Colombia: piden la renuncia del rector de la Universidad Distrital de Bogotá por corrupción

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Colombia. ¿Por qué debe renunciar Ricardo García Duarte a la Rectoría de la Universidad Distrital de Bogotá?

Los hechos de corrupción, la crisis institucional y la brutalidad del Esmad contra los estudiantes propicio un amplio rechazo de la sociedad civil y un gesto de solidaridad colectiva con las peticiones de los estudiantes.

Aunque el flamante Rector de la Distrital, García Duarte, salió a rasgarse las vestiduras con declaraciones seudo moralistas para distraer y quedar como un héroe de la lucha contra la corrupción afirmando falsamente que: “es la hora de la lucha decisiva contra la corrupción y los vicios que le quitan su razón de ser a la esfera de lo público; es el momento de combatirlos, así los corruptos infamen con sus injurias a los denunciantes. Dicha lucha no es marginal, está en el centro de las líneas de fractura de la democracia: una línea definida entre los que estamos en contra de la corrupción sin vacilaciones y los que guardan actitudes complacientes con aquella” (Ver al respecto https://www.udistrital.edu.co/llamado-comunidad-universitaria-respecto-hechos-corrupcion-por-exdirector-del-idexud ), la realidad es un poco más compleja.

Así se pueden sugerir dos perspectivas sobre el asunto en cuestión.

Una, García Duarte, sabia de todo el asunto, como lo afirma William Muñoz, el ex director de Extensión de la Universidad primer encartado por ahora con el asunto criminal del robo de más de 10 mil millones de pesos de las arcas de la Distrital, no le cumplieron con su tajada y salió a colocar una denuncia tardía respecto de este saqueo masivo de dineros, como una manera de vengarse por el pistolazo de Muñoz.

La otra, este monumental robo es consecuencia de la ineptitud y negligencia de García Duarte como Rector y Gerente de una entidad tan importante en Bogotá como la Universidad Distrital. Imposible que eso ocurra en las barbas de un directivo con un alto salario y pagos adicionales, que lo obligan a tener el mayor cuidado con los bienes y el patrimonio de esa institución. Por qué, nos preguntamos, no funcionaron los Planes de riesgo de corrupción, las salas de transparencia, el control interno, los sistemas de control fiscal, en este gravísimo problema que afecto los intereses de los bogotanos. Como puede ser posible que un robo de ese tamaño suceda a lo largo de varios años y meses y todos esos mecanismos de vigilancia y control no funcionen.

Muy grave. Eso lo que demuestra es la tremenda crisis del mecanismo administrativo de gobierno de la Universidad Distrital.

Es justamente lo que se ha pretendido corregir con la idea de reforma integral surgida desde la Constituyente universitaria que propuso hace varios meses un paquete de audaces cambios académicos y administrativas que el señor García Duarte y su camarilla de aliados pseudoizquierdistas bloquearon por todos los medios para impedir los ajustes en favor de la ciencia, la academia y los compromisos de la paz y la justicia social con los sectores populares de Bogotá.

Esa es la realidad de todo este asunto que ha enojado a los estudiantes, a los profesores, a los trabajadores y a la sociedad capitalita que ha reaccionado con indignación en los recientes días por las calles de la Capital.

Para decirlo de manera directa, en la Distrital hay una corrupción desbordada y el directo responsable de esa bancarrota ética es su Rector García Duarte, quien ha organizado y orquestado para dominar allí una rosca politiquera y de bandidos en la que confluyen sujetos oportunistas provenientes de la izquierda (Omer Calderón, uno de los poderes paralelos vigentes) y pandillas de la derecha y la ultraderecha que desde hace varias décadas han hecho de esta entidad su plataforma crematística y de apalancamientos políticos en el ámbito nacional (Samuel Arrieta, Lombardos Rodríguez, etc).

García Duarte es el rostro de esa red criminal empotrada en la Rectoría de la Universidad Distrital. Es la cara de ese quiste cancerígeno que carcome dicho centro docente.

Por eso lo falaz de su discurso cargado de mentiras y sofismas para lavarse las manos y eludir sus responsabilidades.

Lo cierto es que la renuncia o destitución de este sujeto es la medida mas urgente para organizar una ruta de superación de la crisis de la Universidad Distrital. Lo demás es el cortinaje de ocasión para evadir responsabilidades.

Lo que desde luego no lo exonera de sus responsabilidades criminales, administrativas, fiscales o disciplinarias. Que le caiga todo el peso de la Ley, a el y a todos sus socios agazapados en los cargos directivos.

