Así trata Uruguay a su científico más destacado, Henry Engler – Por Betania Núñez, Semanario Brecha

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Betania Núñez, Semanario Brecha

Henry Engler fue desplazado de su cargo en el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim), según se dijo, por cuestiones de forma. Mientras las autoridades de la salud le bajan el perfil al asunto y el Parlamento amaga con abordar el tema, el ex decano de Medicina y ex integrante del órgano máximo del Cudim Felipe Schelotto plantea que “se produjo un conflicto que no termino de entender. Más allá de lo jurídico, lo que debió pasar en este proceso de renovación era que se retuviera el aporte de la persona que creó y dirigió durante todos estos años al Cudim”.

Para dar cuenta de los avances en sus investigaciones sobre Alzheimer, el 16 de julio de este año Engler publicó, junto con su equipo del Cudim, un artículo en la revista Frontiers in Neuroscience. Los experimentos con ratones llevaban tiempo abriendo camino a un posible tratamiento contra esta enfermedad y Engler entendía que el primer movimiento era poner todo lo aprendido por escrito, para luego dar un paso más: una vez hecha la publicación, solicitó al Comité de Ética para Proyectos de Investigación de la Facultad de Medicina que se autorizara al Cudim a emplear la técnica en humanos.

La idea inicial que actualmente explora la tuvo hace siete años, pero Engler viene investigando sobre la enfermedad de Alzheimer desde hace mucho más tiempo, cuando el Cudim ni siquiera era un proyecto. Los cimientos del Centro se empezaron a montar en 2006, cuando la voluntad de crearlo se puso por escrito en diferentes ámbitos. El Cudim, como institución, existe desde 2007, y en 2008, como ideólogo del proyecto, Engler fue nombrado su director general. La construcción del edificio llevó más de un año, y en 2010 se inauguró.

El 1 de octubre de 2018, con 72 años, Engler le escribió una carta al presidente Tabaré Vázquez en la que le explicaba su decisión de dejar la dirección general: Los jóvenes deberían asumir responsabilidades ejecutivas y los veteranos darles lugar a que las ejerzan. Me he dado cuenta de que fuertes personalidades cohíben a los más jóvenes”. Para que la experiencia acumulada no desapareciera, Engler planteó que “los que cumplan 70 en el Cudim dejen los cargos ejecutivos a los más jóvenes, pero continúen brindándoles su apoyo, ayuda y consejos. Propuse que los veteranos pasáramos a trabajar 50 por ciento, como una transición antes de retirarnos, al cumplir los 75”. En la carta proponía como reemplazo a Omar Alonso, grado 5 de medicina nuclear, quien finalmente asumió la dirección general del Centro. En ese momento, Engler ya deslizaba un malestar: La propuesta no fue muy bien vista por los otros dos veteranos (que con más de 70 años también trabajaban en el Cudim), que quieren seguir trabajando 100 por ciento”.

Este 31 de julio Engler fue despedido; el argumento: una irregularidad contractual. Por encontrarse la mitad del año trabajando a distancia desde Suecia, un informe del estudio Delpiazzo concluyó debía ser dado de baja del Banco de Previsión Social. Sin embargo, en su momento ya se había solicitado un informe jurídico y la conclusión había sido la opuesta.

En el acta de la reunión del 20 de febrero de 2019 del Consejo Honorario de Administración y Coordinación Académica (Chaca), órgano máximo del Cudim, se dejó constancia de que, con el afán de evitar un problema administrativo debido a “su permanencia fuera del país por más de 182 días al año”, se consultó al abogado Marti Dalgalarrondo. “La respuesta fue taxativa: no hay ningún impedimento legal” respecto a que “Henry Engler sea contratado como consultante en régimen de trabajador dependiente”, se estableció.

Allí también se dejó constancia de la resolución de “nombrar al profesor Henry Engler, de acuerdo a lo considerado en reuniones previas, como asesor del Chaca y del director general a partir del 27 de noviembre de 2018. Asimismo, continuará en sus funciones como investigador principal en el área de investigación y desarrollo”.

