobre el segundo. También se elegirán 130 diputados nacionales y 24 senadores nacionales, y algunas provincias además votarán legisladores provinciales, gobernadores e intendentes.

Justicia ordena que se convoque a elecciones también del Parlasur

Por Gabriel Morini

A cinco días de los comicios generales, la Cámara Nacional Electoral (CNE) desempolvó la apelación de un amparo que cuestionaba que el presidente Mauricio Macri hubiese suspendido por decreto la elección de parlamentarios del Mercosur, y ordenó al Poder Ejecutivo que las convoque de acuerdo a la ley. El escenario abre un conflicto de derivaciones insospechadas por la ausencia de tiempo material para concretarlas el domingo y habiendo transcurrido la elección PASO que habría permitido disputar cargos entre líneas internas para la representación regional. Los camaristas “en virtud de la gravedad e importancia del tema en cuestión” remitieron su resolución al Congreso “para que, a los fines que pudieran corresponder, adopte las medidas que considere resulten pertinentes”. Es que más allá de que el Gobierno apele a la Corte Suprema con la esperanza de que revoque el fallo de la CNE, los mandatos de 43 diputados vencerán el 10 de diciembre. A partir de ese día, alguien tendría que sentarse en esas bancas definidos por elección directa, a menos que el Congreso -que no puede prorrogar mandatos- modifique o derogue la Ley N° 27.120 que, además, reformó el Código Nacional Electoral, hoy, incumplido.

Así, el experimento de representación disociada (con duplicación de cargos electivos) se encontrará a partir de diciembre con que el resto de los países integrantes suspendió sus elecciones internas, pero la Argentina no modificó la norma que obligaba a su convocatoria en la misma elección de presidente y vice. La especulación con mayores chances es que se pase por alto el vacío institucional que crea el fallo (tras la desprolijidad del decreto presidencial) y que el tema pase a ser discutido para las elecciones de 2021. Necesariamente deberá existir un “parche” legislativo para no incumplir la ley a partir del 10-D y agregar mayor incertidumbre.

Desde mayo pasado hubo indicios de que la Justicia podría dar un revés al Gobierno respecto del Decreto N° 343 que había sido tildado de inconstitucional en tres amparos que terminaron unificados. El fiscal electoral Jorge Di Lello había dictaminado que el Código Electoral estaba vigente y que no podía superponérsele la Declaración Conjunta Relativa al Funcionamiento del Parlamento del Mercosur, que era el argumento oficial. Firmada el 16 de abril de 2019 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, suspendió la aplicación del Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur en cuanto a la elección de parlamentarios. La jueza María Servini rechazó otorgar el amparo, pero a la vez exhortó al Ejecutivo para que “dé cumplimiento con el trámite legislativo previsto en relación al Protocolo Adicional”. Eso habría habilitado una equiparación entre la Ley 27.120 y el acuerdo de todo el Mercosur para suspender la elección del poco útil parlamento que no ha contado con poder como para resolver conflictos gravitantes entre sus socios. Macri nunca envió al Congreso esa ratificación. La jefatura de Gabinete argumentó que se apoyaba en la Declaración Conjunta que por la Convención de Viena le daba status superador de acuerdo a la Constitución y que el decreto de llamado a elecciones que expresamente excluía a las del Paralsur no exige trámite interno para darle validez. Y que el Ejecutivo no se había arrogado facultades legislativas en materia electoral, dado que era un acto de “política exterior”.

Pero, leído entre líneas, el pronunciamiento de Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía es muy duro respecto de las atribuciones que se arrogó el Ejecutivo y les señaló desconocimiento del Derecho Internacional para actuar “enmarcándose en la Constitución” y respetando al Congreso. “Se pretende hacer valer una declaración por sobre una ley sancionada con mayorías especiales”, refutaron. “Debió someterse a consideración del Congreso antes de considerarla internalizada y vigente”, resaltaron. A la mala praxis oficial se le agregó el “timming” de la CNE para un combo absurdo.

