Argentina | Caso Julio López: nuevas medidas para hallar al testigo de la dictadura desaparecido en democracia
La Unidad Fiscal de Derechos Humanos de La Plata informó que comenzará a trabajar en el entrecruzamiento de más de 5 millones de llamadas telefónicas y en el cotejo de varios cuerpos NN, en lo que serán dos de las líneas de acción destinadas a dar con el paradero del albañil Jorge Julio López , desaparecido por segunda vez en 2006.
El fiscal Hernán Schapiro, a cargo de la instrucción de la causa, reconoció que «existen otras vías de investigación», pero «para no perjudicar el avance de las medidas dispuestas no pueden revelarse públicamente».
Fuentes judiciales precisaron que, para la búsqueda de la víctima entre los cuerpos no identificados, ya se ha desplegado una pesquisa en los registros públicos de la provincia de Buenos Aires. «Se han pedido informes a los cementerios de los 43 distritos bonaerenses que forman parte de la jurisdicción de los Tribunales Federales de La Plata», precisaron fuentes de la investigación, que además indicaron que la búsqueda se extenderá a todas los morgues del país.
El Departamento de Policía Judicial de la Procuración General Provincial explicó que, para llevar a cabo la iniciativa, cotejarán las huellas dactilares de López con las personas no identificadas durante el período desde su desaparición que se encuentran en sus registros.
Con respecto a la otra línea de investigación anunciada, el informe sostiene que «busca obtener conclusiones acerca de los teléfonos vinculados a diferentes pistas de la causa en un universo de más de cinco millones de registros obtenidos durante la pesquisa».
Organizaciones de Derechos Humanos marcharon el último miércoles en la ciudad de La Plata al cumplirse 13 años de la última desaparición de López, exigiendo que se esclarezcan los hechos.
Entidades de la Multisecotiral de la Plata, Berisso y Ensenada se concentraron en la Plaza Moreno, frente al Palacio Municial, donde en 2006 se llevó adelante el juicio contra Miguel Etchecolatz, en el marco del cuál desapareció López. Luego de marchar a los tribunales federales, finalizaron en la Plaza San Martín, frente a la Gobernación.
«Siento la misma bronca del día que pasó, la causa no está archivada pero sí estancada, atorada; nunca avanzó en realidad; la justicia no nos dice nada; hago responsable a los jueves y fiscales que tendrían que haber investigado la desaparición de mi viejo, expresó ese día Rubén López, hijo del albañil.
Jorge Julio López fue visto por última vez el 18 de septiembre de 2006, en su casa de Los Hornos, en La Plata, cuando debía presentarse en la sede municipal platense para presentar su alegato en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz, comisario de la Policía Bonaerense condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.
López era una pieza clave para la reconstrucción de la memoria y de los crímenes cometidos en el llamado «círculo Camps», ya que fue secuestrado en 1977 y estuvo detenido hasta mediados de 1979 en cinco centros clandestinos de detención.
En su primer testimonio ante la Justicia, reveló cómo los represores ejecutaron a Patricia dell ‘Orto y a su esposo, Ambrosio de Marco, otras dos víctimas con las que compartió celda en el centro clandestino de detención llamado «Pozo de Arana». En la instancia judicial, López identificó también al jefe de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz, como parte del grupo de tareas que lo secuestró en su casa el 27 de octubre de 1976.
Gracias a sus conocimientos en obras de construcción, pudo describir con detalle lugares de cautiverio en los que había permanecido, tales como la comisaría quinta de La Plata y el Pozo de Arana.
La presencia de los testigos era fundamental en el juicio, ya que se representaban a sí mismos. De no ser porque el Tribunal Federal Oral N° 1 de La Plata resolvió continuar, la causa podría haber naufragado y haber sido declarado nula.
La hipótesis de familiares, organismos de derechos humanos y gran parte de la dirigencia política apunta hacia los viejos verdugos. En medio de la confusa desaparición de Luis Gerez el 27 de diciembre de 2006 – luego fue encontrado con vida en un hecho poco esclarecido-, el presidente Néstor Kirchner por cadena nacional alentó esa teoría: «Todo hace pensar que ha actuado mano de obra desocupada, elementos paramilitares y parapoliciales que quieren amedrentar y lograr su objetivo de mantener su impunidad».
El propio Etchecolatz apeló al terror en pleno juicio durante el 2014, en la sentencia por el juicio de La Cacha, cuando exhibió un papel escrito con su puño y letra con la leyenda «Jorge Julio López, secuestrar». Por esta afrenta amenazante, fue imputado por los delitos de intimidación pública y perturbación al ejercicio de las funciones públicas.
En 2009 se registró la causa FLP 509/2008 caractulada como «López Julio s/desaparición forzada de persona» en la Unidad Fiscal creada por resolución PGN 46/02 que interviene en procesos por violaciones a los derechos humanos durante la época del terrorismo de Estado. Antes, estaba radicada en la Secretaría N°3 del Juzgado Federal N°1 de La Plata. 10 años después, la investigación continúa.