Por eso a muchos, particularmente al propio Engler, les cuesta entender qué motivó el pedido de un segundo informe, por qué las conclusiones fueron tan diferentes y qué razones hay detrás de que no se hubiese intentado subsanar un asunto administrativo para seguir contando con los aportes del fundador del Centro. 

Jorge Quian, subsecretario de Salud Pública, lo explicó en conferencia de prensa de la siguiente forma: “Esto ha sido un conflicto de declaraciones (…) él está afuera del país, y con un estudio que hace la nueva junta del Cudim se descubre que el contrato no estaba correctamente realizado y se decide cesar ese contrato. Pero la voluntad del Cudim sigue siendo contar con el doctor Engler cuando se lo necesite en una investigación”.

Ante el pedido de aclaración de un periodista, el subsecretario explicó: “Cuando él se necesite para una investigación científica y tenga que asesorar, se harán contratos transitorios, parciales, por un tiempo, porque recordemos que esto surge de que él decide primero renunciar a su cargo porque quería dedicar más tiempo a la investigación y no tener tantas obligaciones”.

Engler, en diálogo con Brecha, respondió que en este momento hay 44 líneas de investigación que se encontraba dirigiendo y recordó que también estaba esperando la habilitación del Comité de Ética para comenzar a aplicar en humanos el nuevo tratamiento contra el Alzheimer.

Además, explicó que no sólo se lo desplazó, también se le dio de baja a su correo electrónico donde tenía documentada toda la historia del Centro y tejidas redes internacionales de investigación. Por último, según le comentaron sus compañeros, en las últimas semanas el personal fue advertido respecto a que no debían proporcionarle información sobre las investigaciones en curso.

Felipe Schelotto, ex decano de la Facultad de Medicina e integrante del Chaca hasta comienzos del año, dijo que en marzo dejó de ser convocado al Cudim. Su relevo en el Chaca, la doctora Graciela Lago, había renunciado al Cudim luego de verse afectada por la reducción horaria y salarial al 50 por ciento por tener más de 70 años.  

En ese nuevo esquema institucional fue que se resolvió hacer a un lado a Engler. “No supe cuándo me relevaron, y luego se produjo un conflicto que no termino de entender. Más allá de lo jurídico, lo que debió pasar en este proceso de renovación era que se retuviera el aporte de la persona que creó y dirigió durante todos estos años al Cudim. Espero que se esté a tiempo de recomponer esto”, porque se trata de “una institución muy valiosa en la que ha primado una administración prolija, en la que no hubo problemas de funcionamiento, consideró.

El decano de Facultad de Medicina, Miguel Martínez, se encuentra estudiando posibles vías por las que Engler podría volver a volcar su trabajo al Cudim; pero Brecha intentó insistentemente comunicarse con el decano y no obtuvo respuesta.

Además del Ministerio de Salud, la Universidad de Uppsala y la Universidad de la República, el Chaca está integrado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (Anii). Su presidente, Fernando Brum, explicó que la Agencia no participaba de ese ámbito desde 2014 y que, a instancias de Alonso, se intentó retomar el contacto este año.

Pero fue en la primera reunión a la que asistió la representante de la Anii, María Laura Fernández, en la que se discutió dar de baja a Engler: la delegada “se encontró con esta situación, se le pedía que tomara postura sobre cuestiones de este calibre para las que no manejaba información”, explicó Brum, por lo que se comunicó al Cudim que la Agencia no participaría más de ese ámbito.

En este marco, el despido de Engler generó indignación en políticos de diferentes partidos, incluso del oficialismo. El senador Marcos Otheguy, que manifestó su malestar en redes sociales, ni bien escuchó la noticia en el programa Fuentes Confiables (Radio Universal), esta semana dijo que no había procurado información sobre el asunto y que el tema no había sido debatido en la bancada del Frente Amplio, ya que hay otros temas a resolver antes de que el Parlamento deje de sesionar el 15 de setiembre.

Mientras tanto, la Comisión de Ciencia y Tecnología de Diputados, que iba a recibir a las autoridades del Cudim el lunes próximo a pedido del nacionalista Rodrigo Goñi, fue suspendida, ya que se fijó una sesión de la Cámara de Diputados para ese mismo día, y por el momento no se sabe si habrá posibilidad de reagendar la comparecencia. Luego de la reacción de los primeros días, a estas horas no se conoce si el sistema político abordará, finalmente, el tema.