Ámbito Financiero


Alberto pateó el tablero político y anunció que en su gobierno convocará a «los mejores radicales»

A pocos días de las elecciones nacionales que marcarán el cambio de vientos políticos en la Argentina, el candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, disparó un anuncio que reconfigura lo que venía diciendo hasta el momento en la campaña. El exjefe de gabinete de Néstor Kirchner afirmó que convocará «a los mejores radicales» para que formen parte del nuevo proceso político que se iniciaría el 10 de diciembre próximo.

«A los que piensan como Raúl Alfonsín debemos convocarlos. hay otros radicales que se han conservadurizado mucho, allá ellos», disparó también.

Lo hizo en la Universidad de La Plata, donde compartió un acto con la candidata a intendenta local, Florencia Saintout, a su vez exdecana de la Facultad de Comunicación de esa casa de altos estudios.

En su discurso, Alberto enfatizó también que «Néstor y Cristina» egresaron de esa misma Universidad. También, en otro orden, remarcó que el próximo domingo dará «vuelta esta página negra que comenzó a escribirse el 10 de diciembre de 2015». En ese marco, el exjefe de Gabinete pidió «llenar las urnas de votos» a favor del Frente de Todos y apoyó públicamente a Saintout.

En el mismo sentido, y antes de cerrar con una nueva cita del clásico de María Elena Walsh «Como la cigarra», Alberto acusó al gobierno de Cambiemos de haber «uberizado la economía argentina», lo cual, sentenció, «es algo que nunca le vamos a perdonar».

Infonews


Macri desembarca en Mar del Plata para buscar el voto duro y cierra en Córdoba con la esperanza de forzar el balotaje

Hacía tiempo que Mar del Plata no concentraba con tanto interés la atención de la dirigencia política nacional.

No es casual que Mauricio Macri haya elegido esa ciudad para su última función de campaña -el miércoles- en la provincia de Buenos Aires junto a María Eugenia Vidal, que el jueves tendrá su cierre solitario en el estadio del club Platense, para el que los intendentes del PRO del Conurbano bonaerense pusieron a trabajar a sus punteros desde hace días.

Tampoco es casualidad que Alberto Fernández, el favorito para las elecciones del domingo, se haya decidido por esa localidad balnearia, la más atractiva y populosa del municipio de General Pueyrredón, para el broche final de su campaña, el jueves. Junto a Cristina Kirchner.

Mar del Plata se convirtió en un atractivo para el Presidente y el candidato del Frente de Todos. Guillermo Montenegro y María Fernanda Raverta, los candidatos locales del Gobierno y del kirchnerismo, están “palo y palo”, según las encuestas.

La imagen del diputado y ex ministro porteño está directamente vinculada a Macri. En la campaña de 2015, el entonces jefe de Gobierno lo paseó por todos los medios y lo presentó ante el círculo rojo como su referente en materia de seguridad, pero cuando ganó las elecciones sacó a relucir viejas rencillas y se inclinó por Patricia Bullrich. Con el tiempo, el Presidente y Montenegro limaron asperezas, previo paso del ahora postulante a intendente por la embajada de Uruguay.

El ex juez federal representa el electorado duro de Macri, que en las primarias de agosto sacó el 36% de los votos frente al 40% del Frente de Todos.

Raverta, por su parte, es la representación del kirchnerismo ortodoxo. Su paraguas es La Cámpora, la agrupación liderada por Máximo Kirchner. Raverta fue la candidata más votada, con el 27,7% de los votos. Montenegro sacó el 20,6%, pero la radical Vilma Baragiola, que competía internamente con el diputado, obtuvo el 14,2%. Se suman de cara al domingo. Gustavo Pulti, el ex intendente, quedó tercero con el 17,5% de los votos. Y divide electores con Raverta. De hecho, circula un video confeccionado por el Frente de Todos que concluye que votarlo a Pulti es lo mismo que votarlo a Montenegro.