Nota 1. Por el mismo camino va el Rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Torres Oviedo, quien pretende entronizarse cual sátrapa en esta Universidad de la región Caribe, pues sus planes consisten en hacerse reelegir con sus roscas seudo académicas hasta el año 2030, para poder seguir haciendo contratos oscuros en el transporte escolar y en las obras civiles, con los recursos y dineros recién conquistados por las huelgas estudiantiles, que como vemos están parando en las alforjas de estas fichas de la corrupción universitaria. Muy grave todo esto. Lo peor es el grado de soberbia de estos personajes que desconocen los procesos de control social de las comunidades mediante los derechos de petición constitucionales y legales que hemos hecho recientemente.

Nota2. Igual procede el belicoso Rector de la Universidad del Quindío, Echeverry Murillo y su siniestra rosca de polanias disfuncionales. No hay poder humano en Armenia que les haga rendir cuentas trasparentes a estos sujetos que hacen contrataciones oscuras como la reciente con la remodelación de la piscina, cuyas platas terminaron en la compra de costosas fincas en el Parque del Café. Ni siquiera la oficina de Inspección y vigilancia del Vice Ministerio de Educación Superior logra que estas bandas burocráticas respeten la Constitución y la Ley en lo relacionado con el control administrativo y fiscal. Peor aún, estas elites universitarias van cooptando entidades como la Procuraduría provincial con contratos y prebendas a sus funcionarios para que omitan sus acciones de control disciplinario. Casos hemos visto y todos tan felices en el Eje cafetero.

Kaos en la red


Joyas, autos de lujo y burdel, gastos del exdirector de la Distrital

Desde enero pasado, dos investigadores de la Procuraduría vienen reconstruyendo los gastos suntuarios y escandalosos que el ingeniero civil Wilman Muñoz Prieto hizo con dinero de la Universidad Distrital.

Se calcula que en casi siete años usó de manera indebida cerca de 11.000 millones de pesos del Instituto de Extensión de la Universidad (Idexud), que estaban destinados a pagos de convenios estudiantiles.

Detalles de la investigación en curso fueron uno de los detonantes de los disturbios que se registraron esta semana en Bogotá y que incluyeron actos de vandalismo en su sede de la carrera 7.ª con calle 41 y en la sede del Icetex, en el centro de la capital.

La evidencia es tan demoledora que Muñoz ya fue llamado a juicio fiscal verbal y abreviado por parte de la Dirección de Investigaciones Especiales, por designación directa del procurador general, Fernando Carrillo.

De hecho, una semana después, su apoderado se presentó a la Fiscalía para buscar un preacuerdo de colaboración que, dice, incluye información explosiva de otros funcionarios de la institución, incluido el actual rector, Ricardo García, quien lo niega.

Está ofreciendo dar detalles de varios actos de corrupción y entregar evidencia sobre presiones de funcionarios de la universidad y de políticos de Bogotá (entre ellos concejales, congresistas, alcaldes locales, funcionarios de Fonade, del Sena y hasta de la CAR) para obtener plata a través de convenios interadministrativos.

La ruta de los desembolsos fue trazada a partir de la cuenta corriente 230-08271-1 y de la tarjeta de crédito Viajera Empresarial que aparecía a nombre de la institución, pero que Muñoz usaba a su antojo.

Los giros del escándalo

Lo primero que les apareció a los investigadores fueron dos facturas, por 19’892.000 pesos, de la joyería y relojería Glauser, por la compra de dos relojes Longines.

Por esa misma fecha se gastó 5’468.000 pesos en ropa de la boutique Hugo Boss. Para esa compra usó la tarjeta de crédito Visa de la universidad.

Estos lujos iniciales empezaron a llamar la atención de alumnos y personal docente que conocieron a Muñoz como un modesto profesor asistente de Ingeniería de Obras Civiles (desde 2001), con una supuesta maestría en esa misma rama.

Pero eso no le impidió seguir con el derroche a costa del dinero público.

Se empezó a hospedar con frecuencia en hoteles de lujo y pagó cerca de un millón y medio de pesos en ropa de marca de un local de Unicentro de la Compañía Comercial Iregui.

Después escaló a otras marcas y montos. Saltó a la boutique de Massimo Dutti, en donde ‘invirtió’ 1’024.000 pesos.

Y aprovechó para pasar por las tiendas Lacoste, donde dejó 1’800.000 pesos.

Testigos dicen que frecuentaba un prostíbulo muy conocido, al que iba en compañía de otros funcionarios de la universidad, a los que seguramente se referirá en su intento por negociar con la justicia penal.

Uno de ellos es Ricardo García, actual rector, quien juró que nunca tuvo accesos carnales con nadie cuando visitó esos lugares y que asistió por curiosidad.

Lexus, Mercedes y político

La indignación de la comunidad estudiantil aumentó cuando se supo que también usó los fondos de la cuenta corriente y de las tarjetas de crédito para adquirir carros de lujo en Autobroker, un concesionario en la avenida 19 con calle 106.