Nota:

  1. “Biological Assessment of a 18F-Labeled Sulforhodamine 101 in a Mouse Model of Alzheimer’s Disease as a Potential Astrocytosis Marker”, de Ingrid Kreimerman, Ana Laura Reyes, Andrea Paolino, Tania Pardo,Williams Porcal, Manuel Ibarra, Patricia Oliver, Eduardo Savio y Henry Engler.

Fuente:https://brecha.com.uy/a-un-lado/ANEXOQuien es Henry Engler (nota del editor)

Henry Willy Engler Golovchenko es quizá el científico uruguayo más destacado, quien fue militante y dirigente del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), grupo guerrillero urbano que operó en Uruguay en las décadas de 1960 y 1970.

En 1972 los tupamaros fueron derrotados militarmente, siendo capturados sus máximos dirigentes, entre ellos el propio Engler, conocido por su alias «Octavio». Un año más tarde, el 27 de junio de 1973, un golpe de estado conduciría al país a una dictadura cívico-militar que se extendería hasta 1985, año en que Engler recuperó la libertad, en lamentables condiciones de salud.

Durante los años de la dictadura, los principales dirigentes tupamaros fueron recluidos en condiciones inhumanas, e integró el grupo de los llamados «Nueve rehenes», junto a José Mujica, Raúl Sendic, Eleuterio Fernández Huidobro, Mauricio Rosencof, Adolfo Wasem, Julio Marenales, Jorge Zabalza y Jorge Manera.

Liberado, se dedicó a concluir sus estudios de medicina en Suecia, constituyéndose en un investigador de primera línea en el área de la Neurociencia. Fue reconocido por sus investigaciones en torno a la imagenología (particularmente Tomografía por Emisión de Positrones, PET) de la Enfermedad de Alzheimer. En el 2002 utilizó por primera vez en seres humanos, la sustancia PIB (Pittsburgh compound B») para la detección de placas de amiloide en pacientes con enfermedad de Alzheimer y voluntarios sanos.

Ese mismo año presentó los primeros resultados en la Conferencia Mundial de Alzheimer en Estocolmo. Su equipo de trabajo estaba ubicado en la Universidad de Upsala (Suecia), conformado por eminentes investigadores como Bengt Långström.

Engler es autor de numerosos artículos y resúmenes científicos, publicados en revistas internacionales como Science y Discovery. Especialista en medicina nuclear recojocido mundialmente, fue durante años director médico del Centro PET Uppsala Imanet y trabajó como médico de consulta en el Hospital Universitario de Upsala, Suecia.

Desde 2014 era Director General del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM) en Montevideo. En 2006 Engler habpia sido designado por la Universidad de la República director académico de un proyecto para instalar la técnica PET en Uruguay y por el Poder Ejecutivo como presidente de la Comisión para implementar dicho proyecto (Centro Universitario de Imagenología Molecular).

Sobre su vida se filmó el dcoumental “El círculo”, coproducido por Uruguay, Argentina, Chile y Alemania, dirigido por José Pedro Charlo, que recorre su vida desde 1972, en particular los cuarteles donde estuvo recluido (con anécdotas de las condiciones de cautiverio y la relación con los carcdleros) y el Centro Imanet de Upsala. En 2019 se presentó el libro “Las vidas de Henry Engler”, de Charlo, Aldo Garay y Virginia Martínez.

Engler también incursionó en música. Fue miembro del trío «Los Cimarrones» en 1968 y se integró al Centro de la Canción Protesta. Intervino en «Uruguay canta» y en Santiago de Chile en el «Festival Latinoamericano de la Canción Universitaria». Luego de la dictadura, formó el grupo Cantares del Calabozo con el cual grabó un disco, integrado en su mayoría por textos escritos en prisión de Engler, Sendic y Rosencof, publicados en cassette en 1986 y en CD en 2011 por el sello Ayui-Tacuabé.


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