Marcos Peña pidió que la convocatoria de este miércoles, el ante último acto de Macri en su campaña bajo el lema “Sí se puede”, sea una postal frente al mar. En la avenida Pedro Luro y la costa, frente a las playas más populares del distrito: a metros del Hotel Provincial, de las tradicionales estatuas de los lobos marinos y frente al muelle de pescadores. A contramano de la habitualidad: las principales concentraciones tuvieron siempre lugar en la Plaza San Martín, a unas cuadras, frente a la municipalidad.

Los responsables de la organización fantasean con convocar “unas 30 mil personas”. Pero miran de reojo el pronóstico del tiempo, que anticipa lluvias y que, en ese caso, atentaría contra la logística y asistencia al evento. El macrismo no planea movilizar. Apela a la espontaneidad. Solo dirigentes de la quinta sección acercarán manifestantes. Pero en un número marginal.

Mar del Plata fue, además, una de las ciudades elegidas por Roberto Zapata, el español que lidera los trabajos de focus group en el equipo de Jaime Durán Barba, para medir el humor social previo a las PASO. Es un municipio clave para las aspiraciones del oficialismo.

Macri hará su penúltima gira en esa localidad en busca del voto duro del centro. Tiene un dato al que aferrarse: en las primarias, el nivel de concurrencia en esos barrios -la periferia es más afín al kirchnerismo- fue de solo el 69%. En el acto del sábado en la avenida 9 de Julio, que envalentonó al Gobierno, el mandatario pidió que el domingo sea “la votación con mayor asistencia desde 1983”.

Elisa Carrió, que tiene buenos índices de popularidad en el municipio de General Pueyrredón, iba a ser de la partida. Pero el lunes cerró su participación en la campaña con la presentación de su libro en San Nicolás. “Está cansada, prefirió levantar todo lo que tenía pautado”, avisaron sus colaboradores. Iba a ir a Rosario y, por último, a Mar del Plata.

El Presidente y sus colaboradores más íntimos estuvieron los días posteriores a las primarias recluidos en la búsqueda de respuestas por la derrota ante el Frente de Todos, y atravesados por la zozobra del temblor de los mercados.

Ante eso, el Gobierno diagramó una campaña opuesta a la diseñada para las elecciones de agosto para afianzar al electorado macrista que se radicalizó después de las PASO, según los estudios encargados por la Casa Rosada. Una estrategia destinada a forzar una segunda vuelta, un escenario al que se aferran solo los funcionarios más optimistas, en su mayoría con despacho en el primer piso de la Casa de Gobierno. Y a agudizar la polarización con el kirchnerismo.

Bajo esa premisa, Macri llegará el jueves a la capital cordobesa y compartirá escenario junto a Miguel Ángel Pichetto y Mario Negri, entre otros. Desde Juntos por el Cambio no hicieron por ahora estimaciones sobre la concurrencia a la Plaza Vélez Sarsfield, en el centro neurálgico de la ciudad, en las puertas de la casa radical.

El Gobierno busca sumar algunos de los votos que cosechó el gobernador Juan Schiaretti en las elecciones provinciales de mayo, por encima del 50%. El mandatario se quedó en agosto con el 47% del electorado. El Frente de Todos con el 29,7%.

El lunes, Negri denunció que en su domicilio cordobés llegó un sobre cerrado con la boleta de Juntos por el Cambio en el tramo presidencial y la de Hacemos por Córdoba, que lleva lista corta, en el tramo para diputados. La pelea local es por las bancas.

Ese distrito le trae a Macri buenos recuerdos. Fue la provincia que lo llevó a la Presidencia en 2015. En el balotaje frente a Daniel Scioli, fue récord: sacó el 71,5% de los votos, la diferencia más abrumadora de todo el país. Eran otros tiempos.

Infobae


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