Allí adquirió una camioneta Lexus GX 460, modelo 2017, de 150 millones de pesos y placas EMP 617.

Para ello giró tres cheques, por 68 millones de pesos, 33’468.000 y el tercero por 50 millones de pesos.

Y apareció un cuarto cheque, por 60 millones de pesos, como parte de un contrato de permuta del vehículo Datsun, de 1971 y placa DBW 113.

«El total de los cheques cobrados por el investigado de la cuenta corriente es de 10.495 millones de pesos, cifra de la que al parecer se apropió Wilman Muñoz Prieto…»

Todo indica que los carros de lujo eran una de sus debilidades.
En el expediente de la Procuraduría también consta que negoció con Autocity un Mercedes de placa IKY 046. El carro, modelo 2016, está avaluado en 190 millones de pesos.

“El total de los cheques cobrados por el investigado de la cuenta corriente es de 10.495 millones de pesos, cifra de la que al parecer se apropió Wilman Muñoz Prieto porque, de la información financiera suministrada por la Universidad Distrital y del Idexud, no se encuentra que ese dinero haya retornado al ente universitario ni al instituto, específicamente”, se lee en el expediente de la Procuraduría.

No es gratuito que la falta haya sido calificada como gravísima y dolosa, «toda vez que el investigado sabía que los recursos de la cuenta pertenecían al Idexud y debían ser invertidos en actividades propias de su objeto, y de manera consciente y voluntaria los usó de forma personal».

De hecho, hay evidencia de que desvió dinero para beneficiar a la firma Ingeconstruc SAS, de la que su hijo Nicolás Muñoz Mahecha es el representante.

Pero los investigadores están seguros de que el monto esquilmado no se fue solo en estos gastos y en pagos de restaurantes como La Central Cevichería, Harry Sasson, El Buque y La Bifería. Se rastrean versiones según las cuales detrás de Muñoz hay un poderoso político que se benefició.

El camino para llegar a él serían varios de los cheques que se cobraron por ventanilla y uno de los carros lujosos que adquirió el ingeniero Muñoz.

Por ahora se sabe que el Mercedes se compró a nombre de la empresa del hijo. Y que la Contraloría Distrital rastrea dobles pagos en pensiones, desembolsos irregulares para infraestructura y más de 260 hallazgos administrativos en toda la universidad, por cerca de 25.000 millones de pesos más.

UNIDAD INVESTIGATIVA
El Tiempo


Corrupción en Universidad Distrital: exdirectivo declara contra rector de la institución

ilmar Muñoz, ex director del Instituto de Extensión de la Universidad Distrital entregó a la Procuraduría una versión libre sobre una presunta red de corrupción al interior de esa institución educativa, en la que señaló al actual director, Ricardo García, como cabeza de varios presuntos actos ilícitos.

Las revelaciones de Muñoz fueron divulgadas por Noticias Uno, mientras se conoció que con los dineros de la tarjeta de la cuenta de pagos administrativos se saldaron trámites legales e ilegales para favorecer la llegada de Ricardo García a la rectoría de la Universidad Distrital, entre los que se mencionan fiestas, reuniones y hasta celebraciones de cumpleaños en prostíbulos.

El testigo también denunció que parte del tráfico de influencias para lograr el nombramiento de Ricardo García se hizo a través del representante de egresados ante el Consejo Superior de la Universidad, Carlos Fajardo, quien además gestionó ‘coimas’ y un contrato con la Alcaldía de Bucaramanga firmado por el exretor, Carlos Mosquera, según explicó Noticias Uno.

Una vez Ricardo García se posesionó, le dio continuidad al contrato en mención en el que los desembolsos o dineros que se giraban iban a nombre de Julián Clavijo y Alejandra Lemus y según la versión libre que rindió el denunciante, estas personas no hacían nada pero si recibían los pagos para entregarlos a Carlos Fajardo.

Wilmar Muñoz dijo también que el rector Ricardo García le encomendó conseguir el voto del Ministerio de Educación para su elección, hecho que se tramitó con la entonces representante a la Cámara por Bogotá, Olga Lucía Velásquez.

Esta funcionaria llegó a la oficina de García una vez se posesionó y le entregó 40 hojas de vida para cobrar el favor, según relató a la Procuraduría Wilmar Muñoz, informó Noticias Uno.

Entre tanto, el rector Ricardo García, señaló que “yo rechazo cualquier favor venga de donde venga, así sean políticos muy importantes”.

y agregó que “no tengo nada que ver, lo juro, no tengo nada que ver con una tarjeta de crédito que yo mismo denuncié”.

Finalmente, Muñoz Prieto dijo que busca un principio de acuerdo con la Fiscalía para continuar aportando nombres y datos en este entramado de corrupción que superaría los 10 mil millones de pesos.

La FM


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